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Porque tú? por llavenegra

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Notas del fanfic:

es un solo capitulo espero que lo disfruten

Notas del capitulo:

Hace poco vi esta seria y simplemente me encanto, tanto que ahora leo el manga en ingles (aunque no sale muy a menudo) los personajes no me pertenecen solo es un final alternativo de una fan. si no entienden algunas partes, es porque el manga vienen cosas despues de la tercer temporada que salio al aire. 

Era  otra madrugada más dentro del castillo pacto de sangre, Yuri se levantó de la cama como cualquier otro día, pero, a diferencia de otros días, palpo el lugar vacío que le correspondía a su ex prometido, cuyo hueco había quedado haciendo que la cama pareciera más ancha de lo que debería.

Recordó con tristeza lo que había pasado tan solo unas horas antes y le sorprendió verse tan tranquilo, pero aun sin darse cuenta, el vacío no solo estaba en la cama a un lado de Greta, sino que también dentro de sí mismo, se sentía vacío al extrañar la presencia del rubio noche tras noche en su cama. Antes de recordarlo, comenzó a espiarlo mientras dormía, levantándose en la madrugada solo para ver como aquel repetía entre sueños “debilucho” al principio, se sintió ofendido ante las degradaciones de Wolfram ,aun así, mientras más noches se levantaba trasnochándose solo para verlo, se dio cuenta de que si decía “debilucho” mientras dormía, seguramente estaría soñando con él. Era su debilucho. Pero aquella noche, esperando verlo no lo encontró, no pudo escuchar nada más que la silenciosa respiración de su pequeña niña en medio de la cama.

Recostó su cabeza en la almohada, mirando pensativo el espacio vacío, mientras recordaba con tristeza como había llegado a perder a ese chico. La mente se le plagaba de imágenes sobre lo que habían pasado juntos, desde aquella vez cuando fueron a la casa encantada dentro del castillo, como habían abrazado a un huevo de un oso abeja, cuando toco a su ex prometido por primera vez ante el desprendimiento de la vieja casona, sonrió ligeramente al recordar como el blondo le había dicho a Greta que el oso abeja era su “hermanito”. Nunca se lo dijo, nunca le menciono que le encantaba su olor, y tampoco recordó haberle alagado por su hermosa mirada de Mazoku.  Cuando estaba a punto de precipitarse al vacío y le había tendido la mano, aun después de creer estar kilómetros lejos de casa, él sostuvo su mano, y dijo que nunca la soltaría. Cosa que cumplió con fervor,  aquella noche donde Sara le había traicionado y nadie confió plenamente en el 27 Mao él fue el único que le admitió aceptar a Saralegui, ya que si el rey Yuri confiaba plenamente en el rey de Pequeño Shimaron, él también lo haría ya que confiaba en su prometido, conmovido escuchando dentro de su cabeza :

-Si él te termina traicionando, yo te protegeré.

En ese momento no sabía a lo que se refería, no tenía idea de los sentimientos que habían despertado dentro de él. No es que los ignorara, porque siempre le hacía recordar su “amor” pero que corto es el tiempo, cuando se es feliz y no sabes cuánto hacen los demás para que lo seas. Siendo un Mao distraído lo ignoró, pero se dio cuenta de que nadie había hecho tanto por él más que Wolfram.  Cuando Conrad viajo a gran Shimaron y pudo verlos nuevamente, no se dio cuenta de cuanto le había echado de menos, cuando escucho su voz y corrió a estrecharle en sus brazos, feliz de que estuviera bien, de que hubiese regresado. De que estuviera de nueva cuenta cerca de él. Noto que Greta se revolvía incomoda en las cobijas, Greta también era la hija de Wolfram, y él había prometido ir a visitarla de vez en cuando, trayéndole regalos de las lejanas tierras de la nobleza Bielefeld. Recordando con tristeza una segunda carta, rompiendo su compromiso.  

Se sintió estúpido por no darse cuenta de cuanto era necesario para complementar su mundo, si bien era cierto que se habían comprometido por una estupidez, los sentimientos fueron cambiando poco a poco hasta admitir dentro de la caja maldita de la cual el corazón de Wolfram era la llave, que era su prometido, y que quería atraparlo por primera vez, así como ese abrazo, cuando logro despertar su conciencia y estrecharlo plenamente en sus brazos. Palpo su delicada piel dentro del pijama, también palpo su cuerpo delgado y aspiro el olor que desprendía su cabello, solo un instante lo estrecho, pero fue suficiente para trascender los sentimientos, incluso cuando estaban por salir, quiso parecer indiferente, cuando ya despierta su conciencia y caminando juntos tomándose de la mano, él le pregunto:

-“tu dijiste que te gustaba”

-yo nunca dije eso

-¿Por qué no solo lo admites? Yuri, sé un hombre.

