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Un nuevo comienzo… por Zafira

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Notas del capitulo:

Muchas Gracias por sus comentarios... aquí les dejo la continuación...

Estoy escribiendo mis otras historias también, voy a ver cuando las actualizo al fin...

Capítulo 6º: Celos

Llevaban exactamente tres horas en que no habían interrumpido ni un minuto las lecciones, el de gafas parecía más relajado que nunca, después de todo la historia era su fuerte, mientras que él, usaba el doble de concentración, una para atender lo que le explicaban y otra para impedir que el sueño se apodere de él…

Una cantarina risa se hizo escuchar, y ambos morenos sonrieron, sus miradas se dirigieron a la puerta, que en ese justo momento era abierta - ¡YUURI ANIUE, KENICHAAAN! – el pequeño rubio ingresó corriendo para saltar a los brazos del moreno de gafas que ya lo esperaba…

¡Su alteza, ¿cuántas veces le tengo que decir que es muy inapropiado ingresar de esa manera cuando estamos en clases?! – Gunter fruncía el cejo a la mirada inocente del menor, quien solo se sonrojó y bajó la mirada…

Lord Von Christ, sin embargo, estamos hablando de nuestro prometido, por lo que, tiene acceso libre a cualquier habitación en la que estemos – el de piel morena habló sin apartar la mirada del pequeño niño, sus palabras habían impactado al tutor quien se quedó momentáneamente de piedra…

La esmeraldina mirada buscó la presencia de quien le había defendido y había accedido a aceptar ser cargado por él – Disculpe Heika, tiene razón…

Creo que ha sido suficiente por hoy, Lord von Christ… seguiremos con la lección mañana, no creo que nuestro padre se moleste – el de gafas había creído conveniente involucrarse, después de todo, su hermano, a veces se dejaba llevar demasiado por la posesividad que lo caracterizaba como Maou…

¿Ani…? – susurró el pequeño observando al peli lavanda cuando iban saliendo - ¿Se enojó?... aguante todo el tiempo que va desde el desayuno hasta el pastel que me da Lasagna, pero ya me aburrí

No te preocupes, él no se enoja, solo está sorprendido… pero no tiene relación contigo – respondió el mayor aun con seriedad…

Kenichan, cuéntame una historia del pasado de Shin Makoku – el moreno de piel más clara sabía que aquella predilección que el demonio de cabellos dorados demostraba hacia él, no era del agrado de su antiguo amigo de aventuras, aunque también sabía que no diría nada al respecto…

Observaba con cierta molestia como una vez más, el pequeño rubio se colaba a la cama de Murata, desde que Wolfram había aprendido a caminar y a hablar, todo lo que hacía era dirigirse a su sabio, y clamar por él en todo momento… se acomodó mejor en su cama, y una vez más sus ojos se dirigieron a aquella cama, lo único bueno de que irían a la academia, era que justamente eso, dejaría de suceder. Al cerrar sus ojos se preguntó si alguna vez su padre se había sentido de esa manera con Conrad, después de todo, por todos era sabido que el pequeño príncipe sentía un apasionado afecto hacia su Conichan… “Kenichan”… ese simple nombre le amargaba el ánimo.

Pero… me voy a sentir muy solo cuando no estés… - aquel susurró le estaba arrebatando de los brazos de Morfeo, aunque prefirió mantener aún los ojos cerrados…

También te vamos a extrañar, pequeño príncipe… pero es necesario que nuestra instrucción sea más específica – el sabio hablo con calma, y aquello logró que Yuuri abriera lentamente sus ojos… - Tanto Aniue Yuu, como yo, seremos más poderosos… te protegeremos a ti, y a Shin Makoku…

Yo soy fuerte, no hace falta… no me dejes – apreciar la desanimada expresión del menor, en lugar de tristeza le provocó rabia…

¡Wolfram! – el tono de voz sonó autoritario - ¡Deja de quejarte como una niña, Ken y yo tenemos una obligación con el pueblo de Shin Makoku, tú deberías comprender!

Se quedó de piedra al notar las lágrimas en sus ojos, y más cuando sin decir una sola palabra salió huyendo de la habitación – Vaya, pero que hermano tan comprensivo resultaste ser Shibuya… y después te preguntas por que a ti si te quiere en la academia bien lejos de él.

--*--

Estaba convencido de que algo le habían hecho a su pequeño, Wolfram se mostraba totalmente fuera de lo normal, distraído y apagado… y aquello no era nada propio de su pequeño huracán. Lo tuvo recostado sobre su pecho casi toda la mañana, y ni con todo su ingenio había conseguido que su ángel le confesara que lo tenía tan triste.

¿No piensan almorzar?, mis joyas – el Maou se acercó a su consorte que parecía bastante pensativo…

Comeremos aquí, si no te molesta – susurró en el momento justo en que su tesoro suspiraba cansinamente…

Ambos adultos se miraron preocupados, el oji jade palpó la piel de su niño, y se sentía normal, aunque quizás estuviera incubando alguna enfermedad - ¿Podrías decirle a Gisela que venga?

