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BAD DREAM por Sakurako

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Notas del fanfic:

Bueno, un día, mientras platicaba con alguien sobre el posible regalo de cumpliaños que le gustaría a Kaz, ese alguien dijo: "a puesto a que le gustaría tener a Hyde" ahí nació la idea de este fic. 

Luego, hace unos días tuve un suño extraño, algo parecido a lo que relaté en este fic. Entonces decidí escibirlo. 

Sé que no es justo que lo publique porque aún tengo un fic pendiente por terminar, pero... no pude evitarlo. 

Espero que les guste y lo disfruten de verdad. 

Notas del capitulo:

No estoy segura de que sea una continuacón o un extra de STAY OVER aún así lo escribí tomando en cuenta esa historia. 

Disfrútenlo. 

BAD DREAM

 

 

-¿Qué haces?, son las tres de la mañana, Kaz…

Iwaike se encontraba sentado en el sofá de la sala, a oscuras. Una extraña sensación de opresión lo había despertado de repente.

Una pesadilla, aunque no lograba recordarla del todo…

Así que con mucho cuidado salió de la cama para no despertar a Hyde, que se encontraba a su lado, dormido. Obviamente sin éxito.

-Perdón, ¿te desperté?

Kaz no pudo evitar sonreír al verlo acercarse, Hyde iba medio desnudo, con el cabello revuelto y se tallaba los ojos en un gesto sumamente infantil. Una extraña calidez le invadió el corazón al sentirlo cerca. Un cierto alivio…

-¿Qué es eso que estabas tocando?- le preguntó señalando la guitarra acústica que aún descansaba en sus piernas.

-¿Te gusta?- Kaz alejó la guitarra, Hyde se había sentado a su lado, apegándose a su cuerpo cálido y había recargado la cabeza en su regazo. –La melodía es tuya, aunque aún no la termino…

-Es hermosa… ¿Tiene letra?

-No, esperaba que tú se la pusieras.- Le sonrió tiernamente. De esas sonrisas típicas del guitarrista, de las que Hyde jamás se cansaba de ver.

-Oye, ¿seguro que estás bien?- ahora Hyde se incorporó lo miró con cierta sospecha, le tocó la frente intentando sentir algún rastro de fiebre, pero nada.

-Estás helado…- le regañó cariñosamente al sentir la mano helada. El guitarrista levantó su propia mano y comenzó a acariciarle el pecho. –Volvamos a la cama, no quiero que te resfríes por mi culpa.

Hyde sonrió y se levantó del sofá, atrayendo al guitarrista consigo.

Ambos caminaron de regreso hacía la recámara. Se recostaron cada uno en su lugar. Hyde apoyo el rostro en el pecho de Kaz y este aprovechó la cercanía para acariciarle la espalda. Le gustaba mucho repasar el contorno del tatuaje con sus dedos.

Ambos en silencio. Ambos disfrutando del momento…

 

*******

 

La luz se coló lento dentro de la habitación.

Kaz, que había despertado hacía horas; había recordado el sueño. Ahora, observaba fijamente el rostro sereno de Hyde, dormido, descansando sobre su brazo. La luz que comenzaba a colarse le iluminaba ligeramente las facciones.

Sonrió. Se veía hermoso.  

Sin poder evitarlo, comenzó a seguir el camino que los haces de luz marcaban, con la punta de sus dedos. Se detuvo en seco, Hyde se retorció ligeramente al sentirlo y Kaz no pudo reprimir otra risilla.

Reanudó el camino. Las caricias siguieron hasta su espalda, pasando por los omóplatos, hasta llegar a la zona baja… sus dedos debatiéndose entre seguir o detenerse.

-Si continuas, tendrás que hacerte cargo de las consecuencias…

Hyde se había despertado, aunque seguía con los ojos cerrados.

Su voz se escuchó pastosa, un poco ronca, pero con el inconfundible tinte de cariño.

-Lo siento, no quise despertarte.

-Buenos días a ti también…

-Buenos días, Haido…- Kaz se acercó lo suficiente para susurrarle los buenos días al oído.

-¿Qué horas es?- la pregunta pareció más un gruñido.

-Las seis de la mañana.- le respondió un poco divertido. Hyde chasqueó los dientes.

-Es muy temprano…

El guitarrista regresó a su posición inicial, Hyde se negaba a abrir los ojos, Kaz continuó con su contemplación. Esa extraña sensación que le había despertado durante la madrugada, seguía ahí.

-Oye, ¿seguro que estás bien?

