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Rockers' romance por Lukkah

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Notas del capitulo:

¡HOLA, HOLA, PICHONES :D:D:D:D:D!

Bueno, bueno, qué acogida ha tenido el fic! Es cierto que era el primer capítulo, y precisamente porque era el primero, me he sorprendido gratamente al ver que os había gustado tanto :D. Y es algo que me emociona mucho porque apenas pasaba nada, era más bien un capítulo introductorio.

Me pedís a gritos que salga Trafalgar de una vez, y yo accedo a vuestras preticiones como fiel servidora que soy, así que no os preocupéis que aquí tenéis a vuestro adorado ojeroso *¡¡*

Para las interesadas, aquí os dejo el enlace del doujinshi: http://amaitsumi.tumblr.com/tagged/rocker%27s-romance

La verdad es que no tengo mucho más que comentar, así que, dentro capítulo! :3

Eustass Kid se resigno ante la insistencia de sus amigos y decidió quedarse a ver esa nueva banda que debutaba aquella tarde. La verdad es que tampoco tenía planeado hacer nada especial, se pasaría el resto del tiempo tirado en el sofá de su casa hasta que su padre le llamara a cenar. O se pondría a jugar al ordenador. Vamos, lo que venía siendo una tarde muy productiva en todos los aspectos. Agarrado de los brazos, por un lado por Bonney, y por otro por Luffy, se colocó en un lugar bueno para poder ver el espectáculo. La banda del North Blue High School sería la siguiente en actuar.


-Qué buenos amigos… –se burló Killer por lo bajinis a sabiendas que el pelirrojo no aguantaba ese tipo de trato. No había más que verle la cara.


-Cállate, joder –le espetó el otro molesto. Lo estaba pasando mal, pero no podía hacer nada. Tanto la peli-rosa como el moreno eran dos buenos amigos, así que sólo había decidido ceder ante sus insistencias.


-¡Chicos, chicos! –una insistente voz sonó a sus espaldas-. Acabamos de llegar ahora-beh.


Quien les llamaba era Bartolomeo, un buen amigo del grupo. Tenía un año menos que ellos, pero lo consideraban como a uno más. Iba al mismo colegio que Luffy y sus compañeros, al East Blue High School, aunque de pequeño había vivido en la zona contraria y allí había conocido a su acompañante y ahora novio-pero-que-no-se-atreve-a-declararlo-en-público-a-pesar-de-que-todos-lo-saben, Cavendish.


-Perdón por llegar tarde –se disculpó el gentil rubio. Vestía el uniforme característico del West Blue High School, un traje de americana y pantalón azul marino con camisa blanca y corbata de un color crema-. Alguien se quedó dormido y vino pasada la hora…


-¿¡Vas a estar repitiéndolo a todas horas, Cabbage!? –preguntó molesto el peli-verde. Ya se había disculpado con él lo suficiente. Y todos allí se rieron, Bartolomeo era un desastre. Aunque lo verdaderamente gracioso era ver lo bien que congeniaban esos dos a pesar de ser tan diferentes. Cuando estaban juntos, era como si nada más les importara. Se centraban tanto en el otro que perdían la noción del tiempo y el espacio.


-Acompáñame a por un refresco antes de que la próxima actuación comience –ordenó el rubio mientras jugueteaba con uno de sus perfectos tirabuzones.


-¿¡E-Eh!? –se quejó el vampiro-. ¡Pero si acabo de llegar! ¡Ni siquiera he podido estar con Luffy-senpai! –pero su novio hizo un puchero de lo más efectivo que lo dejó fuera de juego-. Está bien… Chicos, no os mováis de aquí, ahora venimos.


-D-Dame la mano –comentó Cavendish algo sonrojado, y se la extendió mientras Bartolomeo la agarraba también algo sonrojado-. Así no te perderás con tanta gente…


Y la parejita se perdió feliz entre la marabunta de gente. Unos gritos resonaron en los tímpanos del grupo, y sorprendidos se giraron para ver quién tenía tal capacidad vocal. A su lado, unos muchachitos de su misma edad pero mucho más bajitos y delgaditos gritaban entusiasmados. Llevaban el uniforme del North Blue High School, así que pronto dedujeron que en el escenario estaban sus amigos y éstos les estaban animando desde abajo.


-¡Mira, Shachi! –dijo uno señalando el escenario, un chico bastante guapo de ojos color Coca-Cola y cabello castaño cubierto por un curioso gorro azul con un pompón rojo-. ¡Ya han salido!