Al final, ambos padres se habían quedado para hacer compañía al pequeño, quien miraba la comida sin mucho interés, ni siquiera el pastel había despertado su apetito… la sanadora les había asegurado que no se trataba de ninguna enfermedad, por lo que eso solamente les llevó a una conclusión… - ¿Peleaste con Yuu, Wolfy? – el gran monarca solo conocía de dos posibilidades que pondrían a su niño en ese estado deprimido… una, la reencarnación del sabio más grande  de la historia… y la otra, el Maou.

Quisiera ir a Bielefeld, por favor – susurró el menor, y aquello era la prueba fiel de que definitivamente había peleado con alguno de sus hijos mayores…

Si eso es lo que quieres, iremos mañana mismo a Bielefeld… mandaré preparar a Némesis para que montemos, solos tú y yo – el oji jade se puso de pie y comenzó a hacer planes, sin incluir en ningún momento al mayor… el moreno sabía mejor que nadie, que sus pequeñas joyas amaban aquellas tierras, especialmente su niño, quien después de su primera visita ya había despertado su majutsu.

Querido… sabes que no puedo dejar Pacto de Sangre en un momento como este… y que no irán solos – intentó que sus palabras sonaran lo menos chocantes que pudiera, aunque falló estrepitosamente en su deseo.

Por favor, padre… no soy feliz aquí… quiero irme hoy – aquellas palabras dejaron helados a ambos demonios, su pequeño príncipe decía que no era feliz… le costó sacarse el nudo que se le formó en la garganta, cuando se arrodilló ante el infante lo miró con ternura…

¿Por qué mi hijo no es feliz? – el gran Maou se sintió como nada, pues le llenaba de impotencia aquella mirada tan dolida…

Las pequeñas manos acariciaron la mejilla del mayor, otro tipo de angustia se formó en el inocente rostro al notar que sus palabras habían herido tan profundamente a su padre – Papá…

Waltorana observaba silencioso la escena, su hijo se  sentía triste y casi tenía la certeza de que sus hijos adoptivos tenían algo que ver en la angustia de su pequeño, sospechaba que los celos del moreno mayor tenían mucho que ver en el pedido de su hijo. Su esposo estrechó entre sus brazos a Wolfram y se lo llevó con él, sonrió al entender la estrategia… - Vamos a terminar de analizar todos los documentos que Gunter dejó en mi oficina, y prometo que yo mismo los acompañaré a Bielefeld… Vas a montar con papá, ¿te gustaría?

¿Me vas a dejar montar solo a Némesis, papá?

--*--

No lo había visto ni una sola vez en todo el día, por lo que se sentía por demás frustrado, ellos debían partir al amanecer, y se detestaría si partiera con Wolfram enojado con él… esa molesta sensación que agriaba su pecho no le daría un minuto de paz, si no arreglaba las cosas… su personalidad dominante tampoco estaba complacida, y la tormenta que se desataba en el exterior era la prueba de ello – Wolfram le teme a los relámpagos… - susurró dirigiendo su mirada hacia la puerta… “¿Por qué aún no vienes?”… se pregunto con seriedad; generalmente el pequeño rubio, ni bien escuchaba el primer relámpago, llegaba corriendo para meterse bajo las sabanas de su querido Kenichan…

Cuando abrió cuidadosamente la puerta, lo notó bajo las sábanas, sonrió pues era evidente que estaba temblando y que se estaba tapando sus oídos… se aproximó con sigilo, lo notó tenso cuando sintió a alguien subir a su cama - ¿Kenichan? – susurró casi sin aliento, y aquello fue peor que agua helada por la cara…

¡¿Por qué?! – no tuvo ni tiempo de asustarse, el rubio simplemente observó asombrado a quien lo había colocado boca arriba, y se había colocado justo sobre él – Mandé a tu querido “Kenichan” al templo para que podamos aclarar algunas cuantas cosas “Wolfychan”

Nuevamente sentía su juicio nublarse por la rabia, su prometido no debería simplemente ignorarlo… - Ani Yuu… - sonrió cuando la esmeraldina mirada solo era dirigida a él…

Soy tu prometido, lo sabes… no es correcto que ignores así a tu prometido – susurró a una corta distancia de su rostro, comprendía la ironía… la atención que en otra vida le fastidiaba, ahora le hacía falta - ¿Te disgusto acaso?

La pequeña mano acarició su rostro, había confusión en su mirar – Yuuchan… tu vas a ser el Maou, no es apropiado interferir en tu desarrollo…

Aquellas palabras le habían impactado… no porque se  las había dicho su prometido, más bien por que eran demasiado maduras como para que un niño de su edad las pronunciara con tanta soltura… - ¿Quién? – preguntó secamente, y prácticamente constató sus sospechas al notar aquel bello sonrojo y la mirada angustiada - ¿Gunter?

Oniichan… - susurró y Yuuri  supo que estaba en lo cierto, pues solo era llamado así cuando el menor quería desviar su atención – Yo… lo siento

Recostó su frente por la contraria, le gustaba tanto su olor... lamentaba que aún fuera tan joven, deseaba robar sus suspiros, sus primeros besos… se sentía tan egoísta… abrió sus ojos con sorpresa... aquellos suaves labios simplemente rozaron los suyos – Lo siento mucho Wolfram, tu aniue estaba celosos… ¿me perdonas?

