Todo comenzó una maldita noche que me fui de fiesta con mis amigos en la noche de brujas, pensándolo bien, no fue la mejor de las ideas. Creí que iríamos a los locales o bares a los que siempre vamos a pasar fiestas de esta índole, sin embargo, mis amigos tuvieron la brillante idea de ir a hacer la estúpida celebración a la colina donde justamente ha habido ciertos “homicidios” … ¡Joder! ¿¡Por qué demonios accedí a eso!?
Resumiendo: fuimos, me embriagué, perdí prácticamente todos mis sentidos por culpa del alcohol ¿Y a que no adivinan qué pasó después? ¡Exacto! ¡Llegó un jodido culto satánico! ¡Oh Joder! Mis amigos salieron corriendo como si hubiesen tenido cohetes implantados en sus culos.
¿Yo? ¡Já! Yo me quedé ahí, muy hombre macho pecho peludo ¿no? No, por culpa de mi estado de ebriedad esos tipos aprovecharon que estaba indefenso y me golpearon con piedras, susurrándose cosas como “Él será un buen sacrificio”.
Así que resultó que me amarraron y comenzaron a recitar unos cánticos extraños, sus palabras sonaban como… Yo que sé “Alih Hada Cala Cokia”, no sé, no recuerdo, no me importa. El tema es que, me apuñalaron con un maldito pico de minero, en el corazón, me perforaron el pecho y… y… Estuve muy cerca de morir.
Mis amigos regresaron con la policía, llamaron a urgencias y quedé en coma, debido a que a mi cerebro no le estaba llegando el suficiente oxigeno ni la suficiente presión sanguínea… Ahora ¿Qué soy?
No estoy vivo, pero tampoco estoy muerto. ¡Estoy en coma! ¡Y se siente horrible! ¡Ni si quiera sé que rayos soy!
¿¡Soy un fantasma!? ¿¡Un doppelgänger!? ¿¡Un espíritu!?
Lo único de lo que estoy seguro es que mi cuerpo está ahí acostado y yo estoy aquí arriba, mirándome…
Han pasado ya 4 años desde que estoy en este estado. Puedo vagar por donde yo quiera, puedo flotar, puedo mover cosas, pequeñas; pero son cosas. Puedo ver a mis padres y amigos en su vida diaria.
Solo mi tiempo se detuvo.
Ni si quiera sé la razón por la cual no puedo ascender al cielo o descender al infierno, no sé por qué no puedo volver a mi cuerpo… Ya no sé nada.
Y para retamar mi suerte, hoy se cumple el quinto año de mi coma, si, hoy nuevamente es 31 de Octubre.
Supongo que haré lo que hago todos lo 31 de Octubre: Vagar por ahí, ver a mi familia y volver al lugar donde esa secta casi me quita la vida… Solo tengo 19… 24 años, pensar que todo se me apagó en un parpadeo es lamentable. Aunque no creo que ahora valga la pena estarme arrepintiendo de mis idioteces, mejor iré a darme ya mi vuelta diaria por la ciudad.
Este año hay muchos niños disfrazados de esas cosas llamadas “Creepypastas”, joder… Recuerdo que cuando estaba relativamente vivo, los niños se disfrazaban de personajes de películas, como Jason, Michael Myers, Hannibal Lecter, Chucky… Hoy en día está bien cagada la cosa… Estúpidas modas que desconozco por culpa de mi estúpido espíritu que no quiere regresar a mi estúpido cuerpo.
¡Ah! ¡Tengo que concentrarme! Solo estoy viendo como los niños son felices en esta noche de “Terror”, para ver si un poco de esa felicidad se me conta-¿gia?
¿Me está mirando? ¿Ese tío me está mirando? Nah… … … Voy a comprobarlo, levantaré mi mano como si lo estuviese saludando, si me responde el saludo me está mirando o está loco, si no lo hace, es mi imaginación.
- ¡Hey, tú, imbécil! – Levanté mi mano y grité, no esperaba que me respondiese.
- ¿¡A quién crees que llamas “imbécil”!? ¡Idiota! – Me… Respondió.
- ¿Con quién estás hablando, Kaden? – Una niña pequeña disfrazaba de bruja andaba con él, supongo que ahora piensa que está hablando solo.
- ¿No lo ves, Noa? Hay un tipo volando justo ahí. – Ok, que esa niña sea pequeña no creo que la haga tan estúpida como para creerle.
- Hermanito… Eres raro. ¡Mejor vamos a la siguiente casa! ¡Todavía faltan los dulces caseros que hace la Señora Prudence! – Entonces es la hermanita… Me lo debí esperar, el tipo ya tiene edad como para no estarse disfrazando, y aún así lo está por su hermana… Que difícil ha de ser su vida.
