Entonces ahí estaba, en la casa del gemelo mirando ese programa para niños que trataba de tres osos animados que vivían su vida en la sociedad.
YoungMin veía el televisor como si nada existiera mientras estaba recostado en el sofá, y sus piernas sobre las de Minsoo que sólo estaba sentado, intentaba apreciar el programa que YoungMin miraba pero su lado lógico le decía que nadie de su edad podría divertirse con un programa así. Menos mirarlo.
-¿Por qué la cara tan larga?- peguntó YoungMin mirándolo por un segundo.
-No, por nada.- contestó Minsoo poniendo su brazo en el descanso del sofá y el izquierdo lo pasó por el respaldo, pues no quería tocar las piernas de YoungMin. –No tuve un buen día.-
-Oh.- susurró YoungMin mirando como el oso pardo actualizaba su perfil en alguna parodia de SplashFace y eso le divirtió.
-Es Jungsoo, aun no puedo hablar con él sobre la sinfónica, se la pasado evadiéndome.- incluso los mensajes de Slap sólo los respondía con un emoticón o un monosílabo. –Creo que ya dejé pasar mucho tiempo y es momento de hablar.-
-¿Cómo lo harías?- preguntó YoungMin tomando el cojín en el que Minsoo recargaba su brazo para abrazarlo.
-Bueno, no lo sé.- contestó riendo ligeramente apenado. –“Mentirle de la manera menos sutil o decirle la verdad como si fuera fácil” escogí decirle la verdad pero sinceramente no es nada fácil.-
-¿Aun lo quieres?- preguntó pasando el cojín tras su espalda para elevarse mejor. –Si la respuesta es afirmativa entonces sabes qué hacer.-
-Lo dices como si fuera fácil.-
-Oye.- susurró YoungMin estirando su brazo derecho para que le ayudara a sentarse en el sofá. –Te preguntaré algo y quiero que me respondas con la verdad.-
-Dime.- contestó Minsoo retrayendo su cuerpo para dejar que YoungMin se sentara bien y cómodo sobre todo.
Y sólo para crear controversia en la cabeza de Minsoo, sonrió.
-Te has portado muy bien conmigo y de a poco te has ido acoplando a mi estilo de vida, así que dime, ¿qué me harás si te digo que tienes mi cuerpo por treinta minutos?-
YoungMin lo miró sonriéndole, incitándolo.
Minsoo sonrió nervioso que incluso desvió su mirada hacia la cocina. Hasta se había cubierto la sonrisa con su mano derecha.
¿Qué le haría a YoungMin durante treinta minutos?
Buena pregunta.
Lo miró por el rabillo de su ojo izquierdo y volvió a sonreír aún más nervioso.
Había notado que el cuerpo de YoungMin era más pequeño que el de Leeteuk. Que los labios del gemelo eran más rosados que los de Leeteuk, incluso que el inferior tenía esa ondulación que lo hacía resaltar más.
La piel de YoungMin se veía y sentía más delicada que la de Leeteuk, quizá porque era más joven o por la cantidad de crema que usaba para que no perdiera su suavidad. Incluso la cintura de YoungMin era más marcada que la de Leeteuk, lo que llevaba a sus piernas aun infantiles sin los músculos que Jungsoo tenía desarrollados.
Entonces Minsoo pasó saliva ansioso y excitado.
¿El gemelo aun sería casto?
-Si tuviera tu cuerpo durante treinta minutos.- susurró intentando parar su pierna que no había parado de moverse por la ansiedad. –Haría esto, exactamente.-
Sonrió orgulloso de su respuesta.
YoungMin también sonrió, pero divertido. Casi una buena mentira.
-Porque tus piernas han estado sobre las mías durante casi media hora, eso dice que tu cuerpo fue mío.-
-Está bien.- contestó YoungMin levantándose del sofá. –Aunque es lo que quería escuchar, no fuiste sincero. Cuando te pida que seas sincero, sé sincero. O puedes perderme como a Jungsoo.-