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¡Pijamada, ñé! por 5kn_akatsuki

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Notas del fanfic:

El ChangTae es mi NOTP, pero haciendo un esfuerzo pudo salir esto~~

Pertenece al universo de Leyes Peludas, aquí Taemin vuelve a tener 10 años~ cuando era una ternura con cola ;3;

Notas del capitulo:

No he actulizaco Entre Leyes y Colas Peludas porque no se me ocurría nada bueno para la adolescencia de Taemin :C pero ya tengo la idea, sólo me flata tiempo para poderlo escribir, espeor el siguiente martes poderlo hacer :D

A Hannia Wook. Sería bueno decir "Feliz navidad"?

-Te lo agradeceré mucho.- dijo Minho sonriendo pero suspirando ligeramente triste. –No tardaré mucho, sólo una audiencia.-

-No te preocupes de eso, sabes que me gusta pasar tiempo con Taemin.- contestó ChangMin mirando al híbrido que no paraba de echar un vistazo en su casa, o de menos lo que la puerta le dejaba ver. –Nos la vamos a pasar bien. Comeremos cosas ricas y veremos mucha televisión.-

-Todo lo que Taemin necesita está en su mochila.- contestó Minho apuntando disimuladamente a la mochila morada que portaba el híbrido en su espalda, ambos notaron como su cola de mapache se movía de un lado a otro, seguramente estaba curioso por la experiencia  de dormir fuera de casa. –Se duchó antes de venir, así que no tendrás problemas con eso.-

-Descuida, desde que me pediste que lo cuidara que leí un montón de guías de cuidado de híbridos, todo saldrá bien aquí, espero que también con tu caso.-

-Es Desvanecimiento de datos.- dijo Minho sonriendo, era simple y fácil desde su punto de vista, pero seguramente el Ministerio Público querría hacerlo largo y pesado para poder quedarse con el presunto responsable.

-¿Eso es cuándo desaparecen? ¿ñé?- preguntó Taemin tomando la mano de Minho. –¿Cómo la magia?-lo miró dudando, esperaba que Minho le enseñara algo más, después de todo él era muy inteligente.

-Si lo piensas bien, podría ser como la magia.- afirmó Minho sonriéndole, haciendo que Taemin también lo hiciera e incluso su colita de mapache se moviera agitadamente. –Porque lo que dejó a mi cliente en prisión, ya no está.-

-¿El cuerpo del delito? ¿Y tu cliente ya está en auto de formal prisión?- preguntó ChangMin un poco sorprendido.

-Así es.- contestó Minho asintiendo.

-Vaya, creí que eso no pasaba.- contestó ChangMin riendo ligeramente. –Entonces será cosa fácil y rápida, para mañana Taemin estará en su casa.- lo volteó a ver sonriéndole, el híbrido correspondió con la misma intensidad.

-Hoy te vas a quedar con tu Tío Max. Mañana vendré por ti.- le volvió a decir Minho, pero Taemin sólo asintió y soltó su mano para ir por la de ChangMin.

Ya en casa le había explicado qué haría en Ciudad Judicial, con quiénes hablaría, cómo era el juzgado, cómo era la sala de auditorías, qué tan bonitas era las secretarias y si el Juez tenía la peluca blanca que se veía en las películas y caricatura que Taemin veía por las tardes.

-Cuídate mucho, ñé.- susurró Taemin mirando al criminólogo, que sólo se agachó para estar a su altura, tomó sus mejillas para inclinar su rostro y dejarle un beso en la frente. –Yo cuidaré del Tío Max, ñé.-

-Si lo cuidas bien podemos ir a comer a Pizza&Come, hasta lo invitaríamos.- dijo Minho irguiéndose para despeinar su cabello, chocando sus dedos contra las orejitas de mapache de Taemin. –Duerme bien y no entres a la oficina de Max.-

-Ñé.- el híbrido negó.

-Bien, ahora podemos ir a mostrarte los lugares peligrosos en mi casa para que tengas cuidado.- dijo ChangMin abriendo más su puerta haciendo que Taemin entrara no sin antes volverá ver a Minho y mandarle un besito al aire.

