Golpeó con su raqueta la pequeña pelotita de hule haciendo que viajara tan rápido que no la percibió de regreso, así que volteó por encima de su hombro para saber en dónde estaba.
Suspiró tranquilo, luego pasó el dorso de su mano por su frente para retirarse el sudor. La siguiente ocasión sería bueno hacerle caso a Key y llevar la banda para el sudor en la frente.
Caminó hacia la pelotita, la tomó y botó contra el suelo un par de veces.
Sintió que su celular estaba vibrando así que se apresuró a sacarlo de su bolsillo.
Sólo desvió la llamada que entraba de su mamá. Volvió a tomar la pelotita y regresó a la cancha de frontón, continuó jugando unos segundo más pero las vibraciones de su celular no paraban.
¿Por qué su mamá le llamaba veinte veces por minuto? Hacia al menos ocho llamadas que le había dicho estaba sano y salvo en la Deportiva, ejercitándose en solitario pero parecía que se lo tenía que repetir un motón de veces más.
Frunció el entrecejo y terminó por golpear más fuerte la pelota, tanto que se tuvo que agachar para no salir lastimado.
-¡Ah!-
Se rió divertido irguiéndose, luego se giró para ver a quien le había golpeado porque no estaba solo, sólo ignoraba al resto de deportistas.
Un muchacho estaba el suelo, con sus piernas fuertemente apretadas. Parecía que sufría.
-Hey.- susurró Taemin tomando su raqueta. –¿Te golpeó la pelota?- preguntó acercándose solamente para reconocerlo. –Oye, yo te conozco.- sonrió agachándose para echar un vistazo más de cerca.
Notó que el chico fruncía el entrecejo, tal vez la pelota le golpeo más fuerte de lo que creía.
-Eres Minho el de futbol.- susurró sonriendo.
-Tú eres de…- susurró Minho recomponiéndose del golpe. –¿Del equipo de Frontón?- esperó a que Taemin le tendiera la mano para ayudarle a levantarse pero él revisaba su celular.
-No, en realidad quise entrar pero los idiotas dijeron que me faltaba “algo”.- susurró apagando su móvil. –Oh, ¿pero te golpeé?-
-Descuida.- susurró Minho levantándose lentamente.
-¿Te dejé sin hijos?- preguntó Taemin notando que Minho aún se tocaba su partes nobles. –Lo siento, ahora decepcionarás a tu novia.- se rió ligeramente mirando hacia la entrepierna de Minho. –Sólo a ti se te ocurre traer un short blanco.- apuntó hacia la mancha oscura que ubicaba el golpe de la pelota.
-No te preocupes, sé lavar mi ropa y tampoco tengo novia.- Minho terminó por sacudir su ropa, miró el resto de la pista que estaba corriendo y asintió. –Me iré ahora antes de que me golpees de nuevo.-
-¿A dónde vas ahora?- preguntó Taemin tomando su pelota para seguirlo. –Te invito un hotdog.-
-Gracias pero no.- susurró Minho sintiendo aun un leve dolorcito. –Tengo prisa.-
-Si quieres pizza está bien, pero yo decía un hotdog para reponer lo que te quité.- rió quedito llamando la atención de Minho, quien al concentrarse en sus palabras tiñó sus mejillas de rosa.
-Hotdog?- preguntó sólo para asegurarse de haberle entendido bien y no estar haciendo dobles sentidos.
-Por lo de tu pene.- contestó Taemin mirándolo a los ojos pero sonriéndole. –Fue un golpe feo.- asintió aun sin perder contacto visual.
-¿Atrevido? Je, je, me gusta.- susurró Minho sonriendo tímidamente, mordiendo su labio inferior para no exponerse.
-A mí también.- contestó Taemin asintiendo levemente.
-¿Qué? Espera, ¿yo?- preguntó Minho apuntándose, algo sorprendido.
-¿Tú?- cuestionó Taemin. –Sí, yo te gusto.- afirmó sonriendo. –Pero descuida, tú también me gustas.-
-¿Yo te gusto?- preguntó Minho fingiendo sorpresa. –Dime viejo pero en mis tiempos se hacía de otra manera.- con ternura y respeto. Quizá chocolates y globos de helio.
-¿Entonces ya somos novios?- cuestionó Taemin sonriendo apenado pero inquieto.
-No.- contestó Minho borrando la sonrisa del rostro ajeno. –Casi me rompes los testículos ¿y ahora quieres ser mi pareja?- dijo lo más sarcástico posible. –Así no funcionan las cosas.-
-Por eso te invito una pizza, cenamos, hablamos y quizá te ayude con lo de tu ruptura.- sonrió pícaro haciendo que Minho se sonrojara de nuevo.
-Gracias, pero así estoy bien.-
-Vamos, déjame hacer algo por ti.- insistió Taemin golpeándole tenuemente el hombro. –Mi conciencia dice que tengo que hacerlo.-
-Pero justo ahora me encuentro bien.- insistió Minho sonriéndole.
-¿Qué haría si te beso?- preguntó Taemin deteniéndose, haciendo que Minho también detuviera sus pasos y lo mirara expectante. –Si te beso en este mismo momento.-
-Actuaría como ofendido pero igual te correspondería.- contestó riéndose.
Al segundo siguiente la mano de Taemin había viajado hasta la nuca de Minho, dio un paso corto hacia adelante para estar más cerca. Acercó su rostro al contrario hasta sentir la respiración entrecortada del mayor, luego sus labios hicieron presión contra los de Minho.
De inmediato Minho se restiró lo suficiente para mirar a Taemin a los ojos.
-Oye.- se quejó pero sólo miró los ojos de Taemin se volvió a acercar para continuar con el beso. Sintiendo de primer contacto con los labios delgados de Taemin, luego intentó continuar con ese ritmo lento pero tentador que estaba imponiendo.
Taemin sonrió divertido, cortando el beso.
-No debiste besarme.- susurró Minho riéndose.
-Me llamo Lee Taemin.- contestó girándose para continuar caminando.
-Choi Minho.- respondió. –Pero no soy bueno con las relaciones.-
-Bueno, tampoco espero que esto sea una relación de diez, considerando que te conocí por ese “golpe”.- rió un poco más haciendo las comillas. –Pero si tú le pones ganas yo también.-
-¿Me estás advirtiendo?- preguntó Minho algo incómodo pero ansioso.
-Te estoy condicionando.- confirmó Taemin. –Tampoco soy bueno con las relaciones pero quién sabe, Cupido sabe lo que hace, por algo te golpeé.-
-Y si esto funciona, ¿qué le diremos a nuestros padres? “¿lo conocí porque me golpeó en mis partes?”-
-No, les diremos “nos conocimos porque le rompí los tésticulos y me sentí tan culpable que lo tuve que acosar para asegurarme de que todo estuviera bien.”- respondió Taemin sonriéndole. –Incluso lo que rompí.-
-Eres algo impulsivo.- dijo Minho.
-Y tú alto.-
-Quizá funcioné.-
Ambos se rieron.