Es la primera persona con la que he podido hablar en mucho tiempo, voy a seguirlo únicamente para molestarlo, me cayó bien.
¿Le incomoda que lo siga? Cada cierto tiempo mira ligera y fugazmente hacía atrás, como si no quisiera verme o algo. ¿Doy miedo por ser algo intangible?
- Disculpa. – Ah, se dio la vuelta. - ¿Podrías dejar de seguirnos? No tengo la menor idea de qué mierda quieres, pero nosotros no tenemos nada de valor que darte. – Respuesta de típico chico corriente.
- Solo quiero hablar con alguien, he estado ya cinco años así como me ves y es muy aburrido.
- ¡Kaden! ¡Los dulces caseros! – Noa se impacienta rápido, apuesto que es una consentida y mimada.
- Ya voy, ya voy. – Me miró con disgusto y me dijo. – Lárgate.
- No me iré. – Admito que soy bastante caprichoso en casos como estos. – Son recién las nueve, la noche es joven.
Kaden suspiró con resignación, al final me dejó continuar a su lado.
- ¡Por culpa tuya no alcanzaré a recibir los dulces de la Señora Prudence! – La pequeña Noa está enojada. – ¡Tomaremos un atajo para llegar más rápido!
- Bien, bien. Te sigo. – Y él ni rechista.
Se están yendo por un camino muy solitario, que cliché más grande de las películas de terror ¿Ahora qué? ¿Un asesino aparecerá para matar a alguien en este Halloween? ¡Jajaja! ¡Qué mala suerte sería esa! No tengo el derecho a burlarme.
- Por aquí, por aquí, hermanito.
- Noa, ¿No crees que por aquí está muy oscuro?
- En la mañana siempre paso por acá y nunca me ha pasado nada. Es seguro. – Oye, oye… La noche y el día son cosas muy distintas, mocosa.
Escucho unos pasos a lo lejos, seguidos de un extraño cántico… ¿Un extraño cántico? ¿Pasos de muchas personas? Me daría risa que estos dos corran con la misma suerte que la mía, aunque tampoco me gustaría que les pasara lo mismo. Iré a investigar, pero primero le avisaré.
- ¿Tu nombre es Kaden? – El asintió sin verme. – Escucha, mi nombre es Mike, ahora mismo quiero que tomes a tu hermana y corras.
- ¿Qué?
- Tú solo hazme caso, o terminaran igual que yo.
Ser un no vivo/no muerto es una sensación tan injusta y deplorable que no se la desearía ni a mi peor enemigo, te sientes solo, nadie te escucha, nadie te ve. Tu tiempo no corre, tu cuerpo se queda inmóvil en una cama y todos tus seres cercanos sufren cada día también, porque nunca sabrán si despertarás o solo te estarás muriendo lentamente, sin poder pedir ayuda.
Me alejé un poco de esos dos para seguir el sonido de los pasos y los cánticos. Estaba en lo correcto, esos tipos están buscando nuevas víctimas para sus rituales.
Esto es inusual… Solo son tres personas, yo escuchaba a más. ¡MALDITA SEA! ¡KADEN!
Volé rápidamente hacía la dirección donde Kaden y Noa se encontraban, pero no llegué a tiempo, Kaden estaba inconsciente y su cabeza sangraba un poco, aquel tinte rojo se deslizaba por su frente.
No había rastros de la pequeña Noa, se la llevaron.
- ¡Kaden! ¡Kaden! ¡Despierta! – No puedo moverlo, no puedo tocarlo, soy intangible… ¿Qué hago? ¿Qué hago?
Miré detenidamente mi entorno, para ver si es que había algo que pudiese usar para hacer reaccionar a Kaden, tuve suerte al divisar un pequeño charco de agua, puedo mover unas gotas y echárselas en la cara a Kaden para ver si es que reacciona con ello.
Lo hice, me acerqué al charco y me concentré totalmente en llevar un par de gotas, siendo un tipo de fantasma, había logrado tomar un poco de agua, como un rocío; volví nuevamente con el chico y le lancé el pequeño líquido en la cara.
- Mmm... – Está abriendo los ojos. - ¿Mike? – Pensé que me había ignorado cuando le dije mi nombre. - ¿Noa? ¿¡Noa!? – Se levantó precipitadamente. - ¿¡Dónde está Noa!?
- Primero relájate y dime lo que pasó.
