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Por siempre tuyo por Asahina Kaori

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Notas del fanfic:

Kuroko no basket no me pertenecen, este es un aporte del mes MidoTaka

Notas del capitulo:

Buenas tardes hermosas creaturas del mundo! Primero que nada, quiero dar una disculpa por desaparecer tanto tiempo TWT pero fue un año escolar muy pesado apenas me acoplo a la universidad y es horrible TWT pero en fin, lo siento muchísimo TWT y espero que aquellos que seguían Castle of illusion no desaparezcan XD, prometo traerles la cotinuacion he estado un poco apartada con eso de la escritura y me costara un poco acoplarme, pero eso si la historia continuara hasta que termine lo prometo :3, en din hoy les traigo el aporte para el mes midotaka me tocaba el dia 30 pero como surgió algo de improvisto y no podre subirlo mañan se los traigo hoy y por cierto este es un regalo tambien para mi amada Terashima San! Feliz cumpleaños super atrasado te amo! Y pues nada, muchas gracias por pasar a leer y espero no fallarles con la continuación del fic, disculpen mis faltas de ortografía si las hay no tengo lentes y pues que les digo soy un topo sin ellos, disfruten y perdón por extenderme…enjoy <3

“Se dice que el primer amor, es el que nunca funciona, y el que tampoco se olvida…pero ¿qué pensar cuando, tu primer amor…paso a ser el amor de tu vida?, la vida y sus caprichos tal vez logren separarlos, pero el destino es tan fuerte, que cuando te des cuenta de ello, sus hilos rojos del destino, estarán unidos para toda la eternidad”

Era una mañana tranquila en la ciudad, los matices anaranjados del amanecer indicaban que aun era muy temprano, la noche y el manto que se extendía por todo el horizonte junto con las millones de estrellas pasaban a extinguirse poco a poco, dando el paso a la luz solar, el viento era fresco, pues si bien la primavera ya había llegado, aun había vestigios del crudo invierno de ese año en Tokio. Las calles silenciosas, que siempre estaban concurridas, se veían solitarias, y… en un alejado edificio en el centro de la ciudad, una joven pareja rompía el silencio absoluto típico de un hospital.

En el pulcro cuarto del edificio, un joven azabache de ojos azules respiraba con un poco de dificultad, mientras tomaba la mano de un serio peli verde, tratando de controlar sus impulsos de salir corriendo de ahí. Pasando un pañuelo blanco por la frente del más bajo, el peli verde limpio un par de gotas de sudor que perlaban el rostro de un adolorido oji azul, y dedicándole una tierna sonrisa, el más bajo le indico que se acercara a él.

Con el rostro sonrojado, el oji esmeralda, se acerco al cuerpo del menor que reposaba en la camilla en el centro de la habitación, mientras envolvía el delicado cuerpo que reposaba en la cama, hundiendo su nariz en las suaves hebras del moreno de piel pálida, se dedico a transmitirle un poco de serenidad a su pareja, el cual soltaba quejidos de vez en cuando, mientras su hermoso rostro se compungía en una extraña mueca de dolor.

—Shin chan…quita esa cara, que yo estoy bien…—menciono el alegre azabache, mientras intentando regular su respiración, le regalaba una brillante sonrisa al alto peli verde.

—No digas ridiculeces Bakao, no estoy haciendo ninguna cara—contesto el más alto, mientras en un intento de esconder su sonrojo, acomodo sus lentes en el puente de su nariz—…además…—un nuevo quejido por parte del pequeño azabache, interrumpió sus palabras, y olvidándose de su enojo momentáneo, volvió a sostener la mano de su adorada pareja, mientras como un arrullo le daba ligeros masajes en la espalda.

—Nee…Shin chan…tengo miedo—menciono el halcón con un poco de dificultad, pues un nuevo dolor había azotado su cuerpo, mientras apretando un poco más fuerte la mano de su adorado tsundere, trato de regalarle una cálida sonrisa.

—Tranquilo Kazunari…veras que todo estará bien—contesto el peli verde, mientras se dejaba hacer por el menor, otorgándole un pequeño abrazo.

