-¿La fuerza? Prefiriera a la princesa Skarlatta. Nos oímos más tarde, cuando te vayas a dormir o cuando se termine la primera película.- contestó Minsoo a través del teléfono.
-Bien, hasta más tarde.- susurró Leeteuk. Luego de escuchar el chasquido de un beso finalizó la llamada.
-¿Se lo creyó?- preguntó YoungMin de pie bajo el umbral de la puerta de su habitación, mirando como Minsoo bloqueaba el celular contrario y lo dejaba en la mesa de noche.
-Se lo creyó.- afirmó sonriendo, volviendo a sentarse, provocando que su pecho se descubriera por la cobija. –¿No debería de creerme?-
-No sé.- contestó YoungMin caminando hacia su cama para sentarse. –Entonces me equivoqué porque aposté que no te creería.- susurró sentándose, quitándose las pantuflas para poder acostarse.
-¿Qué dijo tu hermano?- preguntó Minsoo mirando como YoungMin así sin más, se acostó y cobijó. –¿O no sabe que estoy aquí?-
-Él está viendo una maratón de Fairy Tail. Le preparé palomitas acarameladas, una soda grande de vainilla y le presté los cojines grandes para que estuviera cómodo. No creo que se levanté en un buen rato.- susurró abrazando su almohada para conciliar el sueño.
-¿Y…?-
-¿Y?- preguntó YoungMin ya con sus ojos cerrados.
-¿Sólo vamos a dormir?- preguntó Minsoo sonriendo incómodo, observando la silueta del cuerpo contrario bajo las cobijas.
-Ese era el trato.- contestó YoungMin. –Si Chuchu te creía te quedarías a dormir.- sonrió divertido, ¿qué clase de apodo era ese?
-Pero no esperé que fuera cierto.- contestó Minsoo sentándose en la cama, así podría observar el perfil de YoungMin, y como su cabello ligeramente largo comenzaba a cubrirle la frente. –Es decir, no sólo así.-
-Soy un hombre de palabra, Bang Minsoo.- contestó acurrucándose sobre la almohada. –O, ¡no me digas!- susurró YoungMin abriendo los ojos y girándose sobre la cama para mirar al rostro de Minsoo. –¿Creíste que pasaría algo?-
Las mejillas rojas de Minsoo contradijeron su negación efusiva.
-Eres tan tierno.- contestó YoungMin volviendo a acostarse.
-Tú también.- dijo recostándose, pasando sus manos tras su nuca para mirar el techo. –¿A quién extrañas?- preguntó sin dejar de ver el azul penetrante de la pintura.
-¿De qué hablas?-
-Cuando duermes abrazando la almohada es porque te falta afecto físico, en tu mente esa almohada es esa persona.- Minsoo asintió efusivamente por su afirmación, sin notar que YoungMin soltaba la almohada. –Eso se sintió bien.- sonrió satisfecho porque ahora le marcador era dieciséis contra uno. Y ese punto fue maravilloso.
-Eso fue probablemente lo más inteligente que me has dicho.- contestó YoungMin.
-Y… te molestaría si sólo por hoy… yo tomo el lugar de la almohada… ¿y te abrazo?- preguntó dudando y preparándose para la respuesta.
-…- YoungMin sólo miró la almohada por unos segundos más, luego vio sus manos aferradas a la misma y terminó asintiendo cuando la soltó. –No me parece tan mala idea.- susurró.
Minsoo en silencio se acercó, escuchando sólo los movimientos de la cama. Logró posarse tras de YoungMin, acercando su cuerpo lo suficiente sin que fuera irrespetuoso, pasó su brazo por el costado derecho del gemelo y suspiró.
-No creí que abrazaras tan bien.- susurró YoungMin sintiendo la calidez de Minsoo.
-Para servirte.- le contestó.
Incluso se atrevió a besar el cabello posterior de YoungMin.