Hyde había sentido la intensa mirada, abrió los ojos y se topó con un rostro melancólico, tal vez un poco preocupado de su pareja, con la mirada perdida en algún punto en sus manos.

-¿Qué…?- la voz de Hyde lo trajo al presente.

Hyde se incorporó, se sentó en su lugar y miró preocupado a su pareja.

-Desde anoche te noto, no sé, extraño. ¿Seguro que estás bien?

-Sí, no te preocupes.

El vocalista se le quedó mirando, esperando por la respuesta real. Kaz bajó la mirada intentando esquivar la de Hyde. Pero el silencio también se volvió incómodo.

-Es que, anoche tuve un mal sueño...- confesó apenado. No era un niño, sentía ridículo que algo como eso le afectara tanto.

-Cuéntamelo.

-No importa.- aseguró.

-Yo una vez tuve un sueño que se volvió realidad, ¿sabes? Y si tú no quieres que tu sueño suceda, tienes que contármelo…

Kaz sonrió por lo infantil del argumento de su amante. Aun así, la posibilidad le había asustado un poco.

-Bueno…- comenzó -en mi sueño, apareces tú. Estamos juntos, tú en la cama, en la de mi antiguo departamento…

-Ah…- repentinamente Hyde sonrió con picardía. -¿fue un sueño pervertido?

Kaz rió un poco sonrojado.

-No. En mi sueño estás dormido, yo me acerco a ti, te llamo, pero tú no me escuchas, te muevo un poco, pero tú no despiertas.

Hyde lo escuchaba atento, la voz de Kaz estaba impregnada de angustia. Se acercó un poco al cuerpo del guitarrista y recargó la cabeza en el hombro de éste. Kaz sonrió al notar el gesto y luego continuó con el relato.

-Entonces, se acerca una sombra, se sienta justo a tú lado y se acerca lentamente hasta ti…- en ese momento hizo otra pausa, se giró lentamente y le acarició la mejilla a Hyde. Este simplemente, le sonrió en respuesta. –Él te besó la mejilla y entonces tú despiertas, me miras fijamente y cuando me acerco a ti, tú te alejas. Y cuando intento abrazarte tú te desvaneces…  me sentí tan solo… tan perdido… tan desesperado…

Hyde se alejó un poco y lo miró fijamente a los ojos, con decisión, con cariño, con amor.

-No tienes de qué preocuparte, no iré a ningún lado.- se acercó para besarlo. El primer beso de la mañana, ya se había tardado.

-No es eso lo que me turbó. Cuando desperté y te vi a mi lado, sentí un gran alivio, pero entonces recordé tus ojos en el sueño, tú no me reconociste, era como si no supieras quién era yo. Ya sé que es una tontería pero…

-No es ninguna tontería. Lo comprendo a la perfección.- Hyde se quedó repentinamente serio.

-¿De verdad?

-Sí, Yo tampoco puedo imaginarme una vida sin ti. No puedo imaginar qué sería de mí si no te tuviera ahora. O si no te hubiera conocido… Pero creo que no vale la pena pensar en eso, Por qué tu no vas a alejarte de mí, ¿cierto?

-Jamás…

-Entonces de nada sirve preocuparse, y menos por esas cosas…- Hyde volvió a recostarse mientras decía esto, atrayendo consigo al guitarrista. Kaz quedó tendido sobre el cuerpo de Hyde. El vocalista le rodeo el cuello con sus brazos y lo besó a sus anchas. –Además, te quiero demasiado como para dejarte ir…- continuó cuando el beso terminó. –estás atrapado entre mis brazos, Iwaike…

Kaz le acarició la mejilla, le peinó el cabello con los dedos y justo cuando lo acomodaba detrás de sus orejas, lo besó de nuevo.

Hyde deshizo el abrazo y empujó ligeramente a Kaz para poder liberarse de él. Kaz se extrañó mucho de su comportamiento pero no alegó nada.

-Tengo hambre…- se quejó el vocalista volviendo a su posición inicial: boca abajo, volviendo a cerrar los ojos. El guitarrista sonrió y se sentó en la vera de la cama, buscando sus sandalias.

Tomó su celular que descansaba en la cómoda y lo encendió.

-Iré a preparar el desayuno.- anunció.

 

Notó un mensaje, Kaz leyó el mensaje en silencio, con cierto desgano. Escribió una respuesta y volvió a dejarlo en la mesa. Regresó su atención al desayuno.