Te quiero mucho, Yuuri oniichan – se acomodó mejor en la cama, y lo envolvió con sus brazos, lo sintió dormido y sonrió más tranquilo, aunque su mirada aún la sentía fría… temió dejar a Wolfram por tanto tiempo, al fin y al cabo, si le habían metido esa idea estando él presente, cuantas cosas más podrían inculcarle, estando él ausente.

Espero superar estos celos con el paso del tiempo… se supone que este compromiso debe terminar cuando seas mayor – susurró permitiendo que el cansancio se lo llevara al mundo de los sueños, tuvo un poco de cargo de consciencia por haber enviado a Murata al templo, pero necesitaba aclarar las cosas con el menor – Al final, me está costando mucho esto de aprender a compartirte…

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Wolfram se estaba comportando tan formal cuando los estaba despidiendo, simplemente les dio un abrazo y les deseó suerte… el moreno mayor había solicitado que Conrad se quedara a proteger a su sobrino,  ellos irían con Yozak… cuando los futuros soberanos partieron, quedó una extraña melancolía en el ambiente. El rubio por fin rompió en llanto, y fue consolado por sus padres.

Después de casi una semana sin salir de su cuarto, por fin había accedido a los ruegos de su papá, pero como aún se sentía triste, deseaba estar fuera de la mirada de cualquier curioso, por lo que simplemente caminó por los hermosos jardines de su abuela, siguió el sendero sin preocuparse cuanto se estaba alejando del castillo… un escalofrío recorrió todo su cuerpo y detuvo la marcha – ¡¿Quién?! – preguntó con firmeza…

Vaya, vaya, vaya… quien creería que una belleza como tú, podría sonar tan autoritario – Wolfram levantó la vista hacia el árbol de donde provenía el sonido – Me llamo William – y de un salto se terminó de incorporar a poca distancia del menor…

Wolfram – fue lo que dijo el oji esmeralda en el justo momento de lanzar unas cuantas bolas de fuego hacia el desconocido, quien con una sonrisa en el rostro, se defendió con un ataque de bolas de hielo…

Eres fuerte, Wolfram… - el niño pudo aproximarse lo suficiente como para estar justo frente al menor, quien simplemente se colocaba en guardia – Mi intensión no es lastimarte…

El pequeño niño lo observó perspicaz, aunque luego de evaluarlo de pies a cabeza – También es muy fuerte… - mencionó más relajado - ¿De dónde saliste William?

Vivo cerca de las fronteras de Shin Makoku… vine a visitar a mi primo, luego iré a la academia, me haré más fuerte – la esmeraldina mirada se fijo en la jade, sonrió pues le recordaba mucho a su papá… él no tenía muchos contactos con otros niños, pues sus hermanos eran muy protectores con él…

Mis hermanos fueron a la academia… me gustaría ir también – susurró observando donde podía sentarse – ¿Se está quedando por aquí cerca?

Así es, probablemente participe más asiduamente en la corte – comentó con una sonrisa tranquila - ¿Y tu, pequeño ángel?

Yo participo muy asiduamente en la corte, pero quiero volver a las tierras de mi papá… es muy aburrida la corte – el menor simplemente se sentó y comento sin darle mucho énfasis a los detalles…

Pues si lo que te falta es alguien con quien jugar, puedo con mucho gusto ofrecerme para tan importante misión – el oji jade hizo una profunda reverencia, lo que le sacó risas al más joven, quien de inmediato se puso de pie y acotó…

Para mi será un honor, si usted me acompaña en mis aventuras sir William – toda la desconfianza que había sentido en un principio desaparecieron de inmediato…

No me trates de usted, que yo no lo hago… es como si crearas una barrera que impide que seamos amigos – notó la duda en los esmeraldinos ojos, aunque solo duró un segundo…

Disculpa, mi tutor suele ser muy estricto con esas cosas… aunque la verdad, no estoy acostumbrado a un trato informal – se maravillo de lo adulto que sonaba el pequeño - ¿Qué miras?

Que estoy viendo a un niño, y me está hablando un adulto – hubo un sonrojo en las mejillas del más joven…

¡Alteza! – se escuchó la voz de uno de los soldados, lo que logró que el más joven se asustara…

Disculpa, William… nos vemos mañana… - observó como aquellos guardias se llevaban al menor…

--*--

Observaba a su hijo desde la ventana de su oficina, estaba un tanto preocupado, después de todo, en los últimos días había tomado la costumbre de desaparecerse por largas horas hacia el jardín de su madre… no quería ser paranoico, pero algo no le gustaba de todo aquello, Conrad le había comentado que su pequeño le había confesado que tenía un nuevo amigo, que era un niño que iría a la academia… había mandado redoblar la vigilancia, y sin embargo, sus soldados no habían visto a nadie.

¿Enviaste a tu hermano a vigilarlo? – el rubio oji jade lo miraba indignado – Nuestro hijo esta muy feliz con su nuevo amigo, me dijo que se llama William…

¿Y por qué no invita a William a jugar en el castillo? – el sarcasmo en su voz era difícil de pasar por alto…

Quizás tiene miedo de que el energúmeno de su padre, lo asuste – las cejas fruncidas daban clara fe, de que el noble menor se estaba disgustando bastante… - ¿Por qué estás tan molesto?, nuestro hijo tiene derecho a hacer amigos fuera de tus hijos mayores.

