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My Little & Cute Fox por HeruTucker

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Notas del fanfic:

Este FanFic es originalmente escrito por mí, cualquier copia puesta en otras páginas no soy yo, ya que decidí publicarlo aquí, de igual manera este FanFic trata de la historia de un pequeño zorro llamado Kora, que se convierte en humano, y su dueño Arima, un joven que es bastante activo. Espero les guste~ ^^

Notas del capitulo:

Hola Hola! Soy nuevo en ésto(?, este es mi primer FanFic (Es original) espero les guste! Si se enredan al principio no importa, ya se pondrá más ordenado a medida que avance la historia. Disfruten la lectura! Y perdón si quedó muy corto el cap, el próximo será un poco más largo. Bye~

En un gran bosque, se encontraba un pequeño zorro, pero este zorro no era normal, es un zorro-humano, zorros con la capacidad de convertirse en humanos y actuar como ellos, pueden ocultar sus colas y orejas durante esa transformación. Este pequeño zorro se llama Kora, tiene 6
años de edad y fue abandonado desde que tiene memoria, un día, huyendo de los hábiles cazadores, Kora quedó muy malherido, tratando de seguir huyendo, con una pata lastimada y una herida de bala en la cintura, se arrastraba con pocas fuerzas en el suelo, su visión se tornaba borrosa hasta que logró ver una figura frente a él y fue justo allí cuando se desmayó.

Ya una vez al empezar a recobrar la consciencia, se dió cuenta que estaba recostado en una cama, no sabía donde estaba ni porqué había llegado allí, solo sabía que debía huir cuanto antes. Al intentar levantarse, sintió un fuerte dolor en la cintura, al girar para verla, se dió cuenta que esa era la herida de bala que recibió de parte de los cazadores, pero algo había cambiado, esta misma estaba vendada y al parecer le habían puesto agua oxigenada, eso prueba la botella de agua oxigenada que estaba en una mesita de luz al lado de la cama. Luego miró su pata izquierda y vió que también estaba vendada debido a la herida de otra bala, pero esta era más grande.

- *Q-qué... qué está pasando..? Dónde estoy?*- pensaba el pequeño zorro que apenas entendía la situación.

Se alarmó al oir que la puerta se abría, haciendo un chillido debido a que la manera debe de ser vieja. Por la puerta entraba en la habitación un joven de una estatura no mas de 1.70, con los ojos dorados como la miel y cabello color azabache, traía consigo una bandeja con lo que parecía ser carne y un poco de agua en un tazón aparte. Cuando vió que el zorro estaba despierto, sonrió, acercándose a este lentamente.

- Ya has despertado? Te sientes mejor pequeño amigo? - le preguntó el chico, mientras dejaba la bandeja sobre la mesita, para después sentarse en un banco, al lado de la cama, mirando al zorro con atención- Tranquilo, no temas, yo te eh salvado de esos cazadores, no te haré daño. -dijo gentilmente.

Kora no entendía que pasaba, ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Quién es este chico tan amable? No lo sabía, haciendo que se impacientara. No quería convertirse en humano, por miedo a que el chico se asuste o haga algo, decidió quedarse en su forma de zorro, aunque en la forma humana se recuperaba más rápido.

- Tienes hambre? Te traje carne y agua, por si se te apetece. -decía el chico, mientras extendía el pote de carne en la cama, para que Kora comiera.

Después de unos segundos de olfatear la comida, Kora empezó a comerla, tenía demasiada hambre, el joven solo sonreía al ver que el zorro confiaba en él, ya que el sabía que los zorros eran bastante difícil de convencer, pero lo que no sabía era que no era un zorro ordinario ni nada por el estilo.

- Me alegra que comas, te veías... muy mal, por suerte te encontré cuando recolectaba frutos. Ah por cierto, me llamo Arima, un gusto. -le dijo sonriente el joven.

Kora solo le miraba curiosamente y le olfateó un poco, luego se resfregó en el pecho del chico, haciéndole saber que confiaba en él.

