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¿Qué quieres de mí? por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Los personajes de Saint Seiya pertenecen a Masami Kurumada.

Los personajes de Shingeky No Kyojin pertenencen a Hajime Isayama.

 

8o fic de la serie Si l'amour existe.

Notas del capitulo:

Los personajes de Saint Seiya pertenecen a Masami Kurumada

Los personajes de Shingeki no Kyojin pertenencen a Hajime Isayama.

9o fic de la serie Si l'amour existe

 


 
¿Qué quieres de mi?
  


 
 
--Ya no sigas... ¡Por favor!... ya no sigas. -rogaba un castaño de ojos verde azulado, sus mejillas sonrojadas por el llanto y de rodillas pidiendo clemencia a un moreno de ojos grises y mirada estoica.
 
--No entiendo, ¿Qué te sucede? -preguntaba el moreno con indiferencia, trataba de fijar su mirar gris a otro lado menos al chico que se desmoronaba frente a él.
 
--Lo sabes bien... si tú... si tú no me quieres, no seas amable conmigo, no hagas que me enamore más de esa hermosa ilusión que jamás se hará realidad. -decía entre hipidos el castaño aparentando la tela de su camisa que estaba sobre su corazón.
 
--No seas patético. -dijo el moreno -Jamás he sido amable con nadie, menos contigo.
 
--Sí lo eres... lo eres y eso es lo que me confunde. Esa amabilidad tuya que aparece de la nada, que me recuerda lo mucho que te quiero justo cuando decido olvidarte... es lo que me desquicia. -admitía el castaño -Y sí, soy patético... hoy seré tan patético como lo desee, será la última vez que me rebaje a este lastimoso nivel para que quedes harto de verme, escucharme y sentir lo que desprendo con tu mera presencia... así podrás estar harto de mí. Así no volverás a confundirme, así me enviarás lejos con tal de evitarme hasta la sombra.
 
--Me pregunto si en verdad eres un hombre. -comentó el moreno ahogando un suspiro.
 
--No, no lo soy... tan solo soy un mocoso que no sabe nada del mundo. Soy un chiquillo afectado por la locura llamada amor. Soy un idiota que no miró por dónde iba y calló a los pies de un hombre. Eso es lo que soy... así que por favor... por lo que más quiera, deje de confundirme, permítame olvidarme de usted, permítame alejarme y disfrutar de mi fracaso. -rogaba el joven de ojos verdes.
 
--Te tomas demasiadas libertades, Jeger. -una nueva voz se inmiscuía en la conversación.
 
--¡¡General-sama!! -decía el castaño volviéndose a arrodillarse en señal de respeto... tal como sirviente hacia sus amos.
 
--¿Qué haces, Hades? Pedí estar solo. -dijo el moreno volviéndose a un hombre un poco fornido, de cabellos negros al igual que sus ojos, usaba la armadura de la Guardia Real, los encargados de proteger al Rey.
 
--Me disculpo Excelencia, tan solo estaba patrullando los alrededores del Palacio. -contestó el guardia.
 
--Retírate. -ordenó el Rey.
 
El guardia hizo una reverencia y luego se marchó, no sin antes de mostrar una sonrisa ladeada al sirviente que seguía arrodillado. El sirviente temblaba, sus palabras y acciones no hicieron más que ponerlo en evidencia con el General de la Guardia Real, de por sí era un sujeto insoportable, altanero, arrogante, se creía un dios encarnado que sentía que él debería regir el reino y no el actual Rey... la única persona capaz de soportar a tan odioso General era Shun, otro sirviente.
 
--¿Qué tanto piensas Eren? ¿No estabas diciendo algo antes que nos interrumpieran? -preguntaba el Rey para romper el silencio.
 
--Lo siento. Me dejé llevar y ahora tendrás problemas. -susurraba el castaño.
 
--Mocoso, ya deberías estar acostumbrado a dar problemas. No solo cambié las reglas para la selección de nuevos reclutas para la Guardia Real porque quieres intentarlo si no recuerdo mal, el de cabello verde también lo intentará aunque me parece que ustedes no son los únicos de los sirvientes que estarán participando en la selección... 
 
--Se lo agradecemos Excelencia. -exclamó Eren.
 
--Sin formalismos. -gruñó el Rey -También cambié otras reglas, hice nuevos tratados debido a tu torpeza con visitantes de otros reinos, he tenido que deshacer más de tres levantamientos en armas contra mi reino por los líos en los que te metes y otras cosas más. Me gustaría no llevar la cuenta más eso no es posible, por tu causa este reino ha presentado varios cambios.
 
--Lamento ser una carga. -dijo Eren muy bajito -Te prometo que cambiaré, pasaré esa prueba, quedaré como aprendiz de la Guardia Ral y... y... así podré estar un tiempo lejos de ti, aprovecharé ese tiempo para olvidarme de tí. -admitía el castaño.
 
El Rey lo miró con atención, al fin regresó el tema por el que estaban discutiendo con anterioridad.
 
