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Un nuevo comienzo… por Zafira

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por sus reviews... y disculpen la tardanza... hace tiempo que este capítulo estaba listo

 

Capítulo 5º: Compromiso

Realmente no lo había podido evitar, su explosión casi había sido comparable con la de su contraparte, y ciertamente el fruncido de su seño era muy semejante al hombre que se había convertido en su padre… sin que nadie lo hubiera podido evitar, su poder había rodeado al pequeño infante que ahora lo miraba con molestia, Waltorana se había quedado totalmente paralizado de la impresión… y es que cuando Gunter había mencionado que había recibido una solicitud de compromiso para el pequeño rubio, simplemente explotó…

¡Él nos pertenece! – murmuró con rabia contenida - ¡¿Cómo te atreves a siquiera considerar la idea de arrebatárnoslo?!

Yuuri, por favor, tranquilo…  vas a asustar a Wolfram – al parecer sólo el pequeño sabio podía acercarse a su ahora hermano – Nuestro padres ya lo está

¡Wolfram es nuestro prometido… no he escuchado ninguna mención de eso en todos estos meses… y sé que nuestra madre no lo sabe, ¿por qué no se le han dicho?! – el moreno soltaba chispas con su poder, ambos ojos se habían convertido en rendijas

¡Yuuri! – esa voz llamó la atención a todos... – Entrégame ahora mismo a Wolfy, tu padre y yo hablaremos sobre lo que acabas de decir…

Claro madre – el rubio oji jade se sonrojó con molestia pues ambos morenos habían adquirido la costumbre de referirse a él como madre, luego de pasado el susto inicial, y con el impacto de los reclamos del menor, había una sola persona que iba a ser víctima de sus gritos

Wolfram  fue entregado a Conrad para que lo cuide, mientras los morenos se quedaban a su alrededor – Te los encargo Conrad, han de tener bastante hambre… el almuerzo en el jardín será lo más apropiado… - Waltorana los dejó en compañía de un Gunter sumamente consternado…

Parece que nuestro padre tendrá un momento bastante difícil – murmuraba Murata observando detenidamente – Realmente me sorprendió tu actitud, creí que para ti este compromiso no tendría valor alguno.

Solo será hasta que Wolfram tenga la edad y el poder suficiente como para defenderse – el oji negro no dijo mas, su vista se posó nuevamente en el pequeño niño que reía feliz entre los brazos del castaño.

También es mi prometido… no lo olvides – acotó el sabio, y sonrió con algo de melancolía – Quizás el decida quedarse a mi lado, al final…

Quizás lo haga… no estaría mal – comentó sonriendo al fin el pequeño…

Pero tú sabes, mi estimado futuro Maou, lo que implica ser el prometido del futuro rey… de nosotros se espera la grandeza en toda la educación que recibamos – acotó con tranquilidad, y se abstuvo de  reír al notar el temor en los ojos de su amigo – La educación que él recibirá también será muy diferente, ese era el motivo por el que Lord Von Voltaire mantuvo en secreto el compromiso – terminó de decir…

¿Qué me estas queriendo decir, amigo? – Yuuri sospechaba que no le iba a gustar enterarse…

Él será el futuro príncipe consorte… ¿cómo crees que se le debiera educar para estar a la altura? – la vista de ambos fue en dirección del ventanal de la oficina del Maou… -  Llegó…

Gwendal vio pasar a su consorte con una cara de muy pocos amigos, sabía que iba a tener que enfrentar su furia, pero había sido su decisión ocultarle la situación de su hijo… pero al parecer el Maou lo tenía bastante presente, lo que le pareció algo extraño, al final de cuentas… el niño recordaba más cosas de su pasado y el jamás había aceptado el compromiso antes.

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¿Cuándo pensabas decírmelo? – soltó el rubio luego de varios minutos de silencio - ¿Cómo pudiste permitirlo?

Fue orden de Shinou – dijo sin más el mayor – Así el poder del Maou y el Gran sabio protegería a nuestro hijo… de su primo.

¿Gran Sabio? – el de menor estatura se quedó observando algo asustado al moreno – Explíquese ahora mismo Lord Von Voltaire

 Shinou comprometió a nuestro hijo con el sabio también… para asegurar su seguridad – el moreno simplemente no dijo más luego de eso, esperaba a ver la explosión de quien parecía aún estar procesando esa información – Cuando cumpla una edad más adulta, y si es deseo de ellos, el compromiso se romperá…

¡Ahora mismo me llevaré a mi hijo a Bielefeld, no voy a permitir esto… es un atropello, nada lo justifica! – el rubio estaba fuera de si, intentó retirarse de la oficina, pero fue retenido por el general - ¡Suéltame!

