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Perfect

Notas del capitulo:

Hola!! siento mucho la tardanza, tuve problemas para escribir, no exactamente por falta de inspiracion, sino compromisos familiares y "trabajo" 

Pero no podía pensar en dormir sin antes traer cap nuevo así que aqui estoy :v 

muchas gracias por sus rw!! por leer!! me hace feliz que aun sigan esto <3 

le dejo el cap ;) 

Y una disculpa total por las posibles faltas de ortografía que pueda contener >.< 

 

Capitulo 24

Shun se cubrió aún más con el abrigo, al aire de otoño por las mañana puede ser muy frio, más a las cinco de la mañana. Esa era la hora a la que habitualmente Himuro se levantaba para ejercitarse. Shun nunca lo esperaba despierto, ni nada parecido, pero esa mañana, tenían cosas pendientes de las cuales hablar antes de que llegasen sus padres. Y aunque la familia Izuki llegaría pasadas las doce del mediodía para el almuerzo; Shun no había podido dormir en toda la noche pensando bien lo que le diría acerca de la boda.

Tatsuya llego minutos después, transpiraba mucho, traía la sudadera empapada, al igual que cabello, por eso mismo el del lunar se lo había echado hacía atrás. Por razones que no pudo explicarse, Shun se sonrojo. Cuando Himuro llegó hasta él, le dio una toalla para el sudor.

-Shun, deberías haber esperado dentro, hace mucho frio – le dijo Tatsuya con una sonrisa - ¿Todo bien?

-Quería hablar contigo, acerca de la boda.

Himuro asintió y entraron juntos a la casa. Fueron directo a la sala, Izuki tomo asiento a lado de Tatsuya rozándose, el contacto se había hecho casi algo normal, eso tranquilizaba a Tatsuya, no quería que el otro le temiera por siempre.

-Dime Shun, ¿Qué has decidido?

-No quiero que lo malinterpretes, que pienses que soy un interesado, no soy así, en absoluto, pero las circunstancias no me dejan de otra – comenzó a explicar Shun – He decidido que me casare contigo, esto dará tranquilidad a mis padres y a mí, yo sé que tú le darás todo a los bebés, pero también debo buscar algo de protección para mí,  esto es por dos cosas, la primera y más importante es porque no voy a separarme de ellos, son mis hijos tanto como son tuyos, y necesitaran una familia; en segunda, que si yo me fuera de aquí, no tendría nada, mis padres no me aceptarían de vuelta, eso lo tengo claro, no tengo una carrera, apenas tengo la educación obligatoria y nunca he trabajado, conseguir un empleo un lugar donde vivir… Sin esto soy un mendigo, tengo que buscar una manera de asegurarme al menos un techo, y asegurar el bienestar de mis hijos.

-Lo comprendo Shun, no hay problema, se hará como tú digas.

Shun se giró para poder ver cara a cara a Tatsuya, le sostuvo la mirada unos minutos antes de hablar.

-Dime la verdad Himuro Tatsuya ¿De verdad estas dispuesto a encadenar tu vida a un adolescente de 17 años?

-Yo no lo veo como algo malo, creo que ya que has sido sincero conmigo yo debo serlo contigo – Tatsuya se aclaró la garganta y tomo la mano de Shun – Yo estoy enamorado de ti, así que casarme contigo es lo que deseo.

Shun trago en seco, aparto rápidamente su mano y se giró. Comenzaba a sentir un poco de calor. Era un tonto.

-Creo Tatsuya que estas confundiendo lo que tu cuerpo te dice con amor – le aclaró Shun – si vamos a eso, yo también estaría…

-No lo digas – Himuro le cubrió los labios con su dedo índice – No quiero que lo digas sin que lo sientas. Por cierto, estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo, desde hace más tiempo del que imaginas – Shun parecía querer decir algo acerca de eso, pero Tatsuya continuó hablando – Antes de que te hagas ideas raras, me enamore de ti antes de siquiera saber de los planes de mi padre.

-¿Nos conocíamos de antes? – pregunto Shun confundido, estaba seguro que de haber conocido a Himuro de antes lo habría recordado.

-Tú no me conocías a mí, pero yo a ti sí – le aclaró el del lunar.

-¿Eres un acosador? – Le pregunto Shun y su mente viajo a cuando habían ido a desayunar por primera vez – Claro por eso sabías que iba a pedir.

-No, dios no, no soy un acosador – Tatsuya se puso un poco nervioso, algo sumamente raro en el – No lo sabía, solo adivine.