Haz pensado que podría correr peligro… no sabemos quien es, ni de qué familia proviene, ni siquiera sabemos si existe un William – él realmente amaba esa expresión molesta, y le daban ganas de doblegarla… le hacía sentirse sumamente poderoso tenerlo como compañero – Quiero que me apoyes en esto… sabes que podría ser peligroso

Dimensiono esa posibilidad, querido esposo, es por eso que le pedí a nuestro hijo que invite a su amigo para tomar el té conmigo – el demonio de fuego soltó con fastidio…

Entonces yo también estaré en ese té – susurró sin apartar la mirada de la contraria, y prácticamente rozar sus labios por aquella, levemente, sonrojada mejilla - ¿Estás de acuerdo?

Sólo recuerda, amor… que tú hijo es casi tan rencoroso como yo… y si asustas a su nuevo amigo, te lo va a hacer sentir – soltó  petulante el rubio – Y yo voy a apoyarlo al cien por ciento…

Ambas miradas se enfrentaron, el moreno intentaba entender el punto de su consorte… después de todo, su pequeño sol había sido muy solitario la primera vez, y este deseaba por todos los medios, que la nueva oportunidad que le habían brindado, saliera excelente.

¿Por qué estás tan a la defensiva?…  no soy tu enemigo – susurró el Maou con una expresión sentida en el rostro…

Tú estás a la ofensiva… en vez de estar feliz de que nuestro hijo socialice con otro tipo de personas… le va a hacer bien conocer otros niños, y dejar de depender tanto de la existencia de Ken y Yuuri – con molestia, se dejó envolver entre los brazos del mayor – Prometiste que este compromiso acabaría ni bien fueran mayores… pero tú no permites que Wolfram amplíe sus horizontes…

Aquel era uno de los temas, que menos le gustaba discutir con el rubio… y lamentablemente era uno que el oji jade siempre traía a colación – Me encantaría que Wolfram socializara con otros niños… quiero que sea feliz… pero tengo miedo, ya casi los perdí una vez, temo que si bajo la guardia, no podré protegerlo.

Gwen… - susurró acurrucándose entre sus brazos… - Hace muchos años que él no se manifiesta, no te digo que bajaremos la guardia… pero no le cortemos las alas…

El sonido de la puerta, al ser tocada les llamó la atención… - Alteza, el príncipe Wolfram lo espera en los jardines para tomar el té – una de las muchachas del servicio decía con pena, al encontrar a sus gobernantes uno tan cerca del otro…

Iré inmediatamente – cuando la joven se retiró las miradas se volvieron a encontrar, y sin mediar palabras, ambos se dirigieron presurosos hacia la ventana… - Pues parece un niño bastante normal – susurró obteniendo el asentimiento de su esposo - ¿Vendrás?

No… confiaré en ti para que lo evalúes… - la más hermosa sonrisa fue el regalo por aquellas palabras…

--*--

Leyó aquella carta con mucha molestia… por supuesto que notaba que no había una pisca de malas intensiones en el comentario de Conrad, pero no quitaba que le hirviera la sangre al saber que a Wolfram lo frecuentara un nuevo amigo…

¿Por qué estás tan disgustado? – Murata hacía rato que no apartaba su mirada del paisaje de la ventana…

¿Wolfram te dijo que tenía un nuevo amigo? – a pesar de su edad, el pequeño príncipe podía escribir cartas muy legibles, aunque el moreno solo recibía cariños en las que recibía…

Se llama William, no pertenece a ninguna familia noble, pero es bien dotado en el uso de su majutsu… aparentemente tiene nuestra edad, aún no vino a la academia por que su padre se encuentra enfermo y él le está haciendo compañía en la casa de un primo – el de piel más clara respondió, sonrió para sus adentros, por que sabía cuan celoso se había convertido su amigo… - Nuestro padre no va a permitir que nadie con malas intensiones se le acerque… si actúas de manera precipitada, solo lograrás que él te tenga mas reservas.

Disfrutas mucho ser su confidente, verdad – amargura podía sentirse en el tono de voz… por fin ambas miradas se encontraron

Confío que con su confianza, me gane además su corazón… a diferencia tuya, querido hermano… yo no estoy dispuesto a renunciar a él – ambos encontraron sus miradas y se las mantuvieron fríamente…

Madre quiere que el compromiso se rompa – murmuró el poderoso Maou, mientras parte de él seguía luchando en su interior contra sus crecientes sentimientos - ¿Por qué no mejor intentas conocer a alguien más…?

Prefieres que lo tenga otro… que alguien más sea el causante de sus sonrisas… que le regale sus suspiros, sus miradas… sus besos – A pesar del tiempo, la única cosa que aún no podía superar de Murata  Ken, era justamente eso, molestar a su buen amigo… - Que sus delicadas manos acaricien otro cuerpo, y que su cuerpo sea profanado por cualquier idiota…

¡Ya basta Ken! – el ambiente poco a poco se volvía más pesado, la ira del poderoso alter ego del de piel morena se estaba haciendo presente – Nadie va a tocar uno solo de sus cabellos…

¡Entonces acepta que él nos pertenece y olvida ese absurdo de romper el compromiso! – la energía del sabio también comenzó a rodearlo todo, y fue la primera vez que Yuuri notó que él no era el único afectado por los celos… - Te equivocas al pensar que no es una decisión nuestra, pues sólo nosotros podemos romper ese compromiso.