No puedes defenderte a ti mismo, y piensas que voy a dejar que mi hijo se vaya contigo – ambas miradas se cruzaron, en ambas había disgusto…

Usted ya tiene dos hijos, Lord Von Voltaire… - soltó con veneno el más joven – Con sus múltiples obligaciones, ni sentirás nuestra ausencia – intentó liberarse, pero le fue imposible…

No juegues conmigo… no vas a ganar – amenazó esta vez el general, sin soltar el agarre sobre el otro hombre, pero aquella mirada era retadora... lo acorraló por la pared, y tomó sus labios en un beso forzado, quería someterlo… pero era algo que hasta ese día no había podido lograr, era como si  el corazón del señor de Bielefeld ya no fuera suyo.

¡No… uhmmm! – no le estaba dando ninguna posibilidad de libertad, el moreno estaba usando la fuerza, y él sentía que no podía defenderse, cuando lo liberó a causa de la ausencia de aire volteó el rostro para evitar que el acto se repitiera…

Soy tu esposo, aunque no te guste… y el rey, aunque eso te moleste… no me obligues a usar mi posición para someterte, por que estoy más que dispuesto a hacerlo – aquellas palabras sorprendieron al rubio, que se quedó momentáneamente paralizado – Comenzaré a exigir que cumplas con tus obligaciones maritales, he sido paciente… pero tengo un límite, y lo cruzaste hace un momento…

Las mejillas del rubio enrojecieron al sentir aquellas manos comenzar a introducirse por debajo de sus ropas, dirigió su mirada a la del mayor y pudo encontrarse con cierta malicia y satisfacción – Vas a permitir que tu hijo vuelva a ser lastimado por ese niño… al final, Marcus tenía razón…

Aquellas palabras lo dejaron paralizado, de pronto se vio sin saber qué pensar o cómo actuar… se separó lentamente del más joven – No puedes salir del castillo, protegeré a mi hijo de todo y de todos… tú y yo hablaremos esta noche… Wolfram dormirá con mi hermano… - y sin más salió de la oficina…

Había lágrimas en los ojos de rubio noble, sabía que sus palabras ocasionaron bastante daño, pero no vio otra mejor salida, su vista se fijó en las ventanas… debía pensar, y debía pensar rápido en la mejor salida para esa noche.

Cuando la cena terminó, un extraño silencio se instauró entre todos los miembros… Wolfram observaba a todos con curiosidad, Waltorana  se había puesto de pie, dispuesto a salir afuera… camino lentamente hacia su cuarto, su pequeño sonreía muy feliz… - No voy a permitir que sufras por culpa del futuro rey, esta vez vas a crecer y ser realmente bien amado…

Ingresó al cuarto con cuidado, su vista se posó sobre su hijo dormido sobre la cama… un sonido proveniente del cuarto de baño le indicó que su consorte estaba ahí. Cargó con cuidado a su pequeño - Estoy seguro que las decisiones que tome, no serán de tu total agrado, pero espero que algún día me entiendas, no encontré una mejor manera de protegerte…

Waltorana se quedó observándolos en silencio, sintió un nudo en la garganta cuando la puerta fue abierta y Conrad lo esperaba afuera sonriente – No te preocupes hermano, lo voy a cuidar muy bien – escuchó comentar feliz al medio mazoku…

Ahora si estamos solos – murmuró el general volteándose lentamente…

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Había dado fin rápidamente a su intento de huida, pero aún se resistía vigorosamente aunque ya se encontraba sobre la cama y restringido de todo movimiento… - Será mejor que dejes de pelear, será más humillante para ti  por que el resultado será el mismo – el tono de voz utilizado fue frío… y al parecer consiguió su objetivo -  Así está mucho mejor…

No voy a perdonarte esto, Gwendal – habló fijando sus jades en los zafiros que lo contemplaban – Deja de jugar, porque yo ya dejé de hacerlo…

Hagamos un trato… si no caes en mi seducción, prometo que no sucederá nada – susurró cerca del oído del rubio, lo que le encendió el rostro de carmín - ¿Aceptas?

