-Así que... ¿compartes habitación con alguien más?-preguntó el peli plata que husmeaba por la habitación.
-Sí...comparto habitación con Baekhyun-murmuró.
-¿Es él?-señaló la fotografía de un chico castaño abrazado a una bella rubia, ambos sonreían mucho, ella era la novia de Baekhyun, Luhan no sabía cómo se llamaba y tal vez de no ser por ese marco sobre el escritorio jamás la habría conocido.
-Sí-respondió débilmente.
-¿Y dónde está él?-preguntó.
-Yo…su-supongo que con su familia o con ella…no sé…él siempre se va los fines de semana-dijo.
-¿Y tú, por qué tú no te vas con tu familia?-preguntó.
-Yo...no…no me gusta ir a casa-confesó sin saber muy bien porque le decía eso a ese extraño chico.
-¿Por qué no?-Sehun dio la vuelta para poder mirarlo mientras esperaba su respuesta.
-Es que...yo no…me llevo bien con la esposa de mi padre-murmuró.
-Entonces te quedas aquí siempre, ¿verdad?-Luhan asintió levemente-Perfecto-celebró.
-¿Eh?
-Así no habrá problemas-sonrió-Ahora toma lo que necesites pequeña estrella, tú y yo pasaremos juntos el fin de semana-anunció feliz.
-¡¿Q-qué?!
-Tú vienes conmigo, te prometo que te divertirás-afirmó entusiasmado.
-Pe-pero no pue-puedo irme así-dijo cuando vio a Sehun tomar ropa de su armario.
-¿Por qué no?-preguntó con el ceño fruncido.
-Por…-era una regla del colegio que cada vez que ellos fuesen a salir tenían que informarlo pero él era invisible en ese lugar y seguramente nadie se daría cuenta, además, irse con Sehun era mucho mejor que pasar ahí el fin de semana a espera de que Kris le hiciera algo-Por nada…va-vámonos-respondió.
Sehun le mostró una sonrisa brillante antes de asentir y terminar de preparar para él una mochila, ambos salieron cuidadosamente para no hacer ruido y despertar a los demás, Sehun tomó su mano cuando llegaron a la salida y ambos comenzaron a correr.
-Es como fugarnos-dijo alegre Sehun.
Luhan se sonrojó por completo pero termino asintiendo y sonriendo un poco, Sehun reía y de alguna forma a Luhan eso le resultaba maravilloso, llegaron a la bodega y entraron rápidamente asegurándose que no había nadie alrededor, todo estaba como la última vez, lleno de polvo.
Sehun movió un gran trozo de madera que abría el pasadizo a su propiedad, Luhan sonrió cuando él le cedió el paso y se apresuro a cruzar al otro lado quedándose cerca cuando Sehun también cruzó y volvió a cerrar el pasadizo, ambos salieron de la bodega y nuevamente Luhan estuvo de frente a aquella aterradora mansión.
-Vamos-habló Sehun que tomó nuevamente su mano para llevarlo al interior de la mansión.
Entraron por la puerta trasera de la mansión y Luhan observó con curiosidad la cocina que la ultima vez no había notado por encontrarse muy nervioso y asustado, era muy grande y la mayoría de los muebles ahí eran de color blanco, Sehun aun sostenía su mano y dio un suave tirón para hacer que caminara, pasaron por el comedor que de alguna manera le recordaba a su propia casa, un comedor enorme donde siempre se sentaba a comer completamente solo, llegaron a la sala de estar y nuevamente Luhan vio esos muebles que parecían viejos pero que era obvio que estaban en perfectas condiciones.
-Siéntate, iré por algo para tus heridas que aun no hemos atendido-indicó.
Luhan asintió e hizo lo que Sehun le había indicado que hiciera mientras él corría escaleras arriba, Luhan recorrió con la mirada la enorme sala de estar examinándola con atención, era enorme y las paredes estaban pintadas de beige con detalles dorados, todos sus muebles eran de brillante madera, había una alfombra antigua en el centro de la habitación, una araña de cristal colgaba brillando maravillosamente y lo que más llamaba su atención era el enorme cuadro de una preciosa mujer frente a la chimenea.