No es tan fácil cuidarlo desde aquí… - una sonrisa adornó los labios de la reencarnación del primer asesor de Shinou tras escuchar esas palabras…

Creo que es hora de hablar con nuestros padres… por lo menos, de manera disimulada… con la excusa de guardar las apariencias… Gunter podría ayudar con eso – escuchó comentar al de gafas, volvió a leer las ultimas líneas que escribiera su padrino… “Se lo ve feliz, ahora que tiene un amigo”…

Ya te lo dije, Ken… no voy a interferir en la vida de Wolf – sin otra palabra mas salió de la habitación, un largo suspiro se escapó de quien se quedaba solo…

Siempre tan… enclenque – suspiró frustrado…

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¡Debe ser muy emocionante que tu padre sea el Maou! – murmuraba un oji jade mientras caminaban por el jardín…

No se si emocionante es lo que yo diría… es bastante aburrido, no me dejan ir a ninguna parte sin un montón de guardias – soltaba con fastidio el menor – No puedo hacer nada por mi mismo, me regañan a cada rato si no cumplo con la buena imagen de un príncipe de Shin Makoku… y mi papá casi nunca tiene tiempo para jugar…

Supongo que ha de ser difícil para ti, después de todo… no eres su primogénito, supongo que para tus hermanos mayores tiene más tiempo – aquel comentario había sonado de lo más inocente, aunque el peli dorado se había quedado momentáneamente de piedra…

Mis hermanos gobernarán Shin Makoku… ellos necesitan aprender muchas cosas y mi padre es el más indicado para enseñarles – su voz salió tranquila, aunque la mirada demostraba cierto dolor…

Estoy seguro de eso, no creo que los rumores sean ciertos – William caminó adelantándose al más joven que se le quedó viendo intrigado…

¿Qué dicen esos rumores? – su papá siempre le había dicho que no debería dar oído a ese tipo de cosas, pero realmente tenía curiosidad…

No son buenos, y no creo que sean ciertos… - acotó el oji jade volviendo sus pasos para quedar justo frente al de mirada esmeralda – Por un lado se dice, que el rey ama más a sus hijos mayores por ser hijos de su primer amor… pero que actualmente su atención se centra más en su principal asesor, incluso que lo privilegia por encima del Príncipe Consorte…

¡Eso es mentira! – soltó el heredero de Bielefeld, su padre adoraba a su papá… aunque sintió un fuerte dolor en el pecho ante el comentario sobre la preferencia de su padre hacia sus hermanos mayores.

Estoy seguro que lo es… es imposible que alguien no te ame… y al Señor de Bielefeld… además eres la viva imagen de tu abuela, así que aquellos que afirman que no eres hijo del Maou definitivamente se engañan – los pequeños puños se apretaron fuertemente, y una ligera sonrisa se formó en el rostro del mayor – Vamos a montar Wolfram… es un día precioso…

Las esmeraldas levantaron la vista, mordió su labio inferior al asentir… su tío Cony estaba cepillando a los caballos, por lo que sonrió con felicidad, pues seguramente él los acompañaría, por lo que él tendría permiso de subir a su caballo.

Una vez que William se había retirado, y después de asearse fue a cenar en compañía de su tío y su papá… aquellas palabras parecían perdidas en sus recuerdos, justo cuando ya debía ir a acostarse para dormir, decidió que deseaba que su padre le diera el beso de las buenas noches, por lo que fue a exigir que se lo diera, la puerta de la oficina esta entre abierta así que se asomó feliz… tapó con ambas manos su boca, mientras sus ojos luchaban para no dejar escapar copiosas lágrimas, y sin mirar atrás salió corriendo del lugar…

¡Wolfram von Bielefeld! – Waltorana frunció el cejo al encontrar a su pequeño corriendo por los pasillos a esas horas, aunque se asustó al ver aquellas lágrimas - ¿Qué pasa mi amor?

Llévame a Bielefeld papá… no quiero vivir en este lugar – y sin decir más comenzó a llorar con amargura entre los brazos del rubio mayor.

--*--

Le había costado bastante conseguir que su hijo se quedara dormido… era evidente que algo le había afectado lo suficiente como para ponerlo en aquel estado, lo que más le preocupaba era su reacción cuando había dicho que llamaría a su esposo, su niño siempre buscaba la protección de Gwendal y ahora prácticamente le había exigido que no lo involucrase, en lugar de ir a su cuarto, prefirió buscar al mayor para comentarle lo sucedido… después de todo, su hijo quería ir a Bielefeld, y para sacarlo de Pacto de Sangre necesitaba de su consentimiento.