No – soltó sin pensarlo – ¡Suéltame ahora!…

Le molestó esa respuesta, aunque ya se la esperaba… sonrió cuando con la mano que tenía libre, sujetó el mentón del noble para poder tomar sus labios… el besó fue dominante, exigía sumisión… liberó sus manos para así comenzar a encargarse de retirarle las prendas, nuevamente aquellas manos se colocaron en sus hombros y comenzaron a empujarle… - Es la última vez que voy a decirlo… solo tomo lo que por derecho me pertenece…

Pues hace mucho que dejó de pertenecerte ese derecho – a pesar de su precaria situación, no podía dejar de luchar… su corazón palpitaba desesperado, pues temía dejarse llevar como en el pasado – No voy a cometer los mismos errores, tú fuiste el peor de todos ellos…

Bien – se sentó sobre las piernas del rubio, mientras desprendía su cinturón y lo lanzaba a un costado – Si es así como lo quieres… que así sea…

El poder del soberano comenzó a rodearlo todo, lo que asustó al rubio quien nunca había sido testigo de ese tipo de manifestación del otro hombre - ¿Gwendal? – susurró con temor, pues era muy consciente de que no podía mover sus brazos, como si estuviera atado…

Sus mejillas nuevamente habían adquirido un tinte rojo, que se acentuó cuando comenzó a desprender su camisa… lentamente  fue despojando cada una de sus prendas y sonrió ladinamente al notar la angustia reflejada en las bellas jades; bajó una de sus manos para acariciar las piernas, mientras subía, con aquella caricia, la camisa que vestía el rubio – Extrañaba tu piel, extrañaba todo de ti… - susurró al tomar sus labios en otro apasionado beso.

Uhmmm… - gimió con agonía, cerraba sus ojos con fuerzas, pues si los abría volvería a ver las acciones del mayor, aunque sentirlas, era una verdadera tortura… sus piernas habían sido separadas y su miembro tomado por una húmeda y cálida boca, mordió su labio inferior en un infructuoso intento por evitar seguir gimiendo… iba a perder la cabeza, y se entregaría por completo y sin restricción si aquello no se detenía – Gwendal, detente… por favor…

Ahora, aunque lo deseara… ya no podría detenerme – susurró dejando de torturar al rubio oji jade solo por un instante…

Uhmmm, mmmm – cuando se introdujo en su interior casi perdió la conciencia, su respiración se había vuelto agitada, y todo su cuerpo se sentía muy caliente… abrió los ojos y se encontró con la mirada ajena, temblaba sin poderlo evitar…

Al fin… - susurró el mayor cuando nuevamente tomaba los labios de quien parecía demasiado asustado, esperó a que se acostumbrara a su invasión, y comenzó con el lento vaivén…

No tuvo consciencia de sus actos pasado el punto exacto en el que él comenzó a moverse, y la extraña mezcla de placer y dolor confundió todos sus pensamientos, en algún momento buscó los labios contrarios, demandando tanto como le habían exigido, sus manos, ahora liberadas, recorrían la espalda y los fuertes hombros de su compañero…

Invirtió posiciones colocándolo sobre él, le gustaba poder apreciar con amplitud todo aquel cuerpo de piel lechosa – Waltorana… - susurraba mientras se sentaba para alcanzar nuevamente sus labios…

Gwen… - suspiró el rubio, mientras envolvía con sus brazos el cuello del mayor…

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Dime una cosa, Murata… ¿olvidaremos quieres éramos? – hacía un par de horas que habían ido para descansar, más a ninguno le había llegado el sueño…

No lo olvidaremos, pero será un nuevo comienzo Shibuya… pues aunque a veces tengamos atisbos de madurez y recordemos el pasado, nuestra mentalidad es la de un par de niños de cuatro años – el moreno de piel blanca hablo tranquilamente, sus pensamientos lo llevaban todo el tiempo a qué pasaría para que volvieran a estar a su mismo nivel anterior… Shinou había ido muy lejos al ligar su vida a la de un demonio sangre pura…

Pero para Wolfram, para él si será un nuevo comienzo – los ojos negros de Yuuri se cerraron permitiendo que su poder buscara al menor de cabellera dorada – Parece ser que mi contraparte se toma muy enserio el papel de protector de su prometido…

Para él será comenzar de cero – acotó el pequeño sabio – Los papeles se invertirán ahora, amigo mío… el protector pasará a ser el protegido – sonrió con malicia – Un príncipe educado para ser el consorte de un rey…

Explícame eso… ¿qué quieres decir? – se había sentado en la cama, y su mirada se posó en la de su amigo…