-¡Están alucinantes! –contestó su amigo, otro chico igualmente guapo, también de cabello castaño cobrizo y boina verde, al cual unas gafas de sol le tapaban los ojos-. ¡ÁNIMO, CHICOS!


La luz del escenario se volvió tenue, un suave azul marino inundó el tablado y los integrantes de la banda fueron siendo iluminados uno por uno. El publicó los recibió con muchos aplausos y vítores, eran una banda novata y había que recibirlos de buena gana. Además, todos los miembros tenían un curioso magnetismo inexplicable que los hacía muy atrayentes.


Primero apareció el baterista, un chico serio de gafas cuadradas y pelo anaranjado repeinado hacia atrás, aunque lo más llamativo de su persona era una curiosa cicatriz en forma de X en su barbilla. Iba completamente vestido con el uniforme de su instituto: pantalón y chaqueta abotonada, ambos de color negro, y zapatos también negros.


El segundo en aparecer fue el bajista, un chico alto y delgado con un semblante aún más serio. Tenía el pelo rubio, y casi tan largo como Killer, pero más peinado y arreglado. En su frente, tres extrañas marcas oscuras sobre cada una de sus cejas le daban un aspecto algo aterrador. Kid preguntó a su amigo por ellas, y éste le contestó que un mago de una conocida serie las llevaba. Vaya, otro fanático de la ficción.


El último en aparecer fue el cantante y guitarrista, colocado en medio del escenario. En cuanto lo vieron, las chicas comenzaron a gritar emocionadas: era realmente atractivo. El muchacho era alto y delgado, un cuerpo proporcionado y bien cuidado, que además se veía realmente bien con el uniforme, el cual llevaba de una forma más desenfadada con el cuello de la chaqueta sin abrochar y la camisa blanca de debajo abierta levemente. Las mangas remangadas mostraban su tostada piel, que unos tatuajes algo raros la volvían más ruda y no tan delicada. Al hombro colgaba su guitarra, amarilla por completo con una tira en la que se podía leer “Heart” en letras negras. Su oscuro cabello estaba resguardado con una boina al estilo francés también negra, a juego con el uniforme. Sus grises ojos apenas se adivinaban debajo de la oscura visera, y unos aros de oro  que colgaban de sus orejas y una graciosa perilla acompañaban el conjunto.


De repente, la batería comenzó a sonar con una melodía calmada y relajante, pronto acompañada por el bajo. La música era tranquila, nada que ver con la de otros grupos. El público esperaba con ansias un poco de movimiento, algo que rompiera con aquella puesta en escena algo aburrida y sosa, pero nada cambió hasta que el líder comenzó a cantar. Y entonces, todos se quedaron de piedra. La suave melodía se fundía perfectamente con su voz, aterciopelada y terriblemente placentera. El muchacho apenas se inmutaba, parecía que estaba susurrando al micrófono en vez de cantar como era debido, pero tenía una entonación tan magnética y atrayente que era como si cantase a cada uno de los allí presentes. La canción, además de tener unas letras profundas, parecía interpretada en exclusiva.


Conforme avanzaba la canción, el moreno se fue soltando y empezó a mover sus brazos, que hasta entonces descansaban sobre su guitarra sin siquiera tocar una sola nota. Cuando llegó al estribillo, entrelazó sus finos y largos dedos en el micrófono y la luz le iluminó con más fuerza, dejando ver sus intensos ojos grisáceos. Un escalofrío recorrió la espalda de Kid haciéndole despertar de aquel trance en el que se había sumido al escuchar la primera nota del cantante. Sus ojos eran preciosos. Del color del metal, lo que más le gustaba en este mundo después de la música y salir de fiesta con sus amigos. Y su corazón dio un vuelco cuando sus ojos se cruzaron. Así, mirándose como si nada más existiera para ellos dos, el pelirrojo sentía que el tatuado sólo le estaba cantando a él. Y esa sensación le gustaba. Y mucho.


El moreno hizo un gesto con la mano, característico de su grupo: una L con sus dedos pulgar e índice. Era la L de losers, insulto que habían recibido alguna vez por su apariencia comedida y algo singular. Con esa particular seña, los miembros del grupo se reían de sus agresores, de todos aquellos que no habían apostado un centavo por ellos. El público enseguida siguió al cantante, y todos alzaron sus dedos en forma de L. Cuando la canción acabó, los asistentes aplaudieron entusiasmados. Había sido un debut increíble.


-¿¡Q-Qué fue eso!? –gritó Bonney con el mismo entusiasmo cuando los muchachos se bajaron del escenario-. ¡Increíble! ¡Son realmente buenos!


-¿Por qué esperaron tanto para debutar? –preguntó Nami, también emocionada por la canción.


