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Como la bella y la bestia por Alphonse Zero

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Notas del fanfic:

Ok, mi resumen no es tan bueno pero ahi la llevo XD

Como estan chic@s, tiempo sin subir nada pero por fin llego el día (la madrugada en mi caso) 

Debo decir que este fanfic se me acaba de ocurrir por dos razones, peleas y ver la Bella y la Bestia despues de tantos años XD

Las ideas fluyeron y Puff~ Nuevo fanfic!!

Un beso y un abrazo a mis viej@s lectores que le dan de nuevo una oportunidad a mis historias.

Espero les guste y sin más que decir me despido

Notas del capitulo:

Pues este es ql primer cap, espero que sea suficiente para atraparl@s e.e (ok no) 

Comenten que les parecio, espero les guste.

“Aquél camino obscuro y aterrador asustaba a todo aquel que tan siquiera pasase cerca de él, se contaban relatos horribles de personas que entraron y que jamás volvieron, de cómo la niebla se los comía en un segundo y desaparecían en las entrañas del bosque”

Los cuentos de hadas hacían que el joven de ojos esmeralda y cabello castaño obscuro suspirara en secreto. Le gustaba imaginar aquellos lugares misteriosos con personajes fantásticos e historias de amor verdadero, anhelaba tanto vivir algo así, incluso el creía que era ridículo, pero no podía evitar el fantasear con ello.

Se encontraba solo en el salón de clases, nunca fue de tener amigos, nadie lo entendía, era raro a los ojos de los demás, un extraño en la escuela, e invisible para todo el mundo. Aprendió a estar solo a tal grado que ya no podía decir que le molestara la soledad, o al menos eso es lo que siempre le decía a su padre para que dejar de molestarlo. Derek era el hijo mayor de una pequeña familia que vivían en un pueblo cerca del bosque, su hermano menor Jonathan era el consentido y preferido de sus padres, tan solo se llevaban un año, el tenia 16 y su hermano 15, pero esto no evitaba que a Jonathan se le subieran los sumos a la cabeza, tan solo por ser el chico más popular de la secundaria, el jugador número uno en baloncesto y bueno, más alto y apuesto que él según todas las chicas. Su hermano no era como Derek, el tenia cabello rubio y ojos azules, era el típico príncipe, el cliché de los clichés, el típico galán. Derek no era mal parecido, pero en su timidez escondía sus atractivos entre ropas muy sueltas, enormes suéteres que le quedaban largos hasta las rodillas y el flequillo que ocultaba sus ojos. Su madre siempre le decía que tenía que dejar ver más de él, que perdiese ese miedo que le tenía a las personas, pero simplemente no podía, ya lo había intentado, una vez abrió su corazón, pero lo lastimaron a tal grado de no querer volver a intentarlo.

El sonido del timbre que indicaba el fin del receso lo saco de sus pensamientos, pronto sus compañeros comenzaron a entrar al salón de clases, nadie nunca le hablaba, pasaba desapercibido entre todos ellos. Todos se sentaron cuando llego el profesor callándolos, las clases le resultaban tan aburridas esos días, había dejado de tomar notas y de poner atención a lo que el profesor decía, después de todo no faltaba mucho para que las vacaciones de invierno empezaran, estaba impaciente por que las clases terminaran y poder descansar al fin de todo, el estar siempre solo suele ser cansado, el esforzarte por qué no te afecte lo que los demás piensen de ti cuesta mucho trabajo. Pero no era solo eso, Derek amaba el invierno, amaba la lluvia y los días nublados, amaba sentir su cuerpo helado hasta los huesos y ver su aliento frente a él, esta siempre fue su estación favorita.

-¿Qué nos puede decir sobre esto joven Derek?- Pregunto el profesor mientras junto a toda la clase lo miraban esperando una respuesta, Derek no tenía ni idea de que hablaba, apenas sabía en qué clase estaba.

-Lo siento…yo, no ponía atención- Dijo avergonzado, el profesor meneo la cabeza y lo miro decepcionado.