No es lo mismo un príncipe educado para ser soldado, que uno educado para ser consorte – murmuró el de gafas, sentándose también – El será la joya de Shin Makoku… antes ya de por sí lo era… pero no se esperaba de su futuro el que sea príncipe consorte… un guerrero era conveniente para un Maou sin educación militar… pero ahora seremos educados como nobles mazokus, potenciales guerreros, estrategas, protocolares… y nuestro futuro consorte, puede ser estratega, debe ser protocolar… pero no necesita ser un guerrero, pues no se le permitirá luchar… a menos que eso sea lo que tú deseas…

¿Quieres decir, que Wolf no será un soldado, si yo no lo autorizo? – el moreno volvió a acostarse… sabía que si el rubio escuchara eso, se pondría furioso… sonrió al imaginarse a un Wolfram delicado y sumiso… aunque considerando su elemento, desechó la idea de sumiso – No creo que él lo permita… dudo que Gwendal o Waltorana lo permitan también…

¿Crees que el general permita que su pequeño y delicado hijo se entrene como soldado? ¿Qué vaya a una academia donde podría ser víctima de algún aprovechador? – Murata también volvió a acostarse, sonreía ante la idea que había dado a conocer – Si antes era sobreprotector con él, ahora será realmente obsesivo… incluso nosotros… casi tengo la certeza que lo seremos…

Jajajaja… ¡Murata, pero que cosas se te ocurren! – no quiso seguir esa línea de pensamiento, él intentaría no entorpecer la vida de su amigo, Wolfram podría hacer todo lo que él deseara, y eso incluía la academia militar… después de todo, él no había ido debido a los peligros de la guerra…

Hasta podría no enamorarse de ti… amar apasionadamente a alguien más – con esas últimas palabras dichas, se había dejado vencer por el sueño… los ojos del de piel morena mostraron frialdad, esas últimas palabras no le habían caído en gracia…

Se levantó nuevamente, tomó el vaso de agua… su poder hizo que una imagen se proyectara en el translúcido líquido, sonrió al notar la habitación de su padrino… Wolfram dormía pacífico sobre su pecho, se imaginó lo que sería verle crecer durante todos esos años, educados como medios hermanos o hermanastros… se preguntó si ellos serían quienes representaban el papel de Gwendal y Conrad durante esa nueva vida - ¿amar apasionadamente a alguien? – susurró con molestia… “¡No, no debo pensar en ese tipo de cosas!”…

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Sintió la caricia en su espalda, y el calor del cuerpo sobre el cual reposaba… no tenía las suficientes fuerzas para abrir los ojos, pero cuando aquellas manos descendieron más, se vio obligado en levantar la mirada, al toparse con los zafiros notó la sonrisa ladina que se formaba en el rostro contrario…

No habían pronunciado palabra alguna mientras se bañaban, ni cuando salieron de la habitación… aunque el moreno había rodeado con su brazo la cintura del rubio, justo antes de ingresar al comedor se detuvo, lo que llamó la atención del de ojos claros – Todo tú es exactamente igual a cómo lo recuerdo – susurró justo antes de besarlo…

Entró al comedor sin siquiera voltearle a mirar, sonrió con suficiencia… pues sabía que lo había disfrutado tanto como él. En el comedor ya los esperaban los niños, Gunter y su hermano, Wolfram al ver a su papá quiso de inmediato ir con él… - Buenos días a todos… ¡buen día mi amor!... ¿Se portó bien?

Desde luego cuñado… prácticamente durmió toda la noche – decía feliz el castaño…

Aún no entiendo cómo lo logras, Conrad... voy a comenzar a pensar que él esta profundamente enamorado de ti – mencionaba el rubio mayor sonriendo… el pequeño parecía dichoso con la atención que recibía y sus risas lo confirmaban.

Gwendal notó de inmediato que aquellas palabras no fueron del agrado de ninguno de los morenos… - Alteza, no debería mencionar una cosa como esa… mucho menos ahora que es de conocimiento que ya esta comprometido – las palabras de Gunter consiguieron que la expresión del oji jade se agriara…

Gunter, Wolfram es demasiado pequeño como para hablar de eso… - habló el soberano para dar por terminada la línea de conversación…

Pero Heika… su hijo debe recibir una educación digna de un príncipe consorte… debe respetar y obedecer a su prometido desde ahora – casi podía sentirse la tensión que se había formado en el ambiente…

Este compromiso es una farsa, y se acabara ni bien los niños crezcan… así que deje de decir tonterías lord von Christ – el rubio tomó una manzana y salió del lugar muy molesto con su hijo en brazos…

Gracias por enturbiar esta bella mañana, Gunter – Gwendal salió tras su esposo… aquello del compromiso le iba a traer bastantes problemas…

Cuando llegó a su cuarto suspiró con molestia… sentía rabia, desde que había llegado Gunter le había declarado la guerra, de lo único que estaba seguro era que si se metía con su pequeño, iba a arrepentirse… al ver al moreno ingresar, le dio la espalda… - Si quieres interceder por él, será mejor que no pierdas tiempo...