Se tapó de vergüenza el rostro, si solo lo hubiera admitido en aquel entonces, se habría dado cuenta de que ya no solo existía una imagen de amistad en sí mismo hacia el chico. Sino una de él tocando sus labios dentro de una maquina rara que “predecía” en sentido contrario el amor futuro de una pareja.  Su mayor pesadilla, era verlo con otro hombre. Pero por estupidez, Yuri, cumplió el sueño ajeno, ignorándole solo por varias chicas superficiales que le querían solo por ser el Maou, no por la confianza que le había sido entregada. ¡Que tarde se había dado cuenta de sus sentimientos!

Un desliz en su fiesta de 19 años,  ¡cómo no recordarlo! Gunter había invitado un montón de chicas casaderas de todo el reino para que Yuri escogiera la que le gustaba,  si bien esto no estaba hecho con malas intenciones , no pensaron en los sentimientos del prometido. Yuri eligió a una de ellas ignorando completamente al chico rubio que se había vestido de la mejor forma solo para que Yuri lo notara. Pero al descubrir el verdadero motivo de la fiesta y del inmenso número de muchachas, lo único que faltaba para hacer la pesadilla de Wolfram real, era encontrarlo con una mujer… y así fue. En la misma habitación que habían compartido cientos de noches encontró al Maou tras una larga ausencia durante la noche después de salir con la chica más bonita y elegante. Sin decir nada, cerró la puerta de la habitación, con la mirada perdida, no muy fuerte, pero si lo bastante para que Yuri dejara lo que hacía y observase un poco de los flequillos que colgaban del traje de Wólfram durante la fiesta.

Wólfram creyó no ser visto pero se equivocó, una sola mirada del moreno le bastó para reconocer quien había sido la interrupción. Se escondió de aquel en el cuarto de tesoros donde morgif no guardaba silencio, aun después de ser insultado varias veces por el rubio, quien recordó que esta espada maldita solo hacía caso al rey demonio. Todo el castillo le recordaba a él, desde las flores…”la inocencia de Yuri” hasta el muro más sobresaliente. Quiso escapar de su encierro y fue al establo, los kohis, el caballo negro de Yuri, todo le recordaba a Yuuri, sin poder escapar más de sí mismo, se sentó sobre la paja del establo y se soltó a llorar viendo su mayor pesadilla hacerse realidad. Pero lo entendía, de alguna forma, Yuri siempre lo había rechazado. A él le gustaban las mujeres, y lo sabía, pero era el momento de despertar, dejándose de engañar fingiendo que pasaría una boda o por lo menos una vida juntos. Era el mejor momento para abandonar, siendo que ahora tenía la excusa. Su corazón roto fue lo que menos le importo. Porque aun así, no dejaría de confiar en él. Si esta era su decisión, estaría de acuerdo, ya que confiaba más en él que en cualquier otra persona en el mundo. Esa misma noche mojo de tinta su pluma y comenzó a escribir la advocación de su compromiso.

Pero Yuri al ver los flequillos y ver la puerta cerrarse, miro a la chica debajo de él. ¿valía la pena? Después de todo, ¿seguiría a Wolfram? No, no podía hacerlo porque sería estar admitiendo que sentía algo por él. El orgullo pudo más que el amor que le profesaba, y si logro continuar con lo que estaba haciendo, fue porque la chica rubia de ojos verdeazulado debajo suyo, se parecía increíblemente a su prometido. Todo ella era idéntico, excepto tal vez por la voz, dejo de pensar en ella, la olvido, y comenzó a pensar en  el cuerpo de su rubio, en lo delgado y elástico que era, en la mirada llena de perversión que le había descubierto varias veces, con la sonrisa con que le había recibido otras tantas, acaricio su cabello y cada centímetro de su cuerpo, no era una mujer, estaba amando a Wolfram. Ella pareció notarlo sin inmutarse mucho. Cuando todo termino, Yuri cayo dormido en la cama, alcanzo un beso de la chica antes de susurrar a su oído algo que tenía mucho más presente que antes. Le había susurrado:

-Wolfram…te amo

Y había visto una sonrisa antes de desvanecerse en el sueño.  Despertó creyendo y deseando haber amado a la persona correcta. Pero no, había a su lado una hermosa chica desnuda mostrando parte de lo suyo, se sonrojo pero pronto pareció decepcionado. No era su prometido. Recordó su elegante traje de la noche, sus hermosos ojos verdes que resaltaban sobre la mayoría de las chicas lujosamente vetadas, su traje era sencillo, pero la forma en que quedaba perfectamente puesto sobre él, le hizo ruborizarse y desearlo por primera vez el deseo se apodero de su ser.  Uso la razón y utilizo carne fresca de una doncella para no recordarlo, para comenzar a pensar en otra persona, pero tuvo el efecto contrario. Se dio cuenta de lo perdido que estaba sin él. Se dio cuenta del amor que tantas veces había reprimido.

