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Ese doncel y yo por Misaki Heartfilia

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Notas del fanfic:

Ficha técnica:

Título de la canción: Ella y él

Artista: Antonio Ríos

Historia por: Misaki (yo)

Link canción: https://www.youtube.com/watch?v=jW3iT5hIw_g

Notas del capitulo:

Misa: Hola ^^ sé que esto es raro, porque hace tiempo que no subo one-shots o historias cortas, pero este songfic nació tras escuchar esta canción (mi mamá es fan de Antonio Ríos, y casi siempre escucha el CD que yo le grabé xD) y no pude evitar pensar en Sasuke y Naruto, ya que me dije ¡ey Misaki, si haces un songfic de esta canción, escribirás algo distinto! y me contesté ¡es cierto! así que lo hice, claro, tenía pensado hacerlo one-shot, pero me iba a salir un poco larguito, además que por falta de tiempo debido al estudio, no creo terminarlo todavía, así que decidí subirles una parte por mientras, ojalá sea de su agrado

¡Disfruten! ^^

Capítulo 1: El doncel del Night club.

 

Sasuke Uchiha, caminaba con el corazón destrozado por las calles de Konoha. Aun no podía creer lo que había visto. Era algo irreal, algo que no debía de haber pasado, porque era imposible, o más bien, eso creía.

Él tenía a su prometido en un pedestal, estaban a sólo un mes de casarse, entonces ¿Por qué?, ¿Por qué su prometido estaba en la cama con un tipo que él no conocía? En esos momentos, lo único que quería era olvidar.

Detuvo sus pasos afuera de un local, del cual provenía mucho ruido. Nunca había visto ese local, aunque bueno, él no era de frecuentar esas calles, ni siquiera supo cómo fue qué llegó ahí.

Pronto se dio cuenta, que era un club nocturno llamado “Jinchuuriki”. Revisó sus bolsillos, y vio que no tenía mucho dinero con él, pero al menos tenía el suficiente para tomarse un par de tragos, y así olvidarse de lo ocurrido.

No dudó y entró. Adentro el ruido llegaba a tal punto, de ser insoportable, pero él no estaba para quejarse. Se sentó en una mesa y vio de reojo que en el escenario, se encontraba un doncel de cabello oscuro, casi desnudo, ya que no llevaba demasiada ropa, bailando alrededor de un tubo, para después, subirse a éste, y deslizarse por él.

Apenas se dio cuenta, cuando una mujer de exuberantes pechos, se acercó a él a tomar su orden.

—Quiero un whisky —pidió.

—Claro guapo —la mujer le guiñó un ojo y se retiró para minutos después, traerle el whisky.

Y así estuvo Sasuke por largo rato. Ya había perdido la cuenta de cuántos wiskis llevaba, y se dio cuenta, que por más que tomara, era imposible quitarse aquella horrible imagen de la cabeza. Golpeó la mesa con fuerza, cuando de repente sintió un líquido caliente deslizarse por sus mejillas. Él no lloraba, ya había olvidado cuando fue la última vez que lloró, quizá cuando niño, no lo recordaba, pero Dios, aquello dolía, y mucho, que sólo por esa vez, se permitió llorar.

 

Naruto Uzumaki, en cuando terminó su espectáculo, corrió a ponerse una ropa decente. Odiaba usar esas cosas tan diminutas, pero más odiaba tener que trabajar ahí, aun así, sabía perfectamente que no le quedaba de otra.

—Lo hiciste muy bien Naruto, como siempre —le felicitó Pain, el dueño del lugar, quien era un hombre de unos 30 años, cabello naranja y ojos marrón.

—Gracias.

—Ahora, ve a atender a los clientes, el día de hoy estamos llenos como nunca.

Naruto hizo una mueca que no pasó desapercibida para Pain.

—Yo sé que no te gusta, pero estamos falta de gente, además, prometo pagarte bien.

—Pero odio que eso tipos asquerosos me manoseen. Ya tengo suficiente con tener que bailar delante de ellos.

Pain suspiró mirando a Naruto fijamente.

—Por favor, ve aunque sea sólo un rato.

—Está bien —a Naruto no le quedó de otra más que aceptar. Cogió su peluca oscura, con la que protegía su identidad, y fue hasta el lugar en donde estaban los clientes.

El lugar estaba más lleno que cuando estaba en el escenario minutos atrás. Buscó a algún cliente al que atender, pero ninguno le daba buena espina. Después, volteó hacia el rincón, y ahí lo vio. Un hombre, al parecer joven, de cabellos oscuros, estaba bebiendo y llorando. Naruto no pudo evitar ir hacia él, y cuando estuvo lo suficientemente cerca, le dijo:

—Si quieres, puedes invitarme un trago y charlar.

El hombre reparó en su presencia y le contestó:

—Ya no me queda dinero, pero si no te importa, tu compañía me sentará bien, supongo.

—Bueno, tampoco es que sea muy adepto al alcohol, es sólo que quiero desconectarme del lugar en el que estoy —Naruto tomó asiento a su lado.

—Entonces, estamos igual, yo quiero olvidarme de mi situación y pensé que tomando lo haría, pero no fue así.

—El alcohol sólo te ayuda a olvidar por un rato, pero luego vuelves a recordar todo, y te sientes más miserable que antes, te lo digo por experiencia propia —Naruto le extendió un pañuelo que Sasuke recibió, secándose las lágrimas con él.

