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Perfect

Notas del capitulo:

Hola.... ay me siento pesimo por haberme atrasado otra vez u.u y porque aun no he terminado de contrestar rw lo siento de verdad!! 

Apenas termine mi semestre :D o algo así, así que la verdad creí que tendría esto listo antes, pero el cansancio me paso factura y para acabar de amolarme la inspiración no ayudo, este capitulo me costo mucho trabajo u.u 

en fin, estoy agradecida por todos los comentarios que mandan los amo!!! y mil gracias por seguir leyendo esto!! 

soy infinitamente feliz de que les guste :3 

Disculpen las faltas de ortografía o redacción >.< 

 

Capitulo 20

Himuro llego literalmente corriendo y azotando puertas a su casa, sin tomarse ni siquiera unos minutos para dejar sus cosas debidamente en su habitación, no, más importante era llegar hasta la habitación de Izuki donde ya estaba todo listo para el ultrasonido.

Al entrar a la habitación, Izuki estaba recostado sobre la camilla instalada, el doctor sonreía y aún no habían comenzado con el ultrasonido.

-Por fin llegas Tatsuya – le recibió el doctor – Izuki-kun no había querido comenzar hasta que llegaras.

Himuro sonrió se sentó al lado de Shun para poder ver la pantalla, y le agradeció en un susurro. Shun solo sonrió.

La pantalla al principio no mostraba nada que el par de padres primerizos pudiera reconocer como sus bebés, pero poco a poco mientras el doctor iba moviendo la maquinita alrededor de la pancita de Shun, pudieron reconocer a sus hijos.

-Son unos bebés muy sanos – comenzó a decirles el doctor – ya hemos superado la etapa más riesgosa para los bebés, ahora solo tenemos que cuidar de la salud de Izuki-kun para evitar tener problemas a la hora del parto.

-Doctor ¿ya podemos saber cuándo nacerán? – pregunto Shun

-Será en febrero, cuando lleguemos a febrero podremos decidir la fecha del parto – le explico el doctor – en esta revisión podemos aprovechar para saber si serán niños o niñas ¿quieren saber?

-Gracias, pero yo estoy bien con solo saber si están bien, que están sanos – aclaró Shun.

-Es cierto doctor – le secundo Tatsuya – lo más importante es saber que vienen bien…. Aunque saber lo que serán, podría ser bueno para comenzar a comprarles algunas cositas.

-Supongo que si lo pones así, entonces si deberíamos aprovechar.

El doctor sonrió al escuchar la afirmación de Shun, y procedió a revisar nuevamente.

-¿Qué tenemos aquí? – El doctor sonrió – Al parecer serán varoncitos.

-Varoncitos, que hermosos – exclamo Tatsuya sonriendo miró a Shun con ternura, y para su sorpresa Shun le correspondió la sonrisa.

-Oh esperen – volvió a hablar el doctor – esto que veo aquí es una nenita, serán un niño y una niña, al parecer la parejito les viene a la primera.

Shun y Tatsuya agrandaron sus sonrisas.

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Ahí estaba de nuevo, esperando a que llegara su médico y le dijera de una vez por todas que era lo que tenía, aunque sabía que sus sospechas eran casi acertadas se estaba dando la oportunidad de dudar y de tener un poco de fe. El médico llegó, lo saludó y le pidió sus análisis. El tiempo que tardo en leerlos fueron eternos para Nash, cada segundo el sentía que perdería la cordura y terminaría arrasando con todo.

El doctor bajo las hojas, se quitó los anteojos de lectura y se rasco el cuello. Nash ya sabía la respuesta.

-La leucemia ha vuelto.

Nash no presto atención a nada de lo que dijo el doctor después de eso. Ya lo sabía, conocía perfectamente como procedería el asunto, y tenía que hablar urgentemente con Himuro. Media hora después salió del consultorio, cansado mentalmente de solo pensar lo que se venía.

¿Tenía que volver a luchar?

¿No podía simplemente dejarse morir?

¿No era más fácil?

¿Tenía razón alguna para luchar?

No, no tenía nada porque seguir con vida, era más fácil rendirse, no contarle nada a Tatsuya y dejarse consumir por la leucemia lentamente, tal vez debió dejarse consumir por ella la primera vez, cuando era un niño.

Manejo directo a casa, no tenía ganas de volver a la oficina, no lo haría, aparte seguro Himuro ya había vuelto de su viaje, eso le daba una buena oportunidad para hablar con él.