-Sal de aquí, si no quieres aprender no puedo enseñarte, les diré esto a tus s en la junta de esta tarde- Todos en la clase miraron de reojo a Derek, nunca había llamado tanto la atención, algunos comenzaron a murmurar mientras el tomaba sus cosas para salir del salón.

-Escucha, no hago esto con mala intención, debes aplicarte o reprobaras historia, ya viene siendo tiempo de que te tomes esto en serio, no es la primera vez que te veo perdido en clases- Derek no respondía nada, estaba molesto, ¿A caso no podía decirle todo eso en privado? ¿Por qué lo hacía pasar por aquello? Si había algo que odiaba es que lo mirasen tan insistentemente, sentía como aquellas miradas lo juzgaban. Paso entre las filas y frente a la primera de ellas una mirada lo observaba de una forma que era más que insistente, sus ojos eran los que más detestaba que lo vieran. Aquel chico era quien lo había lastimado, su nombre era Matías, un chico que estuvo en su salón desde primer año, el fue el primero y único que le hablo, tal vez por eso se enamoro de él, pero era obvio que no correspondió sus sentimientos, en su lugar, se burlo de él.

Se apresuro a salir de allí, se sentía cansado, estaba arto, decidió saltarse el resto de las clases e ir a casa. Caminaba por el pasillo cuando Jonathan apareció junto con su novia.

-¿A dónde vas pequeño?- Le pregunto en un tono burlón mientras que su novia escondía su risa con la punta de los dedos.

-Eso no te incumbe- Intento pasarlo de largo pero Jonathan lo detuvo interponiéndose en su camino.

-Claro que si, andad ¿No somos hermanos?- Dijo el rubio con una sonrisa sínica.

-Déjame pasar, solo soy tu hermano cuando te conviene- Derek no soportaba que su hermano lo tratara así, lo humillaba por ser más bajito y no tener amigos, su padre lo idolatraba y su madre se sentía orgullosa, pero si se trataba de Derek su padre se avergonzaba y su madre se preocupaba.

-Déjalo amor, llegaremos tarde a clase- Jonathan hizo caso a su novia y lo dejo pasar.

-Haz lo que quieras pero recuerda que hoy es la junta de padres, no querrás que tus profesores hablen mal de ti de nuevo- Esto solo lo dijo para molestarlo, lo conocía bastante bien como para saberlo.

No quiso darle más importancia de lo que merecía, retomo su camino y se fue de la escuela. Caminaba por las calles del pueblo, estaba perdido en su mundo, pensaba en el por qué todos lo trataban así, no lo entendía.

-¿Qué tengo de malo?- Se dijo en voz baja mientras caminaba ya sin ver por dónde iba. Su casa era la más cercana al bosque, técnicamente al final del pueblo había dos senderos que daban cada uno a su casa o el bosque, tal vez fue por ello que sin darse cuenta ese día tomo el camino equivocado.

El viento soplo con fuerza, alrededor todo se miraba extraño, se detuvo a analizar el lugar, en efecto, ese no era el camino a casa.

-Debí equivocarme, solo me pasa esto a mi- Soltó un suspiro y se dio media vuelta cuando escucho algo a lo lejos, era como si aquel sonido lo estuviese llamando por su nombre, sentía el viento empujarlo de vuelta como si intentara llevarlo a algún lugar.

-Eso es… ¿Un piano?- La melodía sonaba a lo lejos, en lo más profundo del bosque, era imposible que hubiese un piano en el bosque, según el nadie vivía allí, bueno, solo quedaba la opción de las historias que cuentan en el pueblo pero era tonto creer en ello, se convenció de que era todo menos eso, sin embargo la curiosidad le ganaba.

Comenzó a avanzar en camino a la parte más obscura del bosque, allí las copas de los arboles eran muy frondosas y ocultaban los rayos del sol evitando que entrara la luz, camino cautelosamente siguiendo el sonido del piano. No tardo en llegar a un punto del bosque que desconocía por completo, los espinos rodeaban todo excepto un pequeño hueco en el suelo que tenia la forma de un túnel, a cualquiera le parecería ridículo intentar pasar por allí, pero era casi de su medida y la música sonó más fuerte cuando se asomo en él, no había más, iba a entrar. Se quito su mochila y se arrastro por el agujero entrando con cuidado de no espinarse, avanzaba lentamente, cada vez se escuchaba más fuerte, vio un poco de luz al final del túnel, tan pronto asomo la cabeza la música se detuvo.