-Gracias por cuidarlo.- susurró Minho sintiendo un nudo en el pecho sabía que Max lo podría cuidar bien pero eso no quitaba el hecho de que no lo vería por uno o dos días.

-Ya tendré un hijo y lo cuidarás también.- contestó sonriéndole. –Espero que tu caso se resuelva favorablemente a tu favor.-

-Así será.- afirmó Minho suspirando. –Nos vemos.-

-Tampoco te puedes acercar a los tomacorrientes.- le explicó poniéndole sus gomitas aislantes, el híbrido estaba abrazando su colita de mapache porque en casa de Max era muy peligrosa tenerla “suelta”. –No todos tienen esta protección, así que será mejor que no estés muy cerca de ellas.- ChangMin se levantó del suelo para tomar la mano de Taemin e ir a la siguiente habitación.

Lo cierto era que ChangMin no tenía una casa grande como la de Minho, pero tenía ventanas, algo que desconocía con el criminólogo. Y en casa de Amo tampoco tenía ventanas, sólo una cerca que rodeaba la propiedad, así que después de cenar seguro iría a sentarse frente a una ventana para ver qué ocurría tras ella.

Era como la televisión, pero más emocionante.

-Aquí es el baño.- dijo ChangMin abriendo una de las puertas, mostrando el inodoro y una bañera. –Cuando quieras venir avísame para acompañarte.-

-Ñé.- asintió firme, sin soltar su colita. –Tú también avísame.-

-Je, je, así lo haré.- tomó la mano de Taemin, su mano libre por supuesto, para comenzar a subir las escaleras. –Tienes que tener cuidado aquí, no me gustaría que tropezaras porque Minho me mataría.-

Las pupilas de Taemin se encogieron, ¿Minho lo mataría? ¿Lo mataría así como en las fotografías que tiene entre las carpetas de la oficina? ¿En donde la gente muerta tiene mucha sangre por todos lados y a veces les falta un bracito?

-Las usaré con cuidado, ñé.- Max le caía bastante bien, era su segundo tío favorito y no dejaría que Minho lo matara.

-En el segundo piso no hay muchas cosas divertidas, está mi habitación, la oficina y un baño más.- apunto a cada una de las puertas que rodeaban a la pequeña sala de juegos. –Aquí Minho y yo pasamos un buen rato.- caminó para entrar hasta dejar que Taemin se sentara en uno de los puf. –Key dice que debería de deshacerme de esta sala, porque es una regresión según él.-

Pues la sala de juegos era lo más parecida a la habitación de un adolescente, en lugar de sofás para sentarse habían dos puf, bajo la televisión había tres tipos diferentes de consolas, una pila de estuches de videojuegos a su lado, un frigorífico que guardaba sodas, un par de bolsas de frituras, un bote de basura en la esquina y papel higiénico.

-A veces Minho y yo vemos películas aquí, pero últimamente no lo hemos hecho.-

-Por qué estoy yo, ¿ñé?- preguntó Taemin levantándose del puf.

-No, de hecho vemos películas mientras estás en la escuela, je, je, no lo hacemos aquí porque mi membrecía a KeepWatching se terminó y no la he renovado.- ChangMin tomó de nuevo la mano libre de Taemin para conducirlo hacia la habitación principal.

En donde había una cama grande con cobijas en azul marino, un closet negro, una mesa de noche, un escritorio, otra ventana y un cuadro en la pared.

-Aquí podemos dormir pero te pediré que cuando despiertes esperes al menos diez minutos y luego bajes las escaleras.- tenía cierto miedo por las escaleras y la cola de mapache de Taemin, quizá se le podría enredar en los pies y caer.

-Minho trajo ropa tuya y zapatos en la mañana, ya los acomodé, ven para que veas en dónde está.- ChangMin soltó su mano para caminar hacia el closet y abrirlo, al hacerlo, notó que el híbrido ya estaba a su lado.

-Ñé.- susurró sorprendido, ¡sus zapatos eran bastantes pequeños a un lado de lo de ChangMin!