Contrario a todo lo que Tatsuya pensó o pudo pensar que Shun diría o haría, el menor lo único que hizo fue reír. Aquello le devolvió su tranquilidad.

-Entonces la boda se hace – confirmo Tatsuya Shun solo asintió – bien entonces iré a bañarme, no quiero recibir a tus padres todo sudado, y por cierto, aunque nos casemos yo no te obligare a hacer lo que harían los esposos.

-Lo sé, es por eso que no estoy preocupado.

Shun le sonrió y se fue al cuarto de Himuro donde se volvió a envolver en las cobijas mientras este se iba directo al baño. ¿Desde cuándo Shun se había vuelto el doble de lindo? Ahora sería el doble de complicado aguantar las ganas de hacerlo suyo.

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Kise se estiro mientras veía el amanecer desde la ventana de su suite, sobre la mesa de centro de la salita había una nota de Davi, donde le explicaba que había salido en la mañana por ese misterioso acompañante. Y como el rubio no tenía mucho que hacer, comenzó a crear tonterías acerca de quién podría ser.

Tal vez su novia, o un amigo, o tal vez algún pariente, o tal vez en lugar de novia era esposa, o sus padre, o su hermana o hermano. Ryouta suspiró, sus teorías eran demasiado simples. Miro su celular, era domingo y apenas daban las 7 de la mañana, Aomine debería seguir durmiendo. ¿Habría tenido algún avance con Murasakibara? Se habían quedado a practicar todas las tardes, Aomine le había llevado por postres ¿Utilizaría los mismos cumplidos con el peli morado que con él? ¿Lo llevaría a los mismos lados? ¿Le limpiaría la crema batida de sus mejillas si se embarrara? Con él lo hacía… Y cuando caminen a la estación ¿Rozaría sus manos al andar juntos? ¿Le sonreiría al despedirse? Seguro hablarían largo y tendido mientras caminaban, tal vez solo se mirarían y disfrutarían de su compañía, tal vez Aomine no hacía nada de lo que había hecho con él, porque Murasakibara era muy distinto a él, y por eso se dedicaba a conquistarlo a su ritmo.

Kise se acostó en el sofá y prendió la tele, pensar en Aomine no le ayudaba a superarlo, lo sabía muy bien, pero era casi imposible hacerlo. Lo quería tanto, le había dado tanto, durante mucho tiempo había creído que sería definitivo el estar junto al moreno. Pero de un momento a otro, Aomine ya no lo miraba solo a él, y aunque quiso negarlo, no sirvió de nada, Aomine había terminado con él.

No pudo evitarlo, derramo una lágrima, su lema era llorar solo la primera noche, pero era difícil ser siempre fuerte cuando se tiene el corazón roto. Al escuchar la puerta de la habitación se reincorporó rápidamente y se limpió la lágrima derramada. Davi iba entrando a la habitación. En brazos traía a una niña de unos cuatro años y detrás de él a un chico de unos 14 tal vez menos, el parecido era obvio, Kise supuso que eran hermanos de Davi.

-Ryouta buenos días – le saludo el extranjero – Ellos son mis invitados especiales, él es mi hermano menor – dijo señalando al chico – Ella es mi hija.

Davi dejó a la niña en su cama. El hermano dejo sus cosas junto con las de los modelos y Ryouta se percató de que tanto la niña como el chico lucían moretones.

-Me llamo Daniel – se presentó el chico en japonés, aunque no era tan fluido como el de su hermano – Siento las molestias.

Pero Ryouta no prestó atención a eso. Estaba ensimismado viendo los moretones en la cara y brazos de chico.

-No es ninguna molestia – respondió después de un rato – es un placer conocerte Daniel.

-Daniel, por qué no duermes un poco, seguro no dormiste nada en el avión – le dijo Davi recibiendo un asentimiento, el chico se fue a recostar con la nena - ¿Estas bien con que compartan la habitación con nosotros Ryouta?

-Claro, a mí no me molesta… pero ¿Puedo preguntarte algo? Si crees que es inapropiado no me contestes.

-Dime…

-¿Qué les paso? Dudo que esos moretones hayan salido solos – la cara de Kise era totalmente seria, el tema de maltrato infantil, que era la única conclusión que había podido sacar al verlos,  le era insoportable.

-Tu pregunta es inapropiada, ese tipo de cosas solo se las cuento a mis cercanos – le respondió Davi – Sin embargo, creo que al menos te debo decir parte de la verdad. Ellos fueron golpeados por mi ex esposa, por eso le pedí a mi padres que los enviaran acá conmigo.

