En este mundo hay cosas inexplicables.
Que solo podemos encontrar en libros.
Algo fantasioso e irreal.
Pero qué pasaría si… fueran ciertas.
Fuera real.
En este mundo hay cosas que no necesariamente tenemos que ver ni saber.
Pov Normal
-ERES IMPOSIBLE, TAKANO-SAN –grito enfurecido el castaño, saliendo del departamento del pelinegro con una maleta
-Onodera, no exageres –contesto, mientras iba tras de él, también con una maleta
-¿Que no exagere? –repitió con una venita en la sien
-Si –le dijo –Además no hice algo que no querías
-¿Cuan-do dije que quería? –le pregunto nervioso
-Hace un par de horas –entrando en el ascensor
-¿Eh? –sonrojado
El castaño lo siguió. Y las puertas del ascensor se cerraron.
-Por primera vez, me pedias que te lo hiciera –acercándose a Ritsu –Te veías tan adorable
-N-o digas ton-terías –bajo la mirada y dio unos pasos hacia atrás
-No son tonterías –arrinconándolo en la pared
-Es…. –empujándolo
El azabache agarro la mano que lo empujaba y lo llevo hacia su mejilla.
-Tak-ano… -susurraba entre cortado
El más alto continúo… llevo la mano de Onodera hacia sus labios. Lo lamio.
-Hugh… -gimió el de ojos-esmeralda
El pelinegro lo escucho y eso le animo a proseguir. Siguió el recorrido hacia su cuello. Trazando la línea de su clavícula. El castaño aguantaba sus ganas de volver a gemir. Su orgullo no le permitía.
-Onodera –le susurro en el oído
Ritsu cerró los ojos.
Esa reaccion provoco una ligera sonrisa en el editor en jefe.
Las puertas del ascensor se abrieron.
-Onodera –lo llamo
No contesto.
-Onodera, que esperas? –saliendo
-¿Huh? –abriendo los ojos
Al abrir vio a una mujer mayor que lo esperaba para entrar. Estaba tan avergonzado que salió corriendo tras su jefe.
-Porque no dijistes que ya habíamos llegado -hablo eufórico
-No tendría porque hacer eso –se rio
Mientras iba a la parte trasera de su auto.
El castaño le iba a contestar cuando Takano se le adelanto.
-¿Y tu maleta? –le pregunto
-¿Ah?... –miro sus manos –Me lo olvide en el ascensor
Salió corriendo en busca de su maleta.
-Siempre igual –sonrió
En eso, saco su celular y marco a unos de sus contactos.
-¿Llegaron? -pregunto
-Ya estamos yendo –dijo
-Bien. Te veo en un rato –corto
A lo lejos venia Ritsu medio cojeando. Cosa que alegraba al azabache.
-¿De que te ríes? –hablo molesto
-De nada –quitándole el bolso
Una vez todo preparado.
Subieron al auto y se fueron.
En la estación de trenes:
-Yukina, rápido –decía
-Tranquilo Kisa-san –yendo tras de el
-Apresúrate, sino perderemos el tren –llevando una gran valija
-Mira, todavía no llego –tomándole de la mano
-Lo sé pero… -el rubio le interrumpió
-Hace mucho que no estamos juntos –termino lo que el azabache iba a decir
-Si –lo abrazo – Y cómo surgió esta fiesta… me alegre
El más joven beso su nuca y fueron a esperar hasta que llegara.
Luego de unos minutos el tren apareció.
Subieron y al pasar por el estrecho pasillo en busca de un lugar para sentarse, se encontraron con Yoshino y Hattori sentados.
Estaban sentados en la última fila del vagón.
-Kisa –grito el castaño
-Hola, Yoshino –sonrió
-Vengan, siéntense –dándole paso para que guarden sus cosas en la parte superior del vagón
-Gracias –sentándose junto con Yukina
–Ah… el es Yukina Kou –sonrojado
Algo que el castaño no noto.
