Himuro despertó antes del amanecer, y bajo a correr un poco, repasando mentalmente lo que tenía que hacer ese día: su abuela llegaría más tarde, eso le había avisado la pasada noche, tenía que encargarse de enviar unos cuantos documentos y luego llevar a Izuki a su primer ecografía, para esta, Izuki tenía que ir en ayunas, así que tenía que arreglar todo para después de que el joven despertara.
Al terminar su rutina de ejercicios fue e bañarse, al igual que Izuki, su habitación contaba con baño propio, después solo con una toalla en la cintura se dispuso a enviar los documentos a los laboratorios de América. No podía quejarse, su carga de trabajo había disminuido bastante para que pudiese ir a la ecografía con Izuki. Miro el reloj eran las seis y media de la mañana, ya estaba amaneciendo y él había terminado con su trabajo.
Se puso ropa, algo casual, pantalones de mezclilla con una camisa sport, luego bajo a la sala esperando encontrarse con los chicos o con Izuki, aun no sabía si este último ya se había levantado. Pero al bajar a las únicas que encontró fueron a Sakura y a su abuela.
-Tatsu, que bueno que bajas – le saludo la mujer
-Bienvenida abuela – Tatsuya le dio un beso en la mejilla - ¿Puedo saber por qué has pasado la noche afuera?
-Oh Tatsu, es que no sabes con quien me encontré – su abuela lo veía con una gran felicidad – Con tu tío Henry, lo encontré mientras hacia las compras.
-Eso es fantástico, ¿viene con la familia? Debiste haberlo invitado.
-Claro que lo hice, pero viene solo, me ha preguntado si quiero pasar un tiempo con él y su familia, allá en América.
-Eso es fantástico abuela – Tatsuya le dedico una sonrisa aun cuando no estaba de acuerdo, no quería negarle nada a su abuela pero todo tenía riesgos – ¿Cuándo irás?
-¿De verdad no te molesta? – La señora lo miro sorprendida – tu tío parte hoy y quería que me fuera con él, ayer incluso llame a Sakura para que pusiera mis cosas, estoy muy emocionada Tatsu, será la primera vez en muchos años que vea a tus primos, deben estar enormes, ¿qué edad tenía Eric la última vez? Unos cuatro quizás, seguro ni me recuerda, estoy muy feliz Tatsu, pensar que Eric era el mayorcito y ¿Quién le seguía? Mm Janet…
-Dafne abuela, le seguía Dafne.
-Ah claro… que adorable tendría unos tres años ¿no?
-En realidad tenía un año y medio – Tatsuya le sonrió a su abuela – Y Nora esperaba su tercer bebe.
-Cierto, cierto.
La sonrisa de su abuela se había borrado y su mirada ahora se mostraba confundida, intentaba recordar aquellos años en Los Ángeles.
-Será bueno que los veas, regresamos a Japón cuando ellos eran muy pequeños, es lo malo de que yo fuera el más grande de los nietos.
-Sí, tuvimos que regresar para que estudiaras la universidad, tampoco ayudo el hecho de que siempre te adelantaron las clases, entraste demasiado pronto a la universidad.
-Creo que eso fue bueno, termine antes mis estudios, me gradué joven y ahora tengo mucha experiencia laboral siendo que apenas debería estar saliendo de la escuela.
-No, debiste convivir con más niños de tu edad, maduraste demasiado rápido y pronto dejaste de ser mi niño.
-Pero si tú siempre me tratas como a un niño.
-Para mí siempre lo serás.
Tatsuya rió y abrazo a su abuela.
-¿A qué hora te vas? ¿Vendrá el tío Henry por ti? ¿Quieres que te lleve?
-Está bien Tatsu, tu tío no debe tardar y yo tengo que ir a poner las últimas cosas.
Su abuela se levantó y se fue a su habitación, en la sala entro Sakura que le llevaba el desayuno, como siempre.
-Ah lo siento Sakura-chan pero desayunaré afuera, Izuki-kun va a acompañarme así que no le mandes el desayuno.
-Está bien señor, el joven Izuki aún no ha salido de su habitación y los amigos de Taiga partieron en la mañana a su entrenamiento matutino.
-Gracias por avisarme Sakura-chan ¿Sabes que paso con el conejo de Taiga?
-Al parecer el joven Taiga despertó temprano a Izuki-kun para encargárselo.