—Ya —Sasuke dio un sorbo a su vaso—. Y ¿cómo te llamas si se puede saber?

—Menma.

—¿Es tu nombre real?

—No, es el nombre que uso aquí. Y tú ¿cómo te llamas?

—Sasuke, eso es suficiente para ti.

—Y dime Sasuke ¿puedo saber qué es lo que quieres olvidar?

—¿Por qué debería de contártelo? Te conozco hace apenas ¿cuánto?, ¿3 minutos?

—Tienes razón, pero creo que te haría bien sacarte eso que tienes atascado ¿Y qué mejor que contárselo a un desconocido?

Sasuke rio y miró al doncel al lado suyo. Vio que era poseedor de unos hermosos ojos azules. Le entró curiosidad por saber si eran reales, y fue tanto, que se lo preguntó.

—El azul de tus ojos ¿es real? —vio que “Menma” le miraba algo sorprendido. Pensó que le había ofendido y trató de disculparse, pero Menma empezó a reírse— ¿Dije algún chiste? —preguntó esta vez, algo enfadado.

—No, es sólo que, me sorprendió tu pregunta.

—Bueno disculpa.

—No te preocupes, pero en respuesta a tu pregunta, sí, son reales, mi cabello no, por supuesto.

—¿Y tu cabello?, ¿de qué color es?

—Secreto.

—¿No piensas decírmelo?

—Te lo diré, si tú me cuentas qué es lo que te atormenta.

Sasuke dio el último sorbo a su vaso y se quedó mirando los diminutos hielos que quedaban por unos segundos.

—Te lo diré si también me dices tu nombre —dijo finalmente.

—Trato hecho —aceptó Menma—. Entonces cuéntame, soy todo oído.

—Bien. El día de hoy, decidí ir a visitar de sorpresa a mi prometido, incluso, le compré un ramo de sus flores favoritas. Estaba muy entusiasmado, ya que pensaba invitarle a cenar. Llegué de improviso a su departamento, y entré con la llave que me había dado hace algún tiempo ¿y sabes lo que me encontré?

—A él en la cama con otro —le contestó Menma, como si ya estuviera acostumbrado a escuchar ese tipo de cosas.

—Exacto. Nos íbamos a casar en un mes, ya lo teníamos todo planeado, nos iríamos de luna de miel a Dubái, tendríamos quizás un hijo, entonces ¿por qué? No lo entiendo, siempre hice de todo para hacerlo feliz, siempre le di regalos que traía de mis constantes viajes, entonces… yo… simplemente, no lo entiendo.

—Quizás, él no deseaba regalos de tu parte.

—¿Qué?

—Tú viajabas mucho ¿no? —Sasuke asintió— Quizás, él sintió que lo dejabas muy solo, y que compensabas eso con regalos.

—¡Eso no es así!, ¡Tú que vas a saber! —le gritó exasperado Sasuke.

—Es cierto, yo no sé nada, simplemente estoy sacando mis propias conclusiones, pero tú debes sacar las tuyas propias y pensar en qué fallaste.

—¿Insinúas que fue mi culpa?

—En parte, sí, pero tú prometido también tiene culpa, al no ir de frente contigo. Si ya de por sí, hay problemas, estos empeoran al no hablarlos con el otro. Eso quiere decir, que algo anda, que no existe la confianza suficiente, y eso sólo significa que quizá, el amor no es tan fuerte como piensan.

Sasuke se quedó atónito ante las palabras de Menma. Este hablaba de manera muy psicológica, y eso que apenas le conocía. Sin embrago, desechó ese pensamiento de inmediato, para mirar al doncel con furia.

—Mira, agradezco que me escucharas, pero no trates de dártelas de psicólogo conmigo. No pienso escuchar estupideces de una… —se detuvo.

—¿Puta? —le completó Menma.

—Sí.

—Tienes razón. Bueno, si ya no tenemos nada más que hablar. Me retiro. He tenido suficiente por hoy, y quiero descansar.

Menma se levanta y Sasuke se queda como idiota mirando la mesa. No era su intención ofenderle, además, Menma le debía algo.

—Espera —Sasuke le habló, y Menma detuvo su andar—. Dijiste que me dirías el color de tu cabello y tu nombre si te contaba lo que me pasó, y yo lo hice, ahora, cumple tu parte del trato.

—Bien, mi color de pelo es rubio, y mi nombre es Naruto. Buenas noches, señor cliente.

Posterior a eso, Menma se fue y Sasuke se sentía peor que cuando llegó, pero no era por lo ocurrido antes con su prometido, sino porque había ofendido a Menma, que ahora sabía que se llamaba Naruto, cuando éste solo había querido ayudarle.

Sin dudarlo, decidió que volvería al día siguiente y se disculparía con Naruto.

Continuará…

Notas finales:

Misa: lo sé, esta primera parte sólo muestra cómo se conocen, pero es el inicio de todo, tampoco es que se vayan a enamorar de una, además de que esta el trabajo de Naru y lo del prometido de Sasuke ¿quién creen que sea? espero sus suposiciones.

Espero poder traerles el resto la otra semana o la subsiguiente, y sobre Amor en el tiempo, el capi marcha perfecto en mi cuadernito en el que escribo entre clases ^w^

Se aceptan reviews, tomatazos para comer una rica ensalada con el teme, dinero (?, pasteles, ramen para Naru-chan, de todo

¡Nos vemos!

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