-Tu ropa la doblé para que sea más fácil de tomar en caso de que quieras cambiarte y yo esté bañándome.- que era el único momento que planeaba dejar solo a Taemin, ya que desde que Minho le pidió cuidarlo agendó esos dos días libres, no audiencias, no clientes, no Derecho, sólo se concentraría en el híbrido. –Te mostraré la oficina también.-

-Pero Minho dijo que no podía entrar ahí, ñé.-

-Yo te doy permiso.- dijo ChangMin sonriéndole, volviendo a tomar su mano para llevarlo a la siguiente puerta en la segunda planta. –La diferencia entre la oficina de Minho y la mía, es que yo no tengo nada de criminalística.- la abrió mostrando un escritorio negro con carpetas ordenadas sobre él.

-Ñé~- susurró entrando, se sentía intimidado por la cantidad de libros que tenía en los estantes que cubrían las paredes. –¿Todos esos lees?- Minho apenas tenía un solo estante y no repleto de libros. Entonces ChangMin sería más inteligente que él.

-Son expedientes.- contestó ChangMin caminando hacia un estante. –Estos son de cuando trabaje con el Cefereso, yo era abogado ahí, me dedicaba a revisar los expedientes de todos los que entraban y a veces traía copias porque eran muy extensos y tenía que revisarlos bien. Cuando los intenté devolver me dijeron que no, que podría quedármelos para estudiarlos mejor.-

-¿También trabajas en la Cereza?- preguntó Taemin sorprendido, ¡Jonghyun también lo hacía!

-¿Cereza?- preguntó ChangMin extrañado. –Oh no, yo trabajaba en la Cefereza, es un nivel más arriba que la Cereza.-

-Ohhh~-

-Estos de aquí son los casos que lleva Red Dress en los que soy su abogado.- apuntó a otro estante. –Los de arriba son los actuales que están en “por resolver” y los de abajo son resueltos, también los del estante de al lado.-

-Entonces, ¿todo esto es tu trabajo?- Taemin extendió sus bracitos para cubrir todos los estantes. –¿No es mucho?-

-Esto es mi trabajo resumido en expedientes.- contestó ChangMin asintiendo. –Si lo ves ahora es bastante, pero en su momento era muy poco.- sobre todo cuando era recién egresado, pero bien decían que cada quién cultiva lo que siembra.

-Yo también quiero trabajar en Red Dress, ñé.- susurró Taemin viendo el montón de libros que estaban con se logotipo. –Pero es mucho para mí, ñé.-

-Nunca es suficiente.- contestó ChangMin tomando la manito de Taemin para salir, no, sólo para cerrar la puerta y mostrar lo que tenía pegado ahí detrás. –“Cuando creas que has dado el cien por ciento, te mostraré que no es verdad, que puedes dar ciento veinte por ciento” es mi lema, así que Nunca es suficiente.-

Cerca de las nueve de la noche ChangMin se estaba preparando la cena. Había decidido que sería buena idea hacerse una pizza pequeña, más ahora que sabía la receta y tenía los ingredientes, iba a verificar si el costo de producción sería el mismo que de compraventa. Así sabría qué era más barato, hacerla o comprarla.

Taemin estaba sentado en la sala de estar de la primera planta, veía televisión mientras abrazaba su colita, a decir verdad estaba a punto de quedarse dormido hasta que el aroma a comida lo despertó.

Escuchó su pancita hacer ruido y después de pasar la saliva que había segregado se levantó del sofá, abrazó su colita y comenzó a seguir el aroma que sólo lo llevó a unos metros, pasando por el comedor, llegó a la cocina en donde Max seguía partiendo salchichas.

-Ñé.- susurró Taemin mirando a ChangMin, que sólo soltó una carcajada pero se calló al instante.

-¡Había olvidado que estabas aquí!- pues acostumbraba a dejar la televisión prendida mientras se preparaba la cena y Taemin no era lo suficientemente alto para que su cabeza sobresaliera del respaldo, además de que se mantenía callado así que no lo notaba. –¿Te gustan las salchichas? La pizza aún no está lista.-

Según recordaba que Minho le había pedido que lo único que evitara darle, por sobre todas cosas, incluso en medio del apocalipsis, era comida de gato.

