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Monstruo de piedra por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Especial de "Castillos en el aire" al haber sido leído 10 000 veces.

 

Los personajes de Junjou Romantica pertenecen a Shungiki Nakamura.

 

 

Mounstruo de piedra

 

 


Un paisaje hermoso, casi idílico, se veia por todo el lugar. Enormes extensiones de tierras fértiles y llenas de vida, bosques rebosantes de verdor, motañas altivas y lagos cristalinos... un castillo imponente, vijilante, de paredes blancas y techos rojos. Allá a lo lejos, una carrosa se acerca, flanqueada por escoltas con el emblema del reyno que acababa de observar.


Si no se equivocaba, en la carrosa viajaba el Rey, no se equivocó. Toda la gente que salía de sus casas, los trabajadores que suspendían su labor y los niños correteando al rededor del paso de la carrosa inciaba que el monarca del reino había llegado... las exclamaisones decían que el Rey había llegado con 'su' esposo, el próximo rey consorte. Tanto alboroto para mensionado Rey, todo el cariño que la gente mostraba, sin duda era un Rey amable y querido por todos.


Un momento, el 'esposo' del Rey le parecía familiar: un hermoso castaño de increíbles ojos esmeralda camina al lado del monarca, se le veía feliz, se veía tan contento como jamás lo había visto... esa persona, el 'esposo' del Rey se parecía a Misaki, su Misaki.


Siendo un sueño lo que veía, pesadilla si Misaki está con alguien más que no fuera él, no podía hacer más que observar... y a observar se dedicó. El Misaki del sueño parecía vivir con tanta felicidad que dolía no ser quien la causara. Observó cómo el Rey reclamaba a su esposo, observó las lágrimas de felididad que el Misaki del sueño derramó al haberse entregado al Rey... como una torura, observó las ansias del Misaki del sueño por volver a estar con el Rey, observó cómo el Rey susurraba palabras que provocaban sensaciones en el castaño del sueño, observó las veces que el castaño suspiraba por el Rey y la manera en que su verde mirar se perdía en sus recuerdos donde el Rey protagonizaba todo.


Observó como en su sueño el Rey y el castaño que tanto amaba se fundían en noches de fantasías, observó como el castaño respondía a cada acción del Rey, observó como una historia de cuento de hadas se desarrollaba a costa de su propio sufrimiento. Su único consuelo, pronto despertaría de ese sueño.


Sin embargo, incluso en su dolor de ver su ser más amado con 'otro', logró ver un cambio en la relación del Rey y el castañito; sucedió luego que recibieran una visita de Takahiro, el hermano de Misaki en la realidad y parece que el sueño también. Tras el anuncio del nacimiento del pirmogénito de Takahiro, el Rey cambió drásticamente, y el castaño se dio cuenta de ese cambio.


Observó cómo en busca de respuestas el castaño de sus sueño se aventuró a uno de los lugares que le estaban prohibidos, fue testigo de cómo el castaño se hundía en su sufrimiento, en su pena, al escuchar tras la puerta, el Misaki del sueño escuchaba palabras que no debería... esos preciosos ojos esmeraldas que expresaban todo, parecían perder su brillo, lásgrmias silenciosas y el gran esfuerzo de contener gritos fueron lo que las palabras que se escuchaban provocaron.


Esas palabras... malditas y destructoras le hicieron desear poder controlar el sueño y darle a ese Rey su merecido.


Al encontrarlo, sin conocimiento y desvanecido el suelo, el Rey lo miró con indiferencia. Maldito. Lo levantó suponiendo lo que sucedió como para que el castañito estuviera en ese estado, lo llevó a sus aposentos y esperó a que el castaño fuera revisado. Desgraciado. En su intercambio de ideas con su consejero, admitió que su preocupación era una muy diferente a la de saber la salud del castaño. Maldito desgraciado.


La rabia y deseos de destruir al Rey por su cmportamiento hacia Misaki del sueño, el dolor en rostro del castaño, la aflicción que desprendía aún estando insconciente, todo le provocaba matar al Rey con sus propias manos. Sin poder hacer nada en el sueño, con impotencia observó cómo el Rey manipulaba a quienes lo rodeaba, implnataba sus deseo de conservar al castañito que estaba a punto de morir de tristesa.


Al ser un sueño lo que presenciaba, notó como el paso del tiempo transucrría rápido, todo un martirio: miraba cómo el castañito se ahogaba entre sus deberes reales y los sentimientos que le lastimaban. Lo que le aliviaba, era ver que pese a estar debilitándose, el castañito seguía con vida.


Muy al contrario de mejorar con las amistades encontradas entre tanta falsedad y con el 'extraño' jardinero, al saberse la verdad todo se vino abajo una vez más. Los 'amigos' tenían ordenes de hacerle olvidar y seguir con su deber de doncel perfecto, el amigo misterioso, resultó ser otro juego del Rey.


Observó a el pobre castañito luchando contra sus temores, contra las segundas intenciones de 'sus amigos', se las ingenió para evadir el contacto con el Rey hasta que su salvación llegara, hasta que su hermano llegara con la excusa de celebrar el cumpleaños de su pequeño hermano. El Rey hizo sus movidas y logró mantener las apariencias, luego hizo algo que de no ser por el 'sueño', se habría lanzado hacia el Rey y hacerle pagar cada uma de sus atrocidades... a hacerle vivir el infierno mismo. Sin embargo, el hermano del castañito regresó por un descuido y logró rescatar a su hermano.


Lo salvó... pese a ser un sueño, agradecía tanto al hermano de Misaki del sueño por haberlo alejado de ese Rey inmundo. Y se lo llevó, y el Rey no soportó, perdido en sus pensamientos, tras días de encierro y embriagado por el licor, partió con una tropa tras el castañito.