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En la agencia de modelaje todos están con la boca abierta, no pueden creer que el modelo Kise Ryouta este aceptando posar con otro modelo masculino, no pueden creer que no esté el novio del modelo armando rabieta sobre aquello.

La manager de Kise parase feliz, el fotógrafo parece feliz, el modelo nuevo parece feliz, Ryouta no lo está en ningún sentido. Aunque sabe que ya no está con Aomine siente como si lo traicionara, pero tampoco tiene excusas, su manager al parecer está al tanto de su reciente ruptura.

-Bien, comenzaremos en 15, vayan a alistarse – dice el fotógrafo y cada modelo se dirige al camerino que les corresponde.

Kise se deja caer sobre el sofá, respira profundo, no puede ser tan malo, solo serán unas cuantas fotografías, y listo. Nos es como si estuviese haciendo un comercial semidesnudo al lado de otro hombre, de otro alfa. El rubio se levantó dispuesto a vestirse, tal vez hacer la sesión sería para mejor, así le demostraría a Aomine que no tenía que preocuparse por él; conocía a la perfección a su querido moreno y estaba seguro que estaba en una lucha mental acerca de a quién quería, era más fácil mandarle indirectas a Daiki para que se diera cuenta de sus sentimientos por Murasakibara.

“Aomine cchi… solo lo haré para facilitarte las cosas, esto de ninguna manera es una traición”

Ryouta tomo la maleta con la ropa de la sesión, apenas abrirla se dio cuenta que no había sido tan buena idea aceptar, estaban haciendo un promocional para una línea de deportes, la mayoría de las cosas eran ropa deportiva, entre ellas playeras de ese tipo de material que se pega a la piel, shorts deportivos holgados y del mismo material que las playeras. Si Aomine lo viera seguro no estaría contento, odiaba que Kise utilizara ese tipo de atuendo, pero Aomine no estaba ahí, y él ya había hecho un contrato.

Se alisto tan rápido como pudo, aún tenía que pasar con las maquillistas y directo a los reflectores.

Para sorpresa de todos, los modelos parecían complementarse bastante bien, eran como dos caras de una misma moneda, Ryouta tenía ese aspecto elegante, seductor, lleno de perfección, como si fuera un príncipe; su compañero, un chico universitario de cabello castaño y algo corto, espalda ancha, piel apiñonada, ojos color avellana, sonrisa perfecta y un par de hoyuelos marcando sus mejillas, el chico tenía un aspecto más salvaje, más aventurero. Era como juntar a un príncipe europeo con el rey de la selva, o eso era lo que decían todos los presentes.

Kise estaba satisfecho con su compañero, el chico era agradable, hacía lo que pedían y no intentaba hacer movimientos como muchos otros habían intentado. Al terminar todos parecían bastantes contentos con el trabajo.

-Hey, Kise Ryouta ¿cierto? – Le pregunto el otro chico, el rubio solo asintió más emocionado por descifrar de donde era el acento con el que hablaba el modelo ya que era notablemente extranjero  – Ah sabía que no me equivocaba, es un placer conocerte, mi nombre es Davi Padua, aunque posiblemente no me conozcas.

-Lamentablemente no lo hago, es un placer Davi-kun – Kise le sonrió y le dio la mano para estrecharla con la del otro modelo – ¿Llevas mucho tiempo modelando?

-Unos cuantos años, no tantos como tú.

-Eres muy bueno, me sorprende no haber escuchado de ti.

-Oh es normal, soy más popular en América así que tiene sentido que no me conocieras.

-Bueno ha sido un placer trabajar contigo, espero que se pueda repetir en alguna ocasión.

-Espero que así sea.

Kise dio una pequeña reverencia y se fue a su camerino después de gritar un “buen trabajo todos” que todos contestaron; era hora de volver a casa para el rubio.

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“Da media vuelta Seijuuro, esto no te interesa en lo absoluto”

Se repitió mentalmente Akashi por enésima vez antes de ordenarle a su chofer que se estacionara afuera de la residencia Himuro. Había estado siguiendo a Nash desde que lo vio en el piso de oncología, ¿Por qué? Él también se preguntaba lo mismo, no confiaba en el rubio, sabía que algo le ocultaban a él y a los demás, sabía que era un tipo irritante y que lo odiaba y por razones que no comprendía, sentía una fuerte atracción hacia su persona, esta última para Seijuuro era la más molesta.  Tocó el timbre y un minuto después se abrió la reja, pero no exactamente para dejarlo pasar.