El sonido de unas voces le indicó que en la oficina aún se estaban tratando temas importantes, aunque la puerta estaba entre abierta, se preguntó si su esposo apreciaría una interrupción en ese instante, aunque escuchar su nombre le hizo detenerse en la puerta – Yo entiendo que tus opciones eran casi nulas, pero aún hasta hoy, yo aún te… - el oji jade casi salió huyendo, mas se obligó a avanzar en lugar de retroceder, justo en ese momento el moreno acariciaba el rostro del peli lavanda…

¡Gwendal! – habló con sequedad, y ambos nobles se separaron… sintió que su sangre hervía, mil y un escenas se formaban en su mente y no estaba disfrutando nada de lo que le dejaban ver - ¿Interrumpo algo?

Me retiro, continuamos mañana Gwendal – como siempre solía hacerlo, Gunter le dirigió una mirada de desdén, lo que le ocasionó peores sentimientos en el pecho…

Un incómodo silencio inundó el lugar, el moreno parecía que no sabía cómo comportarse, era como si esperara a que el oji jade hiciera el primer movimiento… - Me llevaré a Wolfram a Bielefeld, hoy me lo pidió entre lágrimas así que supongo que realmente necesita algo de distancia…

Iremos en dos días, sabes que no me gusta que viajen solos – por fin había encontrado su voz, por un instante creyó que su consorte tendría una reacción agresiva a la manera en cómo lo había encontrado con Gunter, aunque sintió alivio de que no se dejara llevar por las apariencias y dominar por lo celos…

No te estoy preguntando, así tendrás más tiempo para hacer lo que se te antoje con Lord von Christ – se voleó con furia, todo su cuerpo estaba caliente de ira…

Espera… no no no no – sintió el calor de la piel de su compañero cuando intentó sujetarle la mano – No es ni remotamente lo que te estás imaginando…

No iba a hacerle una escena de celos, eso era algo que ya había decido cuando vio salir el peli lavanda… especialmente por que no le iba a dar de que agarrarse para hacerle de menos, sin embargo no había podido contener ese comentario – Sabes… no importa lo que me estoy imaginando… solo importa mi hijo, y él no es feliz aquí… si quieres alcanzarnos en dos días, no le veo el problema, pero tu escusa de antes ya esta fuera de lugar, querido… ya puedo defender a mi hijo con mi poder.

Caminó muy presuroso hacia la habitación de su niño, su mente estaba trabajando muy en contra de su voluntad, creando demasiadas posibilidades de infidelidad, y aquello no era propio de él, sentía como si sus pensamientos estuvieran nublados… al observar a su pequeño sonrió, respiró profundamente intentado serenar su energía. El sueño tardó demasiado en llegar, millones de dudas comenzaron a asaltarlo, y ellas le oprimían el pecho…

Mientras que en la oficina del Maou, Gwendal no estaba entendiendo nada… se había enterado de que alguien había hecho correr el rumor de que él tenía una aventura con Gunter, justo le estaba comentando eso a su amigo, cuando este le decía que difícilmente iba a librarse de las habladurías, y entendió que él no había tenido otra opción más que aceptar convertirse en el nuevo Maou, casi podía apostar que la frase hubiera terminado con un elogio exagerado hacia su ahora hijo Yuuri… - Pero cómo le explico eso a un demonio de fuego – sonrió con ironía, pues aunque su consorte no se deje llevar por ellos e intente disimularlos, era demasiado evidente que era bastante celoso - ¿Wolfram estuvo llorando?

--*--

¿Vas a darles pesadillas? – murmuró una joven voz, mientras observaba el reflejo que se proyectaba en el agua congelada…

La mejor manera de que bajen sus defensas, es hacer que su seguro mundo se desmorone a su alrededor – sonrió proyectando en sus mentes aquello a lo que más temían – Los malos entendidos siempre pueden fomentar esa inseguridad, y nos dará mucha ventaja…

Debes ser sutil, padre… Shinou podría notar nuestras intenciones… o el Maou – el menor sonrió cuando notó la pequeña mano formar un puño – Es necesario que en la mente de los príncipes mayores, haya algo que los distraiga… necesito que Wolfram no se sienta atado a ninguno de ellos…

Tal vez sea necesario que se entere de la naturaleza de su compromiso… o quizás podríamos conseguir una coqueta distracción para ellos – el hombre sonrió casi saboreando  la idea, después de todo, él ya había hallado un justo aliado para alejar a su joya lejos de su molesto esposo…

Si Wolfram va a Bielefeld perderé contacto con él – la jade mirada fue dirigida a su progenitor – E ir por mi cuenta, podría ser sospechoso…

Paciencia hijo mío… no irán por mucho tiempo, me encargaré de eso… ahora mismo yo no puedo ingresar a esas tierras… aunque tú si podrías… - murmuró aunque se le ocurrió algo mejor - Yo creo que deberías ir ya a la Academia, ya sabes lo que dicen… al enemigo es mejor tenerlo cerca…

Yo se que debo tener paciencia… pero, este plan es muy a largo plazo – había cierta molestia en el comentario…

¿Prefieres secuestrarlos? – preguntó el de melena tan oscura como la noche – ¿Lucharás día y noche para que no huyan de nuestro lado?... ¿No es mejor que estén por voluntad?

