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Perfect

Notas del capitulo:

Hola preciosas personas!! 

Hoy no tengo  mucho que decir, solo agradecer que sigan leyendo esto y sus hermosos rw!! 

Muchas gracias!! 

intentaba tener el cap antes, pero no se pudo >.< que raro no? 

Bueno disculpen las posibles faltas de ortografía >.< 

Capitulo 26

Shun bostezó y se talló los ojos, se había quedado dormido durante el camino. Miro a su alrededor, Tatsuya seguía manejando buscando estacionamiento, estaban en una plaza frente a una tienda de artículos para el hogar. Lo miro extrañado.

-¿Dormiste bien? – Pregunto Himuro con una sonrisa – Ya llegamos.

-¿Qué hacemos aquí? – pregunto después de unos segundos.

-Es que ya debemos ir pensando en el cuarto de los bebés ¿No crees? – Le dijo Tatsuya – Hay que escoger todo para arreglar el cuarto, y necesito tu opinión para saber que comprar.

Shun sonrió y asintió con la cabeza, esa clase de gestos le parecían muy tiernos, pero ¿qué tanto podía fiarse de Himuro? ¿Qué tan bien estaba bajar la guardia? No lo sabía, por ahora todo marchaba bien y no quería sobre estresarse, no podía ser bueno para los bebés.

En la tienda compraron pinturas, calcomanías, escucharon atentos como debían ponerlas, la mayoría de las personas que los atendían lo felicitaban por su embarazo, les regalaron productos de muestra, les hicieron incluso descuentos, parecía casi mágico.

Shun miraba con detenimiento a Tatsuya, que preguntaba y echaba una tras otra cosas en el carrito, sin importar siquiera el precio, se volteaba para obtener su aprobación y le sonreía, le preguntaba si estaba cansado, si quería sentarse, o si ya tenía hambre. Shun estaba seguro que de responder “si” a alguna de las interrogativas, Himuro hubiese traído comida o una silla para que descansara. Los bebés le daban pataditas de vez en cuando o se movían, se había vuelto muy activos.

-¿Estas bien Shun? – le pregunto Tatsuya al verlo hacer una mueca

-Sí, solo que me han pateado muy fuerte – le dijo intentando sobarse la barriga.

Tatsuya se acercó a él y se agacho a la altura de la pancita de Shun y la acarició con ambas manos.

-Princesita, campeón, pórtense bien y no lastimen a mami ¿de acuerdo? – les dijo Himuro con cariño. 

Aquello hizo que Shun se sonrojara, los bebes habían dejado de patear y escucho muchos “awws” a sus espaldas de otros clientes que habían visto la escena. Himuro sería un gran padre. ¿Él lo sería? Se lo había preguntado muchas veces, tenía que dar su máximo esfuerzo. No tenía mucho que ofrecerles a sus hijos pero de verdad se esforzaría para cuidarlos y criarlos.

-Ya dejaron de patear.

-Oh que obedientes.

Himuro volvió a sonreírle y Shun correspondió el gesto. Más allá de lo que él pudiera sentir, aquel hombre era su pareja, Tatsuya era su alfa y él era el omega que le daría hijos. No podía romper aquel lazó tan fácilmente.

Terminaron de hacer las compras, Tatsuya le compro un helado a la salida, pues se le había antojado y regresaron a casa. Shun todavía no se acostumbraba a eso, a decir “regresemos a casa” sentía la casa de Himuro como ajena a él, como si fuera solo un lugar en que estaría por un par de días, pero lo más probable es que se quede ahí durante mucho, mucho tiempo. Tatsuya le había dicho que esa casa era suya y que podía hacer lo que quisiera, incluso si deseaba cambiar algo, podía decírselo y se encargaría de ello, pero a Shun no le gustaba la idea de cambiar una casa que no sentía suya, ni siquiera para sentirse más cómodo, de hecho cambiarla le haría sentir posiblemente más raro. Como si estuviese invadiendo el hogar de alguien.

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-¡Ryo! ¡Koji! ¡Por favor ya vístanse! – Grito Takao persiguiendo al par de gemelos de tres años que solo querían correr desnudos por la casa - ¡Vamos niños les comprare un helado en el camino si se apuran!