Midorima Shintarou se consideraba una persona bastante fría y supersticiosa, nunca había sido alguien que entablaba una amistad fácilmente con alguien, y según su pequeña pareja, era todo un tsundere. Su vida se regía en las sabias palabras de oha asa, y mientras trajera consigo el lucky ítem de la suerte, toda su vida estaba bien. Sin embargo…cuando había decidido que Kazunari formara parte de su vida, cuando habían salido como pareja, y aun después de haber dejado que poco a poco, ese chico se convirtiera en su razón de ser cada mañana, había dejado atrás muchas cosas de las que no se arrepentiría…y verlo ahí, en una cama con espasmos de dolor por todo su cuerpo, le hacía sentir bastante impotente, sintiendo el dolor del halcón como suyo, haciendo que por primera vez en su vida, su mente no lograra procesar nada coherente para ayudar a su amado azabache.

Los minutos en el cuarto del hospital se hacían insufribles para uno, y desesperante para el otro, y después de varios gestos y abrazos para confortar al más bajo, un pequeño grito alarmo a un asustado Midorima…sabía que no quedaba mucho tiempo.

De un momento a otro, un grupo de enfermeras y doctores, revoloteaban en la espaciosa habitación blanca, revisando algunos datos en el joven peli negro que cada vez le costaba sostener esa brillante sonrisa en su rostro…

—Kazunari kun, según lo que podemos ver, aun tiene un poco de tiempo antes de que lo llevemos a una nueva sala, así que por favor, si tiene algún nuevo cambio, toque el botón a lado de la camilla, y enseguida estaremos aquí—menciono la joven galeana de caireles castaños y ojos avellanas, con una enorme sonrisa en el rostro, tratando de apaciguar un poco la tensión en la sala.

—Gracias Tsubaki sensei—correspondió el joven, mientras trataba de acomodarse una vez más entre las mullidas almohadas de la camilla.

—Shintarou kun, ¿podríamos hablar un momento?—pregunto la joven doctora, mientras con un asentamiento por parte del más alto, salieron del cuarto, en donde se encontraba el moreno oji azul.

—¿Qué pasa sensei, hay algo malo con Kazu?—pregunto con total preocupación el mayor, al ver la seriedad de la doctora frente a él.

—Nada de eso Shintarou kun, pero… me gustaría que me hicieras un gran favor-contesto la mayor, mientras cambiaba su rostro serio por uno más amable

—Claro sensei, ¿de qué se trata?

—Veras cariño, esta es una etapa que ambos deberían disfrutar, pero Kazunari ha estado muy asustado en las últimas revisiones, y lo menos que queremos en este momento es que el este asustado, así que, ¿Qué te parece si lo ayudas a sonreír un poquitín más?, tal vez contándole alguna anécdota, o hablando un poco, trata de calmarlo y llenarlo de unos cuantos mimos, eso no matara a nadie, así que por favor, te lo encargo ¿de acuerdo?—menciono la castaña, mientras con su tablilla de informes, trataba de ocultar esa traviesa sonrisa, al ver que el oji esmeralda, se había sonrojado por la petición hecha.

—Hare lo que pueda sensei, regresare con Kazu, y si me disculpa, le informaremos cualquier cambio que tenga—contesto el más alto, mientras entrando a la habitación, en donde se encontraba el asustado azabache, reflexiono las palabras de la doctora…

Sabía que ella tenía razón, esa tenía que ser una experiencia de lo más hermosa, pero con los nervios a flor de piel, poco se había detenido a pensar en ello, y… ¿Qué se supone que debería hacer, para tranquilizarle?, el era una persona demasiado orgullosa, y por eso no expresaba sus sentimientos con su pareja como debería, y ahora que el necesitaba de eso ¿Cómo se supone que debería enfrentar esa situación?, miles de preguntas se arremolinaban en su ya de por si confundida cabeza, y mientras veía a los ojos a su temerosa pero feliz pareja, tomo su decisión, ¡a la mierda el orgullo y el tsunderismo, su chico lo necesitaba, y lo necesitaba ya!

—Kazunari cariño, porque no te acomodas mejor, mientras esperamos la última revisión—menciono el alto oji esmeralda mientras con una enorme sonrisa, ayudaba a un agitado oji azul a recostarse mejor en la incómoda camilla, desconcertando en extremo al moreno halcón.