Si lo pones así, la espera bien vale la pena…

Cuando la mañana llegó los arreglos para el viaje no se hicieron esperar… había llegado justo para poder despedirse de su pequeño, y así poder comunicarle su próxima partida a la Academia - ¡William!

¿Qué es todo este movimiento, Wolfy? – el más joven se le acercó aún con la expresión triste…

Iremos a Bielefeld con mi papá, me alegra poder despedirme de ti – el de cabellos dorados le regalo una dulce sonrisa, aunque al notar a su padre esta se le borro, especialmente por ver con quien venía acompañado

Su alteza, espero que siga las indicaciones de los tutores, y no holgazanee en estos días – Gunter había hablado con seriedad, una sonrisa cruzó momentáneamente la faz del de ojos color jade…

¡Usted debería guardar mayor respeto y no hablarle así al futuro Príncipe Consorte  de Shin Makoku! – supo el justo momento en que su impertinente comentario había dado el efecto deseado…

El compromiso se romperá cuando sean mayores así que dudo mucho de que eso llegue a suceder, mocoso impertinente – justo cuando terminó de hablar fue consciente de su error, no podía creer que había dejado salir esas imprudentes palabras…

Pues en ese caso, no veo por qué debo seguir tan estrictamente todo lo que me digan esos tutores… Lord von Christ – el pequeño rubio no mostró ningún tipo de alteración por el comentario, William se preguntó si es que acaso esa era una verdad ya conocida por el menor…

¿El compromiso es falso? – preguntó sin apartar la vista de las bellas esmeraldas que parecían tan tranquilas…

Ajá… aunque a veces olvido de que es así…

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Se sentía furioso, no estaba para nada complacido con la novedad de que su madre y su pequeño hermano estaban solos en Bielefeld, pero su padrino se lo había confirmado durante su visita - ¿Y por qué mi padre no se los prohibió? – soltó con rabia - ¿Qué fue lo que pasó?

Ken no se había manifestado aún, simplemente observaba todo silencioso, aunque pudo notar que tampoco le gustaba la novedad – Él no sabe qué, pero algo hizo que Wolfy se enojara con él… le pidió claramente que los dejara a su papá y a él, disfrutar de unas vacaciones de la corte…

¿Y cómo tomó nuestro padre, ese rechazo? – el de gafas ocultó su sorpresa tras el brillo del cristal, pues sabía como adoraba el Gran General de Shin Makoku a su pequeño tesoro…

No muy bien, está bastante deprimido… además que al parecer peleó con Waltorana y este no intervino en su defensa… - comentó el castaño suspirando – Al parecer hubo un malentendido con Gunter – ambos morenos se miraron entre si, después de todo, sabía la animosidad que reinaba entre el señor de Bielefeld y el de Christ.

Un carruaje se detenía justo en frente de los portones, el oji miel parecía sorprendido, cuando un joven de unos hermosos ojos jades y cabello rojo se acercaba a ellos – ¡Lord Weller, pero qué sorpresa encontrarlo aquí!

La Sorpresa es mía, William… ¿al fin comenzarás en la academia? – Conrad habló con simpatía, y al escuchar ese nombre ambos morenos voltearon para observar…

Así es, mi padre ya se siente mucho mejor, así que ya pude venir… - las jades se posaron en los jóvenes que se encontraban en compañía del espadachín…

Ellos son mis sobrinos, Yuuri y Ken von Voltaire… los hermanos mayores de Wolfram – introdujo el castaño – Muchachos, les presento a William Loncre, el amigo de Wolf del que les comenté…                                                                                                                                             

Es un verdadero honor conocerlos – hizo una pequeña reverencia ante los morenos – Si me disculpan, debo ir a presentarme ante el General, Lord Weller si va a visitar a Wolfram le solicito que le haga llegar mis saludos – y sin otra palabra más y el asentimiento del mayor, se retiró…

Bueno muchachos… debo marcharme… prometí llegar a Bielefeld antes del anochecer, le haré llegar a Wolfram también sus saludos – una sonrisa fue la respuesta del de piel canela…

Por favor, dile que me escaparé un día de estos para ir a verlo – el que había hablado era la reencarnación del sabio, y aunque sus palabras sonaban divertidas, su expresión era bastante seria…

No hagan que me preocupe… Ken, espero que sea una  broma… traeré a Wolfram si se portan bien – de esa reunión habían pasado horas, ambos ya se disponían a dormir…

No es la gran cosa ese sujeto – soltó de la nada el mayor – Hasta me pareció simpático…

¿Al enemigo hay que tenerlo cerca, querido hermano? – Yuuri realmente odiaba cuando Ken lo leía tan fácilmente…

Deja de molestarme… por cierto, me preocupa que Wolf se haya enojado con papá… no me da buena espina – se sentó en la cama y observó hacia su compañero…

Tampoco me gusta, aunque en Bielefeld están a salvo… ciertamente, que esto suceda justo cuando no estamos con él, me molesta – el sabio suspiró con cansancio… Wolfram no le había escrito ninguna carta desde hacía una semana – Deberíamos ir a visitarlo…

--*--

La llegada del Príncipe Consorte a la Academia estaba causando un gran revuelo… sin embargo era algo que todos esperaban, debido al aniversario de fundación del mismo… Tanto Yuuri como Ken  observaron a sus padres actuando de lo más formal entre ellos, aunque probablemente aquello que mayor atención les estaba tomando era la inesperada presencia de cierto peli dorado que en esos momentos estaba de la mano de Conrad. Cuando la ceremonia terminó, pudieron observar como cierto peli rojo se acercaba al menor, y este lo recibía con una radiante sonrisa.

