Había pasado un año desde la caída del muro, se respiraba paz,libertad, en lo que un día fue No.6, nadie hubiera imaginado nunca las atrocidades que se llevaron acabo tras la caída del muro. Aunque el ladrillo cayó seguí existiendo una gran barrera en las mentes de muchos. La gente quedó dividida en tres, los que no querían saber nada de los que vivieron dentro del muro, se autodenominaron ´West Block´, no queriendose deshacer de quienes fueron; los que no querían saber nada de los que vivían fuera del muro, se autodenominaron´ Humans´; por último estaban aquellos que querían vivir en paz y armonía unos con otros sin importar su pasado, se autodenominaron ¨New City¨.
Se llevaron a acabo masacres, aunque ambos bandos radicales de dedicaban a matarse entre ellos también atacaban a los habitantes de New City con el fin de errradicar lo que cada uno considerba escoria.
Tras más de medio año firmaron un acuerdo en el que lo que un día fue No.6 y el Bloque Oeste quedaban dividido en tres, con el fin de acabar con aquel horror. Aunque siguieron ocurriendo enfrentamientos poco a poco desaparecieron.
-------
Había caído la noche, un joven encapuchado se deslizaba con agilidad pasmosa por los callejones de la ciudad seguido por unos cinco hombres, había decidido que era mejor huir que enfrentarse ya que estaba demasiado cansado para ello. De repente escuchó disparos, sintió como la adrenalina se apderaba de él, hacía mucho que no estaba en estaba situación, para su asombro la estaba disfrutando; llegó a un descampado frenando en seco, no había salida, solo un muro demasiado alto para escalar antes de que llegaran.
-Mierda...-Musitó. Con un par de disparos al muro sus perseguidores le dieron a entender que estaba acabado.
-No tienes escapatoria, así que...ahora tienes dos opciones-Uno de ellos dio unos pasos hacia el joven a la par que hablaba- o nos dices quien eres y qué haces aquí o te matamos- Se rascó la sien con la pistola- No es muy difícil, yo sabía qué elegir.-El joven río de una forma descarada.
-Quien soy y qué hago aquí no os importa,¿no crees?- Se quitó la capucha, unos ojos grisaceos brillaron amenazantes bajo la luz de la luna- Ahora dejadme ir.
-Tiene el mismo rostro que una chica.-Miró a sus compañeros.-No nos vendría mal algo de compañía esta noche...-El joven tragó saliva observando como se acercaba uno de ellos mientras otro le apuntaba con una pistola. Aunque no quería luchar se veía que no le quedaba más remedio, tiró su capucha a su atacante al cual rápidamente le asestó un par de patadas qu lo dejaron rendido en el suelo, se preparó para atacar al resto cuando...Bang, el sonido de un disparo lo dejó en shock, se llevó la mano a su hombro izquierdo cayendo de rodillas.
-Bueno, ya ele...-No terminó la frase cuando cayó al suelo retorciendose de dolor, alguien le había disparado en el muslo. Sus compañeros retrocedieron.
-Ya sabéis lo que va a ocurrir ahora,¿no?- Un joven no muy alto se abrió paso en la oscuridad seguido de otros dos, uno aprentemente mayor y otro que no paraba de temblar.-Es la ley.-Sonrió. El joven ojigris se quedó de piedra al escuchar aquella voz, no, no podía ser cierto, era la misma voz pero él nunca hubiera hecho eso...o sí, la última vez que se vieron quedó claro que era capaz, pero nunca lo haría salvo que fuera extremadamente necesario.-Vosotros tres podéis iros, en cuanto a vosotros dos...-Hizo una seña al más joven de sus acompañantes.-Hoy te vas a estrenar, algún día tenía que pasar hijo, la vida no es un cuento de hadas.
El joven desenfundó su arma tembloroso y apuntó alque seguía con la capucha encima, si no lo veía le resultaría más fácil. Mientras el joven peliblanco se acercó al ojigris.
-Shion...-Logró decir este, estaba cambiado, su pelo estaba mucho más largo, recogido en una trenza, incluso en la oscuridad se veían algunas cicatríces que no eran para nada de aquella abjea; pero aquello no era lo que le hacía diferente, su mirada era fría, cansada, su voz sonaba demasiado madura y por supuesto sus actos dejaban claro que había cambiado.
-Cuanto tiempo...Nezumi.-Le ayudó a levantarse cuando se percató de que aquel aprendíz aún no había cumplido su tarea, tal como se dio cuenta desenfundó su arma y con un par de disparos acabó con ambos.-Tienes mucho que aprender.-Dijo con resignación. Nezumi sintió como le ardía la garganta,no estó no podía estar pasando,aquel no era Shion, no el que él recordaba.
-Has cambiado...-Dijo con un hílo de voz- no eras así.-Shion lo miró con pena.
-Fue necesario.-Sin decir una palabra más fueron a una furgoneta negra con la intención de volver a casa, una vez en ella el ojigris perdió el conocimiento.