-Tengo la piel de gallina ¡Shishishi! –exclamó Luffy algo sonrojado mientras se rascaba la nuca.


Sanji, que había desaparecido antes de que acabara la actuación, regresó con sus amigos acompañado de los muchachos del North Blue High School. Concretamente, arrastraba al cantante de malas maneras mientras los otros dos miembros le seguían sin decir palabra. El moreno era el único que se resistía.


-¡Aquí están los artistas! –dijo cuando llegó, logrando la atención de todos-. Chicos, permitidme que os presente a Trafalgar Law, un amigo de la infancia –y el rubio le quitó la boina negra con gracia para que todos le vieran bien, algo que hizo sonrojar al susodicho-. Lo arrastré al último concierto y conseguí que se uniera a la banda de su instituto.


-E-Encantado –comentó Law tímidamente-. Sanji ha sido un buen mentor… ¡Y devuélveme la gorra! –se quejó molesto mientras intentaba cogerla, pero el rubio era más rápido y la mantuvo en su poder-. No eres mi madre, ¿sabes?


-Muchísimas gracias, Sanji –intervino Drake, el baterista del grupo-. No hubiésemos sido capaces de debutar si no hubieses convencido a Law de ser nuestro líder y cantante –y su rubio amigo, Basil, asintió con la cabeza mientras se escondía levemente detrás de su compañero.


-Bueno, en realidad… –comenzó Sanji de nuevo, y Trafalgar abrió los ojos como platos atento a lo que diría su amigo-. Hay alguien que le gust –pero no pudo acabar porque el moreno le propinó un doloroso pisotón sin ningún miramiento-. ¡Ouch!


-No digas cosas innecesarias –le advirtió el tatuado con una mirada fría y calculadora-. O te mataré.


Los amigos estaban tan absortos en hacerse monerías que no se percataron cuando Kid y su grupo entró en escena. En realidad estaban allí desde el principio, pero se habían quedado en un segundo plano. Eso de conocer gente no iba con ellos.


-Trafalgar –dijo Kid con su potente y ronca voz, y el nombrado se giró algo asustado-. Vamos a intercambiar teléfonos.


El moreno enseguida hizo lo que el pelirrojo le pedía, como si fuese una orden o un acto reflejo. Sacó su teléfono móvil, del que colgaba un gracioso osito polar que regalaban en las bolsas de patatas, y Kid hizo lo propio con el suyo, un móvil con la pantalla rota pero que no pensaba cambiar hasta que no dejase de funcionar. El  resto los miró asombrados, ¿desde cuándo Eustass Kid pedía un número de teléfono? Cuando Law tuvo el número en su poder, estaba tan entusiasmado que le temblaban las manos, y sus mejillas se habían tornado rojas por la vergüenza. Casi parecía que se le iban a saltar las lágrimas de la emoción en cualquier momento. Y todos le miraron con cara de póker, completamente perplejos.


-Llámame cuando estés libre, te enseñaré a tocar la guitarra –dijo el pelirrojo, y Law asintió rápidamente como un perrito obediente, gesto que le pareció de lo más adorable al rockero.


-¡Perfecto! –se entusiasmó Bonney rompiendo la romántica escena que se había creado-. ¡Reunámonos todos para practicar en el futuro! –y Luffy gritó emocionado también. Aunque no se refería a él, el sombrero de paja se había dado por aludido y se apuntó feliz.


El pelirrojo comenzó a andar hacia la salida seguido por su amigo Killer, ahora sí que ya no tenía nada que hacer allí. El resto se quedó allí, hablando emocionados con Law y diciéndole que Kid estaba ahora soltero, haciendo que el moreno se sonrojara más todavía.


-Parece que las cosas se van a poner interesantes, Killer –comentó el pelirrojo con una sonrisa ladina mientras veía el número de teléfono de Trafalgar Law en la pantalla de su móvil.


-Sí, no hay duda –contestó el rubio ojeando a un gracioso muchachito de gorro azul y pompón rojo que llevaba el mismo uniforme que los nuevos conocidos, uno de los que habían gritado durante la actuación.

Notas finales:

Y bien, ¿qué os ha parecido?

Parece que las cosas se ponen interesantes ahora que Law ha hecho su gran aparición!

¿Y qué me decís de Bartolomeo y Cavendish? En el dou no salen, pero no me he podido resistir a poner algo sobre ellos, me encantan <3. Esa última parte también es inventada, no aparece KillPen por ningún lado, pero una leve insinuación no hace daño a nadie ;).

Espero que os haya gustado, y nos leemos mañana!

Un besazo mis amores <3<3<3


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