Pero el helado no fue soborno suficiente para que los gemelos dejaran de correr por la casa. Kazunari miro el reloj en la sala, ya se le había hecho tarde. Ni modo, le enviaría un mensaje a Shin-chan para que no lo esperara y se fuera adelantando mientras el arreglaba a sus hermanitos. Había cambiado su día de descanso por el sábado por la fiesta de Izuki, quería verlo y felicitarlo, el mayor le había caído bien. Sin embargo no contaba con que sus padres al verlo libre le engatusaran a los niños.

-¡Esta bien niños les comprare lo que pidan pero por favor ya paren! – Les grito corriendo tras ellos – ¡Se los prometo!

Los pequeños pararon y lo miraron con alegría tomando las ropas de cada uno y poniéndosela rápidamente, ellos solitos, porque ya eran niños grandes que podían vestirse solos. Solo que necesitaban ayuda de Kazunari para enderezar los pantaloncillos y abrochar las camisitas, y para peinarse, pero de ahí en fuera eran niños grandes.

-Kazu-Nii chan ¿a dónde ilemos? – Pregunto uno de los pequeños, Kazunari aún no podía decir exactamente quién era quien, esos diablillos eran idénticos, no tenían ni una rasgo distinto – ¿Hablá más niños?

-Iremos a una reunión con unos amigos míos – le contesto Takao con calma mientras le ataba las agujetas – Tal vez vaya una nena, deben ser amables – les pidió con una sonrisa.

-Kazu-Nii chan ¿podlemos jugal? – pregunto el otro pequeño que solo esperaba paradito a que ya se fueran.

-Sí, pueden jugar mientras no hagan travesuras, recuerden sus modales.

Takao tomo la mano de ambos niños y salió de casa camino a la parada de autobuses. En el camión después de asegurar que sus hermanitos estuvieran sentaditos y calmados, por fin sacó su celular que había estado vibrando. Tenía un par de llamadas de Kise; un mensaje de Kagami de una carita feliz que respondió con otras dos caritas; por ultimo un mensaje de Midorima con un simple ok como respuesta a su largo mensaje.

Kazunari soltó un suspiro, no tenía remedio ese esparrago andante.

Le marco a Kise, para ver que necesitaba su amiguito.

-“Takao cchi ¿Azul o blanco?” – le contesto Kise del otro lado de la línea.

-¿Aún no te has cambiado Ki-chan? Ahh que aremos contigo… la camisa blanca se te ve mejor, señorito modelo.

-“¡Gracias Takao cchi! Es que hoy quiero verme bien ¿sabes? Porque ira Davi, y como su colega debo ir súper bien  vestido, porque somos modelos y eso”

-Claro, no tiene nada que ver con que lo quieres conquistar para hacerle cariñitos.

-“No es eso, aunque Davi sea muy apuesto no puedo salir con él, no puedo dejar de lado a Aomine cchi”

-Mmmm lo que tú digas Ki-chan, pero ya deberías dejar de lado a Aomine, eres libre de salir con quien quieras.

-“Es muy pronto” – le dijo Kise y Takao pudo notar la tristeza en su voz.

-Ki-chan mejor apúrate, yo ya voy en camino.

-“Ahh se me hizo tarde, nos vemos en un rato Takao cchi”

Kise colgó y Kazunari sonrió por la torpeza de su amigo, quería sorprender al extranjero y se le hacía tarde, no había remedio con él. Veinte minutos después se bajó del camión, con su par de hermanitos en brazos pues se habían quedado dormidos.

-Kazu-Nii chan, ¿ya llegamos? – pregunto su hermanito con flojera, acababa de despertarse y Kazu lo había bajado para que estirase sus piernitas, el otro aún seguía dormido.

-Todavía no, Koji sigue durmiendo y tenemos que caminar ¿puedes caminar? – pregunto Kazunari con una sonrisa

-Kazu-Nii chan yo soy Koji – Kazunari se puso rojo y el nene se rió – Puedo seguil caminando.

-Lo siento Koji, vamos.