—Shin chan…te… ¿te sientes bien?—cuestiono el menor, mientras apretando la mano del más alto, amortiguaba un poco el dolor en su espalda.

—Claro cariño, es solo…es solo que me di cuenta de lo egoísta que estaba siendo—pasando sus largos brazos por el cuerpo del menor, el peli verde se acerco  a un sorprendido azabache, que al escuchar esto sonrió con más fuerza.

—Gracias por esto Shin chan—contesto el menor, mientras tomando mas suavemente la mano de su pareja, recostó sus cabellos azabaches, en el pecho de su alto esposo.

—Sabes Kazu, quiero platicar contigo un momento, es…es sobre algo que paso hace mucho tiempo… ¿quieres escuchar?—cuestiono el mayor al pequeño moreno pegado a su pecho.

—Claro shin chan                                             

—Bien, veras, esto es algo que jamás he compartido con nadie, sin embargo, es algo que jamás olvidare, porque…es lo mejor que me ha pasado en la vida…

 

—“Cuando tenía alrededor de 4 años, y vivía cerca de la estación, conocí a alguien que en verdad seria alguien muy especial ¿sabes?, en aquel entonces, y aunque te burles todo lo que quieras, me había empezado a interesar por el Oha Asa, y el dos de abril de ese año, el lucky ítem era un sombrero amarillo… por desgracia, ese día había olvidado el mío en el jardín.

Había buscado por toda la habitación, y por más que me esforcé en buscarlo, no había ninguno color amarillo, así que pensé que sería bueno, buscar fuera. Mis padres siempre estaban ocupados, y aunque era un poco pequeño, sabía moverme por las calles. Llevaba un par de horas buscando por varias tiendas cercanas en la zona a mi hogar, y aunque había diferentes tipos de sombreros, ninguno era de ese color. Entre mi búsqueda, había llegado a un pequeño parque, en donde algunos niños jugaban, el aire era fresco y un par de columpios habían llamado mi atención. Había caminado un par de metros hacia ellos, cuando algo había llamado mi atención, rápidamente fui hacia un pequeño árbol que sobresalía entre los demás, y, entre ellos, había eso que había estado buscando, ese pequeño sombrero redondo color amarillo estaba atrapado en el árbol, y aun cuando no sabía de quien era, lo baje con un poco de dificultad, era un sombrero precioso ¿sabes?, tenía las iniciales T.K. en un borde y un pequeño listón color café colgaba de él.

Pensé que mi suerte ese día seria genial, pero no contaba con que tendría compañía. Cuando el pequeño sombrero ya estaba en mis manos, una suave voz a mis espaldas llamo mi atención, y cuando al fin pude encarar al dueño de la voz, mi vida se detuvo por un instante…esa enorme sonrisa, y esos ojos brillosos eran anormales en un niño de 5 años, su cara, su ropa, todo en el debía ser ilegal, y aunque, yo tuviera aproximadamente la misma edad de aquel niño, no pude evitar pensar en que era como un pequeño ángel. Resultaba ser, que el viento había volado su sombrero, y el solo buscaba bajarlo, pero al ser una un poco más bajo que yo, no había podido hacerlo.

En ese entonces no tenía muy en claro que había sentido en el instante que lo vi, pero después de mucho pensarlo, sabía que no quería apartarme de su compañía, así que, con la excusa del sombrero, estuve con él todo el día”

Waaaaa Shin chan eso es demasiado tierno, pero, es muy raro que tu busques excusas, y de todas maneras ¿volviste a hablar con él?-pregunto curioso el azabache, mientras se acercaba mas al peli verde.

—Espera a que termine de contar nanodayo-contesto el más alto mientras, acomodándose al lado de un menos agitado azabache, continuaba relatando su historia.

“No paso mucho antes de que volviera a ver esas hermosa y expresiva mirada, las visitas al parque se habían convertido en parte de mi pequeña rutina, y según mis padres, los últimos días había sonreído con más frecuencia.

Siempre nos veíamos después del jardín de niños, y pasábamos horas y horas hablando, o haciendo los deberes, después de  un tiempo, nos dimos cuenta que éramos vecinos, y en cada oportunidad  que podíamos nos encontrábamos para jugar o simplemente hablar. Muchas veces ese pequeño, me protegía de insultos por parte de los otros, pues a pesar de que mi comportamiento era un poco más expresivo, las burlas por mis aficiones nunca se hicieron esperar, aunque, eso dejo de importarme, mientras él estuviera a mi lado.