-Hola. Soy Yoshino Chiaki –hizo una reverencia -Perdón pero… ¿Cuántos años tienes? –pregunto
-21 –sonrió
-Eres muy joven -decía
-¿Y usted?
-28 –bajando la mirada
-¿Qué? –sorprendido –Usted se ve como Kisa-san
-Yo no me veo como un niño – haciendo puchero -Verdad, Tori?
-Ey… yo no tengo la culpa, esto es genética –enojado
Por varios minutos solo se escuchaban risas. Pero solo del castaño mayor y del rubio. Los otros dos se limitaban a refunfuñar.
-Se me olvidaba, el es Hattori Yoshiyuki –señalándolo
Ambos se miraron.
-Es un placer –extendió la mano
-Lo mismo digo –correspondiéndole
Mientras los otros seguían discutiendo, estos mantenían sus miradas fijas el uno sobre el otro, sonriendo.
-¿Pensé que no ibas a venir Hattori? –pregunto el pelinegro
-¿Porque no iba a venir? –respondió con otra pregunta
-Siempre estas tan serio… -lo interrumpió
-Eso no significa que no pueda disfrutar de una noche de fiesta -agrego
El rubio sonrio.
-Debiste ver cuando me lo dijo -pronuncio divertido Chiaki
-Eh.. –apenas pudo decir eso Kisa
-Veras… -decía
Flash Back
-Chiaki –gritó el castaño
Entrando de golpe hacia el departamento de Yoshino.
-¿Q-ue pas-a? –pregunto asustado
Mientras se levantaba del sillón, donde hace unos momentos estaba durmiendo.
-Prepara tu maleta –dejando su valija y su abrigo a un lado –Nos vamos de viaje
-¿Eh? –estaba confundido
-Nos iremos durante 4 días –remendándose las mangas para empezar a cocinar
El castaño iba a preguntarle si se encontraba bien o si era una broma. Pero al ver su maleta a un lado comprobó que era cierto.
-¿Y el trabajo? –pregunto sin pensarlo
Se tapo la boca cuando…
-Queda pendiente a nuestra llegada –siguió cocinando
Eso fue lo que dio paso que Chiaki fuera alistar todas sus cosas.
Al terminar de preparar todo, recién pensó que la actitud de pareja era extraña pero no le dio mucha importancia con tal de no trabajar un par de días.
-Tori –saliendo de la habitación
-¿Terminaste? –le pregunto
El asintió.
-Siéntate –terminando de poner la mesa
-Tori –dando un bocado –¿A donde vamos? -Sentándose
–A una fiesta –comiendo rápido
-¿Fiesta? ¿De quien? ¿Y porque comes tan rápido? –seguía comiendo
-Porque el tren sale en una hora –agrego
-¿QUE? –Grito –¿Nos vamos ahora?
Asintió –Asique apresúrate –terminando de comer
Fin Flash Back
Risas.
Nuevamente se escuchaban risas, menos de uno.
-¿No creen que ya es suficiente? –pregunto irónico
-Lo siento, Hattori –intentaba disculparse, Kisa
-¿Y tu deja de reírte? –le miro molesto
Yukina era el único que reía escandalosamente.
-Perdón, perdón… -limpiándose las lagrimas
En la ruta:
-Taka…hip…no…san –hablaba entre cortado el castaño
-Onodera, dame eso –quitándole la botella
-Malo…hip –cruzándose de brazos
-Lo hago por tu bien –le decía, mientras miraba sus piernas
-¿Por mi…hip…bien? –devolviéndole la pregunta
-Si, por tu bien –volviendo la vista hacia el camino
-NO –grito –Es..hip… tu cul…pa –reprochaba el menor
-¿Mi culpa?