-¿Salchichas?- susurró Taemin. –¡Ñé! Me gustan mucho.-

-Bien, te daré un par en lo que está la pizza.- contestó ChangMin llevando a Taemin hacia el comedor, en donde lo sentó. –Espera aquí.- fue hacia las que aún no partía para tomar una y regresar con el híbrido.

-Qué estás preparando, ¿ñé?-

-Estoy haciendo una pizza, ¿te gustan?-

-¡Pizza&Come!- gritó el híbrido abrazando su colita. –Me gusta mucho la pizza, ñé.-

En ese momento ChangMin pensó que hubiera sido mejor dejar su experimento comparativo para otro día.

-En lo que está la pizza, puedes comer esto.- regresó con un plato y dos salchichas en cuatro partes. –¿Quieres leche enchocolatada?-

Taemin tomó uno de los trozos y luego bajó de la silla, quería seguir viendo la televisión. No era que pasaran su caricatura favorita sino que esperaba ver a Minho en el canal Judicial.

-No me gusta la enchocolatada, ñé.- contestó subiendo al sofá. –Pero si tienes con chocolate sería genial.-

-Vaya.- susurró ChangMin sonriendo. –Ahora entiendo por qué Minho se ablandó.-

Ya había puesto la pizza en el horno, ahora sólo necesitaba esperar a que estuviera lista, así que s recargó contra la encimara más cercana mientras leía una revista. “Qué Curioso” era la revista que más le gustaba, aprendía algunas curiosidades con las que luego sorprendía Minho o a cualquier persona.

Taemin se levantó del sofá porque ya había terminado el segundo trozo de la salchicha, así que regresó al comedor para tomar uno más, pero antes de regresar al sofá notó que ChangMin estaba ahí, “sin hacer nada” así que se acercó a él y le dio la salchicha.

Sería injusto que sólo él estuviera comiendo.

-¿Para mí?- preguntó Max con la salchicha en sus manos.

-Ñé.- asintió, luego corrió para tomar otra salchicha y volver a dársela a ChangMin, quien la tomó. –Esa es para mí, ñé.- separó sus labios y cerró sus ojos, esperando recibirla en la boca.

ChangMin alzó una ceja un poco desorientado pero terminó aceptando la idea del híbrido, por lo que llevó la salchicha a sus labios.

Taemin a sentirla cerró los labios y abrió los ojos, ChangMin de inmediato retiró su brazo y se giró para revisar que el horno estuviera bien, quién sabe, siempre que leía se perdía en el tiempo.

-Está muy rica, ñé. ¿Me puedes dar otra?-

ChangMin se irguió tras revisar que le honro estuviera bien, volteó por encima de su hombro notando como Taemin tenía los labios separados y ojos cerrados. Esperándolo.

-No, es mejor que vayas a lavar tus manos al baño para cenar de una vez.-

-Ñé.- asintió corriendo hacia el baño, pero paró de inmediato porque tenía que abrazar de su colita, pues era peligrosa en casa de ChangMin.

Taemin llegó al baño, abriendo la puerta para entrar e ir al lavamos.

ChangMin sacó la pizza del horno, la llevó hasta la encimara en donde con un cuchillo la partió en varias rebanadas, llevó a la mesa un par de platos y volvió a servirle leche con chocolate a Taemin.

Cuando el híbrido regresó, ChangMin sirvió una rebanada de pizza en su plato.

-La hiciste tú, ¿ñé?- preguntó mirándola, no lucía como las de Pizza&Come, esas eran más chicas.

-¿Sabe bien?- preguntó ChangMin sirviéndose una rebanada de pizza.

-Ñé.- susurró Taemin sonriendo. –Sabe muy bien.-

-¿Vas a lavar tus dientes?- preguntó ChangMin secando sus manos en la toalla del lavaplatos. –¿O no trajiste tu cepillo dental?-

-Ñé.- susurró Taemin saliendo de la cocina para ir por su mochila en la que estaba en el sofá. –Pero Minho dice que tengo que hacerlo con supervisión, ñé.-

-Espera un momento, ya iremos.-

-También tengo mi pasta dental, ñé.- tomó la pasta dental de Tod Medusa. Esa pasta que era de color azul y tenía brillitos. –Me la compró Minho.- abrazó su colita y caminó hacia el baño, en donde ChangMin lo estaba esperando recargado en el lavamanos.

