-¿Ñé?- susurró Taemin moviendo el hombro de Minho para despertarlo.
Tenía hambre y aunque ya sabía que subiendo a las sillas podía alcanzar las latas de comida de gato, Jonghyun le había dicho que no lo hiciera, que podía comer otras cosas pero el pan tostado se había acabado y no le gustaba el solo sabor de la nutella.
-Ñé~-
Minho frunció el entrecejo y terminó por abrir los ojos, encontrado a Taemin con algunas migajas de pan en su barbilla y las comisuras de sus labios, eso le hizo sonreír enternecido.
-¿Qué pasó?- preguntó Minho tallándose los ojos al tiempo que se erguía en la silla, notó el montón de papeles sobre los que durmió y suspiró derrotado.
-Tengo hambre, ñé.- susurró.
-Yo también.- contestó Minho levantándose de la silla para tomar a Taemin por debajo de su axilas y poderlo levantar. Lo abrazó y salieron de la oficina.
-Hueles a papel, ñé.- susurró el hibrido teniendo tan de cerca el rosto de Minho, que se le podían leer algunas cosas por la tinta que se impregnó en su piel.
-¿No te gusta el aroma a papel?- preguntó sonriendo, entrando a la cocina y abriendo una silla para sentar al niño. –¿Qué quieres cenar?-
-Estás triste, ¿ñé?- el híbrido se giró sobre la silla, aferrándose al respaldo para mirar a Minho entre los barrotes del mismo. –No pareces feliz.-
Ciertamente había usado mal su dinero. El instinto paterno le había ganado más su lógica y razón que terminó comprándole cosas a Taemin que seguramente no usaría más de dos veces que se le olvidó de pagar algunas cosas importantes como la energía eléctrica y el servicio de cable. Y sobre todo, no había guardado dinero para comprar comida ni reponer las cosas que se estuvieran agotando como pasta dental, ni para la oficina como tinta negra.
-Todo está bien.- contestó Minho sonriéndole.
-¿Es por el dinero?- preguntó Taemin haciendo que la cejas de Minho se alzaran con sorpresa. –Leí tu mejilla tiene números.- de inmediato el criminólogo se la tocó y comenzó a frotarla para borrar los datos.
-No, no te preocupes.- susurró Minho algo nervioso, frotando con más insistencia.
-¡Ñé!- Taemin bajó de la silla y corrió por una toalla húmeda a la habitación del criminólogo, luego regresó corriendo con él para dársela. –Podemos vender mis cosas, no necesito una cama, puedo dormir en el sofá. Tampoco ocupo tanta ropa, ñé, ¡dejaré la escuela también!-
-No, no, nada de eso.- susurró Minho agachándose para mirar a los ojos del híbrido. –Ese es un problema de adultos, entre tú y yo, ¿quién es el adulto?- Taemin sonrió divertido mientras pensaba.
-Ñé.- asintió fuerte. –Tú.-
-Así que deja que yo me ocupe de eso.- susurró sonriéndole. –Tengo dinero guardado en una cuenta del banco pero normalmente no lo uso, ese es para casos de emergencia pero creo que esta es una.- le despeinándole el cabello moviéndole también sus orejitas de mapache, luego se irguió para seguir haciendo la cena.
-Entonces ya no estás triste, ¿ñé?-
-Ñé.- negó fuerte. –Perdón si te hice sentir triste también.-
-Ñé, ñé, ñé.- Taemin agitó tanto su cabecita que sus orejitas de mapache se movieron un poco más. –Tú dijiste que éramos una familia y que las familias están en las buenas y en las malas.-
-Sí, eso dije. Pero por ahora tú tienes que preocúpate por ser un buen alumno y nada más.- Taemin asintió de nuevo. –Yo me ocuparé del resto, ¿está bien?-
Minho le sonrió amplio para regresarlo a la silla, tras sentarlo fue a la alacena de la que sacó un plato hondo y la caja de cereal, comenzó a servir un poco sin darse cuenta que Taemin tenía las comisuras hacia abajo y un fuerte pucherito, estaba deseando crecer rápido y comenzar a trabajar en Red Dress para ayudar a Minho con esos “problemas de adultos”.