Abrió los ojos dos segundos antes de que el despertador sonara, estiró su mano y apagó la estrepitosa alarma, luego sonrió. Se descubrió de las cobijas con las que durmió, y continuó a ponerse la ropa que desde la noche anterior escogió.
Hoy era un día especial.
Una vez vestido caminó hacia su baño, cepilló sus dientes y usó enjuague bucal, peinó su cabello: se aseguró de ponerse un poco más de cera para acomodarlo mejor.
Finalmente usó un delineador negro para marcar el rasgado de sus ojos.
Luego sonrió.
Salió del baño emocionado, caminó hacia su mesa de noche y tomó su celular, tenía varios mensajes de sus amigos.
Kai le decía “Suerte Taemin”.
YoungMin le aseguró “Los tulipanes funcionan mejor que las rosas”.
Y finalmente Niel “Usa pantalones ajustados, te tienes que ver endemoniadamente bien”.
Desconectó su celular del cargador y éste del tomacorriente. Les contestó a los tres que ya se había alistado y ahora iba rumbo a la florería a conseguir un ramo de tulipanes, que no estaba nervioso y que por supuesto, llevaba puesta su mejor ropa.
Esos pantalones desgarrados, ajustados, una camisa de botones con los dos más altos desabotonados y las mangas dobladas hasta sus codos. Además de que potaba una pequeña cortaba de pega en color negro.
Finalmente salió de su casa, sintió su billetera en su bolsillo del pantalón y sonriendo fue a la florería.
Pidió un ramo de tulipanes, tenían que tener siete. Porque llevaba siete meses con Minho.
Al tenerlos en las manos y después de pagarlos salió rumbo a la casa de su pareja.
Iba sonriendo, incluso silbaba la última canción que escuchó ayer cuando estaba con Minho. Giró en una esquina para visualizar el hogar de ese alto. Sonrió más amplio al estar cada vez más cerca.
Ayer después de haber salido al parque y posterior a cenar confirmó lo que sus amigos le decían, que era momento de dar un paso más. Y tras haber charlado eso con su almohada y el sueño reparador, había decidido que lo haría.
Así que suspiró, sonrió y llamó a la puerta.
Misma que se abrió, Minho alzó las cejas al verlo pero luego sonrió.
-¿Qué haces aquí?- preguntó mirándolo, la ropa, las flores, la sonrisa, la hora del día. –Buen día.-
Pero antes de que Minho se inclinara para besarlo Taemin le tendió el ramo de tulipanes.
-Chinga tu madre.- dijo Taemin sonriéndole.
-¿Qué?- preguntó Minho extrañado.
-Creo que vales muy poco y yo mucho más.- respondió Taemin soltando el ramo de tulipanes cuando Minho los tomó.
-¿De qué estás hablando?- Minho bajó los tulipanes para salir de su casa y seguir a Taemin.
-Creo que estás loco, así que me voy de aquí.-sonrió notando como Minho alzaba las cejas.
-¿Sabes que si te vas no encontrarás a nadie como yo?- preguntó Minho mirando a Taemin que sólo se alejaba de su casa, que sin detenerse lo miró por encima de su hombro.
-Esa es la idea.- contestó riéndose.