Lo supo cuando encontró la carta sabiendo que no habría vuelta atrás. A Wolfram despidiéndose de él y deseando la felicidad, diciéndole “su majestad” en vez de “Yuri”. Una reverencia fue lo que recibió en vez de un abrazo, la frialdad le dolió y no alcanzo a comprender que lo había perdido hasta esta madrugada, que no le vio.

Tapo a Greta con la cobija, y ella le miro con sus grandes ojos cafés.

-Yuri… ¿Cuándo vendrá Wolfram?

-tu padre no regresara

-¿Wolfram abandono a su hija? Yuri, iras por él… ¿verdad?

-no tengo cara para ir por él Greta, pero  vendrá de vez en cuando a verte.

-Yuri,  ¿peleaste con él otra vez? Greta no quiere que sus padres estén separados

-es cosa de adultos Greta, algún día entenderás. –suspiro tratando de calmar a su hija, pero la niña tenía razón. Wolfram también era su padre, y a él no le gustaba estar sin su rubio.

Pero no iría por él. No podía hacerlo después de lo que le había hecho.

La impotencia y rabia se hicieron presentes, era verdad que no tenía cara pero por lo menos iría a disculparse. Wólfram era un mazoku orgulloso y probablemente no le perdonara, pero nada perdía con intentar. Llamo a Conrad y le pidió sacar el carruaje, iría al palacio de la nobleza Bielefeld, necesitaba pedirle perdón. Si lo lograba podía avanzar un paso más y confesar sus sentimientos por él.

Se puso en marcha, finalmente tres días después del incidente, la mañana siguiente de la que había visto a su chico la última vez. Solo habían pasado unas cuantas horas, pero ¡ah, como le echaba de menos!, cuanto le extrañaba.

El carruaje llego sin problemas al castillo de la nobleza, pensó que tal vez la furia del blondo sería muy grande y divulgaría a todo mundo el motivo de ya no ser el prometido del Maou. Para su sorpresa todos lo recibieron con alegría, todos estaban emocionados y satisfechos de que el rey le hiciese una visita. Miro a la nobleza esperando descubrir a su rubio ahí y al no verlo, sintió una punzada dentro del pecho “Wolfram…¿Dónde estás?” se preguntaba internamente el moreno.

Después de la suntuosa merienda con la que fue recibido, fue enviado a una habitación, para que al día siguiente pudiera retomar sus actividades como Maou dentro de las tierras de la nobleza Bielefeld. Se recostó en su cama, después de hablar sinceramente con su padrino. Quien preocupado por él, hablo y trato de hacer sentir mejor a su majestad.

-“conrad, lo que tengo que hacer aquí, si quieres volver a verme sonreír, es dejar que arregle las cosas por mí mismo”

La repuesta de su padrino fue una ligera sonrisa y una mirada de comprensión.

-“es por Wolfram, ¿verdad?”

Levanto el rostro rápidamente, se sentía descubierto. Pero no lo negó, admitió por primera vez estar perdidamente enamorado de él, le dijo también cuanto le extrañaba, y todas las palabras que guardaba celosamente en su corazón. Su padrino le dio el consejo más acertado hacia su situación;

-“lo que me has dicho a mí, debe saberlo él”

Sin esperarlo, volvió su mirada a la ventana y observo las estrellas, quería hablar lo que había callado y estar con él. Hacer su sueño realidad, y quedarse con él por el resto de la vida que les quedaba, Wolfram de 119 años y él de 19.

Se asomó por la ventana por casualidad, y vio en tres las sombras una rubia y espesa cabellera de un barón, caminando bajo la luna, no puedo evitar sentirse emocionado, bajo las escaleras rápidamente y corrió hasta el jardín de la fortaleza buscándole con la mirada. Debajo de un enorme árbol lo encontró, con compañía, reconoció a la chica en un instante, recordó cuando ella le había retado por la mano del prometido de ambos, pero a diferencia de aquella vez, Wolfram no la trataba con desprecio, sino todo lo contrario, la miraba sonriente, y platicaban juguetones bajo la sombra del árbol. En un ataque de celos que no supo de donde surgió levanto con una mano fuertemente el cuerpo del chico que le observaba confundido, y espantado, sin saberlo, había activado una cantidad impresionante de Maryoku, la mirada espantada de ellos, le hizo parar, y más aún, al ver que el rubio lloraba, las lágrimas que nunca le había visto, ahora se desprendían fácilmente se sus ojos. Escucho un balbuceo de sus labios:

-Yuuri, ¿qué haces aquí?-pregunto el rubio con la mirada cargada en llanto, mientras que el susto de la chica era evidente. El rubio lo menos que deseaba, era ver a su majestad por un largo tiempo, por lo menos hasta que hubiera superado su separación, pero encontrarlo de esa forma, tan de repente, sintió la cálida mano del moreno en su muñeca. Quiso apartarla, ¡cuántas veces había sostenido fervientemente esta mano! N pero no lo logro, a cambio, recibió un fuerte jalón y con él, un abrazo de su amado Yuuri.