Estaba distraído, ocupado; buscando entre la alacena y los gabinetes el tarro donde guardaban el té. Así que realmente se sorprendió cuando sintió unos brazos rodearle la cintura y una dulce voz cantarle al oído.  

-¡Happy birthday to you… Happy birthday to you… Happy birthday dear Kazu…Happy birthday to you…….!-

Al  terminar la canción, Hyde dejó un beso en el hombro del guitarrista.  

-Haido….- le sonrió agradecido.

-Creíste que lo había olvidado, ¿no es cierto?

Kaz se había dado vuelta en el abrazo y ahora se miraban de frente. Sonrió más ampliamente al notar que el vocalista seguía prácticamente desnudo, apenas llevaba los bóxer y una camisa desabotonada.

-La verdad, fui yo quien lo olvidó.- confesó apenado. Notando con gracia lo grande que la prenda le quedaba a su pareja.

-Me di cuenta desde anoche….- murmuró.

-Será mejor que te sientes, el desayuno está casi listo- ahora fue Kaz quien le susurró al oído. Le besó la mejilla y continuó hasta sus labios.

-Dije que tenía hambre, mas no especifiqué de qué…- le guiñó el ojo.

Hyde jaló al guitarrista hasta quedar apoyado en la barra. Con la ayuda de Kaz, logró sentarse en esta.

El guitarrista lo aferró por la cintura con una mano y con la otra comenzó a acariciarle el pecho, subiendo hasta llegar a su mejilla, entonces lo atrajo lentamente para besarlo intensamente.

Hyde había enrollado las piernas en la cintura del guitarrista. Lo aprisionaba, lo aferraba fuertemente.

-No deberíamos hacerlo…- le dijo con la voz agitada.

-¿Por qué?… hoy puedes hacer lo que quieras conmigo. Este será tu primer regalo…

Kaz no pudo evitar sonreír resignado. Se acercó de nuevo, Hyde se acercó para recibir el beso en los labios pero el guitarrista se desvió, había comenzado a besarle el pecho.

El vocalista comenzó a gemir suavemente, mientras le acariciaba el cabello. Kaz le sacó por completo la camisa y Hyde le sacó la playera del pijama e intentó quitarle el pantalón con los pies pero el guitarrista se lo impidió.

-No podemos…- casi gruñó, molesto consigo mismo. Reunió toda la fuerza de voluntad que poseía y se separó del vocalista. –Nos están esperando en el estudio. Recibí un mensaje de J. Además de felicitarme, me avisó que en media hora nos espera junto con los ejecutivos.

Hyde hizo un gesto de disgusto, rodó los ojos y chasqueó los dientes, claramente molesto. Susurró un “como quieras…”. Acto seguido, se bajó de la barra y se dirigió al baño. En el camino tomó una tostada de la mesa. La mordió con cierta ira.

   

 

*******

 

-Buen trabajo, chicos. Es todo por hoy.

Anunció el manager luego de horas de un exhaustivo ensayo. Se volvió hacía los ejecutivos y estos, con una reverencia, se despidieron. J y los ejecutivos, por fin se marcharon.

-…Ahgrh…- gruño el vocalista, estirándose, destensando todos los músculos. –Ya era hora. Estoy muy cansado…- caminó hacía uno de los sofás en la otra sala.

Alguien del staff se acercó a Hyde y le susurró algo al oído. Hyde se volvió serio hacia el guitarrista y avisó que “alguien” lo esperaba en la sala de recreación.

Kaz lo miró extrañado y con un gesto de desconcierto se dirigió hacia allá.

-¡Rápido chicos…!- les ordenó a sus compañeros, completamente excitado. Todos los demás le siguieron. Riendo divertidos por las ocurrencias de su vocalista.

Cuando Kaz entró a la sala de recreación, la encontró vacía y con la luces apagadas. Aun así se adentró hasta el fondo, buscando a quien se suponía lo buscaba, pero era imposible, no había nadie. En ese momento, sus compañeros entraron entonando el “Feliz cumpleaños” en un incomprensible inglés, liderados por Hyde y con un gran pastel en forma de guitarra en las manos.

Una gran y sincera sonrisa se dibujó en el rostro de Kaz, la misma que se amplió al ver el rostro feliz de Hyde, que lo miraba encantado. Una mirada llena de cariño.

Cuando dejaron el pastel sobre la mesa, Kaz se acercó con la intención de apagar las velas, pero Hyde lo detuvo.

-Tienes que pedir un deseo, Kaz-kun…- le recordó.

-Ya lo sé…- le respondió sonriente.

