VIOLANDO AL HOKAGE
Las sombras del pasado siempre nos invaden para bien o para mal, viven en nosotros en cada momento de nuestra vida obligándonos a preguntarnos si no hubiéramos hecho aquello o hubiera ido a tal lado, ¿Cómo sería nuestra vida?
Luchamos cada día de nuestra vida para alcanzar una meta, una vez que lo alcanzamos siempre llega la duda si fue lo correcto seguir este camino o el otro era mejor.
Naruto Uzumaki lucho por ser reconocido por toda su aldea, luego de la Cuarta Guerra fue declarado un héroe de guerra, todos los admiraban y reconocía, su deseo se había cumplido, sus amigos lo apoyaban a diario aconsejándolo que debía hacer para ser completamente feliz y exitoso, una hermosa esposa con quien formar una familia, un gran trabajo, todo sonaba tan fácil y sencillo de conseguir, luego de una misión conquisto el corazón de Hinata quien provenía de una de las familia más importantes de la aldea y como tal era la mujer perfecta para ser su esposa, llego la boda todos fueron invitados con los años fue bendecido con una hermosa familia y finalmente se convirtió en Hokage, todo era perfecto ¿Qué podía salir mal? Era feliz o eso creía.
Los años nos muestran que los consejos de aquellos que no piensan en tú felicidad no siempre son confiable, ya que solo tú debes decidir y elegir que camino recorrer, Naruto lo entendió luego de comprobar que no todo lo que brilla es oro.
─ Sasuke…
Con los años había alcanzado la gloria pero había perdido la motivación por luchar, ese algo que lo hacía superarse a sí mismo, aquel que fue su meta, objetivo y deseo que nacía de su corazón, aquel que por años recorrió camino llenos de espinas solo por tenerlo a su lado, aquel que con sus decisiones lo había perdido.
Luego de su boda Sasuke se había despedido de Konoha jurando nunca más volver a ver aquellos ojos que le había robado la mitad de su alma, aquellos ojos que tanto amo y nunca admitió, aquellos ojos que luego de 12 largos años extrañaba y deseaba volver a ver con desespero.
La luna era la única testigo de aquella sombra que se adentraba a la aldea como un ladrón en busca de un tesoro, su capa negra cubría su rostro sin dejar identificar al invasor, su mirada se alzó hacía la torre Hokage y una corta sonrisa se dejó observar entre las sombras, altas horas de la noche como era de costumbre Naruto aún se mantenía dentro de su trabajo revisando y firmando informes de misiones.
─ Esto es cansado. —Susurro pasando una hoja– A veces me pregunto porque quise ser Hokage. —Suspira cansando.
─ Por Dobe… —Responde a su espalda.
─ ¿Qu…… —Sus palabras se cortan antes de caer inconsciente en brazos de aquel desconocido.
─ He regresado…
………………
Su cabeza le dolía horrores, no entendía que había ocurrido en un momento estaba trabajando y en otro estaba….
¡Amarrado!
Sus brazos estaban atados con una cinta inmovilizándolo desde los codos hasta sus manos, sus piernas estaban en las mismas condiciones y por ultimo tenía su boca sellada, analizando su situación le era imposible escapar ya que su chakra se encontraba sellado o al menos eso pensaba ya que no podía comunicarse con Kurama.
─ ¿Cómo escapo? ¿Quién me secuestro? —Se preguntaba a si mismo mientras miraba algo nervioso a su alrededor abriendo sus ojos llenos de sorpresa al identificar el sitio donde estaba– ¡Mi departamento! ¡Estoy en mi departamento!
─ Ya despertaste. —Escucho cerca de la puerta– Creo que se me paso un poco la mano…. Dobe.
─ ¡Sasuke! —Retumbo en su cabeza al observar a su viejo amigo de la infancia mirarlo con una extraña sonrisa que no le deja identificar su propósito.
─ Creí que no despertarías. —Se acerca a él– ¿Qué pasa? Los años te quitaron el habla.
─ Muy gracioso Teme. —Lo fulmina con la mirada recordando porque no podía hablar.
─ Dejare libre tu boca pero no empieces a gritar. —Libera la cinta de su boca.
─ ¡Maldito seas Sasuke! —Grito apenas fue liberado– Eres un….
Ante sus gritos Sasuke se acercó rápidamente hacia él y lo callo con un apasionado beso, el rubio por su parte estaba con los ojos abiertos de la sorpresa al sentir los cálidos labios de su amigo, a los pocos segundo se separaron por la falta de aire.
─ Te dije que no grites. —Dice sentado sobre el estómago del Hokage.
─ Sasuke ¿Qué significa esto? —Pregunta serio e intentando no prestar atención a la posición que estaba el moreno.