-Volví-anunció Sehun, Luhan asintió y él hizo un puchero-Me gustaría que me hablaras-pidió.
-Yo…no sé…no hablo mucho con las personas así que no tengo ni idea de cómo mantener una conversación-murmuró jugando nerviosamente con sus manos.
-Que dulce eres-afirmó con una enorme sonrisa que lo hizo sonrojar-Veamos ahora esas heridas-indicó.
Luhan se quedó totalmente quieto mientras Sehun curaba las heridas de su rostro, algunas ardían cuando les ponía antiséptico y él le sonreía susurrando un suave “lo siento”, cuando por fin terminó su rostro tenía varias venditas y el olor a antiséptico le picaba en la nariz.
-Listo-sonrió.
-Muchas gracias-susurró con una pequeña sonrisa.
-Bueno entonces…creo que debemos conocernos mejor ahora, yo se que eres Xi Luhan y tú sabes que yo soy Kim Sehun así que… ¿cuántos años tienes?-preguntó tomando asiento a su lado.
-Diecisiete-respondió en voz baja.
-Yo tengo la misma edad-sonrió-¿Qué cosas te gusta hacer?-preguntó.
-Yo…supongo que leer…siempre hago eso en mis ratos libres.
-¿Sólo eso?
-No lo sé…supongo que sí-era alguien muy aburrido y ya lo sabía pero no podía hacer nada para cambiarlo.
-Bueno a mí me gusta leer también pero también me gusta jugar videojuegos y basquetbol, también me gusta ver películas y dormir cuando no hay nada mejor que hacer-Luhan asintió y Sehun tuvo que pensar rápido, era obvio que él no estaba muy cómodo y tampoco confiaba mucho en él-¿Comida favorita?
-Yo…no sé…supongo que toda la comida está bien, es comida después de todo.
-Sí pero debe haber algo que no te guste.
-No lo sé-se encogió de hombros.
-Bueno mi comida favorita es la carne-era difícil mantener una conversación con Luhan pero no iba a rendirse tan fácil-¿Tienes hermanos o hermanas?-Luhan negó con la cabeza pero luego dudo.
-Bueno...mi madrastra quiere un hijo así que...puede que tenga un hermanito-murmuró aunque era obvio que eso no lo hacía del todo feliz.
-Yo tengo un hermano siete años mayor-dijo para desviar el tema y recuperar la atención de Luhan que realmente no mostró ni una pizca de interés-¿Color favorito?-preguntó.
-Mmm…el blanco creó.
-También el mío-sonrió-¿Canción favorita?
-Tengo muchas.
-Bueno creó que eso es normal porque todos tenemos muchas canciones que nos gustan-dijo con una sonrisa y Luhan se preguntó en ese momento porque alguien como Sehun le hablaba siquiera.
-¿Por qué te interesa conocerme más?-preguntó en voz baja-Soy muy aburrido y tonto, seguramente ahora te acabas de dar cuenta que yo no soy interesante y te estás arrepintiendo de...
-Tú me agradas mucho, aún si eres muy callado o si no tienes muchos hobbies o cosas favoritas eso me gusta porque así yo tengo la oportunidad de que ambos descubramos cosas juntos y así vamos a tener muchas cosas favoritas juntos, además, me gusta mucho que me escuches-sonrió formado con sus ojos dos bonitas medias lunas que lo hacían ver como un niño.
Un latido anormalmente fuerte hizo eco en su pecho pero Luhan no se movió porque estaba hipnotizado con la imagen de Sehun, era la primera persona en mucho tiempo que le decía que le agradaba y tan sólo eso fue suficiente para que sus lágrimas volvieran a aparecer.
-No llores, no me gusta cuando lloras-susurró suavemente volviendo a rodearlo con sus brazos.
-¿Por qué te preocupó tanto?-sollozó la pregunta que no dejaba de repetirse en su cabeza.
-Porque...-había una razón pero aún no podía decirle todo porque temía que se asustara y lo abandonará como todos-Porque quiero ser tu amigo-confesó a medias.