Takao lo tomo de la mano, o mejor dicho el niño tomo su dedo índice, pues con Kazu habían tomado la costumbre de solo sujetar un dedo en vez de toda la mano.

No tenían que caminar mucho desde la parada hasta la residencia, lo que era un alivio, no quería tener que cargar al otro pequeño, ya pesaban.

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Midorima se encontró con los demás milagros en la entrada de la casa de Himuro. Como era usual Kagami venía de la mano con Kuroko, Akashi platicaba con Murasakibara; la escena se distorsionaba de lo común al ver a un Aomine caminando solo con el ceño fruncido, generalmente el moreno iba acompañado de Kise. Shintaro recordaba que generalmente era en esos momentos, cuando el moreno estaba al lado de Ryouta, que sonreía o por lo menos dejaba de fruncir el ceño.

Sus amigos podían decir que era el más lento de todos, no lo negaba, cuando se trataba de sí mismo lo era, pero podía ser realmente perceptivo cuando de sus amistades se trataba, la intuición de que las cosas iban bien o mal entre cierta parejas era como un don psíquico que a veces incluso le asustaba, luego recordaba que era cáncer, uno de los signos más sensibles del zodiaco, y se tranquilizaba.

-Shintaro, ¿Kazunari no venía contigo? – le pregunto Akashi cuando los alcanzó.

-Dijo que llegaría después, que tuvo un percance – informo Shintaro.

-¿En serio? – Kagami miro su celular – A mí no me dijo nada.

-¿Por qué tendría que decirte algo? – Pregunto Midorima y luego agregó – A parte es mi novio, es obvio que me avisaría a mí.

Todos se quedaron callados, incluso se lamentaban por no haber grabado aquello, pues era raro que Midorima expusiera sus sentimientos de aquella manera. Kuroko sonrió, saber que el peli negro salía con Midorima calmaba sus celos, sin embargo siempre había algo, o más bien alguien que se encargaba de hacer que sus celos crecieran.

-No me importa si es tu novio – Le dijo Kagami enojado – Me seguiré preocupando por él y punto.

Midorima se dio un golpe mentalmente, no podía creer que Kagami fuera tan lento como para no captar el daño que esas palabras provocaban en Kuroko. Kuroko, quien siempre los había necesitado.

No pudo evitar mirar al peli celeste, quien estaba con la cabeza gacha, no pudiendo aceptar que tal vez su novio ya no lo quería como antes, tal vez si hubiese aceptado acostarse con él cuando Taiga lo pidió las cosas serían diferentes, pero ¿qué tan cierto era eso? Según sabía, Kise y Aomine habían tenido relaciones desde muy jóvenes, ahora estaban separados. Tal vez nada tenía garantía en la vida, tal vez Kagami ya no era suyo, y él se moría de solo pensar en aquella posibilidad, su tigre siempre sería suyo, solo él podía protegerlo, solo Taiga podía brindarle el amor que nadie más podía. No podía permitirse perder a Taiga, porque si no estaba a su lado, él se moría.

-Bueno todos nos preocupamos por los amigos – intento corregir Akashi – de hecho también me pregunto por Kise, no ha llegado y no aviso a nadie de si estaba atrasado.

-Kise-kun dijo que pasaría a recoger a Davi-san, Daniel-kun y Ana-chan antes de venir – dijo Kuroko atrayendo las miradas que antes estaban en Aomine.

Daiki solo suspiro de alivio, estaba se alguna forma preocupado por el rubio al no verlo.

-¡Chicos! – una voz a sus espaldas los hizo voltearse, era Takao.

Los demás lo saludaron, mirándolos confundidos al verlo con el par de niños, uno en sus brazos y otro aferrado a su cuello y espalda.

-¿Quiénes son ellos? – Pregunto Aomine señalando a los niños – No me digas que trajiste de regalo dos niños para que practiquen.

-No seas tonto Dai-chan – Kazunari se rio quedito para no despertar a los pequeños – Hoy tuve que cuidarlos, son mis hermanos.

-Oh así que ellos son Koji y Ryo – dijo Kagami recordando que ya se los había mencionado – y ¿Quién es quién?