─ Veraz Naruto. —Pasea sus dedos por el torso desnudo del rubio– Me canse de vivir en la mentira, quiero que todo sea como siempre tuvo que ser. —Para sus dedos en su corazón– Aunque sea solo una noche.
─ ¡¿Q-Que?!
Antes que Naruto pueda asimilar lo que estaba ocurriendo Sasuke volvió a besarlo esta vez con más pasión mientras rompía la camisa de su Hokage hasta dejar la mitad de su cuerpo descubierto, desase por un momento el beso para recuperar aire y retirar su camisa.
─ Naruto ¿Te gusta? —Muerde su oído.
─ Sasuke ¿Por qué haces esto? —Intenta sonar serio y caer ante la pasión que Sasuke le mostraba.
─ Ya te lo dije quiero por una vez en mi vida ser tuyo. —Le va sacando los pantalones los cuales muestran sus miembro ya despierto– Parece que mis caricias no te son indiferente.
─ Sasuke no lo hagas. —Dice nervioso al imaginar lo que el moreno quiere hacer– No quiero que te arrepientas.
─ No lo hare. —Se acerca a besar– Naruto esto lo llevo deseando por 12 años, cuando volví a la aldea era joven no sabía nada de la vida, no comprendía porque mi corazón saltaba de emoción al estar a tu lado, cuando me fui de viaje lo hice con la intención de centrar mis ideas y darle un nombre a lo sentía. —Baja la mirada– Cuando me di cuenta que te amaba era muy tarde tú te habías casado, ese día todo mi mundo cayo a mis pies no tenía sentido vivir, por eso me fui para olvidarte.
─ Sasuke, yo…
─ Solo por hoy olvida que le perteneces a alguien más. —Sonríe antes de bajar su mirada.
Sasuke bajo hasta el miembro despierto del rubio lo tomo entre sus manos haciéndolo subir y bajar, pasa su lengua saboreando el semen que empezaba a salir.
─ Delicioso —Murmura haciendo sonrojar al rubio– Vamos a saborearlo más.
─ Espe… AH!! —Un gemido salió de sus labios al sentir la calidez de la boca del moreno rodeando su miembro– Sa...suke!!
Sasuke subía y bajaba saboreando aquel miembro hasta que sintió como aquella semilla lo llenaba por completo.
─ Ah…Ah… —Naruto respiraba agitado, tras ver tenido la mejor mamada de su vida– Teme. —Mira la carita sonrojada del Uchiha– Por Kami suéltame.
─ No. —Saborea la esencia regalada por sus manos– Esta noche solo dedícate a…disfrutar. —Pronuncia entre cortando al tener uno de sus dedos dentro de su ano.
─ ¡Por Dios Sasuke! No me tortures. —Miraba las expresiones de placer de su amante– Déjame ayudarte.
Al entender aquella indirecta el moreno se dio vuelta dejando su entrada cerca de la boca del rubio.
─ Ahh. —Gimió al sentir su lengua invadiendo su interior– Ahh Naruto!! No puedo más!! —Se aleja del rostro del rubio para colocarse sobre su miembro– Te quiero dentro…
─ Teme. —Respira fuertemente al sentir como el moreno va entrando poco a poco– Déjame libre, déjame ayudarte.
─ Dobe. —Lo mira lloroso ante el dolor, aun dudando toma un kunai y libera sus brazos– Ahh. —Gimió cuando Naruto se alzó entrando completamente en él.
─ Oh Teme que estrecho eres. —Toma sus caderas entre sus manos, lo ayuda alzarse y que vuelva a bajar.
─ Ahh…. —Lo gemido de parte de Sasuke inundaban el departamento– Naru!! Ahh!!
Naruto utilizando el mismo kunai que Sasuke había soltado sus manos libero sus piernas y logrando dejar a Sasuke debajo de él y penetrarlo con más rapidez dando directamente en su próstata.
─ AHHH!!!
Las envestidas seguían precisas hasta que ambos iban llegando su límite.
─ Naru…me…ahh —Entierra sus uñas en la espalda de su amante.
─ Igua…les Sasuke…
─ ¡AHHHH! ¡NARUTO! / !SASUKE!
Aun agotados Naruto sale del interior de Sasuke y se acerca a besarle con pasión, dicho beso fue correspondido con igual intensidad.
─ Te amo Naruto. —Susurra Sasuke enterrando su rostro en el cuello de Naruto– Solo deseo que no me odies, no te imaginas cuanto me costó armarme de valor y venir donde ti.
─ Sasuke yo…
─ Shh. —Lo mira sonrojado posando dos de sus dedos en sus labios– Esta vez sí es el adiós…
─ No… —Su vista se empieza a distorsionar– Sasu……….SASUKE!!!
Al abrir sus ojos Naruto se topó con la claridad del sol anunciando la mañana, sin pensar dos veces corrió por toda el departamento buscando con quien había pasado la noche pero no había rastros de él.