- Me dijiste que tomara a Noa y corriera. Te fuiste e hice lo que me dijiste, pero apenas corrí un par de metros unos tipos vistiendo túnicas rojas con símbolos extraños como diseño se pararon delante de mí bloqueando mi camino, luego sentí un fuerte golpe en mi cabeza y de ahí no recuerdo más.
- … Se llevaron a tu hermanita…
- ¿¡Qué!? ¡No! ¡Por favor no me jodas! ¡NO ME ESTÉS JODIENDO!
Noté que quería golpearme, aunque no lo hizo porque sabía que el resultado sería obvio, si me golpeaba solo me atravesaría y de todas formas no tenía una excusa para desquitarse conmigo, porque yo solo traté de ayudar.
- Noa…
Se tiró al suelo sin más y lloró desconsolado, él realmente quiere mucho a su pequeña hermana… Yo quiero…
- Kaden, creo que tengo una especulación del lugar en que se ubican esos tipos, pero tenemos que apurarnos.
- ¡Solo quiero que Noa esté a salvo!
Compartí con Kaden la poca información que tenía sobre esa secta, según lo que escuché de los policías que fueron a interrogar a mis padres, esa secta no solo comete este tipo de actos en Halloween, también hay registros de su actividad en días normales. La única diferencia de hoy con otros días es la pequeña brecha entre “Matar rápida e indoloramente” o “Torturar hasta la muerte”, ellos aman hacer lo segundo en la noche de brujas.
- ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se llevaron a Noa? – Preguntarme a mí es inútil, no tengo noción del tiempo.
- Claro, pregúntale al fantasma que no tiene reloj. – Me enojé por una idiotez…
- ¡Por Dios! ¡Coopera y aproxima!
- ¡Han debido pasar a lo menos unos 15 minutos, me tarde 10 minutos en despertarte y hemos pasado 5 minutos corriendo en dirección a la colina!
- ¿Cuánto duran los cánticos?
- Creo que unos 30 minutos, ellos los repiten varias veces.
Llegamos a la colina y le dije a Kaden que se quedara escondido, porque sería malo que lo atraparan a él también, así podría aprovechar al máximo mi forma actual para pasar inadvertido por la colina y buscar con sigilo a la secta, con la esperanza de que Noa estuviese con vida aún.
Fui al lugar donde me atacaron ese día, ellos estaban ahí y Noa colgaba de un árbol, su cuerpo estaba amarrado con unas cadenas y pude notar que le habían puesto un velo en la cara, su disfraz estaba intacto, así que deduje que la tuvieron que haber anestesiado con algo para que no forcejeara.
Si hubiese sido una cuerda, pude haber tenido la oportunidad de cortarla, pero estas son cadenas, no tengo el suficiente poder como para hacer algo, tendré que ir a buscar a Kaden.
Fui por el chico, quien aún esperaba en el lugar donde le había pedido que se quedase.
- ¿Dónde está Noa? ¿Está bien?
- Noa esta viva, creo que inconsciente, pero viva. Está suspendida en el aire con ayuda de una cadena. Tendremos que arreglárnosla nosotros solos, porque no hay tiempo para ir por los policías, ellos están por terminar sus cánticos.
- ¿Cómo está la situación?
- Son alrededor de 15 personas las que están ahí, tenemos que idear algo que pueda despistarlos el tiempo suficiente para que puedas desencadenar a Noa.
- ¿Y qué haremos?
- Nada me asegura de que funcione, pero intentaré que el fuego que usan en su ritual haga un incendio
- ¿¡Estás loco!? ¡Noa puede salir herida!
- ¡Mejor herida que muerta, idiota! ¿¡Quieras salvarla o no!? ¡No quiero que una niña tan pequeña termine como un tipo como yo! ¡Es solo por esto que estoy ayudando! ¡No sabes lo doloroso que es estar en este estado!
Es cierto, nadie sabe lo que estar así. Una soledad abrumadora, no importa cuanta gente te rodee… Ellos no saben que estas ahí. Ni si quiera se le puede comparar a la palabra “ignorar”, cuando alguien te ignora, sabe que estas ahí, pero yo… Nadie sabe que sigo existiendo y hay un punto en el que tengo miedo de que siga así por mucho más tiempo.
- Tu hermana estará bien, solo confía en la palabra de un puto fantasma. – No sé si se lo dije seriamente o solo quería tranquilizarlo con lo de “puto fantasma”, pero es mejor que seguir peleando y continuar gastando tiempo.
- Confiaré en la palabra de un puto fantasma, solo si él promete no dañar a mi hermana.
- No puedo prometerte nada, pero voy a hacer todo lo que esté a mi alcance.
- Entonces, ¿Qué tengo que hacer cuando hagas el incendio?