-Ya veo, gracias, puedes retirarte.
La chica dio una reverencia y se fue, al poco llego el mayordomo anunciando la llegada de su tío, Himuro le indico que lo dejara pasar.
Henry Johnson era el hermano menor de su madre y el único varón que había tenido su abuela, también el único alfa, sus tías ya difuntas habían sido omegas al igual que su madre. El hombre era alto tenía el cabello rubio como casi toda la familia Johnson, la madre de Himuro también era rubia, y compartían la característica marca debajo del ojo derecho, ese bonito lunar. Su abuela, su madre, su tío y sus tías todos lo tenían como él, pero era lo único que había sacado de la familia, en lo demás era igual a su padre. Himuro le sonrió a su tío y se levantó para abrazarlo.
-Tatsuya ¡Cuánto tiempo!
-Lo mismo digo tío, ha pasado mucho, es bueno verte, aunque hubiera sido mejor si traía a toda la familia.
-Me hubiera encantado, pero estaba de negocios. Deberías venir a visitarnos también.
-Eso sería bueno, cuando tenga vacaciones pensare hacerlo ¿Cuánto tiempo planean robarme a mi abuela?
-Oh vamos Tatsuya – su tío le sonrió – Debes ser más compartido has tenido a mi madre para ti solo todos estos años, deberías comprender que también tiene otros nietos.
-Lo sé lo sé, estoy feliz de que le hayas pedido que fuera contigo, creo que le hará bien. Aunque tengo que decirte que si me preocupa.
-No tienes porque, vamos a cuidarla bien.
-Cuento con eso, su enfermedad está avanzando y tiene que cuidar no dejarla sola en lugares desconocidos, pueden intentar llevarla a lugares que antes frecuentaba, eso tal vez le ayude.
-La última vez que hablamos dijo que no quería ningún tratamiento.
-Y sigue con la misma idea, espero puedan hacer que cambie de opinión porque yo no lo he conseguido.
Tatsuya miro a la nada, pensando en cuanto tiempo su abuela dejaría de recordarlo a él, o a sus propios hijos, era abrumador.
-Lo intentare – su tío le sonrió, entendía perfectamente lo que le preocupaba a su sobrino - ¿Cómo ha estado tu madre? ¿Mi hermana está bien?
-Tendrías que empezar definiendo bien – ahí estaba otra de las preocupaciones de Tatsuya.
-Me refiero a estable.
-Oh entonces sí, ella está bien, la visito una vez a la semana.
-Me alegra escuchar eso.
-Dime como está la tía Nora y mis primos, hace años que no nos vemos.
-Están muy bien, gracias por preguntar, tu tía da clases de repostería, tus primos siguen en la escuela van muy bien, Eric juega básquet ¿Te sigue gustando el deporte? ¿Qué hay de Taiga?
-Es bueno escuchar eso – Tatsuya sonrió con genuina felicidad – si me sigue gustando igual que a Taiga, aunque él es un monstruo en la cancha también tiene un equipo aterrador son muy buenos.
-Qué bueno, tal vez sería bueno enviar a mi Eric para que aprenda algunas cosas.
-Eso sería genial tío, creo que se divertiría mucho y disfrutaría mucho de que mi primo favorito viniera.
-Lo considerare y le preguntare.
-¡Henry! ¡Qué bueno que llegas!
La abuela había llegado a la sala con una sonrisa deslumbrante y las energías renovadas.
-Mamá ¿tienes todo listo?
-Claro que sí – la mujer se acercó a Tatsuya - ¿Estás seguro de que está bien que vaya?
-Sí, abuela. No te preocupes estaré bien, este niño ya está grande.
Al poco rato Tatsuya despidió a su tío y a su abuela, un poco triste por verla irse, le había dicho que quería pasar con la familia de su tío cerca de un año, era un tiempo considerable pensando que hacía años que no los veía, aun así sería muy raro no tenerla en casa, se había acostumbrado a siempre tenerla a su lado, después de todo la había tenido por 23 años.
Soltó un suspiro y volvió a la casa.
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En su habitación Shun jugaba con pantunfla en la cama, el conejito no hacía mucho y apenas había querido comer, el pelinegro intentaba sin mucho éxito entrenar a pantunfla.