-Ugh no me preguntes eso Tai-chan, que soy pésimo y aun no los diferenció bien.

-Bakao, solo tú no podrías diferenciar a tus hermanitos – le regaño Midorima – Te ayudo con uno.

Kazunari parpadeo un par de veces sin poder creerlo, pero reaccionó a tiempo para darle al pequeño que tenía en brazos para poder cargar apropiadamente al que traía a sus espaldas.

-Según yo, ese que cargas es Ryo – dijo Kazunari cuando Shintaro tuvo bien agarrado al pequeño.

Recordó entonces que Shintaro tenía una hermana menor, no tan pequeña como sus hermanitos, pero seguro por ella es que sabía tan bien como cargar a un bebé.

Por fin les abrieron la puerta y se encaminaron al interior de la casa. Shun estaba en el patio comiendo fruta. Se acercaron y lo felicitaron, le dieron su regalo aunque en realidad eran regalos para los bebés, ya todos estaban enterados del sexo de los bebés.

Izuki les agradeció y les dijo que no tenían que haberse molestado. Quince minutos después llagaron los amigos de Shun.

-Hyuga, Kiyoshi me alegra que vinieran – Con cuidado Shun se levantó para recibirlos, sus amigos se quedaron helados – Los he extrañado mucho, pero supongo que no tienen mucho tiempo libre con la universidad.

-Wow Izuki eres enorme, pensé que no tenías tantos meses – le dijo Kiyoshi abrazándolo – Feliz cumpleaños.

-Felicidades Izuki – Hyuga también lo abrazó -¿Has estado bien? ¿No te han causado molestias?

-Estoy bien Hyuga – gracias por venir, Shun los volvió a abrazar con emoción, en seguida sintió como sus pequeños pateaban, provocándole una mueca de dolor – Oh creo que estos pequeños también se emocionaron.

-¿Estas bien? ¿Ya vienen? – pregunto Hyuga alarmado mientras Kiyoshi solo agitaba los brazos sin saber qué hacer.

-No, solo están pateando – Shun tomo las manos de sus amigos y las coloco donde los bebés pateaban - ¿Ven?

Hyuga solo abrió los ojos tanto como podía y Kiyoshi sonrió de oreja a oreja, alegre de poder sentir aquello.

Después de ellos llegó al fin Ryouta, junto con sus invitados, a quienes se encargó de presentar. Davi pareció encajar enseguida con Himuro y Shun, incluso con Nijimura. Al ser ya padre, el extranjero fue exhaustivamente interrogado sobre un montón de cosas y Davi feliz les compartió su experiencia.

Daniel se entretenía platicando con Takao y Kagami, cada uno acompañado de su respectivo novio. Por otro lado los gemelos habían jalado a Ana para jugar por el patio, se les veía muy alegres corriendo por el lugar jugando a las atrapadas. ¿Cómo se comprendían a pesar de hablar idiomas distintos? No lo sabían, pero tampoco les causaba mucha curiosidad saberlo, mientras estuvieran felices.

Akashi se separó un momento de sus amigos y con la excusa de llamar a su padre se adentró en la casa buscando al rubio Gold. Lo encontró en el estudio de tomar una copa. Seijuuro se la arrebato de las manos.

-No deberías beber – le dijo serio y tomándose el contenido de la copa – Estas medicado.

-¿Quién te crees que tú para mandarme? – Le dijo enojado Nash – No eres nadie para meterte en mi vida.

-Eres un idiota Gold – Seijuuro se dio la vuelta – Ni siquiera sé porque me preocupo.

Lo último lo había dicho para sí mismo, pero Nash lo había escuchado de todas formas. Por eso se acercó a él, lo tomo de los hombros y le azoto la espalda contra la puerta, quedando sus rostros demasiado cerca.

-Nadie está pidiendo tu compasión Seijuuro, ocúpate de tus asuntos y deja en paz los míos.

Akashi sintió su cuerpo flaquear, el aroma de Nash, la presión de sus manos en sus hombros, el dolor en su espalda, su aliento tan cerca de su rostro. Comenzó a aumentar su temperatura corporal, estaba entrando en celo, y Nash lo había causado, lo sabía a la perfectamente.