Pasaron horas festejando. A pesar de que en la compañía no se permitían las bebidas alcohólicas, se las arreglaron para meter de contrabando unas cuantas cervezas. Pasaron horas, hablando, bebiendo, riendo y comiendo trozos de pastel.

-No hay nada que me divierta más que una borrachera con ustedes chicos, pero tengo que irme.- anunció un muy ebrio Arimatsu.

-Sí, se hace tarde y yo tengo un compromiso mañana a primera hora- le secundó Ju-Ken.

Los tres se pusieron de pie y caminaron hacía la puerta, no sin antes despedirse con un abrazo de Kaz y volver a desearle un feliz cumpleaños.

-Vamos, chicos, hay que recoger todo esto y…

-Déjalos que se vayan.- se acercó Hyde a su lado. Mirando a sus compañeros de manera adusta. –Son unos holgazanes. Yo te ayudo a limpiar.

Los chicos rieron divertidos y salieron del lugar.

Hyde comenzó a levantar todo.

Kaz lo observaba desde el otro extremo. En completo silencio, se acercó hasta él, le quitó la bolsa de basura que llevaba en las manos y la lanzó a un rincón.

Lo tomó de la cintura con cierta rudeza, Hyde lo miró juguetón, sin oponerse, se dejaba hacer, dócil. Kaz le acarició la mejilla derecha y con el pulgar le acarició los labios. Hyde cerró los ojos y esperó el contacto.

Kaz lo besó dulce, suavemente. Lento, sin prisas, saboreándolo.

Lentamente lo fue recostando en el sofá que estaba justo en medio de la sala.

El guitarrista comenzó a desvestir a su vocalista con cierta premura. Hyde sonrió divertido e incrédulo a la vez. Ya había logrado sacarle la camisa. Tan desesperado estaba…

-Kaz…- jadeó. –La puerta…- intentó advertir.

En ese momento, el guitarrista bajaba por su pecho, repartiendo besos y ligeras mordidas. Atrapó el pircing de su ombligo entre sus dientes, así que Hyde alargó la última sílaba al placer. Kaz sonrió complacido.

-No te preocupes…- le susurró el guitarrista, ahora jugando con los bordes del pantalón del vocalista.

Kaz se incorporó un poco para poder besar su boca, mientras sacaba por completo la ropa restante de su amante. Cuando por fin lo logró, se incorporó un tanto para observarlo mejor, lo miraba de arriba abajo, sin perderse nada… esta vez fue Hyde quien se sonrojó.

Hyde se levantó también para poder atrapar otra vez los labios de Kaz. Ambos, ahora sentados en el sofá, Hyde comenzó a sacarle la ropa al guitarrista.

Kaz no se opuso. Se dejó desvestir al ritmo que su amante imponía, volviéndolo loco… Hyde era un experto en ese tema… Sabía cómo volver loco a cualquiera, en especial a su guitarrista…

-No, Hyde… date vuelta…- le pidió cuando Hyde intentó sentarse en sus piernas. Sin replicar, el cantante obedeció, dócil a los deseos de su amante.

-¿Qué vas… a… hacer…?- preguntó.

-Shhh… hoy yo puedo hacer lo que quiera, ¿cierto?- respondió travieso.

Hyde recargó el pecho en el respaldo del sofá y se estremeció al sentir la frialdad del cuero “quemándole” la piel. Sonrió ante un estremecimiento mayor al sentir el pecho cálido de Kaz en su espalda.

El guitarrista repartía besos por toda la extensión. Mientras Hyde gemía fuertemente al sentir la dureza de su amante rosando con sus glúteos.

-Hazlo ya… Kaz…- jadeaba y se retorcía, se empujaba hacia atrás… desesperado…

Hyde tomó las manos de Kaz, que descansaban una a cada lado de sus caderas sujetándolo fuertemente, y las aferró hasta la altura de su pecho, obligando al guitarrista a inclinarse más sobre su cuerpo. Apegándose más… logrando sentir más…

Iwaike obedeció.

Lentamente comenzó a penetrarlo, con mucho cuidado. No lo había preparado antes y hacía tiempo que no estaban juntos. Se preocupaba por el vocalista.

Una vez dentro, se detuvo un momento. Permitiéndole a Hyde acostumbrarse a la intromisión. Comenzó a acariciarle el torso, viajando hasta llegar a su erección y aliviarla un poco.