Nash salía con Tatsuya apoyado en su hombro, estaba inconsciente, detrás de ellos iba Izuki.

-¿Qué sucedió? – Pregunto el pelirrojo a Shun mientras veía como Nash dejaba a Tatsuya - ¿Tuvo un accidente?

-Se desmayó hace un rato – Shun le respondió sin dejar de mirar a Tatsuya – ha estado mal desde hace un tiempo.

-Shun – le llamo Nash – quédate aquí, te llamare cuando estemos en el hospital.

-No, de ninguna manera yo voy contigo.

- Shun poco puedes hacer allá mejor espera aquí – le ordeno Nash – trata de no alterarte, puede ser malo para los bebés.

-Shun – le llamo Seijuuro – Nash tiene razón para variar, yo iré y te mantendré informado, de nada sirve que tu vayas si al final eso también te puede afectar.

Shun muy a su pesar estuvo de acuerdo, realmente quería acompañarlos, tal vez era su instinto pero quería casi necesitaba ir con ellos y asegurarse por sí mismo de que Himuro estaría bien, no siempre se tenía lo que quería y comprendía que sus hijos eran prioridad.

Nash condujo al hospital lo más rápido que pudo, le punzaba la cabeza y se sentía mareado, para empeorar las cosas el chismosito niño Akashi los estaba acompañando. ¿Qué tan injustificado era el odio que sentía hacia el pelirrojo? Muy injustificado. Nash quiso golpearse la cabeza, no era tiempo para pensar en eso.

-Pareces muy preocupado – comenzó a hablar Akashi - ¿Seguro que solo se desmayó?

-Cuando llegué ya estaba en el suelo, así que no sé realmente, Shun dijo que solo se desplomo.

-¿Le había pasado esto antes?

-A él no – Nash miro por el espejo retrovisor el cuerpo inconsciente de Tatsuya y temió lo peor – Solo cállate Seijuuro, no tengo cabeza para ti.

Akashi, que era bueno en las miradas supo que había algo más detrás del desmayo y por eso se quedó callado, ya tendría tiempo en el hospital de sacarle algo al rubio.

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¿Qué clase de maldición era esa? Se preguntaba una y otra vez Kazunari. Había conseguido que su Shin-chan lo esperara para su hora de la comida, y ahora que por fin estaba junto él, a solas, parecía que toda magia se había esfumado, ya no había mariposas en su estómago ni le sudaban las manos, ya no sentía su corazón desbocado, había sentido el gran cambio después del beso, o mejor dicho al día siguiente del beso, es como si ahora se hubiese desenamorado, pero él se negaba a creer que su amor era tan banal como para desaparecer después de un simple beso.

Posiblemente aun le seguía gustando Midorima, seguía siendo el chico serio y tsundere que conoció y del que se enamoró, pero ya no había química, ni deseo ni nada.

-¿Piensas verme toda la hora o vas a comer? – Le pregunto el peli verde frunciendo el ceño – Si me hiciste esperar para esto mejor me voy.

-No te vayas Shin-chan, que aburrido eres – Kazunari le mostro una gran sonrisa – quería hablarte de algo importante.

-¿De qué se trata?

-Del beso que nos dimos en mi casa.

-Corrección, el beso que me diste, yo no recuerdo haberte dado nada nanodayo.

Midorima se ajustó los lentes ocultando su incomodidad. Kazunari solo sonrió más, divertido con el más alto y sus respuestas.

-Bueno si lo di yo o tu esa no es la cuestión, solo quiero que sepas que yo no voy por ahí besando a cualquiera.

-Eso no es lo que parecía cuando llegamos a tu habitación.

Una venita saltó en la frente de Kazunari ofendido realmente por lo que le estaba diciendo el peli verde, respiro profundo.

-¿Qué te hace pensar que mi sempai es cualquiera? – Le pregunto Kazunari con una sonrisa – La verdad es que ese día estaba un poco mal, mi sempai solo buscaba ayudarme, creí que ya lo habías comprendido, pero lo siento si te incomode o algo.

-Y yo te dije que no deberías confiar en cualquiera para esas cosas.

-¿Sugieres que debo pedirte ayuda a ti para la siguiente ocasión?

-No me moleste a mí con esas cosas – Midorima volvió a fruncir el ceño – El beso no significo nada para mí, así que puedes estar tranquilo.