Empujo al rubio y salió corriendo refugiándose en la primera habitación que encontró, era la de Izuki. Corrió al baño, con mucha suerte encontraría una caja de pastillas para calmar su celo, no se suponía que llegaría hasta después.

Por su lado Nash, se había quedado en shock, había olido a Akashi, y era un olor tan delicioso, que luchaba por no salir corriendo detrás de él para hacerlo suyo. No debe seguir sus instintos y se lo repite mentalmente una y otra vez, aun cuando sabe que no olvidara aquel aroma.

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Aomine aplastó un cup cake que tenía en sus manos, mirando con odio hacía la dirección de Kise que sentado junto a Davi, no habían parado de conversar, incluso se habían tomado una foto juntos. Enfrente de sus narices. Su cuerpo hervía en celos.

-Mine-chin si no los quieres no los aplastes – le dijo Murasakibara serio – O yo te aplastare.

-Ahh lo siento toma – Daiki le devolvió el postre aplastado y luego susurro – Estúpido Kise.

Daiki no podía soportar la idea de ver al rubio así de cercano con alguien, pero por otro lado, ahí estaba Murasakibara, a su lado, comiendo y haciendo nada. Decidió que tal vez ver al rubio no era lo correcto, por eso volteo la cabeza y miro al peli morado. Ahh pero sí que tenía encanto ¿Es posible que un chico de más de dos metros de ternura? Daiki podía asegurar que eso solo aplicaba con Atsushi.

Mura al sentir la mirada de Daiki sobre él se volteó para comenzar a hablar de alguna trivialidad, lo que fuera para dejar de sentirse incómodo. Pensando que sería más fácil si estuviera Aka-chin o Demi-chin, o si Gami-chin y Taka-chin le pusieran atención, o si Kuro-chin o Mido-chin dejaran de hacer nada al lado de sus novios ¡Podían ayudarlo a él de salir de tan embarazosa situación!

Volteo a ver de reojo a su rubio amigo, Kise ya no tenía la sonrisa de siempre, y eso le cayó como un golpe en el estómago. Culpa. Luego volteó a ver a Aomine, el moreno era apuesto, si lo era, pero ¿le gustaba? ¿Qué pasaba con Demian? ¿Demian le gustaba? ¿Qué era gustar de una persona? El solo sabía de amar a los dulces. Qué complicado, no entendía como sus amigos siempre andaban metidos con asuntos del corazón, era tan aburrido…

Gracias al cielo Akashi no tardo más en regresar y pudo sentirse menos incómodo. Tal vez debería preguntarle a Aka-chin, él siempre tenía las respuestas correctas para cada duda. Sí, eso haría.

A las nueve de la noche, los niños cayeron dormidos en la sala, Takao fue llevado a casa junto con sus hermanitos a su casa. Igualmente se fueron Davi, Daniel y la pequeña Ana, que ya estaba dormida. Kise los despidió con una sonrisa.

Un par de horas después también se fueron Hyuga y Kiyoshi, una hora después de ellos, partieron los milagros. Izuki se quedó en la sala solo con Nijimura.

-Oye Shun… ¿Cómo te diste cuenta del embarazo?

La pregunta del mayor lo sorprendió, Izuki balbuceo un instante antes de aclarar la garganta y poder contestar.

-No lo supe hasta que me hice una prueba de embarazo, no tuve síntomas hasta después de eso, vómitos en la mañana y esas cosas – le contesto Izuki con una sonrisa.

-Ya veo…

-¿Por qué la pregunta Nijimura?

-Porque tal vez estoy embarazado

Shun lo miro impresionado ¿Qué podía decirle? No sabía si lo decía con felicidad o no…

-¿No estas contento? – le pregunto después de un rato – Digo estas por titularte, tienes una vida hecha, y tu bebé será de alguien a quien amas. Aparte, puede ser una perspectiva aterradora, pero cuando los escuches, no podrás hacer más que amarlo.

Shuuzo asintió, quería creerle a Shun, quería amar a su bebé ¿Sería un buen padre? Tal vez tenía que esforzarse para serlo, y así lo haría. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado!! 

Nos leemos!! n.n/


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