-Shi… -le dijo –Tu… -señalándolo -…Tu me…hip…diste eso
-¿YO? –sin dejar de mirar hacia adelante
-Shii… -haciendo puchero
-Onodera, recuerda como paso esto –mirándolo a los ojos
-¿Recordar…? –rascándose la cabeza
-Mira…
Flash Back
-Takano-san, paremos en una estación de servicio –le dijo
-¿Para qué? –pregunto
-Quiero comprar algo para tomar –contesto
-Si quieres tomar algo en el bolso de atrás, hay unas bebidas –siguió conduciendo
Ritsu abrió el bolso y saco unas de las botellas de adelante.
-Onodera, mira que las de más adelante tienen alcohol –aviso
Pero fue tarde.
El ya había tomado un sorbo.
Fin Flash Back
-Men…hip…tira –grito
-No es mentira. Fue tu culpa por no haberme escuchado –le dijo
-Eh… pero…hip fue tu cul…pa –le señalo nuevamente –Me dijis…hip…te tarde
-Pero te lo dije –se excuso
Fueron minutos, varios minutos en donde ninguno de los dos hablo. Tan solo se escuchaba el motor del auto.
-Ta…hip…no-san –susurro
-Dime –contesto
-Taka…hip…no-san… -tocándole la pierna
-Ono-dera –hablo, mientras sentía la mano del castaño subir hasta su entre pierna
-Te gushta? –reía
-Ono… estoy conduciendo –decía
Para Takano, conducir era una tarea imposible. Si por el fuese, detendría el auto y lo tomaría ahí mismo. Pero no, no podía darse el gusto.
Al de ojos- esmeralda no le gusto que no respondiera a su pregunta.
El sabía bien que le gustaba, era un pervertido.
-Antes…hip…estabas miran…hip…dome las piernas –sin rendirse
-Lo sabías? –hablo de forma seductora
-Claro… -acercándose a él –No pue…hip…des de…hip…jar de mirar…hip…me tan pervertidamente –lamiendo su oreja
-Ritsu… –hablo entre cortado
Al castaño le gusto la reaccion del mayor asique decidió hacer algo más divertido.
Se quito el cinturón de seguridad y se sentó encima del azabache, ambas piernas al costado de él. Dándole la espalda hacia el camino.
-Ritsu… estoy conduciendo –intentando seguir el camino
-No –le decía
Onodera lamia su oreja dejando rastros de saliva hasta el cuello.
-Ngh…rit… –gemia el pelinegro
-¿Te gushta? –pregunto otra vez, esperando por fin que estaba vez respondiera
-Si… -decía
Luego de escuchar eso, el de ojos- esmeralda empezó a desabrochar la camisa del mayor.
El azabache daba leves gemidos. Onodera no aguanto más y le beso.
Fue un beso de unos segundos pero suficiente para escuchar un golpazo en el auto. Provocando una frenada repentina y forzada.
-¿Te encuentras bien, Ritsu? –pregunto
Tocándole la mejilla.
-Si –respondió –¿Pero, que paso? –asustado
El susto le ayudo a estar sobrio.
-No lo sé… -mirando por el retrovisor
-Ritsu –le llamo
-Que… -volviendo al asiento del copiloto
-Espérame, aquí –le miro serio
-¿Eh?... –confundido –Que suce… -miro por unos de los espejos y vio un bulto grande que parecia ser un cuerpo en medio de la carretera
-Ta-kano-san… -nervioso
-Tranquilo –tomándole de la cara para obligarlo a ver a los ojos –No pasa nada
-Como que no… -no pudo terminar
Onodera empezó a sollozar.
-Déjame ir a verlo –salio del auto
El castaño vio como el pelinegro se alejaba.
Aquel cuerpo estaba a varios metros. No se podía ver con claridad porque era de noche.
Si no fueran por las luces delanteras del auto estarían a oscuras. Y no solo eso, había un poco de neblina.
Transcurrieron unos cinco minutos y Takano no volvía.
Onodera estaba desesperado, cuando iba a salir del auto. El pelinegro apareció.
-Ritsu –le hablo
El de ojos-esmeralda se asusto.
Porque el venia cubierto de un poco de sangre en la camisa y sus manos.
-Takano-san…- susurro apenas eludible para el pelinegro
Continuara...