-¿Por qué?, nadie quiere ser mi amigo…todos en la escuela dicen que soy un indeseado…un anormal y un inútil-murmuró.
-Ellos dicen eso porque soy muy estúpidos-afirmó molesto-Además, ¿por qué estudias en esa escuela?-preguntó con una mueca de disgusto.
-La esposa de mi padre…ella sugirió que lo mejor sería que yo fuese ahí y él…él aceptó sin pedir mi opinión-explicó con tristeza.
-No te ofendas pero tu padre es un imbécil-afirmó y Luhan sonrió débilmente.
-Él era bueno antes de que ella apareciera-dijo con un tono nostálgico.
-Tal vez lo sigue siendo, tal vez sólo necesita darse cuenta de lo mala que ella es.
-Tal vez-asintió despacio.
Ambos dejaron que un silencio agradable se instalará en la habitación mientras ellos continuaban abrazándose, Luhan encontraba eso extraño porque jamás le había gustado mucho el contacto físico con personas que no conocía pero Sehun lo hacía fácil, él parecía tener la técnica indicada para lograr que una maravillosa calma se instalará en su corazón cada vez que lo tocaba y extrañamente estaba bien con eso.
-¿Qué quieres hacer ahora?-preguntó luego de un rato Sehun.
-Yo…-no sabía cómo responder, nunca le preguntaban que quería hacer y si la respuesta hacia hacer enojar al peli plata-Yo…
-¿Hay algo mal?-preguntó.
-Yo…podemos hacer lo que quieras-aseguró-No…importa-respondió al final.
-Luhan no voy a enojarme-aseguró, se había dado cuenta-Tú siempre podrás decirme cualquier cosa, así que, ¿qué quieres hacer?-preguntó con una sonrisa tranquila y amable.
-Yo…yo…tengo sueño-respondió alzando su mirada para poder verlo esperando su aprobación.
-Bueno ya es tarde así que tienes razón, lo mejor será dormir-asintió.
Luhan asintió también con una pequeña sonrisa y dejó que una vez más Sehun tomara su mano para guiarlo hasta una de las muchas habitaciones para invitados de aquella vieja mansión.
-Esta será tu habitación-indicó abriendo la puerta para él.
La habitación era más pequeña que la habitación blanca en la que había despertado la primera vez que había hablado con Sehun, las paredes de la habitación era de color vino, la cama de madera talladas era grande y tenía dos buros a cada lado de ella, había un gran tocador antiguo y además de la puerta del balcón y la de la entrada había otra.
-Puedes dejar aquí tus cosas-señaló el tocador-Y este es el baño-señaló en esa ocasión la tercera puerta-Mí habitación está justo enfrente y puedes ir a buscarme si necesitas algo.
-Muchas…muchas gracias-trató de sonreír pero falló.
-Descansa-dijo él con una sonrisa antes de salir de la habitación para dejarlo solo.
Luhan está parado en medio de la gran habitación mirando a todos lados, suspiró y caminó hacia el tocador para poner ahí su mochila y sacar su pijama, estaba nervioso y aunque Sehun había demostrado ser muy bueno con él tuvo la necesidad de cambiarse de ropa en el baño y con la puerta bien cerrada.
Al ver la regadera no pudo contra las ganas que tenía de tomar una buena ducha caliente y término tardando más de lo que había planeado tardar, la ducha lo ayudó mucho a relajar su adolorido y amoratado cuerpo y aunque había perdido las vendidas en su rostro se sentía mucho mejor.
Salió del baño y luego de dejar su ropa perfectamente doblada sobre el tocador apagó las luces y se metió a la enorme cama tratando de dormirse, estaba muy cansado después de todo pero sus planes salieron mal.
Tres horas después y luego de que usara todo los trucos habidos y por haber, que se acomodara de diversas maneras en la cama y que incluso tarareara una canción de cuna no podía dormir, suspiró frustrado y recorrió la habitación en penumbras sólo para arrepentirse.