Ese día había despertado temprano a causa de Taiga, quien le había llevado el conejo, pues el pelirrojo tenía entrenamiento, al parecer la preparatoria Teiko tenía entrenamiento incluso en vacaciones. Bueno de todas formas a él no le molestaba estar cuidando del animal, aunque un par de horas después le habían venido las náuseas y el vómito, era un horror pero Izuki había leído que se le pasaría al cumplir el primer trimestre. Ya no faltaba tanto para eso.
Su celular sonó, era un mensaje.
De: Hyuga
Asunto: Buenos días
¿Nos veremos hoy?
De: Izuki
Asunto: Re: Buenos días
No lo sé, aún no he visto a Himuro.
Como si lo invocara al terminar de enviar el mensaje alguien llamo a su puerta.
-Adelante.
Y sí era nada más y nada menos que Himuro quien le sonreía con gentileza.
-Buenos días Izuki-kun.
-Buenos días Himuro ¿Hay algún plan para mí el día de hoy?
Himuro paso a la habitación, la cama ya había sido tendida y Shun traía ropa cómoda como el día pasado, también pudo notar como el cabello de Izuki estaba algo húmedo.
-Quisiera llevarte a tu primer ecografía, es solo para ver el desarrollo del bebe.
-Está bien – En realidad no lo estaba, Izuki no quería ver a ese… feto. No le agradaba la idea y aun así juraba que dentro de su vientre algo se había movido de la emoción. – ¿A qué hora nos iremos?
-Cuando tu estés listo, tiene que ser en ayunas así que entre más pronto mejor, no es bueno que andes por ahí sin comer.
Shun respiro profundo, realmente no quería comer, no servía de nada si al final del día terminaba vomitándolo.
-Estoy listo, así que vayamos ahora.
Salieron de la casa a los minutos, solo encargando al conejito con la mucama, después de eso partieron hacia el hospital. El camino como siempre fue silencioso, lo único que sonó fue el celular del menor, quien se estaba comunicando con su mejor amigo.
-Himuro ¿Puedo hablar contigo de algo?
El del lunar se sorprendió con aquello, saber que Izuki quería hablar algo con él le hizo feliz, un segundo después se sintió un tonto, ya no era un colegial como para actuar así.
-Claro Izuki-kun.
-Yo bueno… fui aceptado en la Universidad T y formalice mi inscripción antes de que me corrieran y…
-Quieres seguir estudiando aun con el embarazo.
Shun asintió con la cabeza.
-Lo entiendo, y te felicito por entrar a la Universidad T, no es fácil. Yo pagare todo lo que necesites.
-No es necesario, puedo conseguir un empleo a tiempo parcial.
-No Izuki, puedo dejar que Estudies mientras estás en estado pero no pienso permitir que trabajes – Himuro vio a Shun fruncir el ceño – No lo malinterpretes, no es que quiera controlarte ni nada, solo pienso que sería arriesgado para él bebe y no pienso arriesgarlo, a parte, Dios, estas en una difícil situación por mi culpa lo menos que puedo hacer es ayudarte en esto, cuando tengas al bebe podrás buscar trabajo si quieres.
-Está bien comprendo – y lo hacía, Shun comprendía realmente que estudiar, trabajar y estar embarazado todo al mismo tiempo sería devastador y sabía que Himuro solo quería lo mejor para él bebe.
Lo que Shun no sabía era que en realidad Himuro quería lo mejor para él.
Llegaron al hospital. Fueron en seguida al piso de Obstetricia, en el elevador Himuro hizo un par de llamadas para asegurar que el medico los atendería en seguida. Shun solo miraba aquello con grandes ojos, ese era el hospital privado más caro de Tokio, tenía de todo y era increíble como Tatsuya con un par de llamadas conseguía un lugar privilegiado para ser atendido de inmediato, no pudo evitar preguntarse si todo se debía a los contactos que tenía por trabajar en un prestigioso laboratorio, también se preguntó qué puesto tenía para haber conseguido tales privilegios.
Más rápido de lo que había pensado ya estaba dentro del consultorio “Dr. Midorima” era el nombre que se podía leer en la puerta del consultorio, sintió un poco de nervios. Una enfermera le indico que tomara agua, mucha agua y que le avisara cuando tuviera ganas de orinar.
Así lo hizo, tomo agua hasta quedar lleno, y también se puso a caminar de un lado a otro, esto por recomendación de Himuro, para que le entraran ganas de ir al baño más rápido.
