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Yo soy su dueño III por darkmiss

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Notas del capitulo:

Bueno esta vez quise terminar con esta parte, con algo gracioso, no soy buena escribiendo comedia así que espero que les guste y despues de ver la pelicula Nueve meses, me pregunte que clase de cosas puede pasar en un momento así en la vida de cada persona, espero que la disfruten. Con esta terminados la seríe del titulo Yo soy su dueño, espero que les agrade. 

El personal del hospital estaba muy acostumbrado recibir a mujeres así como aquellos hombres con aquel don especial a punto de dar a luz, sin embargo aún por muy numerosos casos que tuvieran  todo aquel que pasaba por el pasillo de maternidad  se le quedaba mirando extrañado por el gran ojo morado que tenía en su fino rostro aquel hombre de cabello azulado, los dos niños preguntando la razón de que su tan adorable “madre” le dio aquel potente golpe y sus acompañantes dándole apoyo a la madre que hacia unos minutos había ingresado a la sala.

Antes de que aquellos hijos suyos también lo comenzaran a volver loco, Camus les respondía a estos que aquel ojo morado era la representación que tenía su madre para decir que estaba muy feliz por el crecimiento de la familia; eso tranquilizo a los niños antes de que Valeria llevara a los dos pequeños a comprar algo para su padre y su “tio” Shura, dejando a los dos hombres a solas. 

Shura miró al galo y silbo asombrado por el golpe, a punto de tocar la zona afecta como un niño pequeño si no fuera porque la mano del galo lo tomo a tan solo centímetros de entrar en contacto

—¿Quién hubiera pensado que Milo aun en las situaciones drásticas tuviera fuerzas  para dejar el ojo morado, luego de aquella charla en la casa?. —Camus mira a su amigo, además de él ojo morado, estaba estresado como para escuchar los tal “gratificados comentarios de su estimado vecino.

—Shura por el respeto que te tengo y más a Valeria que es como una hermana para mí, cállate que aún me siento muy mal por lo que le hizo Milo a Surt.

—¿Pero no tuviste la culpa Camus por… – guardo silencio al ver la mirada matadora del galo.- bueno al menos esta vez eres inocente.- murmuro el español.

—Shura.- le reclama a  casi nada de saltar y dejar a alguien más en el grupo de los ojos morados.

—vale, me calló, pero al menos tienes pensado que vas a hacer, porque tengo que recordarte que la madre de tus hijos está a menos de cinco metros de distancia y tu aquí.

—y yo tengo que recordarte de esa misma madre fue la que me provoco esto.—señala su ojos. —Además de las palabras que me dijo…

……………………Flashback………………


La gente de maternidad iban despejando mientras uno de los enfermeros llevaba consigo la silla de ruedas con Milo en esta, la única mujer se había quedado atrás estacionando el carro y bajaba a los niños mientras los tres hombres se adelantaban, Camus que iba atrás de Milo seguía afrontando los fuertes apretones que le daba el griego a su mano, que juraría que ya estaba más que fracturada. Shura que lo seguía por detrás, solo podía hacer algo en estos momentos. 

—Vamos Milo, tu puedes, sigue apretando, ya casi llegamos. 

—Shura, cállate, llevas…ahh…diciendo esto en todo el camino .—Comento estresamos la futura "madre" que a cada contracción apretaba con fuerza la mano de su marido.

—pero Camus, eso no deja de emocionarme, estoy tan feliz que mi hermanito vuelva a ser madre, hasta tengo una cámara.— Sacando entre sus ropas una cámara de video y fotografía-sonrie.

—AHHH— grita agonizando Milo al tiempo que  un flash cubre la sala, Shura mira como quedo la foto mostrando a Milo gritando al aire y Camus aguantando el dolor de su mano apretada.

—Perfecto.—guarda la foto.—foto para Camus para el recuerdo.- da clic a la cámara.

—Shura, se que estas muy emocionado pero  este hermanito tuyo ya quiere llegar a la sala- Inquirio Milo estresado, además de los dolores en el vientre se hacían cada vez más  insoportable.- Shura ya no puedo mas, Camus apurate a llevarme. 

—si mi amor. 

—no me digas mi amor, de seguro se lo decías a ese idiota pelirrojo que ahora tienes como amante …ahhh …que estúpido fue, debí hacerle caso a mi madre cuando me dijo…Milo eres estúpido solo te quiere dejar inflado, ya verás que a la primera se va con otro trasero nuevo, hay mamá como me gustaría ver.