- En medio de la confusión te escabullirás hasta el árbol donde está tu hermana, la base de la cadena tiene un candado, si logras romperlo Noa caerá al suelo, pero el daño será mínimo debido al pastizal que esta a sus pies. ¿Podrás hacerlo?
- Cuenta con ello.
Será la primera vez que trato de utilizar mis “poderes” para expandir el fuego, así que hay una gran probabilidad de fallar, porque aunque haya podido levantar un poco de agua, fueron tan solo un par de gotas. En este caso tengo que hacer un incendio… ¿Qué será lo mejor en esta situación? Si trato de expandir el fuego con madera se tardará mucho y los de la secta se darán cuenta, por lo tanto, tengo que ir directamente a por el fuego y hacerlo crecer… Ojala funcione.
Me acerqué y me posicioné justamente arriba de la fogata, el humo no era ninguna molestia para mí, ya que soy inmaterial.
Para lograr que el fuego se expanda, debo concentrarme y precisar todo mi poder en las llamas, tengo que hacerla crecer, tengo que expandirla… Vamos, vamos… En solo unos minutos terminarán sus cánticos… Por favor, por favor… Extiéndete, extiéndete…
- “Satani, Satani. Ave, ave, Satani”.
¡Mierda! ¡Terminaron su oración! ¡Ahora van por Noa! Joder, y yo aún sin lograr nada… ¡Maldita sea! ¿¡Por qué no se agrandan las llamas!? ¡¡MALDICIÓN!! ¡ARDE!
- Hermanos, es momento de dar la ofrenda. Esta niña, será un buen sacrificio. Tuvimos la suerte de que fuera una niña, porque sus gritos de dolor resonarán por siempre en esta colina. La torturaremos hasta que sus cuerdas vocales ya no puedan continuar con sus alaridos. ¡Que comience la diversión!
¡¡DIVERSIÓN Y UNA MIERDA!! ¡¡EXPÁNDETE, FUEGO!!
El fuego por fin había reaccionado, por fin logré extender las llamas. No perdí tiempo y le hice la señal a Kaden, quien de antemano ya había encontrado una roca para romper el candado que le mencioné, mi labor es mantener el fuego alto para que Kaden tenga el tiempo suficiente para salvar a su hermanita.
No tardó mucho en romper el candado, este estaba algo oxidado, así que se rompió con tan solo dos golpes. La cadena se soltó y Noa se fue directo al suelo, el cual gracias a las hierbas altas frenaron un poco su caída, por lo que no resultó muy herida.
- ¡Kaden! ¡Escapa con Noa! ¡Yo los mantendré ocupados otro poco!
- ¿¡Estarás bien!? - ¿Dé que rayos le sirve preocuparse por un espíritu?
- ¡Solo corre! ¡Llama a la policía y has que atrapen de una vez a estos tipos!
- ¡Más te vale regresar! ¡Porque esto jamás te lo podría agradecer únicamente con una palabra!
Después de decir eso, corrió con todo lo que sus piernas le daban y con su hermana en brazos. En tanto yo, me quedé otro poco para continuar liderando las llamas, pero terminé por llegar a mi límite, así que el fuego se extinguió con rapidez; sin embargo les di tiempo suficiente a esos dos para que se fueran lejos… Ah… ¿Qué es esa luz?
- Bienvenido a las puertas del cielo. Mi nombre es Gabriel.
- … Espera… ¿¡ME MORÍ!? – Ok, ok, ok… Hay un tipo, con un traje blanco y unas alas, hablándome… Y si no estoy equivocado, Gabriel es un ángel de Dios.
- En realidad no estás del todo muerto. Mi jefe te trajo aquí solo para que eligieras.
- ¿Elegir? ¿Elegir qué?
- Verás, la acción de justicia que hiciste por esas personas te concedió un lugar en el cielo. ¿Quieres entrar ahora o quieres volver a la Tierra?
- Pe-pero… Hay gente que en el día a día está arriesgando su vida por otras personas ¿Por qué solo yo? ¿Por qué ahora?
- La diferencia es que tú no estás completamente vivo, pero tampoco estás totalmente muerto. A pesar de la gran desventaja que tenías por ser incorpóreo, lograste hábilmente controlar las cosas y salvar a esas personas. Parecido al trabajo que nosotros los ángeles tenemos. Por ello el Jefe te ha dado un lugar aquí en el Cielo. ¿Qué dices entonces?
Morir o continuar con mi vida… En un momento como este creo que muchas personas quisieran aprovechar su pedacito de Cielo y continuar viviendo durante toda la eternidad en este bello lugar, sin embargo, Kaden me obliga a regresa… Dijo que no basta solo con palabras para agradecerme.