-¿Ella es la puta por la cual gritabas?

Davi soltó una carcajada al escuchar eso.

-Si es ella, de verdad, ¿Por qué siempre se saben las groserías?

Kise se sonrojó al notar que había dicho una majadería frente al otro, y peor lo había hecho ofendiendo a su ex, aunque al parecer Davi no estaba ofendido eso era un alivio.

-Por cierto Ryouta, dijeron que a las once empezábamos, mejor ve alistándote.

Kise recobró el ánimo y sonrió

-¡Entendido!

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Murasakibara dio un mordisco al cup cake entre sus manos soltando un suspiro de felicidad. Estaba delicioso, tenía la consistencia perfecta, un sabor dulce pero no empalagoso, y una decoración muy linda. Ya era el tercero que se comía y solo quería comer más y más.

-¿Qué dices que tiene esta crema Demi-chin? – pregunto saboreando la crema.

-Es coco con queso crema – le respondió este mientras con una duya preparaba otro cup cake – el pan es de frutos rojos.

-Sabes mucho de cocina Demi-chin…

-A mi madre le apasiona la cocina, me ha enseñado un poco de esto y aquello.

Murasakibara siguió observando como el pelinegro de ojos grises continuaba con su labor, era un buen pasatiempo ir a casa de Demian a comer dulces, aunque había estado toda la semana con Aomine entrenando, y aun cuando le diera pereza entrenar el doble también le gustaban los dulces que el otro le daba.

Aomine… El moreno había estado dándole muchas atenciones y aunque fuera un flojo, Atsushi se daba cuenta de a que se debían, y no sabía que pensar. Daiki ¿le gustaba? Le agradaba, eso seguro, eran amigos, y tal vez podría verlo de otra forma, pero ¿Y Kise? El rubio también era su amigo ¿No era algo malo salir con el ex de un amigo? Él no quería problemas, era fastidioso tener que lidiar con ellos.

Demian le puso en frente un nuevo cup cake y dejo de lado sus pensamientos para volver a los dulces. En lo único que realmente valía la pena pensar era en esos deliciosos manjares. El pelinegro rió al ver la cara de Atsushi llena de crema, no pudo resistirse a limpiar con su pulgar el dulce y luego llevárselo a la boca.

-Estabas sucio – explico ante la mirada sorprendida del peli morado.

-Demi-chin pudiste decirme y yo me limpiaba solito~~

-Me apetecía probar la crema de tu linda cara, no le veo problema.

Atsushi se sonrojo un poco, comenzaba poco a poco a ser consiente de Demian. El pelinegro le miraba sonriente y Mura se quedó prendado de aquellos ojos azules claros.

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Taiga se rasco la nuca por cuarta vez, parado enfrente de la puerta de la casa de su hermano estaba desidioso de si entrar o no, las comidas formales no eran lo suyo, siempre se ponía nervioso y no sabía cómo actuar o que decir. Tatsuya le había dicho que solo era un almuerzo con sus suegros para que no se preocuparan por Izuki; el asunto no tendría por qué preocuparle, pero seguro en algún momento preguntarían por qué eran hermanos y esas cosas, o tal vez intentaran sacarle información de Tatsuya para saber cómo era, seguro cuando lo vieran los padres de Izuki lo tacharían de bicho raro. “Eres un melodramático” era lo que seguro le habría dicho Tatsuya, aunque no lo pareciera, el pelirrojo podía preocuparse mucho de lo que dirían tercero acerca de él.

-¿Tai-chan?

La pregunta lo saco de sus pensamientos. Frente a él estaba Takao sonriente.

-Tai-chan ¿Qué haces aquí? Adentro ya te están esperando – Kazunari lo tomo del brazo para jalarlo dentro de la casa, pero Taiga se resistió tomándolo de la cintura y poniéndolo contra la pared - ¿Tai-chan?

Taiga se quedó en blanco. Con Kazunari tan cerca de él, su aliento olía a menta, sentía el pecho contrario subía y bajaba de manera lenta como el suyo, la piel de Takao parecía tan suave…

-¿Tai-chan?

-Ah lo siento – reaccionó el tigre – es que no quiero entrar… ¿Son malvados?

-Qué cosas dices Tai-chan – Takao soltó una carcajada – Parecen personas normales nadie tiene aspecto de villano de caricatura, solo entra y ya. No hagas que Tatsu-chan se preocupe.