Cada vez que nos separábamos, mi sonrisa desaparecía, hasta que volviéramos a estar juntos, e incluso cuando llegamos a la edad de 7 años seguíamos siendo muy unidos. Yo podría jurar que ese pequeño de largas pestañas y nariz respingada cada vez se veía mucho mas adorable, y que cada vez me era más difícil separarme de él, y por eso, cuando estábamos en primaria nos casamos en una de esos festivales de la escuela, aunque solo lo habíamos hecho por el mero y puro acto de saber qué era eso que hacía que tantas personas se volvieran locas, aunque yo estaba más que feliz de todo eso, y mientras yo le di una pequeña argolla color amarillo, el me obsequio un botón con sus iniciales”

—¡¿Es enserio Shin?! , jajá estas casado y aun así ¿dices amarme?—contesto el moreno mientras intentaba contener las carcajadas al escuchar la historia, sin embargo, y de un momento  otro, un fuerte dolor había llegado desde su espalda hasta sus caderas, y apretando fuertemente la mano de un preocupado oji verde intento acomodarse de nuevo en la suave cama.

—Kazu, ¿te sientes mal? , quieres que llame a la  doctora— pregunto el exaltado peli verde, mientras tomando la mano del bajo moreno, veía como este aguantaba los dolores momentáneos, que cada vez se hacían más frecuentes.

—Tranquilo…Shin chan…continua…quiero escucharlo…—contesto con un poco de esfuerzo el oji azul, mientras pensando en las palabras de su pareja, se acomodaba de nuevo en la camilla, con nuevos malestares, un poco más acentuados.

—De acuerdo, pero si te sientes mal, solo dímelo—menciono el más alto, mientras otorgando suaves caricias en los finos cabellos azabaches continuaba la historia…

—“Después de ese pequeño evento en nuestras vidas, fue cuando empecé a cuestionarme que era lo que en verdad sentía por ese pequeño niño, aunque teniendo 7 años, no era muy fácil saberlo, sinceramente, poco sabíamos respecto al amor, sin embargo, ahora que lo pienso, lo que nosotros teníamos no era muy diferente al concepto.

 Habíamos vivido tantas cosas juntos, pequeños regaños, aventuras, y muchos momentos juntos, y créeme que esa época, fue la que más ame, y también la que empezó con mi cambio. Cursábamos 4 de primaria, cuando él se mudo de la ciudad, dejándome con el corazón roto, y a pesar de que había negado muchas veces el que mi actitud no había cambiado porque él se había ido, sabía que no era cierto. La escuela primaria había transcurrido de una manera casi tortuosa para mí, y al llegar a Teiko, cuando pensé que había podido superar un poco su partida, ocurrió el cambio junto con los demás de la generación de los milagros.

 Nuestros talentos en el baloncesto había cambiado de una manera rápida, al igual que nuestras personalidades… me había vuelto más cerrado a los demás, y veía a casi todos con inferioridad, y, aunque nunca estuve orgulloso de ello, es algo que no pude evitar, ninguno de nosotros 5 pudo. Aunque una vez, al enfrentarnos con una escuela rival cerca de nuestro distrito, hizo que recobrara un poco la esperanza…no tengo del todo claro que fue lo que paso en ese momento…sin embargo, al enfrentarme con un joven azabache de ojos azules, en ese partido  me hizo recordar, un poco mi infancia, cuando ese pequeño “ángel” seguía a mi lado, y como por mero impulso, en todo el partido, no pude despegar mis ojos de él. Sabía que había alguna probabilidad de que esa persona, fuera él, pero habían pasado algunos años, y mi personalidad en ese entonces, no era la mejor de todas, aunque, sus ojos no me mintieran, tenía que confirmar que mis sospechas eran las correctas.

Teiko de caracterizaba por ganar todos los partidos, jamás habíamos tenido piedad con ninguna escuela, y esos todos lo sabían de sobra, muchos incluso se daban por vencido, antes de enfrentarnos, por eso y por otras cosas sabia que ese partido había sido especial, la victoria para Teiko era inminente, sin embargo, ese equipo nunca se dio por vencido. El marcador dictaba el final del último cuarto trayendo consigo el final del partido, y con ello, muchos rostros abatidos, por parte del equipo contrario.