Los hombros de Takao parecieron descender hasta el suelo, y aquella sonrisa que siempre aparecía en su rostro se había reducido a nada. Un beso que para él había sido mucho, había significado la verdad acerca de sus sentimientos, para el otro no parecía más importante que haber rozado una pared con los labios.

-Entonces supongo que todo está bien, es un alivió.

Si realmente era un alivió que hayan desaparecido las mariposas, y todo signo de amor, de otra forma posiblemente aquello le hubiese dolido el doble, y no estaba con ganas de llorar frente a alguien que no lo apreciaba.

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-Mine-chin ya no quiero practicar~~~

Era la quinta vez que el peli morado decía lo mismo en la tarde, estaba aburrido y cansado y solo quería comer. El moreno solo frunció el ceño ante las quejas.

-Tal vez deberían tomar un descanso – sugirió Demian, que no se había ido en toda la tarde molestando aún más a Daiki – Traigo pastelillos Atsushi.

-Demi-chin sí que es bueno~~~ - Exclamó con una sonrisa el titán – Hay que descansar Mine-chin, por hoy ha sido suficiente.

Murasakibara comió con total devoción los pastelillos que el otro le había entregado, aquella sonrisa en el rostro del de ojos lilas hizo que el estómago de Aomine se contrajera, el debería ser el único capaz de hacerlo sonreír de aquella manera; sin embargo el único que había podido sacar aquella dulce expresión del peli morado era el odioso de Demian.

Aomine sentía su cabeza explotar de la rabia, todo por culpa del maldito de Demian.

-Eh Murasakibara –le llamo el moreno abrazándolo por los hombros, ambos sentados en el piso de la cancha – Si me ayudas a practicar toda la semana te prometo llevarte a ese café que tanto te gusta y comprarte todos los dulces que quieras por un mes.

-Mmmm supongo que nos un mal trato – pensó Murasakibara – pero no esperes que me quede tantas horas como Kise-chin….

-Es un trato Murasakibara – Daiki sonrió triunfante y luego miro al intruso que seguía ahí – ¿Qué no tienes nada más que hacer?

-Por hoy no. – Demian le contesto serio más enfocado en ver al titán.

-Demi-chin ¿También podrás acompañarnos esa semana?

La pregunta de Murasakibara había sido pura inocencia, o mejor dicho, pura conveniencia, el titán estaba feliz de que el otro le llevara pastelillos y otros dulces, aquellas atenciones aminoraban el aburrimiento del entrenamiento.

Sin embargo para Demian había significado un gran avance en su objetivo de conquistarlo, que ya lo quisiera cerca era un gran paso, uno que Daiki no estaba dispuesto a dejar que diera. Afortunadamente para el moreno y desafortunadamente para el extranjero, Demian estaba ocupado.

-Lo siento Atsushi, pero estaré ocupado después de su entrenamiento en el club de artes.

-Pero Demi-chin yo quiero bocadillos~~~

Demian sonrió y se acercó al peli morado acariciándole los cabellos.

-Prometo que te traeré pastelillos para cuando terminen ¿de acuerdo?

-Mmmm supongo que está bien….

Y Murasakibara le correspondió con otra sonrisa.

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Nash, Tatsuya y Seijuuro estaban ya de vuelta en casa. Shun los había recibido ansioso por saber acerca del estado de salud de él del lunar, tanto Nash como Seijuuro se habían olvidado por completo de llamarle.

Lo cual no era de extrañarse, habían estado la mayor parte ocupados pensando en la pequeña charla que habían tenido, sobre todo Seijuuro, que aún no podía procesar todo lo que Nash le había dicho.

-Entonces ¿solo es anemia? – Pregunto por enésima vez Shun – ¿solo tiene que seguir las indicaciones?

-Sí, me asegurare de que Tatsuya siga las órdenes del médico al pie de la letra – le aseguro Nash

-si… si me lo permites… me gustaría cuidarlo por lo menos el tiempo que tiene que tomar de reposo.

-Entonces te lo encargare a ti.

La petición de Shun lo dejo casi con la boca abierta, Nash jamás hubiese imaginado que el menor se ofrecería para eso, sonrió para sus adentros, si Tatsuya estaba haciendo algún avance con Shun para lograr su perdón y tal vez para ganar su amor, esta sería una muy buena oportunidad. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, ya comenzaran a aclararse algunas cosas jeje 

muchas gracias por leer!!! 

Nos leemos!! 


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