-no me hagas esto…-escucho salir de sus labios

-yuuri…-la voz salió en un suspiro ahogado.

-Wolfram…te necesito…

Apretó sus puños pero no aparto el abrazo ni tampoco correspondió, una lucha interna estallaba dentro de él por un lado su orgullo, pero por otro, los brazos cálidos de quien los había esperado por tanto tiempo.

-no, tu no me necesitas, hay cientos de chicas que morirían por estar contigo, ambos lo sabemos Yuuri, a ambos nos gustan las mujeres, pero también me gustas tú, no puedo arruinar tu felicidad obligándote a casarte conmigo, después de pensarlo tranquilamente, me di cuenta que es imposible el hecho de que tú y yo estemos juntos porque en este mundo…

A cambio de sus palabras, Wolfram fue callado por una bofetada en la mejilla izquierda, sabiendo lo que hizo el Maou, estando más que consiente de lo que significaba en este mundo, el rubio puso la mano en su mejilla, y dejo de llorar cambiando las lágrimas por rubor, la chica les miro expectante, incomoda, pero conmovida, muy en el fondo sabía que pasaría por lo que no reprocho a su nobleza el hecho de que el Maou le estuviese pidiendo matrimonio al chico que le gustaba por segunda vez.

-¡Yuuri!-reprocho el rubio ante el atrevimiento ajeno deshaciéndose de sus brazos.

-Wolfram,  estas de nueva cuenta prometido conmigo… así que aunque no quieras quedarte,  tu deber es estar cerca de tu prometido en cualquier momento.

El rubio tuvo que partir de vuelta al castillo pacto de sangre, pero pensaba una vez después de llegar, anular su matrimonio inmediatamente, pero las hazañas del Maou, le hicieron quedarse para toda la vida con él.  Esa noche, mientras los caballos descansaban al lado de la fogata, el moreno, tomo de la mano al rubio e hizo que cayesen juntos al agua, a pesar de ser negado rotundamente por el rubio, al final, termino accediendo.

Su sorpresa fue grande cuando del agua, se teletrasnportaron a un increíble oasis desierto, con unos cuantos árboles y un gran manantial de agua brotando  en medio del desierto. Wolfram miro impresionado al moreno quien no apartaba la vista de  una hermosa luna que se reflejaba en el agua del oasis.

-¿sabes por qué te traje aquí?

-¿para dejarme en libertad y que me coman los buitres?

- ¡Wolf!- ojos negros se encontraron con los esmeralda, sin poder contener más lo sentimientos dentro de sí, tomo al rubio de la cintura tomándole completamente por sorpresa, después de acercarlo poco a poco hasta él, se inclinó entrecerrando los ojos, mientras el rubio no sabía decidirse si quedarse o no, bajo la mirada….

-Yuuri…. No hagas esto, ¿no ves que solo nos estás haciendo daño? Tu nunca me querrás...

-Wolf… cuando estuve con esa chica, no deje de pensar en ti. Para mí, no existía esa chica, eras tú al que estaba amando.

-no digas eso…soy un hombre….

-¿no me crees? –miro a su pecho donde descansaba el collar de Julia, sin pensarlo demasiado, se lo quito, poniéndoselo inmediatamente al rubio.

-esto es…

-en la tierra tenemos la costumbre de regalar una joya a las personas cuando nos les declaramos…quiero que lo conserves, si lo llevas contigo, Susana Julia y yo no nos apartaremos de tu lado…

-Yuuri….-el blondo continuo sin levantar la mirada, totalmente conmovido, pero Yuuri no pudo esperar más… porque por fin se había dado cuenta de cuando había esperado este momento. Se acercó sin más, de nueva cuenta, levanto el rostro de wólfram con el dorso de la mano, y beso sus labios tiernamente, tocando estos, deseándole más que nunca, admitiéndose a sí mismo, que se había enamorado del Mazoku más codiciado de Nueva Makoku, que estaba perdido sin él y que lo protegería como nunca lo había hecho. Porque después de todo…era SU debilucho…

Mientras tanto, Conrad buscaba desesperadamente a el 27 Maou, al igual que  a Wolfram dentro del campamento, que al notar como un par de ondas iban hasta la orilla, supo exactamente donde estaban, se fue a dormir al poco rato, sabiendo que en algún momento regresarían… Yuuram… se repitió mentalmente antes de quedar dormido mientras que los mencionados… hacían de las suyas en un paraje lejano de dominios humanos…


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