Su alteza, espero me conceda unos minutos de su tiempo, antes de que tenga que marcharse – Wolfram sonrió a su amigo…

Será un placer para mí, Teniente William – la mirada se mostró risueña, y aquello fue notado por ambos morenos…

Me temo que mi rango tiene más que ver con un cadete que con un teniente – el puchero que le fue regalado le indicó que el príncipe odiaba de ser contrariado…

Detalles, cuando seas un Comandante, te diré Cadete y eso no quitará que seas William – habló con petulancia fingida – Alguna vez también seré cadete…

Independiente del rango militar, usted siempre va a ser un príncipe… - la bella sonrisa se borró cuando notó dos miradas sumamente molestas…

Aniues – susurró el más joven e hizo una respetuosa reverencia a los mayores…

Tengo que retirarme, hablamos luego Wolf – tanto Ken como Yuuri, observaron fríamente al peli rojo, y después posaron su mirada en quien en ese instante parecía buscar a sus padres…

Wolfy chan, te he echado de menos – Ken fue el primero en cortar con el incómodo silencio – No he estado recibiendo tus cartas, ¿ha pasado algo malo, mi príncipe?

Creo que no es un lugar idóneo para conversar… síguenos Wolfram – el de piel canela indicó el camino, y aunque algo renuente el más joven simplemente suspiró y lo siguió sumisamente. Cuando ingresaron y la puerta fue cerrada – Bien, supongo que ahora sí puedes saludarnos como corresponde…

Aunque con algo de renuencia el más joven se le aproximó y le dio un abrazo – Yuu Aniue… - susurró antes de dirigirse al Sabio para también darle un abrazo – Ken Aniue…

Algo se contrajo en el pecho del sabio, y eso no pasó desapercibido para Yuuri, quien frunció el cejo – Vas a contarnos a Ken y a mí, por qué deseaste ir a Bielefeld, y por qué estás enojado con padre… y con nosotros…

Bielefeld es mi hogar, por que debo explicar mi deseo por ir, cuando son las tierras de mi familia – por un segundo a ambos morenos les pareció escuchar al antiguo Wolfram, aunque mucho más joven – Y no estoy enojado…

Wolfy, por favor… no te estamos regañando, solo nos preocupa – Ken se había arrodillado ante el peli dorado y le había tomado la mano – Eres nuestro pequeño hermano, y nuestro prometido…

No estoy enojado con ustedes – susurró apartando los ojos de quien lo enfrentaba…

Eso quiere decir, ¿que sí con nuestro padre? – acotó Yuuri

¡Vi al padre abrazar de manera muy cariñosa a Gunter! – soltó con irritación el menor – Y los rumores dicen que son amantes, y que solo se casó con mi papá por mi causa…

Amargas lágrimas escaparon de esos bellos ojos, se dejó envolver por los protectores brazos de quien había ocultado su ira tras el brillo de los cristales de sus anteojos.

--*--

Wolfram fue con ellos – murmuró el señor de las tierras Bielefeld, observando tras el cristal a su hijo menor – Espero que no peleen…

Estoy seguro que no lo harán… ¿Cuánto tiempo más vas a castigarme? – murmuró el oji zafiro – Mi lecho esta muy frío sin ti… te extraño

Observar aquella expresión tan sentida, le rompía el corazón… - Yo también te he extrañado… - susurró bajando la cabeza, su mente se había convertido en el escenario de varias imágenes de infidelidades, y eso le hizo sentir demasiado inseguro…

Una vez más sintió que se alejaba de él, percibía que el rechazo salía por sus poros y aquello le molestó, se aproximo lentamente y posó sus manos sobre sus hombros – No hay nada entre él y yo… no pondría en riesgo nuestra familia por nada del mundo… por favor, no dudes de mi – lo volteó lentamente, la mirada del menor indicaba que estaba sufriendo – Te amo, no dudes de mí… mi vida ha sido un calvario sin ti y Wolfram

Se refugió en ese cálido abrazo, se sentía seguro entre ellos… no podía negarse que lo necesitaba y extrañaba demasiado, se había acostumbrado tanto a su cercanía, a su presencia – También te amo, Gwen… - Ese beso fue anhelado y apasionado, y a ambos le produjo cierta paz.

Hablaron de muchos temas, mientras esperaban que sus hijos pasaran más tiempo entre ellos,  el mayor no era plenamente feliz considerando que su pequeño hijo aún estaba disgustado con él, su hermano ya le había dicho la causa, y no le simpatizó en nada la novedad… - Busquemos a Wolfy… quiero que ambos vuelvan conmigo… tendremos visitas en Pacto de Sangre, el Rey de Pequeño Shimaron vendrá con su hijo de visita…

Notas finales:

Espero les haya gustado... Besos

Nos leemos pronto


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