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Las horas pasaron hasta que llegó la noche y la hora de dormir, Arima apagó la televisión y se fue a ver al zorro, cuando entró a su habitación vió que el animal estaba durmiendo pasivamente en su cama, decidió dejarlo dormir allí esa noche, y para no incomodarle, él se fue a dormir al sofá.

- Me pregunto.. ¿Cómo se llamará? .. Me es interesante saber de el.. el es.. es tierno y... curioso... - dijo el chico, para después quedarse dormido en el sofá.

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Al llegar la mañana, Kora se despertó y logró ver que no había nadie en la habitación, se desperezó y se levantó, en busca de su nuevo amigo, Arima.
Cuando salió de la habitación, vio que Arima estaba tirado en el sofá, durmiendo como un oso. Fue directo hacia el, tratando de despertarle moviéndole el brazo con el ocico, al mismo tiempo que le daba una que otra lamida en la mejilla, al poco tiempo, Arima despertó.

- ah.... q-qué..? - dijo el chico medio dormido hasta que vió a Kora y sonrió- ah.. eres tú .. como has dormido? -

- * Eso debería preguntarlo yo.. * -pensó Kora, mientras seguía mirando a Arima con curiosidad.

- Ah.. pasa algo pequeño amigo? Aún no sé tu nombre.. tienes nombre o no? Eh? - dijo Arima, mientras se sentaba y acariciaba la cabeza de Kora.

Kora solo asintió, mientras se dejaba acariciar por su nuevo amo, a quien ahora aprecia mucho y le tiene bastante cariño.

- Ya veo.. algún día tendrás que decírmelo, ya que no tienes collar y no sabes hablar.. - le miraba mientras seguía acariciándole.

Pasó el tiempo, más o menos 3 meses pasaron desde que Kora estaba con Arima en esa cabaña centrada en el bosque, seguían siendo buenos amigos, Arima no trataba a Kora como una mascota, lo trataba como un amigo, un compañero, al que amaba mucho. Un día Arima había salido como de costumbre a recoger frutos, Kora se había quedado dentro de la cabaña esta vez, ya que los cazadores andaban cerca y no quería problemas.

- * Jmm... me aburro si no está el amo.. debería ...? Bueno, el no está así que... porqué no? * - pensó mientras estaba acostado frente la puerta.

Kora se dirigió hacia la cocina y se transformó en humano, su pelo era gris como su pelaje y sus ojos rojos, tenía una camisa negra y unos pantalones azules, unas zapatillas rojas con detalles amarillos y una pulsera roja, que era el collar que su amo le había puesto, solo que cuando se hacía humano, este se convertía en pulsera, abrió la heladera y sacó una manzana, le dió un mordisco y luego se sentó en el sofá, quería disfrutar ese momento como un humano, aunque le gustaba estar en forma de zorro, también extrañaba de vez en cuando su forma humana.

- Jmm..~ Me pregunto cuando volverá mi amo.. No me gusta estar solo, maldición.. -se quejaba mientras comía la manzana.

Unas horas más tarde, al atardecer, Arima había vuelto a la casa, dejó la canasta con frutas sobre la mesa y se dirigió al sofá, para dejar su mochila.

- Ya llegué! Dónde estás pequeño amigo? - había dicho Arima, al dejar sus cosas, como vió que Kora no estaba por ninguna parte, decidió ir a su habitación para verificar si estaba dormido.

Cuando entró no pudo creer lo que vió, en su cama, estaba un chico de más o menos su estatura, un poco más bajo, con el cabello gris, el no le conocía, se asustó al verlo que hizo un fuerte ruido al abrir la puerta completamente, haciendo que Kora se despertara, sobresaltado.

- Ah! Q-qué pasa..?! - dijo Kora, asustado, para luego girarse y ver a su amo con la cara de asombro frente la cama, Kora se alarmó y se puso nervioso.

- Q-quién eres?! Cómo entraste?! D-Dónde está mi zorro?! - decía Arima aún sin poder creer lo que veía.

- Ah?! A-Amo! Eh.. etto... Y-yo.. P-Puedo explicarlo solo.. c-cálmate un poco, si? - decía Kora, con notable nerviosismo en su voz.