Mande traer aquí el desayuno… - hablo el mayor acercándose – Quiero que esto funcione entre nosotros… así que no voy a pelear contigo por causa de Gunter – sus brazos rodearon a ambos rubios, se detuvo a aspirar la fragancia que despedía su esposo – Voy a cuidar de ambos… por favor, créeme…

Anula este compromiso – se volteo con cuidado para no incomodar a su hijo – Quiero que mi hijo sea libre…

Mírame… yo podría hacer eso, pero fue Shinou quien ordenó este compromiso, no yo – habló con seriedad el moreno – Piensa en las ventajas, nadie con malas intensiones podrá acercarse a nuestro tesoro, recuerdas que cuando era pequeño, muchas veces intentaron secuestrarlo… ahora no pasará eso… además, no correría peligro su integridad debido a que ninguno de ellos esta interesado románticamente en él.

Y si Wolfram se interesa románticamente en ellos – su tono de voz sonaba sarcástica, entendía el punto que le era explicado, pero era el corazón de su pequeño lo que él deseaba proteger…

Pues… le explicaremos la situación desde pequeño, serán criados como hermanos, y él sabrá que dejarán de ser sus prometidos cuando cumplan la edad suficiente… - había un algo tan indefenso en la mirada de su esposo, misma que sabía tenía su hijo cuando se sentía triste – Ahora nos tendrá a nosotros… no necesitará buscar amor en nadie para llenar ese vacío…

¿Lo prometes? – susurró al sentir la caricia en su rostro…

No… - esa respuesta sorprendió al rubio – Lo juro

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Había decidido salir con los tres niños al pueblo, comieron pastel, hicieron unas compras, observó a Yuu, como ahora le decía, y a Ken correr unos pasos frente a él, ambos bajo la atenta vigilancia de sus guardias personales, Wolfram se había quedado dormido hacía unos momentos… Conrad también parecía muy entretenido… esa mañana despertó con deseos de salir a pasear con su hijo, pero cuando se encontró con la imagen de Gunter exhortando a los morenos a acompañarlo para las clases de historia, decidió que el paseo sería con todos sus hijos…

No volvieron hasta muy entrada la tarde, estaba bastante contento pues se habían divertido todos… Conrad llevaba sobre la espalda al pequeño sabio, mientras que Yuuri caminaba agarrado de su mano… Wolfram balbuceaba emocionado en su otro  brazo, parecía estar contando todo su día, lo que divertía al mayor de los morenos, pues el pequeño peli oscuro le hablaba como si entendiera sus palabras… sin embargo, la expresión molesta del actual rey, quien los esperaba en las puertas del castillo, parecía indicar que ese día no terminaría tan bien…

¡¡Padre!! – gritaron al unísono los morenos, mientras que iban corriendo a su encuentro…

¡Yuuri, Ken! – dijo con tono molesto – Ustedes tenían clases el día de hoy – ambos niños bajaron la cabeza, ya se veían castigados durante un mes.

Gwendal, quise pasar el día con tus hijos, no creí que molestaría a nadie que quiera que ellos se sientan a gusto conmigo – mencionó el rubio, entregándole a Wolfram a su cuñado – Si el problema es la enseñanza… yo les puedo enseñar…

Tampoco tenías autorización para salir de los terrenos del castillo – aquellas jades eran retadoras, comenzó a arrepentirse de haberse enfadado tanto – Es peligroso…

Fuimos con tus mejores soldados como resguardo, y yo pensé que era tu esposo, no un prisionero en este castillo – su tono de voz se mostró calmado, no era un Bielefeld por nada…

Heika, este castillo debe tener reglas, o será un caos – Gunter se había metido en la conversación, y el rubio mayor juraba que si su maryoku estuviera restablecido  iba a dejar sólo los huesos carbonizados de ese metiche.

Pudiste habérmelo dicho – mencionó el mayor, pues debía admitir que el peli lavanda tenía razón…

Pero si te lo dije anoche – la sonrisa del noble fue casi pecaminosa – Y me habías dicho que podría hacer todo lo que yo quisiera... no lo recuerdas...