La habitación era aterradora cuando estaba a oscuras, comenzó a ponerse nervioso y los muchos sonidos nocturnos que había en ese lugar no ayudaron para nada a que se calmara, no le gustaba estar en lugares tan desconocidos sin saber que esperar, se cubrió de pies a cabeza tratando de alejar el miedo pero este únicamente aumentó.
Se levantó de la cama y luego de ponerse las gafas salió de la habitación hacia la habitación de Sehun esperando encontrarlo despierto para así poder conversar y que el miedo se fuera, abrió la puerta despacio y asomó únicamente su cabeza pero se dio cuenta de que la cama seguía hecha y que no había rastros del peli plata en la habitación.
-¿Sehun?-llamó en voz baja entrando a la habitación, buscándolo con la mirada, sus ojos se detuvieron en el balcón que tenía las puertas abiertas y se acercó con cautela-¿Sehun?-volvió a llamar y aunque no hubo respuesta él estaba ahí.
Luhan lo miró atentamente sin decir ni una palabra, Sehun estaba de pie frente a los barandales que rodeaban el balcón, estaba completamente inmóvil con la mirada fija en el cielo nocturno, su rostro inexpresivo y su mirada pérdida lo hacían lucir algo tenebroso y fascinante al mismo tiempo.
-¿Se-Sehun?-tartamudeó acercando dudoso su mano para llamar su atención.
Un nada masculino grito escapó de sus labios cuando la mano de Sehun sujetó la suya cuando estaba a nada de tocarlo, sus ojos se habían cerrado con fuerza debido a la sorpresiva acción y cuando decidió abrirlos se encontró con la mirada confundida de Sehun.
-¿Pasa algo?-le preguntó.
-Yo...es sólo que...no puedo dormir y no quería...no quería estar solo-confesó sintiendo como sus mejillas se calentaban.
-Ya veo-sonrió-¿Quieres hacer algo mientras te da sueño?-preguntó.
-Yo... ¿tú...tú no tienes sueño?-preguntó también algo avergonzado.
-Un poco pero prefiero hacerte compañía-aseguró.
-Pe-pero tú si tienes sueño entonces…lo mejor será que yo me va...
-No te vayas, quédate-pidió.
-Pe-pero tú...
-Duerme conmigo, así podremos hablar y ambos nos quedaremos dormidos más rápido-dijo con una sonrisa.
Luhan miró a todos lados sintiéndose muy nervioso pensando en los pros y los contras que la idea de Sehun tenía y al final término asintiendo igual, Sehun sonrió y tomó su mano para llevarlo hasta la cama acomodándose bajo las mantas.
-Creó que te toca preguntar-dijo Sehun cuando ambos quedaron frente al otro.
-Yo...no sé que preguntar-susurró.
-Lo que tú quieras-animó Sehun.
-Bueno... ¿dónde estudias?-preguntó finalmente.
-Aquí, no voy a la escuela así que tengo un profesor particular que viene a aquí para darme clases.
-Ya veo-asintió-¿Vives aquí tú solo?
-Sí-bostezó.
-¿Y tus padres?
-Mi madre y mi padre murieron cuando era pequeño-respondió como si nada.
-L-lo siento yo no…no debí preguntar yo...lo siento mucho de verdad-dijo avergonzado mientras se maldecía mentalmente por ser tan tonto.
Sehun rió al ver lo nervioso que Luhan se había puesto y aprovechando que Luhan tenía los ojos cerrados se acercó tanto como pudo y lo abrazó como tantas veces había hecho esa noche.
-Se-Sehun q-qué...
-No estoy enojado pero tengo mucho sueño...insiste en disculparte-bostezó-Por eso déjame dormir así...hueles a vainilla...
-Sehun no...-Luhan lo miró para darle una razón de porque no debían dormir así pero Sehun ya se había dormido.
Luhan sonrió débilmente ante la imagen, movió dudoso sus brazos para abrazar también al peli plata y cuando finalmente lo hizo algo cálido y agradable se instaló en su pecho haciéndolo sonreír aún más.
-Buenas noches Sehun-susurró y se quitó las gafas para estar más cómodo y dormirse por fin.
Luhannie...