Arima desvió la mirada hacia la muñeca de Kora, donde estaba el collar hecho pulsera, se sobresaltó más y se confundió mucho peor, pero.. empezó a entender la situación y eso lo dejó más que boquiabierto.

- E-espera un segundo... T-tú eres... mi pequeño zorro...? - dijo Arima con bastante asombro, mirando a Kora a la cara.

- Eh..!? Ah.. etto... bueno... s-sí.. amo, yo soy tu zorro.. el que haz salvado de esos cazadores hace 3 meses atrás.. n-no quería contártelo pero.. yo.... puedo convertirme en humano, no soy un zorro ordinario y.. como no sabía como reaccionarías yo.. simplemente lo oculté - dijo Kora, un poco más calmado.

Arima solo podía mirarle con asombro mientras procesaba todo lo que estaba pasando, se acercó a Kora y le miró con atención, luego tocó su cabello para asegurarse de que era real y de que no era un simple sueño, pero, para su suerte, no era un sueño, si no la misma realidad.

- Ah... etto.... a-amo..? - dijo Kora, mientras le miraba a Arima con curiosidad, ya que no entendía el porqué tocaba su cabello sin razón alguna.

- Así que.. te puedes transformar en humano..? Eso es... bastante increible...ah... n-no sé que decir ante esto.. solo que.. - se sentó al lado de Kora y le miró- Cómo es tu nombre? O.. no tienes uno?

- Mi nombre..? Ah! Sí, sí tengo nombre, me llamo Kora, soy una raza de zorro no muy común que se puede convertir en humano y.. ocultar su cola y orejas de zorro para poder camuflarse con facilidad entre los humanos si es que es necesario para escapar de cazadores y cosas como esas... aunque somos "animales" - dijo haciendo notar las comillas- de igual manera podemos sentir, hablar y pensar como humanos, simplemente es un.. eh... un don que tenemos, un gusto en conocerlo mejor, amo.

- Kora... - dijo Arima, tratando de asegurarse que recordará ese nombre- Es lindo nombre, me gusta. - sonrió, cosa que hizo que el pequeño zorro se sonrojara.

- M-me alegra que te guste.. a-amo.. -dijo sonriente Kora, con notable rubor en sus mejillas.

- Ah.. Bueno, este.. ya que eh vuelto demasiado tarde, supuse que tendrías hambre y traje comida, la cocinaré, si? - Dijo Arima, para luego irse a la cocina.

Mientras que Arima cocinaba, Kora se levantó y se fue al baño, para mojarse la cara y despertarse mejor, como había dormido hasta esas horas, no iba a poder dormir completamente esa noche, así que decidió quedarse viendo televisión o haciendo cualquier otra cosa mientras esperaba a que viniera el sueño. Una vez que cenaron, Arima se fue a la habitación y se colocó su pijama, Kora estaba en el living, mirando televisión para entretenerse un poco. Como Arima estaba preocupado por él, se fue a verle.

- Kora... no vas a dormir? Ya es tarde. - dijo el azabache, mirando al albino con preocupación.

- Ah..? No.. no tengo sueño, amo.. es que.. por haber dormido hasta tarde se me quitó el sueño. Probablemente duerma más tarde esta vez.

- Esta bien.. me iré a la cama, si te agarra sueño, no dudes en venir y dormir conmigo, después de todo, soy tu amo. - dijo, para finalmente irse.

Kora se quedó mirando televisión un tiempo más y ya llegadas las 3 a.m, se fue a dormir con su amo, eta vez, en su forma humana, sin darse cuenta mientras dormía se quedó abrazando a su amo, para luego quedar completamente dormido y entrar al mundo de los sueños.

Continuara....

Notas finales:

Si has llegado hasta aquí pues.. gracias! Deja tu review si quieres y si no, pues no importa! Espero te haya gustado el cap y pronto subiré conti!~ Bye~
NOTA: Naturalmente actualizaré una vez cada una o dos semanas, ya que también me ocupan demasiado y salgo mucho.


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