El color invadió por completo el rostro del rey – ¡Yozak! – llamó por fin el moreno, a lo que el aludido se puso en posición de firme una vez que saliera de su escondite – A partir de hoy serás el encargado de la seguridad de mi esposo y mis hijos… me informarás de todas sus actividades, y solo intervendrás si de alguna manera arriesgan su bienestar – terminó de decir – Lo había olvidado, disculpa cariño… - mencionó al oji jade - Ya está todo aclarado, Gunter… fue mi culpa…

El bello demonio de cabello lavanda salió furioso del lugar, mientras que los morenos festejaban silenciosos salvarse del regaño – Bien niños… vayan a darse un baño… nos encontraremos después en la biblioteca – la alegría se borró del rostro de ambos, pero obedientemente se retiraron…

Lord Waltorana – Conrad murmuró al acercarse al mayor - Lo hizo a propósito ¿no es así?

Entiendo que ciertamente él tenga más influencia en tu hermano, por todo el tiempo que pasaron juntos… y que él delegue la educación de nuestros gobernantes en él, así como ya sucedió en el pasado – habló con tranquilidad, cargando a su hijo – Pero ahora estoy aquí, y como consorte del rey me corresponde velar por esas cosas… además, se trata de las personas que crecerán y serán el ejemplo de mi hijo…

¿Piensa que Gunter no hará un buen trabajo en la educación de Heika? – Yozak era ahora quien preguntaba…

Ese es el problema… quizás haría un buen trabajo, pero su conducta no inspira respeto en esos niños… al final harán lo que ellos desean y me temo que von Christ no tiene la suficiente autoridad como para inculcarles modales – el rubio no quería parecer un energúmeno con esas palabras – Además él me está haciendo la guerra… y yo no suelo quedarme sin hacer algo al respecto.

¿No será celoso de que mi hermano y él sean buenos amigos, verdad? – el castaño sonrió al notar ese brillo tan característico en los ojos de su cuñado, tan semejante a las de su pequeño querubín…

Jajajaja… pero qué tontería… celos… ¿yo? – sin responder a esa última pregunta el rubio simplemente se retiro…

Ellos nunca se llevaron bien… creo que los celos son de ambos bandos – el peli rojo acotó divertido…

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¡Es tan injusto! – se quejaba el rubio – ¡Soy el líder de los diez nobles, y cabeza de la familia Bielefeld!

Es peligroso, entiende que no puedo permitir que tú y nuestro hijo se expongan así – el peli gris se sentía acorralado, la idea de que sus bellas joyas fueran solos a Bielefeld no le gustaba, su pequeño se alimentaba con ayuda de su consorte, por lo que no era nada razonable que ellos se alejaran, el oji jade había recuperado un poco de su poder, y desde entonces se le había metido en la cabeza el deseo de ir a sus tierras a verificar su correcto funcionamiento.

No iremos solos, podemos llevar un pequeño escuadrón de seguridad… quiero ir – estaba demasiado molesto, y toda su expresión corporal daban fe de ello – No puedes mantenerme encerrado aquí, como si fuera un prisionero.

No eres un prisionero… pero como Príncipe Consorte no puedes exponerte a peligro alguno… iremos juntos el próximo mes, lo prometo – sabía que probablemente estaría durmiendo en el frío suelo por aquella negativa, esas furiosas jades lo vaticinaban…

Quiero ir ahora, y no pienso retroceder en eso Gwendal – ahora se había encaprichado ya con la idea, no estaba para nada acostumbrado a retroceder, una vez que se le metía algo en la mente…

No… - dijo tajante, e intentó mostrarse seguro de sus palabras…

Si es tu ultima palabra – murmuró con rabia contenida… - No tendrás derecho a reclamar después… - dicho aquello se retiró con molestia…

Hiciste lo correcto Gwendal, es muy peligroso que vaya… bastantes problemas ocasionó ya en el pasado como para que siga sumando irresponsabilidades – Gunter no pudo evitar sonreír con algo de malicia, aunque librarse del rubio por un tiempo hubiera sido agradable, le daba bastante satisfacción que no se saliera con la suya en aquella ocasión.