Mi última oportunidad de reconocerlo se mostró en la fila de los equipos, normalmente, cuando juagábamos desechaba la idea siquiera de conocer al contrincante, pero esa vez era lo único que me importaba, tal vez había sido un poco duro y frío todo ese tiempo con las personas a mi alrededor, pero juraría que mi rostro demostraba emoción justo en ese momento, el saludo típico entre los jugadores se había hecho presente... y mi tiempo se detuvo cuando mire directamente esas cuencas azules y esas sonrojadas mejillas causado por el llanto del momento.

Era el...aquella persona que había cambiado mis pensamientos, por el cual llore cuando era más pequeño, y tal vez si lo hubiera comparado en ese momento, con facilidad habría dicho que era mi primer amor. Sabía que era el momento para hablar con él, ya que aunque el color extravagante de mi cabello era inconfundible, sabía que su concentración en la cancha había sido tanta, que probablemente no había notado mi presencia.

Las personas junto con otros equipos que se encontraban en la cancha se arremolinaban impidiendo moverme con facilidad....tropezando con cada persona que pasaba frente a mí , alzando la cabeza lo mas que mi cuerpo me lo permitía, buscaba al joven azabache del partido que cada vez se notaba mas lejos de mi.

Mis pasos acelerados se escuchaban por todos los pasillos, el sonido de mi respiración agitada con cada vuelta era más pronunciada, mientras que mis ojos tratando de encontrar esos azabaches cabellos enfocaban desesperadamente a cada persona que pasaba por ese lugar, pero...al fin y al cabo, no pude encontrarlo.

Los siguientes días al partido, valla que había actuado un poco diferente, estaba más distraído, cosa que mis compañeros y mis padres notaron enseguida, A veces mi mirada se perdía más. Allá del color azul del cielo, tratando de enfocar cada recuerdo que llegaba a mi cabeza de esa persona tan especial para mí, recordaba el rostro de aquel joven azabache inundado por sus lágrimas de impotencia, sus ojos atestados de frustración acumulada y el sentimiento que desprendía por cada poro de su piel.

Tal vez yo exageraba con mi reacción sobre ello, pero aun me duele el recordar esa expresión en su rostro, aunque a lo que más temía es que como todos aquellos equipos con los que se había enfrentado alguna vez Teiko, el también dejara algo, que por muy extraño que sonase, era, nuestro vinculo más fuerte."

—Shin Chan....—llamo el más pequeño al alto peli verde, mientras una mirada de dolor se instalo en los ojos azules del menor—Shin Chan... Me duele mucho....

—Tranquilo Kazu, llamare a la doctora–menciono el alto peli verde, pero antes de siquiera poder despegarse del cuerpo del bajo azabache, sintió un leve tirón en su camisa, observando cómo, con una mirada suplicante, y sin necesidad de palabras, el azabache pedía a gritos no quedarse solo...

El ambiente en el pequeño cuarto se había puesto tenso, mientras que la respiración rápida del moreno recostado en la camilla, indicaba que cada vez le costaba más trabajo contener esos pequeños jadeos de dolor.

Sin saber cómo ayudar a su compañero, el peli verde sostuvo la mano del asustado halcón, mientras le dedicaba una mirada de suma ternura, sabía que el momento estaba próximo, y el haber contado parte de su historia lo había ayudado no solo a distraer al moreno, si no de alguna forma, liberar eso que alguna vez le había hecho feliz.

Los ojos azules del moreno, ahora se notaban más tranquilos, sin embargo, el miedo seguía ahí, sus opciones se acababan, y sabía que tenía una última oportunidad de ayudarlo a su manera.

Sintiendo como el pequeño cuerpo que sostenía, se tensaba de sobre manera, cuando la joven Galeana abordaba al par en la habitación, y que de un momento a otro, solo despegándose lo necesario, cambiaron al azabache a otra camilla, ambos se vieron sumergidos entre los blancos pasillos del amplio hospital.