- Gabriel… ¿Qué pasa si quiero volver a la Tierra?
- Tus memorias como “espíritu” serán totalmente borradas, olvidarás a Kaden y a Noa, al igual que ellos se olvidarán de ti por haber estado involucrados contigo.
- ¿¡Qué!? ¡Eso no es justo! ¿¡Entonces para que los salvé!? ¿¡Para qué regreso!?
- Ustedes los humanos tienen cosas llamadas “Sentimientos”, si eso es tan fuerte como para superar cualquier cosa, no te costará nada volver a encontrarte con ese otro humano.
- Pero mi memoria…
- Son las reglas del Jefe, no podemos discutir. Antes de que vuelvas a tu cuerpo. ¿Alguna última petición?
- … ¿Te importa si odio el Halloween? – Que mal momento para soltar una broma… Jajaja… Soy un idiota.
- ¿Qué culpa tiene ese día?
- Bueno, estuve al borde de la muerte, hablé con un ángel, conocí a un chico y a su hermana y les salvé la vida… Todo ha sido un maldito caos desde que quedé en coma un día de Halloween.
- Es decisión tuya odiar o no ese día de festividad. – Él hizo una reverencia. – Vuelve a tu cuerpo… Mike.
…
…
…
- ¡Doctor! ¡El paciente Mike Ribbon ha recuperado el conocimiento!
Lo primero que vi al despertar fue el techo, lo primero que escuché fue la voz de una enfermera gritando sobre mi estado actual, lo primero que recordé fue… Que había estado a punto de morir por culpa de una maldita secta satánica.
- Joven ¿Recuerda quién es? – Preguntarme eso luego de haber gritado mi nombre… ¿A esta enfermera para qué la contrataron?
- Mi nombre es Mike Ribbon, tengo 19 años.
- Tiene 24 años, ha estado cinco años en coma.
- Ya… ¿Cuándo me dan de alta? – Parece que hubiese despertado desagradable.
- ¡Joven Ribbon! ¡Acaba de despertar! ¡Hay que hacerle un chequeo y unos exámenes! – Ah… La hice enojar.
- Bien, bien. Lo siento.
Estuve una semana más en observación y después, por fin luego de mucha insistencia de mi parte, me dieron el alta.
Salir nuevamente al mundo exterior, reintegrarme en la sociedad y todo eso, fue más fácil de lo que me imaginé, porque apenas me dieron el alta unos amigos me invitaron a una fiesta, pero esta vez en una discoteca y no en una colina.
Así que prácticamente volví a mi vida normal, retomé mis estudios universitarios… Aunque me atrasé demasiado durante estos cinco años, sin embargo, le debo mucho a mis altos conocimientos que me permitieron ponerme al día en un lapsus de tiempo corto.
Podría decir que ha pasado un año desde que desperté, sí, es Halloween… Otra vez… Y me disgusta mucho, porque quiero recordar, pero algo me lo impide.
- ¡Kaden! ¡Apúrate! ¡El año pasado no conseguimos los dulces de la señora Prudence! – Siento que esa voz, la conozco… Nah, tiene que ser mi imaginación.
- Vale, vale. Pero de todos modos mamá te confiscará los dulces para que no te los acabes todos de una, Noa.
¿Kaden? ¿Noa? Siento que conozco a gente con esos nombres, como si hubiese pasado tiempo con ellos…
- ¡Hey, tú, imbécil! – Levanté mi mano y grité espontáneamente.
- ¿¡A quién crees que llamas “imbécil”!? ¡Idiota! – Pff… ¡Jajajaja! ¡Me respondió!
- ¿Lo conoces, hermanito? – Esa niña es su hermana… Y está vestida con un traje de vampiresa.
- Que yo sepa no. – Él también está disfrazado, pero parece estar grandecito para ello, supongo que su hermana lo obliga.
Me acerqué a ellos con un exceso de confianza increíble, eso es extraño en mí, porque no los conozco.
- ¿Saben dónde queda la casa de la señora Prudence? Escuché de unos amigos que hace unos dulces caseros deliciosos y que no tiene problemas en darle a cualquiera.
- ¡Tienes mucha suerte, muchacho! – Ella parece bastante alegre. - ¡Mi hermano y yo justo vamos para allá!
- Si quieres puedes seguirnos. - El chico parecía corriente... Típico
- Pues gracias.
- Por cierto, mi nombre es Kaden. Ella es mi hermanita menor, Noa.
- Yo soy Mike, mucho gusto. – Este tío… Me cayó bien
Fin.
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