—¿quieres que la llame Milo?.—Menciona la única mujer del grupo que apenas llegaba y logro escuchar la petición del moreno.

—¡No!- grita Camus, conocía perfectamente a ese “mujer” como para en ese instante correr desde la isla Milos, nadar todo el mar Egeo solo para castrar a su tan amado yerno, algo que lo haría con mucho gusto desde que Milo había conocido al galo hace 10 años.

—Milo tranquilízate, eso le puedo hacer daño a los bebe. 

—Pues trata de soportar una sandía en tu interior, a ver quien tiene más huevos ahora Camus.

Toda la familia llego a la sala de maternidad, Valeria se quedo con los dos hijos de sus amigos para cuidarlo, mientras Camus, Milo y Shura serían su camino, los médicos disponibles ya estaban cerca de ahí listos para la atención.   

—mi amor tu respira y..—El impacto lo tomo de sorpresa que incluso todas las enfermeras y doctores sintieron que la sangre se le helaba al ver a Milo apenas levantarse de la silla de ruedas a punto de cambiarse impactar el puño sobre su marido, que aún no soltaba la mano haciéndolo caer al suelo de la sala. 

—Te odio, eres un desgraciado, cuando salga mis bebes, te cortaré el amiguito que tienes entre las piernas y nunca volveré a dejar que me toques, te odio Camus, eres el peor esposo que la vida pudo haberme tocado.

-Milo.- tocándose el ojo levanto la cara dejando ver un ojo completamente morado, que era una fortuna que no se haya inflamado ; uno de los doctores ayudo al galo levantarse así . 

-foto- exclama alegre Shura, sacando la foto.

-Shura.- exclamamos los adultos y el pelinegro ignorando los comentarios que se dirijian a su persona, el pelinegro cambia la cámara a la de video, se dirige hacia el griego que ya estaba - di hola a la cámara Milo.

—maldito desgraciado te odio, odio a tu familia, odio la vida y si no quitas esta p*ta cámara te juro que te la voy a meter por el culo Shura. 

-es perfecto Milo yo también te quiero hermanito, algo que tengas que decir Camus.- grabando ahora al peliazul que era atendido por uno de los doctores desinflamando el morados del ojo.

—Camus, por favor, ayúdame.—gime adolorido Milo, extendiendo la mano hacia su esposo suplicando por su compañía.

—maldición Shura deja de filmar, no vez que Milo esta a punto de a luz, enfermera.—despues de observar la cara de estrés del moreno, se tocaba contantemente el vientre, ya no podía más—¡Maldición cuando van a ayudar a mi esposo, no ven que esta sufriendo, ¡¿Donde dialbos esta el doctor?! -Zarandea a la pobre mujer que no podía pronuncias alguna palabra.

—Señor.—inquirió uno de los doctores, Camus mira y suelta a la mujer que casi corre alejándose del galo —lo único que esta haciendo es estresar más al paciente, le suplico que salga de la sala. —Camus esta por protestar, pero Shura lo toma del hombro con toda la tranquilidad del mundo a pesar de los gritos de Milo y el desorden que el mismo Camus estaba provocando.

—vamos hombre, ven, vamos afuera y respira, ahora volvemos a un lado de Milo. —Siguiendo al peliazul sin dejar de filmar.

—¡Shura a donde llevar mi marido, Camus mueve tu maldito trasero y regresa aquí, no me dejes aquí con los niños. 

……………………Fin flashback………

Ambos guardaron silencio recordando aquellos últimos segundos. Ambos pierden  el color, pero más Camus  al recordar las palabras de Milo, Shura miró al galo desconcertado, esperaba que su amigo reaccionara.

—¡Maldición que acado de hacer.!-salta del asiento corriendo directamente hacía la sala de maternidad, ignorando a la pareja de su amigo que ya llegaba con ellos.

—¡apurate Camus antes de que esta vez Milo te mate.-grita Shura desde su asiento. 

-shura ¿Qué pasa- comento Valeria sin dejar de ver el camino que cruzo sentandose en el lugar que antes estaba el galo. 

-nada cariño, lo que provoca el estrés de la maternidad y paternidad.

-si, es mucho lio, prométeme que nosotros vamos a adoptar querido.

-claro nosotros vamos a adoptar.-

El galo corrió hacia el quirófano  esperando que esta vez Milo no quiera tenerlo como taquete en la sala, apenas y llego a la sala cuando Milo estaba sobre la camilla con un bisturí en mano rodeado de enfermeras y doctores que trataban de tranquilizarlo, sin embargo este estaba a la defensiva con el arma medica que nadie se acercara a él e incluyo llevando a rozar las prendas medicas del personal del hospital.