─ Sasuke ¿Por qué? —Agarraba sus cabellos con frustración– Te perdí… otra vez.
Lo que Naruto nunca había contado que hace años había descubierto que no sentía nada por su esposa, su matrimonio era un asco, odiaba la vida que llevaba y que amaba con locura al Uchiha.
─ ¡Demonios! Esta vez no me voy a rendir. —Se levanta mirando los trozos de cinta pegados a su cuerpo– Maldito Teme Violador, esto me va a dejar marcas.
Seis meses después…… —Konoha de fondo–
En la torre Hokage se observa como Naruto recogía sus cosas del escritorio ante la atenta mirada de Shikamaru.
─ ¿Esta seguro Hoka….digo Naruto?
─ Shikamaru desde el primer momento me di cuenta que esto no era para mí, yo no sirvo para estar tras papeles todo el día. —Lo mira con un cartón en mano– Sé qué harás un gran trabajo Hokage-sama.
─ Que problemático eres. —Rasca su cabeza– Aun no logro entender porque terminas todo de la noche a la mañana. ¿Qué paso hace un año Naruto?
─ Lo que tenía que pasar hacer 12 años amigo. —Sonríe antes de salir.
Luego de aquella noche con Sasuke volver con su vida normal era imposible, las caricias, besos y palabras estaban presentes para recordarle que solo con él la vida sería diferente, en menos de una semana presente su demanda de divorcio a su esposa, Hinata lloro a mares rogando que recapacite que tenían una familia que ella sería la mujer ejemplar para él, pero para Naruto no era lo que quería. Una vez obtenido el divorcio presento su renuncia como Hokage dejando su puesto a su amigo y consejero Shikamaru, aunque el trabajo resultaba problemático Nara termino aceptando. Ahora con toda su vida arreglada en la aldea y luego de seis meses de aquel encuentro se disponía a viajar por el mundo con un solo objetivo.
Encontrar a Sasuke.
Cuatro meses después de dejar la aldea Naruto había llegado a un pequeño pueblo entre las montañas era tranquilo y las casas estaban distanciadas una de las otras, tras hablar con una anciana le habían comentado sobre un joven que vivía al pie del lago y que la mayoría de sus cultivos eran tomates.
─ Ese es Sasuke. —Susurro sonriente– Me puede indicar como es él.
─ Ha de tener tu edad, es muy guapo, tiene cabello negro, sus ojos tan oscuros como la noche y una piel blanca como la nieve, como me gustaría ser setenta años menor. —Suspira la anciana.
─ Gracias Oba-chan. —Se aleja al observarla sonrojada y con corazones flotando– Teme hasta a las ancianas conquistas.
Naruto sin dudarlo corrió por cinco minutos hasta divisar una casa donde pudo observar a alguien cultivando tomates, muy feliz.
─ Sasuke. —Dio un paso para acercarse hasta que un llanto lo detuvo– ¡Un bebé! —Susurro asombrado– ¿Acaso él….
─ Menma, cariño. —Se arrodilla al canasto que tenía al infante– ¿Tienes hambre? Shh no llores mi vida.
Naruto a unos escasos metros no podía cree lo que sus ojos veían, su amado Sasuke tenía familia.
─ Eres tan ruidoso como tu padre. —Dijo sin imaginar que su padre estaba a la puerta de su casa– Sabes te pareces más a Naruto de lo que te imaginas.
─ ¿Qué? ¿Mi hijo? —Murmuro sin creer lo escuchado.
─ ¡¿Eh?! —Se giró Uchiha encontrándose con aquellas perlas azules que tanto anhelaba volver a ver– Naruto.
─ Es mi hijo. —Entro a la propiedad– ¿Sasuke ese bebé es mi hijo?
Sasuke nervioso dio un paso hacia atrás, el encuentro de hace un año estaba destinado para decirle adiós y dar un cambio a su vida, pero nunca se imaginó que esa noche le dejaría más que simples recuerdos, tras una visita a Orochimaru había confirmado que esperaba un hijo de Naruto, ahora que lo tenía frente a él temía que el rubio quiera llevarse a su hijo.
─ Si…es tu hijo. —Respondió muy bajo.
─ Mi hijo. —Sin que Sasuke lo vea su rostro se ilumino y se acercó para abrazarlos– Sasuke me has hecho tan feliz.
─ Pero tú familia…
─ Los deje. —Sasuke abre los ojos sorprendido– Sasuke sería muy tarde para pedirte que me permitas estar junto a ti lo que me queda de vida en este mundo. —Se arrodilla– No traje anillo.
─ Dobe. —Sonríe– Claro que acepto. —Lo abraza– He esperado tanto por este día.
No importa el tiempo que se espere con tal que dos corazones que se aman se vuelvan a encontrar para estar juntos hasta el final de sus días.
FIN