Deseaba con toda su alma que el Rey no consiguiera acercarse al castaño, el Misaki del sueño no merecía lo que ese Rey le provocaba. Tras varios dias, las tropas regresaron, entraron al reino que parecía salido de una fantasía, la tropa venía tal como partió, con las manos vacías y con miradas de confusión hacia su Rey. ¿La razón? Jamás lo habían visto así, derrotado y con rastros de lágrimas sin intención de parar.


Pese a lo que la tropa y el Rey demostraban, se alegró que el Misaki del sueño estuviera a salvo allá con su hermano, allá donde podría sanar, volver a ilusionarse y volver a amar.


De pronto se vio en el mismo lugar donde el Rey había reflexionado frente a un fuego imaginario, al lugar donde inició el sufrimiento del castañito... ahí estaba él, miraba la chimenea y esperaba que el Rey hiciera algo, lo que supuso marcaría el final del sueño.


--Ya viste lo que sucedió. -dijo el Rey.


Fue la voz la que le soprendió, se escuchaba igual a la propia.


>>No es coincidencia. Puedo verte, puedo escuchar tus pensamientos, puedo escucharte y sentir el mal que tanto me deseas.


Antes de poder refutar, antes de poder expresar todo su sentir, el Rey se volvió y quedaron frente a frente. El Rey, antes borroso y dificil de observar, ahora se mostraba por completo: alto, pelo plata y ojos magenta... igual a los suyos.


Usami Akihiko jamás se había sentido así, el mounstruo que provocó tanto sufrimiento al Misaki del sueño, el Rey no era más ni menos que el mismo Akihiko.


--Debido a mi ciega obsesión con Takahiro, dañé más allá de lo posible a Misaki. Le arrebaté tantas cosas, cosas y dones que jamás podré reponerle, y no me queda más que vivir en la miseria que mis errores me provocaron.


>>Tú en cambio, lo tienes a él. Tú ves esas esmeraldas cada día, tú le muestras amor y te preguntas la razón por la que él no te ama abiertamente... ahora saber la razón, su vida pasada le advierte de mí... él te ama, pero su memoria de vidas pasadas le obliga a ser precavido. Aún así, él te ama, te permite acercarte, te permite ver esas joyas que tiene por ojos, te permite amarle.


>>Mentiría si te negara que me siento celoso. Sin emabargo, no hay opción para mí. Hice tanto daño...jamás me perdonará.


--No es posible, yo no puedo ser tú... tú no pueder ser 'mi' vida pasada. Yo jamás le haría daño a Misaki, jamás.


--No te confundas. Te he dicho que mi Misaki y tu Misaki son la misma alma, en cambio yo, hice cosas impensables y lo hice conscientemente, yo no puedo avanzar. Tú eres... una pequeña fracción de mí, la necesaria para que yo siga con mi castigo, tú eres diferente a mí, eres alguien más que está dispuesto a dar felicidad a quien yo tanto lastimé.


>>No hay nada que podamos hacer, te mostré la vida en la que vivo atrapado, donde revivo cada uno de mis errores y donde no puedo hacer más que lamentar.


Sería bueno decir algo, lo que sea, pero no hubo oportunidad... Akihiko Usami, Usagi-san estaba despertando.

 

--¡Usagi-san! Si no despiertas a seguir con tu trabajo voy a...


La amenaza de un castaño de ojos verdes fue silenciada con un beso lleno de desesperación. Usagi-san apenas lo reconoció se lanzó hacia él para comprobar que era cierto, que era real y Misaki no parecía morir de aflicción.


--¿Qué sucede, Usagi-san? -preguntaba el castaño -¿Por qué te comportas tan extraño?... Más extraño de lo normal...


El peliplateado lo miró, detallaba cada rastro del castaño, no quería volver a sentir lo que ese extraño sueño de provocó.


--Tuve una pesadilla. -respondió sin más a su amado.


-- Usagi-san, una pesadilla no podría ponerte así... cuéntame, te ayudará a ya no temerle a la pesadilla. -contestó con dulzura el castañito.


--Soñé que no estabas a mi lado Misaki. -contestó con la verdad, eso fue lo que más le atemorizó.


--¿Ha?... Usagi-san, eso no es algo por lo...


--No estar a tu lado, es mi más grande pesadilla, el hacerte tanto daño que provoque que te alejes de mí es mi mayor temor... Misaki, prométeme que me dirás cuando sientas que no eres feliz, así podré cambiar y vovlerte a enamorar, me esforzaré para que nunca te sientas infeliz, te juro que jamás te dañaré, te aseguro que te amo y que eso jamàs cambiará.

 

--...Usagi-san...


--Por favor Misaki, dime que no me dejarás. -pedía el peliplata.


--Usagi-san, yo... sabes que no me alejaré, no te preocupes, aquí estoy... aquí estoy. -decía el castaño mientras abrazaba a su pareja.


El escritor se veía muy afectado y necesitado de escuchar esas palabras que Misaki no dudó en decirlas, la pena y el pudor no pudieron contra la convicción que sentía en ese momento. Era la primera vez que veía así a Usagi-san. Lo único que podía hacer, era seguir con palaras dulces, con promesas que sabe podrá cumplir y con un


--Te amo, Usagi-san, eso no cambiará.

 

 

 

Mientras tanto, una sombra miraba esta escena, escuchaba palabras que jamás le serán dedicadas, era testigo de un amor que por idiota dejó ir.

 

 

Fin.

Notas finales:

Gracias por leer.


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