-¿Qué paso con la música?- Salió rápido de allí, se movió entre unos arbustos y alcanzo a ver algo que parecía sacado de un cuentos de hadas, un castillo estaba allí escondido entre la neblina.

-Esto es, no puede- No sabía que pensar, era algo completamente irreal, avanzo en dirección a la entrada cuando una sombra paso rápidamente tras de él, volteo en un reflejo y miro alrededor asustado.  -¿Hay alguien allí? ¿Hola?- hubo un largo silencio, lego sintió como algo detrás de él lo observaba con una mirada poco amistosa. No alcanzo ni a voltear bien cuando escucho el fuerte rugido que provenía de esa sombra.

No lo vio bien, no pudo distinguirlo del todo, corrió tan rápido como pudo y regreso al túnel, esta vez avanzando rápido y torpe entre las espinas, se punzo barias  veces, incluso en el rostro pero eso no lo detuvo, sentía como la respiración de esa cosa aun estaba tras él. Cuando por fin salió del túnel tomo su mochila y corrió sin ver atrás. Corrió rápido y sin ver por dónde iba, su corazón latía acelerado, sus piernas le comenzaron a doler y jadeaba cansado peo no se detuvo ni un segundo. Sin saber cómo, llego hasta su casa abriendo y cerrando la puerta de golpe, se recargo en ella y respiro agitado, se deslizo hasta quedar en el suelo.

-¿Derek? ¿Qué te ocurre?- Su madre lo escucho llegar y lo vio preocupada. –Estás todo lleno de tierra y tu rostro ¿Estás herido? ¿Te paso algo?

-Estaba en el bosque…una… cosa… -Apenas podía hablar, su respiración aun no se normalizaba.

-¿De qué hablas? ¿Qué cosa?- Su madre se acerco a él y reviso su rostro y las pequeñas heridas en el.

-Era… una bestia… -Dijo seguro de sí, no lo había visto bien pero logro notar sus colmillos, sus garras y sus cuernos, pero sobre todo sus brillantes ojos amarillos.

-¿Bestia? ¿Hablas de un lobo o un oso?

-No, una bestia, un monstruo- Su madre le miro frunciendo el seño, se levanto mientras suspiraba molesta.

-¿Cuándo dejaras de ser un niño? Derek, los monstruos no existen, ya deberías saberlo, tienes 16 por dios.

-¡Pero no miento! Está en el bosque, yo  lo vi- Le respondió Derek a la vez que se levantaba del suelo.

-Basta, ni se te ocurra decirle lo mismo a tu padre, estaría más que furioso si te escucha hablar de tus cuentos como si fuesen reales. No puedo creerlo- Su madre sostenía su cabeza como si ya  no aguantase un fuerte dolor de cabeza.  –Primero nos enteramos que te gustan los chicos y ahora vez bestias en el bosque ¿Qué más falta?

Las palabras de su madre fueron como una flecha que se clavaba con fuerza en su pecho, no lo soportaba, incluso ella no lo aceptaba. Subió corriendo al tercer piso donde estaba su habitación, cerro de golpe la puerta y se tiro en la cama viendo hacia el techo.

En esos momentos le gustaría desaparecer en un libro de cuentos, viajar al país de las maravillas y envenenarse con mercurio hasta quedar completamente perdido en el. ¿Por qué será que quienes más le importaban eran quienes más lo rechazaban? El no era malo, no hacia las cosas para fastidiar, pero su familia pensaba todo lo contrario. Pronto se quedo dormido, mientras soñaba con la bestia que lo perseguía en el bosque. 

Notas finales:

Bueno, eso fue el premer cap, algo emo :P Pero nee~

Estoy contento con el resultado, si la escuela me lo permite actualizare segudi como antes, si no, son libres de molestarme un poco (solo un poco) para que actualize XD

 

Nos leemos luego~


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