--Has lo que quieras. -dijo para retirarse, dejó al castaño aún en arrodillado.
 
--Así que... Shun y tú participarán en la prueba para estar bajo el mando de la Guardia Real... será interesante. De una vez te advierto, las pruebas, este año, será un torneo entre los participantes, los vencedores volverán a pelear cuando queden cinco... tendrán que pelear con uno de los Guardias que estén supervisando. -decía el guardia que antes había interrumpido -Y adivina qué, yo soy uno de los que estarán ahí, me encargaré de sacar a tu amigo y a tí de ese torneo, claro, si es que pasan.
 
Comentó Hades sin mirar al castaño, soltó una risa macabra y se volvió a perder en los obscuros pasillos del palacio. El castaño seguía sin moverse, esperaba que alguien saliera de su escondite.
 
--Supongo que me atrapaste... otra vez. -dijo una dulce voz.
 
--Shun, siempre me sigues cuando salgo del dormitorio para verme con Levi. -contestó el castaño a un chico de pelo y ojos vedes esmeralda.
 
--No deberías decir 'su' nombre, alguien más podría escucharte. -decía el de ojos jade mientras se acercaba al castaño.
 
--¿Y por qué no? Tú también le llamas por su nombre al General. Me pregunto lo que dirá si algún día admite lo mucho que significas para él. -dijo Eren provocando un leve rubor en su amigo.
 
--No digas cosas como esas Eren, podría terminar creyéndolo. -admitió el peliverde.
 
--Créelo. Algún día lo escucharás de su propia boca, solo espero que cuando ese día llegue, alguien más no haya robado tu corazón. -decía con un suspiro el castaño.
 
--Eren... ¿Acaso tú...? 
 
--No, no, tan solo decía. Recuerdas lo que sucedió con Seiya y... tu sabes quién, Seiya estuvo viviendo por esa persona, esperando a que lo reconociera y aceptar sus sentimientos, pero con el paso del tiempo, alguien más logró conquistarlo. -decía Eren -Así, cuando la otra persona logró reconocer a Seiya, él ya era muy feliz junto a esta otra persona que no se dio por vencido.
 
--¿Por qué recuerdas ese hecho en particular? Eren, creí que jamás podrías olvidar al Rey. ¿No eres tú quien siempre lo vigila desde lejos? ¿No eres tú quien suspira cada cinco minutos y pones esa cara cada que piensas en su majestad? ¿No eres tú quien siempre murmura entre sueños el nombre de su excelencia? ¿No eres tú quien su mayor fantasía es verse con su majestad sin tener que esconderse? -preguntaba Shun con temor de haber leído entre lineas de las antiguas palabras de su amigo una derrota para su corazón.
 
--... ¿Y de qué sirve? Si soy o no soy quien hace todo lo que has dicho... eso no cambia nada. En cambio tú, mi querido amigo, al momento en que te conviertas en parte de la Guardia es más que probable que el General te vea como su igual, vea lo fuerte que eres y al fin podrá admitir lo que le haces sentir. Así podrás cumplir todos tus sueños, así podrás estar con él todo el tiempo, serás su mano derecha, serás en quien confíe sus sueños y pesadillas; él será quien te abrace antes de dormir, él será quien escuchará las historias que te narran las estrellas, él será quien atesore tus sonrisas y quien compartirá tu búsqueda por tu hermano perdido. -suspiró Eren al terminar de hablar.
 
--Eren, ten fe. No dudes que... -iniciaba Shun pero fue interrumpido.
 
--Ese el problema Shun, no dudo, es una realidad. -dijo Eren.
 
--Deja esa actitud Eren, eres más fuerte que esto. Vamos, tenemos dormir un poco para tener fuerzas y mantener la cabeza clara, de lo contrario se nos hará un poco difícil lidiar con Hades. -animaba Shun con una sonrisa sincera.
 
--Cierto... vallamos al dormitorio. -dijo el castaño mientras se ponía de pie -Me pregunto si después de mañana seguiremos durmiendo en el mismo dormitorio o si seremos asignados a otro.
 
--No lo sé, lo que sí pido es que pase lo que pase, Hades no se moleste cuando le venzamos mañana. -comentaba el peliverde.
 
--No se molestará contigo Shun, mejor prométeme que no me dejarás solo o podría matarme. -comentaba el castaño con un tono serio.
 
--No te preocupes Eren, no creo que por muy en secreto que esté tu relación con el Rey, éste permita que alguien te mate. -comentó Shu ya comenzando a caminar.
 
Los amigos siguieron su charla un poco más, la noche pasó como un suspiro. el torneo fue un gran evento debido a la presencia del Rey y, al final del día, los cuatro admitidos para iniciar su entrenamiento con la Guardia Real fueron una chica llamada Annie, un joven venido de tierras lejanas llamado Ikky, Shun y Eren.
 
Apenas inciaba su historia, una historia llena de tenacidad, voluntad, romanticismo y llanto a montones.
 
 
 
 
 
 
 
 
Fin.

Notas finales:

Gracias por leer.


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