El soberano no se estaba sintiendo nada feliz por aquella amenaza, observó a un costado y notó las caras de temor de los morenos… - Sigan con sus deberes… Conrad vendrá a buscarlos en un rato más… - se sentó para analizar sus papeles, no le había prestado atención a las palabras de su asesor…

Durante el almuerzo no se habían encontrado, una de las muchachas del servicio doméstico le había dicho que se sentía indispuesto… aquello no le estaba gustando nada, su vista se fijó en la de Yozak que justo en ese momento había llegado para comunicarle sobre un hecho que le había mandado a averiguar…

Descuide Heika… él no ha salido del castillo – murmuró notando la incertidumbre en su mirar…

Más entrada la tarde se dirigió a su cuarto… ingresó silenciosamente, sus dos joyas se hallaban sobre el lecho jugando, Wolfram reía muy alegre, así lo hacía también su papá… mas, cuando notaron su presencia, ambas sonrisas desaparecieron, y fue observado de manera fría y enojada, tanto por su esposo, como por su hijo… - Parece que no soy bienvenido…

Wolfram, es hora del baño – el mayor se puso de pie, y sin dirigir otra mirada se retiró de la habitación…

Suspiró cuando se quedo solo, era increíble como su pequeño parecía siempre salir del lado de su esposo… si esa era la actitud que iban a tener con él, se iba a sentir muy mal y solo…

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Sonrió al observar las ocurrencias de sus hijos mayores, eran niños muy saludables y entusiastas, aunque considerando quienes eran, no le sorprendió, su cuñado era un digno compañero de juegos… su suegra había comunicado que llegaría al día siguiente, pero había enviado obsequios para todos, Wolfram estaba embelesado observando mariposas… hacía exactamente una semana que no le dirigía la palabra a su esposo, así como había dejado de almorzar en su compañía… sabía más que nadie los rumores que se estaban suscitando por su comportamiento, pero no le interesaba… estaba totalmente inconforme con la situación actual, y no pensaba dar el brazo a torcer.

Recostó a su hijo boca arriba sobre la manta, este parecía que en cualquier momento comenzaría a gatear, era bastante activo… sus mejillas siempre estaban rosadas, la criatura mas bella según todas y cada una de las personas que lo conocían – ¡Mi pequeño cielo, te gusta el sol, ¿verdad mi vida?!

Una sensación helada comenzó a rodear a ambos rubios, a lo que el mayor comenzó a sentirse extraño, su vista se fijó en los pequeños morenos que seguían divirtiéndose, sus fuerzas comenzaban a mermar, Wolfram había dejado de reír, y lo miraba curioso… lo tomó en brazos… “Gwen…”

Una energía negativa surgió de la nada, Yuuri  había protegido con su poder tanto a Murata como a Conrad mientras que Waltorana rodeaba con su poder a su hijo - ¡YUU LLEVATE A TU TÍO Y A TU HERMANO DE AQUÍ!

¡PAPÁ! – el moreno se había convertido para sorpresa de quienes estaban a su alrededor en su modo Maou - ¡DEJA DE OCULTARTE COBARDE!

El poder del rubio comenzaba a debilitarse – Demonios… - susurró y su hijo comenzó a llorar…  su concentración terminó de quebrarse.

¿Me extrañaste, pequeño? – la voz de Marcus se hizo escuchar por todo el jardín…

¡Noo! – el oji jade intentó protegerse de la energía que parecía querer engullirlo, más fue otro poder el que lo rodeó y protegió…

¡Eres bastante atrevido por venir hasta aquí! – habló imponente el Maou - ¡Así como cobarde, por no mostrar la cara!

El atrevido eres tú, por tomar lo que no te pertenece… pero pienso remediarlo – y sin más la presencia se esfumó… Yuuri inmediatamente fue en dirección de sus padres, seguido por Ken y por Conrad…

¿Están todos bien? – el mayor preguntó aún sin bajar la guardia… su vista se fijó entonces en su consorte quien intentaba calmar a su pequeño hijo que no paraba de llorar…

¿Wolf? – susurraron ambos pequeños morenos, cuando la vista cansada de quien lo cargaba parecía estar suplicando ayuda…

Te tengo, a ti y a nuestro hijo – susurró el peli gris, cuando las fuerzas terminaron de abandonar al rubio… Wolfram se tranquilizó luego de transcurridos unos minutos

Cuando Gisela los inspeccionó a todos, y le dijo que en su mayoría solo estaban cansados por el uso de energía, fue que el general se sintió más tranquilo, su hermano no le había dejado solo ni un solo minutos… - ¿Hermano, están bien? – preguntó el castaño con seriedad…