-¿Minho te la compró?- preguntó tomando el cepillo de Taemin así como su pasta para colocarle la necesaria.

-¡Ñé!- asintió tomando el cepillo. –Porque la de él me quemaba.-

-Ya veo.- susurró ChangMin preparando su cepillo dental también. –Cepíllalos con cuidado, no te lastimes las encías.- tuvo que parar a Taemin que parecía estar lavando un auto por la manera frenética en la que movía su brazo. –Hazlo más lento.-

Taemin sólo asintió.

ChangMin le retiró el cepillo de la mano y sus dientes  para hacerlo él. Sólo que no contó con que Taemin volviera a cerrar sus ojos y dejar sus labios separados.

Esto será difícil.

-¿Dejas que Minho te asee los dientes?- preguntó afinando su garganta, intentando no estar incómodo.

-Ñé.- contestó, permitiendo que ChangMin observara el movimiento de su lengua dentro de su boca.

Mientras ChangMin terminaba de acomodar su casa, Taemin seguía dormido en el sofá.

Después de prepararse el té relájate para poder conciliar el sueño, regresó a la sala de estar con la taza en su mano y la revista en la izquierda, pero observó al híbrido dormir hecho bolita, abrazando su cola.

Dejó la taza y la revista sobre la mesa de noche a un lado del sofá, luego caminó lento hacia Taemin para cargarlo, la tomarlo en sus brazo el híbrido separó sus labios de nuevo al tiempo que soltaba su colita y esta caía de su pecho, igual como sus piernas se agitaban cada que daba un paso.

Hasta que llegó a la segunda planta y caminó directo hacia su habitación, la abrió empujándola ligeramente con su pie, luego entró directamente hacia la cama, en donde recostó a Taemin.

Se aseguró de colocar su cabeza sobre la almohada correctamente, luego de cobijarlo pensó que lo mejor sería asegurarse de que Taemin estuviera seguro en su cama, así que acomodó un par de almohadas más a su lado, no quería que cayera y se lastimara. Tras asegurarse de que estuviera bien apagó la luz principal pero dejó encendida la lámpara que estaba en la esquina de la habitación.

No sabía si Taemin le tuviera miedo a la oscuridad, pero mejor se ahorraba el disgusto.

Cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido, luego bajó los escalones lentamente para ir a la sala de estar y continuar leyendo su revista.

Tomó el control de la tv para cambiar de canal, no ocupaba verlo así que sólo escogió el canal de música, ese en el que sólo daban videos musicales, luego de bajar el volumen lo suficiente para no despertar a Taemin, tomó su revista y la abrió para continuar leyéndola.

Aunque también pensaba en qué cosas haría para su caso de Lesiones Culposas, esa en donde la ambulancia se impactó contra un puesto de periódicos y terminó lesionando al vendedor. Suspiró para relajarse, tomó la taza del té para beber un poco.

Pasó la hoja de la revista, alzó la cejas porque el titulo le pareció un poco irónico “siete cosas que no sabías pero no harán ningún cambio en tu vida” así que comenzó a leerlo.

Recién estaba pensando en que verdaderamente no podía hacer nada para evitar pasar tres meses de su vida esperando a que la luz roja del semáforo cambiara a verde, sintió un escalofrió recorrerle desde la espinilla hasta la nuca.

Pero se tranquilizó al bajar la revista e identificar a Taemin, que estaba sentado en el suelo pero cerca de sus pies, así que el escalofrío se debió a los cabellos de su cola de mapache que se frotaban contra su pierna.

-Te levantaste.- susurró ChangMin.

-Ñé.- asintió Taemin mirándolo por encima de su hombro.