-A todo esto Himuro – hablo Shun mientras caminaba después de haberse bebido casi un litro de agua – Dijiste que vives con tu abuela pero no la vi ayer.
-Ah sí, ella pasó la noche afuera y en la mañana se fue de vacaciones.
-Vaya la vida de los ricos debe ser fácil.
-A veces – Himuro sonrió, su vida no era fácil – ella no había tenido vacaciones desde que entre a la universidad, y esta ocasión es especial, se quedará con mi tío y visitara a la familia que hace muchos años no ve.
-Eso es bueno, supongo.
-Lo es – afirmo Tatsuya - ¿Aun no quieres ir?
Shun se sentó.
-Sí, ya quiero ir, y más vale que el doctor no demore más o me orinare en los pantalones.
-Llamaré a la enfermera.
A los pocos minutos llego el doctor, Midorima Seishirou, así se había presentado, un hombre ya de edad, cabello negro que apenas reflejaba unas pocas canas, lentes y tras estos un par de ojos marrones, Shun esperaba ver a un tipo de verde cabello, había relacionado el apellido con Midorima Shintaro suponiendo que eran familiares.
-Es bueno verte Tatsuya ¿Cómo está tu padre? – al parecer el doctor y Himuro eran conocidos cercanos.
-Bien, gracias por preguntar. ¿Cómo está su familia?
-Muy bien, mi esposa y mi hija esperan verte pasarte en casa, de mi hijo no digo nada, creo que el pasa bastante tiempo en la tuya.
-Shintaro solo va para jugar con Taiga.
Sorpresa, el hombre si era padre del prodigioso jugador. Shun se quedó pensando tal vez la señora Midorima era quien traía tan peculiares genes.
-Si lo sé. Ahora – El doctor se dirigió a Shun - ¿Cómo está la futura madre?
El doctor hablaba con dulzura e Izuki estaba seguro que le había dicho la misma pregunta a otras u otros cien embarazados más.
-Bueno me muero por orinar – respondió sincero el peli negro ocasionando una risa en el doctor.
-Entonces démonos prisa, súbete a la camilla y descubre tu vientre.
Mientras Shun hacía aquello el doctor preparaba su equipo para el ultrasonido. Vertió un poco de gel en el vientre de Shun y comenzó a presionarlo buscando al bebe, los ojos del doctor se abrieron todo lo que era posible. Shun solo se sentía incómodo, le andaba del baño y ese doctor al presionarlo solo hacía que sus ganas aumentaran.
-Vaya, vaya, pero que tenemos aquí.
-¿Todo bien doctor? – pregunto Himuro un poco preocupado.
-Sí, al parecer todo está bien con los bebes.
Shun lo miro extraño, y luego guió su vista a la pantalla, aunque no reconocía ningún bebe ahí, solo podía ver manchas sin formas.
-¿Bebes? – pregunto Shun un poco inquieto.
-Sí, bebes.
El doctor le coloco un aparato en el vientre dejando que Shun y Tatsuya escucharan el latir de 3 corazoncitos, era algo magnifico.
Shun no pudo evitar llorar, era hermoso, tres bebes, tendría trillizos, y escuchando sus corazones latir, se arrepentía profundamente de haber deseado abortarlos la noche pasada, esas pequeñas vidas solo con el tum-tum que hacia su recién formado corazón lo habían enamorado, Shun siguió llorando, mostrando una amplia sonrisa acariciando un poco su vientre, con razón ya era notorio.
Tatsuya miraba todo conmocionado, no era uno sino tres y al parecer Shun estaba feliz por eso, ojala pudiese acercarse, besarlo y darle infinitas gracias por ese magnífico regalo.
El doctor no demoró mucho en explicarles lo que pasaba en la pantalla, le dio indicaciones ya que un embarazo múltiple era más complicado, los felicito y después de pedirle todos sus datos a Izuki lo dejo ir por fin al baño.
Ni Shun, ni Tatsuya podían creer que esperaban trillizos.
Salieron del hospital, Himuro traía en manos la primer ecografía de sus bebes. Y Shun por primera vez no se sentía mal de estar embarazado, había escuchado algo increíble, había escuchado a sus hijos.
El menor estaba a punto de acariciar su vientre cando su teléfono sonó.