Kazunari lo empujo dentro de la casa y luego se marchó. Taiga camino con pesadez hasta el comedor. Era tal y como el peli negro le había dicho, parecían buenas personas. Shun se encargó de las presentaciones y poco o nada le preguntaron a él aparte de su edad, en donde estudiaba. La señora Izuki había hecho un par de cumplidos diciéndole que era muy apuesto. Taiga solo lo había agradecido y había dicho que su físico era producto de su arduo entrenamiento en el básquet.

-Entonces Tatsuya – habló el señor Izuki después de tomar de su taza de té, ya en la sobre mesa – ¿vives aquí solo? ¿Tu hermano no vive contigo?

-Taiga tiene su propio departamento más cerca de su escuela – explico Tatsuya – y actualmente compartimos casa con unos amigos y con mi primo, mi abuela también vive aquí, pero ahora esta de vacaciones.

-Ahh claro – respondió el padre de Shun, como si la respuesta fuese obvia, claramente aceptando que eran una familia de clase alta - ¿Sabe tu abuela de Shun? ¿No tiene problema con él?

-No, ella está feliz, serán sus primero bisnietos, y aunque por ahora apenas podemos comunicarnos, ella está al tanto de todo.

-La abuela es todo amor – aclaró Taiga – adorara a Izuki-sempai y a los bebés.

Shun sonrió, no sabía que la abuela de Tatsuya estuviese al tanto de él, pero era algo lógico. Todo marchaba de maravilla hasta el momento.

-La boda ¿cierto? – Habló esta vez la señora Izuki - ¿Hablaron de eso?

-Sí, estuvimos platicando – comenzó a explicar Shun – se hará después de que los bebés estén un poco más grandes, sería complicado planear una boda antes.

-Primero debemos organizar la llegada de los bebés – tomo la palabra Tatsuya – comprar lo que les haga falta, arreglar sus habitaciones, mantener los chequeos de Shun para que todo vaya bien, programar el parto, agregar más presiones no pude ser bueno para Shun.

-¿Es por el problema de los primero meses? – Pregunto con calma Taiga sin notar que había puesto en una situación incómoda a su hermano - ¿Por eso no puede estresarse?

-¿Problema? – La madre de Shun parecía alarmada - ¿Qué clase de problema Shun?

Shun bajo la mirada hacía su vientre y lo acaricio con cariño. Nunca debió desear perderlos, era completamente su culpa, su pequeñito no se había logrado por su culpa. Era algo con lo que cargaría siempre. Al menos tenía a dos de sus angelitos aun con él, y a ellos los cuidaría y protegería con uñas y dientes de ser necesario.

Tatsuya noto ese bajón emocional en seguida, al también le causaba una terrible tristeza la pérdida de su tercer hijo, pero por ambos él tenía que ser fuerte, para protegerlos.

-El embarazo es de alto riesgo – explico Tatsuya – durante el primer trimestre Shun perdió a uno de los bebé, eran trillizos, es un tema del que no nos gusta hablar.

Con estas últimas palabras Tatsuya dejo en claro que no quería decir nada más de ello, y para su suerte sus invitados comprendieron muy bien sus palabras. La charla derivo a michas cosas más a partir de ahí. Shun se sintió aliviado al notar el cambio de tema y tomo la mano de Tatsuya con fuerza como muestra de agradecimiento; luego al darse cuenta de su acto se separó de inmediato, tampoco había olvidado las palabras de Tatsuya en la mañana.

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Kazunari recogió a sus hermanos del trabajo de su padre y con ambos gemelos a su lado comenzó a andar directo a casa, los pequeños se cansaron a mitad de camino, Takao se las arregló para cargar con los pequeños él solo. Eran niños de tan solo tres años y medio, era normal que se cansaran tan rápido al recorrer distancias largas a pie, apenas sabían caminar bien.

Al llegar a su casa dejo a los pequeños en su habitación, luego se puso a hacer lo que le tocaba de quehaceres, su hermano mayor no tardaría en aparecer para cuidar a los gemelos mientras el iba a trabajar en el turno de la tarde-noche.

Se la pasó aseando la casa, incluso hizo más de lo que le correspondía, peor nada servía para sacarse de la cabeza aquellos sentimientos que de repente habían nacido al estar tan cerca de Kagami, aquellas mariposas se negaban a desaparecer y cuando Kazunari estuvo por fin exhausto de trabajo, decidió que las mariposas no eran mariposas, eran hambre y se fue comer antes de marcharse al trabajo. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado!! mil gracias por leer!! 

Nos leemos!! n.n/ 


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