Las personas corrían en los pasillos, mientras que el sostenía la mano de su adorado azabache, aquellas palabras dedicadas al menor, le habían hecho ver lo mucho que ese chico había cambiado su vida, retazos de recuerdos llegaban a su mente rápidamente, su infancia ,la escuela media e incluso la preparatoria habían hecho cambios significativos en su persona, había cambiado muchas veces, sin embargo, no importaba cuantas veces se hubiera desviado de su camino original, el siempre regresaba a como siempre fue, siempre y cuando, tuviera al azabache cerca..

Llegados a una sala totalmente diferente de donde se encontraban, muy pegados cerca uno del otro, fue cuando el verdadero acontecimiento sucedería… las respiraciones entre cortadas del oji azul eran cada vez mas erráticas, mientras que de sus orbes azules salían caudales de lagrimas, ocasionados por el dolor que en ese momento sentía, y mientras la joven galeana le dictaba instrucciones al pequeño azabache.

—Kazunari kun, cariño necesito que te tranquilices, y te esfuerces cuando yo te diga ¿de acuerdo?— pregunto la castaña, mientras veía como el azabache apenas y asentía…

Los dolores se hicieron cada vez más frecuentes, mientras el azabache se retorcía entre la camilla, cada vez que el dolor agudo se posaba en su cadera baja, unos cuantos gemidos de dolor se dejaron escuchar en la sala, mientras la galeana se preparaba para lo que sucedería…Los orbes azules buscaban aquella mirada esmeralda que tanto amaba, y que en ese momento le hacía tanta falta, pues el miedo empezaba a posarse en su cuerpo, mientras la fuerza era drenada con cada esfuerzo que hacía, tenía miedo… y mucho y en un momento de desespero un sonoro grito inundo la habitación…todo era muy difícil y abrumador…

—Shin chan…tengo miedo…mucho…nhg…me, me duele—menciono el azabache con todo el esfuerzo que podía hacer en ese momento, mientras los ojos azules se llenaban de lagrimas…

Una mirada basto para que el alto peliverde se pusiera nervioso, al verse ahí mismo, la sala era ridículamente imponente, y su pequeño amor imploraba para que el dolor parara…debía ser su pilar, debía ayudarlo, debía estar ahí para el, darle esa seguridad que en ese momento requería, y debía decirle a su manera, que todo estaría bien…

Un grito mas ensordecedor que el anterior lleno la sala, mientras la galeana concentrada seguía en su labor de ayudar lo más posible al bajo azabache, dictando unas cuantas ordenes, que el azabache trataba de cumplir, pero que poco a poco le costaban más trabajo…incluso respirar se estaba volviendo jodidamente difícil.

Tomando la mano del asustado halcón, y mirando con infinito amor los orbes azules, que en ese momento transmitían un poco de desesperación y miedo, trato de transmitirle un poco de calma, a su asustada pareja, mientras limpiando las lagrimas que se deslizaban por las sonrojadas mejillas por el esfuerzo, y continuando algunas cosas que pensaba reservarse, decidió que sería mejor decírselas…

—Kazu cariño…mírame…mírame.. Aun no termino de contarte mi historia—menciono el peli verde que se atinaba un poco nervioso, por el dulce rostro abatido del peli negro, que aun recibiendo instrucciones de la galeana, prestaba atención a las palabras de su pareja…

—Cuando, entramos a preparatoria, aun tenía ese desosiego de ver a aquel chico de ojos azules que había robado toda mi atención, que desde que logre volver a verlo, no pude volver a ser quien era, que hacía que cuando caminara por las calles, disimuladamente lo buscara con la mirada, que aun seguía presente y que rogaba a todos los cielos, a oha asa por volverlo a ver…y que al entrar a preparatoria mis rezos habían sido escuchados.