Alguien susurraba mientras algo húmedo caía constantemente en su rostro, pequeñas gotitas que sabían a sal, sus ojos estaban cerrados y por más que trataba de abrirlos para seguir aquella maravillosa voz que lo llamaba no podía.
Ven a mí, Luhannie...
-¿Mamá?-susurró cuando finalmente pudo abrir los ojos.
Ven conmigo, te extraño...
Ella lloraba y Luhan logró levantarse del frío suelo, miró a todos lados con desesperación pero ella no estaba.
Ven, Luhannie...
-No puedo verte, ¿dónde estás?-preguntó desesperado.
Aquí estoy mi amor...
-¡¿Dónde, dónde estás?!
Luhannie ven...
-¡No llores por favor, dime hacia donde debo ir!
La voz se detuvo y Luhan sintió que todo comenzaba a resquebrajarse a su alrededor, la escuchó gritar y muerto de miedo comenzó a correr hacía el lugar de donde creía que le hablaba.
-¡MAMÁ!-gritó cuando finalmente la vio pero cuanto más corría ella más se alejaba-¡ESPÉRAME POR FAVOR!-suplicó estirando su mano hacia ella.
Ven por favor Luhannie...
-¡MAMÁ!
Estaba a punto de alcanzarla cuando el viento comenzó a soplar con fuerza haciéndolo retroceder.
-¡Mamá!-llamó tratando de verla pero el viento lo obligó a cerrar los ojos y lo arrojó al suelo.
Un gemido de dolor salió de entre sus labios por el golpe, se levantó rápidamente dándose cuenta de cómo el suelo se hundía bajo sus pies y miró hacia abajo encontrándose con arena de mar.
Luhannie...
Levantó la vista encontrándose con las olas del mar golpeando ferozmente la playa, su madre estaba mar a dentro de pie con su hermosa sonrisa y los brazos abiertos esperando por él.
Ven mi amor...
Luhan no lo pensó dos veces y corrió a los brazos de su madre adentrándose más y más en las oscuras y agitadas aguas que con cada paso lo arrastraban a lo más profundo alejándolo de su madre, luchó tanto como pudo para llegar a ella pero sus dedos rozaron apenas los de su mamá antes de que finalmente se hundiera.
La oscuridad volvió a rodearlo, no podía respirar y su cuerpo se sentía como si pesara una tonelada mientras se hundía, la superficie del agua se agitó con violencia y una mano sujetó la suya sacándolo de un sólo tirón.
-¡Luhan!-lo escuchó llamarlo, su cabello era de plata y sus ojos oscuros parecían abismos-¡Luhan por favor!-suplicó agitando su cuerpo.
¿Quién eres?, quería saber pero su boca no se movía, ¿estaba muerto ya?
-¡Abre los ojos por favor!-imploraba-¡Despierta pequeña estrella!
"Pequeña estrella", alguien lo había llamado así antes pero no conseguía recordar quién era.
-¡Luhan soy yo, Sehun, despierta por favor!
-¡SEHUN!-gritó abriendo los ojos de golpe, él lo miraba preocupado, Luhan estaba confundido, miró en todas direcciones encontrándose nuevamente en la habitación blanca.
-Que bueno que despertaste-susurró Sehun abrazándolo con fuerza.
No entendía absolutamente nada pero aún así correspondió dudoso el abrazo, su mirada viajó al balcón dándose cuenta que los primeros rayos del sol comenzaban a entrar a través de las cortinas blancas y comenzó a llorar aferrándose un poco más fuerte a él.
-Fue una pesadilla, estas a salvo ahora-dijo suavemente Sehun.
No estaba bien, todo estaba mal y de alguna forma estaba molesto porque Sehun no lo había dejado ir con su madre, él odiaba estar ahí mientras ella ya no estaba, él quería seguirla.
-Yo...yo...
-Voy a protegerte de todos, no tengas miedo otra vez porque yo siempre estaré junto a ti-prometió y sólo con eso todo se detuvo a su alrededor haciendo que su llanto se volviera incontrolable al darse cuenta que tal vez y sólo tal vez ya no iba a estar tan solo.