Siento que si me descuido sólo una vez, él va a arrebatármelos… Waltorana aún no se siente del todo restablecido, y de alguna manera sospecho que les hace daño, a él y a Wolfram – había frustración en su tono de voz, no pensó que serían atacados en Pacto de Sangre…

¡GWENDAL ME ACABO DE ENTERAR! – el peli lavanda hacía su entrada en la enfermería…

Padre, por favor, mis pacientes necesitan descanso -  la mujer de bella cabellera verde observó al mayor con desaprobación…

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Cuando notó que despertaba, sintió que su corazón volvía a latir, acarició su frente mientras que su mirada no se apartaba de la que acababa de posarse en él – Me diste un susto… Wolfram está bien, duerme con los niños y Conrad…

Gwen… - intentó hablar el rubio, pero sus fuerzas no parecían ser suficientes…

No hables… cuando amanezca te llevaré a Bielefeld, iremos ahí una pequeña temporada… ya tengo todo preparado – le interrumpió el mayor, sin apartarse en ningún momento – Te amo mucho… no voy a perderte nuevamente, voy a proteger a nuestra familia, y al país de todos los que quieran dañarnos… Haré lo que sea necesario, para hacerte feliz…

Rumbo a las tierras de la familia Bielefeld, el rubio mayor aún no entendía lo que estaba sucediendo… aquel cambio de mente le resultaba extraño, pero no discutió… sentía como si le hubieran drenado toda su fuerza vital, y sin embargo, ni siquiera había sido tocado, se acurrucó más entre los brazos de su consorte y se dejó envolver nuevamente por el sueño…

Sonrió al notar que una vez más se había quedado dormido… aunque eso también le preocupaba, levantó la vista y notó que su pequeño ángel estaba igualmente cansado. Shinou se le había presentado para sugerirle aquella visita, explicándole que aquellas tierras los revitalizarían, debido a la energía elemental que rodeaba esos dominios. Yuuri y Ken se encontraban sentados justo frente a él, ambos estaban tranquilos, cosa que era un poco extraña… no había hablado con ellos luego de lo que sucedió, pero sabía que debía hacerlo, pero quería que sea una conversación privada, en el castillo Gunter no se había apartado de ellos, lo que estaba dificultando que esa conversación se realice - ¿Tienen hambre? – preguntó a los morenitos quienes negaron con la cabeza – Se que el viaje es agotador, pero estamos próximos en llegar.

Si no pudimos defenderlo, qué sentido tiene que sea nuestro prometido – susurró quien en su aura demostraba el poderoso Maou en que se convertiría…

Sus poderes también se vieron afectados cuando rejuvenecieron, es normal que suceda eso… con un entrenamiento adecuado, serán incluso más poderosos – habló el mayor – Además… no deben sentirse tan mal, es del nieto de Soushu del que estamos hablando.

¿Entonces… si entreno, seré más poderoso? – el de piel canela levantó la vista hacía quien era su padre…

Si… - fue la escueta respuesta dada – La diferencia será notoria, serás educado como un mazoku, no como un humano…

Nadie más emitió sonido hasta que un llanto indicó que alguien estaba muy hambriento… una pequeña comitiva ya los esperaba en Bielefeld, Waltorana saludó a todos con cortesía, y más de una de las mujeres del servicios no pudieron contener la emoción por ver a su señor, nuevamente como un joven, y más de ver al pequeño bebé nuevamente con ellos.

Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses… y los meses comenzaban a convertirse en años, en la que la familia real se dividía entre sus diferentes responsabilidades, el príncipe consorte era el encargado de administrar no solo sus tierras, sino también las de su consorte, velar por la educación de sus hijos, y otros temas más hogareños… no habían sido víctimas de otro ataque desde aquella ocasión, sin embargo, tampoco se habían descuidado en la seguridad de ninguno de sus miembros, especialmente la de los más jóvenes. El rey había mantenido los acuerdos del Maou que lo antecedió, el país gozaba de una buena estabilidad económica y social… los príncipes mayores eran educados por los mejores tutores, y estaban próximos a asistir a la academia, mientras que el menor de ellos era bastante sobre protegido por sus hermanos y sus padres…

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¿Te sientes listo para hacer nuestro movimiento, hijo? – un moreno de melena oscura preguntaba a un joven que miraba una imagen en las aguas congeladas…

Hemos esperado durante mucho tiempo, padre… pero ahora estoy más listo que nunca – una sonrisa adornó el rostro del de mirada jade, mientras la imagen de un ángel parecía  estarle devolviendo la sonrisa…

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capítulo...


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