Inconscientemente, Hyde ladeó ligeramente el rostro en busca de un beso del guitarrista. Beso que le concedió sin egoísmo…

Mientras le besaba, Kaz comenzó con el movimiento de caderas. Hyde se separó de él para poder gemir libremente… escondiendo el rostro entre sus brazos y el respaldo…

Kaz se movía delicioso dentro de él… y la posición… nunca lo habían hecho así… se sentía increíble…

-K-kaz… alguien podría… entrar…- jadeaba.

-Eso te excita… ¿No Haido?... que alguien pueda vernos así…

Debía admitirlo, por alguna extraña razón, las palabras de su amante sólo lograban excitarlo más.

-Eres un… maldito… pervertido… Kaz-kun…- Gimió fuertemente, casi en un grito. El guitarrista había ido más profundo y había tocado ese lugar, el punto máximo del placer de los hombres…

Hyde intentó contener un espasmo… no lo logró. Kaz se había dado cuenta y había comenzado a arremeter en ese lugar.

Kaz se inclinó un poco, buscando el rostro de su amante, y logró notar que el vocalista tenía los ojos cerrados fuertemente, se mordía el labio inferior  y las manos apretaban el cuero del sofá… realmente lo estaba disfrutando…

Sin poderlo evitar, Hyde se corrió en la mano de su amante. Al tiempo que Kaz se corrió en su interior…

Ambos cayeron jadeantes. Hyde sentado en las piernas del guitarrista, utilizando su pecho como respaldo. Kaz lo atrajo para quedar recostados, cubriéndolos con su abrigo a modo de frazada.

 

-¿De verdad no te importa que alguien entre y nos vea, así?- preguntó el vocalista, luego de un rato, cuando la respiración ya no era tan forzada.

Aún estaban desnudos, tumbados en el sofá de la sala de recreación. Hyde descansaba sobre el pecho de Kaz, quien le acariciaba tiernamente la espalda, repasando el contorno del tatuaje, se lo sabía de memoria y lo delineaba con las yemas de los dedos…

-Cerré la puerta con llave…- susurró en el oído de Hyde, dejando de paso un beso en la mejilla. –Además, es mi cumpleaños y puedo hacer lo que quiera contigo, ¿no?…- Repitió orgulloso. Entonces pudo sentir el cuerpo de su amante sacudirse debido a la risilla que no había podido contener.

-Es cierto, ese fue tu primer regalo… creí que lo habías despreciado…- le acusó falsamente molesto.

-¿Bromeas? Jamás despreciaría algo que viniera de ti….

 

-¿Kaz-kun…?- volvió a llamar el vocalista luego de un rato.

-…hum…

-Creo que ya la tengo…- susurró feliz.

-¿Qué cosa?

-La letra para mi canción…

-¿Tu canción?

Hyde se incorporó y lo miró fijo a los ojos, con el ceño fruncido.

-La melodía que me diste anoche, ¿la recuerdas?

-¿Qué? Pero si a penas anoche escuchaste la melodía y no la escuchaste toda…

-Ya sabes, soy todo un genio de la música.- rio orgulloso. Kaz también sonrió.

-¿Y de qué trata?

-De ti y de mí. Juntos. Haciendo el amor en un estudio…

-¡¿QUÉ?!- se incorporó por completo. –Ni se te ocurra, ¿de acuerdo?

El guitarrista comenzó a recoger su ropa regada por el suelo, tropezándose con todo a su paso.

Hyde comenzó a reír a carcajada tendida. Kaz era realmente adorable cuando se ponía nervioso.

 

Y ahora fue Hyde quien se le quedó mirando, atento. Repentinamente, la imagen de Kaz, sentado en el sofá en completa oscuridad, con la guitarra en las piernas y la mirada perdida, había llegado a su mente.

Comprendía perfectamente la pesadilla que su pareja había tenido esa noche. Ese miedo, también lo sentía él: el miedo a perderlo.

-Haido, será mejor que te vistas o pescarás un resfriado.- le regañó cariñosamente. –Además, tenemos que irnos.

-Sí, sí, ya voy…- pero no se movió.

-¿Pasa algo?- preguntó el guitarrista. Hyde estaba absorto, mirándole de una manera… incomprensible. Era difícil de explicar.

-Kaz…- comenzó a caminar hacía el guitarrista y cuando lo tuvo lo suficientemente cerca, lo abrazó y lo besó. Luego le susurró: -Te quiero, ¿lo sabías?

-También yo… no tienes idea de cuánto de amo, Hyde…

Sonrió satisfecho. 

 

FIN

 

Notas finales:

Bueno, eso fué todo. 

Realmente espero les haya gustado y que me lo hagan saber, ¿sí?

 


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