-Ahora ¿qué ocurrió?- preguntó Kris suspirando, notando como Taemin se tallaba los ojos, luego volteaba por encima de su hombro para mirarlo.
-Nada nuevo.- susurró sorbiendo su nariz. –¿Qué haces aquí?- preguntó palmeando el resto de la banca que ahora estaba vacía. –Ya es tarde para que estés fuera de casa.- susurró acomodándose el cabello para verse menos mal.
-Te llamé varias veces pero no me contestaste, también fui a tu casa pero tu mamá me dijo que saliste así que decidí buscarte.- contestó Yifan sentándose a su lado. –Además supe que “lo ibas a hacer”.- hizo las comillas para que Taemin las interpretara como quería, y por el bufido que emitió, supo que había ido acertado.
-No quiero hablar de eso.- susurró recargándose sobre el hombro de Yifan, acomodando mejor su mejilla sobre la bufanda que portaba su amigo. –¿Estabas haciendo algo importante?-
-No.- respondió riéndose tenuemente. –Estaba por dormirme y te quería desear una linda noche y un sueño reparador, pero como no me contestabas me preocupé. Y bueno, ahora sabes el resto de la historia.-
-Él me dijo que yo no era lo “indicado” para salir con él.- susurró Taemin mirando algún punto perdido en el pasto del parque. –Que necesitaba hacer “unos cambios” y luego “tal vez” “lo pensaría”.-
-Yo no creo que tengas que cambiar “algo” en ti, así eres perfecto.- susurró Yifan recostando su mejilla contra la cabellera de Taemin. –Considero que cualquier persona que te pida algo así, no tiene por qué estar a tu lado.-
Pero Taemin sólo sonrió divertido.
-Ese es un punto de vista.- contestó. –Si me cambio el color en el cabello y me inscribo al gym, tal vez…-
Tal vez.
-¿Te cambiarás el nombre también?- preguntó Yifan riéndose, provocando que Taemin se levantara de su hombro para mirarlo a mal. –No lo sé.- susurró notando el vapor que salía de sus labios. –Cada que te rompen el corazón siento la necesidad de abrazarte fuerte y decirte “creo que ellos valen muy poco y tú mucho más” pero sé que sólo dirás “es un punto de vista”.- sonrió cansado, dejó de mirar hacia el pasto para ver los ojos de Taemin, que pese a la oscuridad los notó perfectamente dilatados.
-YiFan.- susurró Taemin sonriendo, tiñendo sus mejillas de rosita. –Ya deberíamos de regresar.-
-Exacto.- suspiró, esperó a que Taemin se levantara de la banca para enseguida hacerlo él. –Te llevaré y luego iré a la mía.-
-Yo creo que mi error fue hacerlo de manera precipitada.- dijo Taemin sonriendo, metiendo sus manos a las bolsas de su pantalón porque estaba sintiendo frio.
-Tómalo con calma, entonces.-
-Será eso.- afirmó Taemin finalizando la conversación, caminando pero sin decir nada más, sólo oían la respiración contraria y sus propios pasos.
Hasta que Yifan se detuvo a dos metros de la puerta de Taemin.
-Gracias por ir a buscarme.- susurró abriendo la puerta con su llave.
-Descuida.- susurró sonriendo. –Duerme bien y abrígate.-
-Espera.- dijo dejando su puerta entreabierta. –Cuenta hasta tres.- le pidió.
-Uno.-
Taemin sonrió.
-Dos.-
Le indicó que cerrara los ojos.
-Tres.-
Arqueros, apunten al blanco perfecto.
¡Y lancen!
Entonces Yifan ladeó su rostro antes de que Taemin consiguiera besarlo.
-No me gusta ser tu despecho.- susurró mirándolo.
Taemin sonrió ansioso, molesto y nostálgico.
-Si ellos no me hacen sentir bien, debería de amar a quien me ama.- contestó tenue, mirándolo por dos segundos luego sonrió más relajado. –Estoy en la tormenta perfecta, sé que puedes encenderme.-
Algunos sólo lo hacen por diversión.
Hay una serpiente en tu cama.
Haz lo que quieras.
Taemin tenía la respiración entrecortada, su pecho se agitaba mientras bajaba sus piernas de los hombros de Yifan, quien sólo se detenía con sus nudillos sobre la cama del menor.
Sí, así es cómo me gusta.
-Aún sigo pensado que lo otros valen muy poco y tú mucho más.- susurró Yifan recostándose a un lado de Taemin.
Arroja tus flechas.
Conquista su corazón.
Pero Taemin sólo sonrió de nuevo.
-Gracias.- susurró girados para mirar a Yifan, que seguía bocarriba.
Ama a quién te ama.
-Yo también te quiero.- le sonrió.
-Siempre seré tu amigo.- de despecho.