—Lo vi Kazu, y aunque en un principio era un totalmente odioso, y más molesto de lo que yo recordaba siempre estaba ahí, con su sonrisa perfecta, con su mirada llena de ese brillo que tanto amaba, no sabía qué hacer, era difícil, sobre todo porque pensé que no sería correspondido a estas alturas…pero que al final, el también me quería…aunque jamás estaré seguro que él me quiera con la misma intensidad como yo lo hago. Y después de eso…empezó nuestra historia mi vida…fuimos a la universidad, y aun con nuestras peleas y diferencias, aun lo amo como hace tantos años…

Unas risas que apenas y podían ser apreciadas entre el tumulto de emociones del joven azabache, se dejaron escuchar en la habitación, mientras la doctora le decía que estaba cerca, que todo sus esfuerzos habían valido totalmente la pena, y con tan solo un pequeño esfuerzo más, marcaria el inicio de sus nuevas vidas…

—Kazu…mi amor…mírame—ordeno el alto peli verde, mientras tomaba entre sus manos el rostro enrojecido del peli negro, que en seguida acato la orden, tratando de controlar sus sollozos de alegría por las palabras del mayor, mientras le dedicaba una sonrisa un poco débil…

—Cada mañana, me preguntaba si algún día podría hacer mi vida con aquella persona que en un principio había marcado nuestro inicio, siempre pensaba en el, en su partida en todo, y cuando volví a tenerlo, me di cuenta que la vida era más que el horóscopo o mis manías, que aun había esa incertidumbre en el mañana, y que no me importaba nada con tal de tenerlo junto a mi…por eso le pedí que formara parte de mi vida…y ahora es mi hermoso esposo, al que amo tanto como el primer día, y al que le dedicare el resto de mis días…

Un último esfuerzo repentino por parte del azabache salió de su persona, mientras tomaba fuertemente la mano del de orbes esmeralda, que en cuanto escucho un sonoro llanto, dejaron salir esas lagrimas de felicidad que tanto estaban guardando…lo habían logrado…

—Shintarou Kun, Kazunari Kun…felicidades, es una hermosa princesa…—menciono la galeana, mientras veía con ternura a los recientes padres, que celebraban mientras lagrimas descendían de su rostro…y sellando su amor de nuevo con un casto y tierno beso, mientras el peli verde limpiaba el sudor de la perlada frente de su chico

Tomando en brazos por primera vez a su princesa Kazunari pudo apreciar la hermosa combinación entre su amor y el, viendo con admiración el hermoso cabello azabache y los enormes ojos esmeralda de la pequeña…una sonrisa regalada por parte de la recién nacida, basto para que Midorima rompiera en llanto, mientras soltaba muchos te amo a su pareja y veía con asombro a su hermosa princesa.

Dejando que los doctores terminaran su trabajo de limpiar a la pequeña y de especificar que su amada niña llevaría el nombre de Midorima Kazumi, ambos padres se dedicaron a verse con cariño e infinito amor…y reconociendo que el azabache estaba cansado, y mucho, acomodo a este mejor en la camilla en la cual sería llevado a una nueva habitación…

—Shin chan…—soltó de repente el azabache en un suave susurro, que indicaba que estaba próximo a sumirse en el mundo de los sueño— sabes…aun recuerdo nuestra boda…aun recuerdo tu cara al momento de reencontrarnos en preparatoria…aun recuerdo ese gran miedo de pensar que te había perdido en secundaria…y aun tengo ese pequeño anillo que me diste hace mucho tiempo…—contesto el azabache, mientras sus orbes se cerraban con cansancio y dibujando una sonrisa en su rostro se entrego al mundo de los sueños…no sin antes escuchar un “te amo mi amado Kazunari” que hizo que su alma estuviera en paz y pudiera descansar para empezar una nueva vida, con su hermosa familia…

Muchas cosas habían vivido en ese tiempo, muchas veces se habían separado, y eso el peli verde lo tenía en claro, había pasado por grandes cambios durante toda su vida, sin embargo su único propósito era encontrar de nuevo al amor de su vida, y ahora que lo tenía con él, y que sería su compañero de vida…sabía que no necesitaría nada más que él, y su hermosa princesa para dejar por primera vez la suerte a un lado…

Y dando gracias al destino, de haberlo juntado con aquella persona del otro lado de su hilo… recordando esa vieja leyenda que su madre le contaba todos los días cuando era pequeño…sonrió ante esos vagos recuerdos y besando la frente de su chico…miro al horizonte que se apreciaba por el gran ventanal…iniciarían su propia historia…iniciarían una nueva etapa…y siempre se enfrentaría a todos…después de todo…

“seré por siempre tuyo…mi amado Kazunari”

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por pasar a leer!! y espero les agrade, prometo actualización y los amo!!!! ya saben dudas?? quejas? sugerencias? nos leemos despues Kaori los ama <3


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