-por favor señor, dejemos hacer nuestro trabajo.- menciona uno de los doctores.

-nadie me va a tocar hasta que no esté el desconsiderado, holgazán y desnaturalizado de mi …-mira al galo- Camus estas aquí- cambiando de actitud a una feliz, soltando el arma, dejándose caer sobre la camilla más tranquilo.

-ya estoy aquí.-Los doctores finalmente respiraron tranquilos, que continuaron con su labor, transportaron a Milo donde operación al moreno, Camus no se separada de su pareja que incluso le ayudaba susurrando palabras que tranquilizaba al moreno.


—Señor, se podría hacer a un lado, necesito inyectar al señor Milo la anestesia- mostrando la inyección más grande que su vida haya visto, según Camus

—o sí señor.-responde Milo aliviado sin prestar mucha atención la mirada perdida del galo.

-te van a poner esto Milo- sin despegar la vista de la aguja, el moreno asiente ya más relajado y sin que se le pasara por la cabeza Camus se desmaya asustando al personas.

-Camus.- dijo Milo a punto de las lagrima, mira desesperado que su hombre que se desmayara en ese momento, sin embargo la enfermera ya lo habían inyectado la anestesia y ya no podía moverse con mucha facilidad, mientras  una de las enfermeras tomo al galo, llevándose a una esquina y mientras ella le daba golpes en el rostro, otra traía sales para despertarlo, el aroma de estas trajeron al consiente al galo que miro a su alrededor, descubriéndose en el quirófano; ya más despierto se separó de las mujeres y fue hacia su pareja que ya le estaban abriendo el vientre.

—Milo-Corrió hacia el moreno a la espera de cualquier cosa.

Aunque no quería admitir, ambos estaban nerviosos pero felices por todos los acontecimientos que este nacimiento les había producido, por un lado Milo no dejaba de ver a los doctores que traerían a sus niños y aunque en estos momentos tenía un montón de sentimientos lo que estaba seguro es que estaba feliz que Camus estuviera a su lado en este momento tan importante de su vida;  en cambio Camus a pesar de haber cometido las peores cosas, se sentía pleno por todo lo que estaba vida le traía y a comparación de Milo que no despegaba la vista de los doctores, él no lo hacía del griego; podría apreciar perfectamente ese brillo en los ojos del moreno, era el mismo brillo que poseía cuando sus otros dos hijos nacieron.

Finalmente uno de los doctores levantaron la cabeza, descubriendo una pequeña niña en perfecto estado, ambos padres miraron su pequeña bañada en sangre, que lloraba a que la pasaran a los brazos de su madre y estos no tardaron en  pasarla primero a Milo, y sin importarle que se bañara en su sangre y liquido amniótico, le beso la frente, Camus miro a los doctores que continuaron con su labor sacando al segundo niño, un pequeño varón, un poco más tranquilo pero igual lloraba por la atención, este fue pasando por Camus que al sentir el calor de su progenitor, se calmó, Camus le mostro a su chico a Milo que no pudieron ocultar su alegría al tener a los dos pequeños juntos. 

-son perfectos- dijo ilusionado camus

Los doctores le retiraron a los pequeños así como una de las enfermeras le pidió a Camus que saliera de la sala para terminar la operación pero que podría esperarlo en la sala donde Milo reposaría, el galo fue hacia la sala de espera para informar a sus amigos y sus hijos el nacimiento de sus hijos, así como el perfecto estado de Milo, todos ellos fueron hacia la habitación donde Milo fue asignado, los adultos entraron  y vieron al moreno ya acostado con una bata, así como a sus hijos en sus brazos, los dos niños no esperaron y se abalanzaron hacia su madre para ver con atención a sus hermanos que ahora estaban dormidos. 

Camus fue hacia su familia sentándose del otro lado, abrazando a su esposo por los hombros llevándoselo hacia él, así como a sus niños, quedando la madre en medio de la cama, rodeada de sus retoños y su amor. 

-foto- dijo Shura y así un hermoso cuadro de esta familia, que a pesar que el destino le puso los más extraños y difíciles obstáculos, ellos estaban seguros que podrías superar. 

Fin   

Notas finales:

Espero que les haya gustado, espero sus comentarios y criticas (constructivas) Luego nos leemos. Chao. 


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