-¿Te dio miedo?-

-Ñé.- negó efusivamente. –Es que le prometí a Minho que te cuidaría, y dormido no lo puedo hacer, ñé.-

ChangMin esbozó un pequeño pucherito luego suspiró asintiendo.

-Creo que ya es momento de ir a dormir.- contestó tomando el control remoto para pagar el televisor. –Vamos.- susurró tomando a Taemin por sus axilas para levantarlos, volviéndolo a abrazar para subir las escaleras.

-Tío Max.- susurró Taemin al tocar el suelo de la segunda planta. –Crees que Minho ya esté dormido, ¿ñé?-

-¿Quieres que le llamemos?- preguntó ChangMin cerrando la puerta, después de todo ya había asegurado el resto cuando Minho dejó al híbrido en su casa.

-Sólo si ya salió de la audiencia, ñé, no quiero molestarlo.- Taemin estaba abrazando su colita sobre la cama de ChangMin, sin dejar de mirarlo.

-Seguramente ya terminó.- contestó caminando hacia el teléfono que estaba dentro de su habitación, en la mesa de noche a un lado de la cama. –Esperemos que nos conteste.-

-Ñé!- asintió Taemin sonriendo, gateando sobre la cama para acercarse al teléfono.

-¿Minho? Despierta hombre, ya es muy tarde.- dijo ChangMin sonriendo porque al parecer ya se había dormido. –Alguien quiere hablar contigo.-

-¡Ñé!- gritó Taemin parándose en la cama. –¡Dile que lo quiero!-

-¿Por qué no se lo dices tú?- preguntó ChangMin sonriéndole. –Te voy a pasar a Taemin, se ha portado bastante bien, cenamos y nos aseamos los dientes. Estamos por dormir, ¿verdad?-

-¡Ñé!-

-Je, je, mañana desayunaremos algo igual de rico que hoy y veremos una película, noté que tenía cosas de Tod Medusa así pensaba en reactivar mi membrecía en KeepWatching.-

-No sé si le guste Tod Medusa, compré esa pasta porque era la única que tenían para niños.-

-Ouh.- susurró ChangMin. –Igual te paso con Taemin, cuídate y come bien.- entonces le tendió el teléfono al híbrido, que lo tomó dándose cuenta de que sus manitos estaban temblando.

¡Era la primera llamada que tenía con Minho!

-¿Hola?- preguntó nervioso.

-¿Todo va bien?- escuchó la voz de Minho y de inmediato su corazón latió con fuerza. –¿ChangMin se ha portado bien?-

-¡Ñé!- asintió firme.

-¿Cenaste? ¿Qué cenaste?- preguntó Minho pasando su manos tras la nuca, casi debajo de la almohada.

-Pizza, pero mi tío Max la preparó, ñé, aun así sabía buena.- contestó sonriendo. –¿Tú cenaste?-

-También cené, gracias. ¿Estás cómodo con Max?-

-Ñé.- asintió. –Digo, sí.- porque sabía que Minho no lo podía ver. –Ya nos íbamos a dormir pero mi Tío Max te llamó porque le pregunté si ya habías terminado de trabajar.-

-Ya terminé por hoy. Mañana iré de nuevo pero será la última vez, luego regresaré por ti e iremos a casa. Pero mientras eso sucede, tienes que estar con ChangMin.- contestó Minho haciendo que Taemin asintiera.

-Cuídate mucho, ñé, yo cuidaré del Tío Max.- susurró Taemin para que ChangMin no lo escuchara, pues estaba acomodando la ropa limpia en su closet.

-Así será.- contestó Minho sonriendo. –Te quiero mucho. Pásame a ChangMin.-

-¡Ñé!- asintió Taemin. –Yo también te quiero. ¡Tío Max!-

Para las cuatro de la mañana ChangMin frunció el entrecejo, suspiró y finalmente abrió los ojos. Sintió alguna sensación que hacia un tiempo no lo hacía.

Taemin se estaba acurrucando contra su pecho, brindándole su calor corporal justo como años atrás lo hacia la chica Red Dress.

Sólo sonrió, eso último le mostraba por qué Minho había dejado de ser tan duro, estricto y calculador. 

Notas finales:

Gracias por leer! 


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