Capítulo 2
‘’Traumas y descubrimientos’’
Al día siguiente Harry se levantó temprano por la mañana, junto con sus compañeros de cuarto. Estaba ansioso, quería saber más sobre su nueva ‘’habilidad’’, se preguntaba si el accidente solo le había proporcionado eso y nada más, pues hasta ahora no tenía la menor idea de qué más podía hacer a parte de escuchar los pensamientos ajenos. Durante la noche recordó que Snape también había sido golpeado por la cosa viscosa que salió del caldero de Neville, era posible que el también tuviera algún efecto secundario a parte de la fiebre. Y si era así ¿el profesor también podía escuchar los pensamientos de la gente? Debía tener mucho cuidado, si era así. Pero hasta ahora tendría que confirmarlo, puede que el hombre tenga aquella cualidad también, o también puede que no. Lo mejor era ser prudente y averiguarlo pronto.
Se vistió lo más rápido que pudo, había perdido mucho tiempo en la ducha y no quería perderse el desayuno. Aun seguía un poco perturbado por el pensamiento tan indecoroso de Ron ¿Acaso al chico le gustaba Zabini? El había creído que no, ya que cada vez que se cruzaban con el par no hacían otra cosa más que insultarse y enviarse miradas de odio mutuamente. Era obvio que Ron nunca admitiría que le gustaba el Slytherin, aun así era bastante inesperado y… Traumante. Pues, no siempre descubres que a tu mejor amigo le gusta su enemigo y que encima, era Slytherin y que por cierto era hombre. Aunque él no era quien para opinar sobre gustos o siquiera en la orientación sexual de su amigo, si el pelirrojo era feliz pues el no tendría por qué juzgarlo.
Al llegar al comedor de nuevo, se encontró con el bullicio. Tendría que acostumbrarse a aquello, aun así no iba a dudar que al final del día tendría una terrible jaqueca. Se dirigió a su respectiva mesa y se sentó junto a Ron, quien comía como si no hubiera un mañana.
– Buenos días… – Saludó el pelinegro a lo que sus amigos lo miraron, sonrieron y contestaron.
–Buenos días Harry, no te vi llegar. – Hermione lo miró apenada, había estado concentrada leyendo el diario ‘’El Profeta’’ que no se había percatado de la presencia del pelinegro.
–Bufnos fías, Farry. – Saludó Ron con la boca llena, a lo que la castaña lo miró con asco.
–Por Merlín Ron, te he dicho que tragues antes de hablar. – le regaño la Gry. – ‘’Este marrano, puerco, ¿algún día cambiará? Si cree que así le va a gustar a una chica…’’ – Harry se río, ante esto.
–‘’Ñaña, ñaña, ñaña’’ – Se burló mentalmente Ron. – Lo siento Herm. – ‘’Parece una bruja amargada, siempre se molesta por todo. ’’
–‘’Acaso no puede ser un poco más, ¿delicado tal vez? Supongo que debe tener un lado más… Refinado. ’’ –Pensaba Hermione. – Espero que hayan estudiado para hoy, recuerden que a pesar de que Snape no pudo darnos clases nos dejó tarea…– Continuó la castaña.
–‘’Oooooooooooh, no, que mierda, lo olvidé…’’ – Ron como de costumbre. – Claro que sí. – Respondió el pelirrojo. – ‘´Juro que lo intenté, aunque no pude concentrarme por el recuerdo de Zabini… Ah, esas nalgas…’’ – Y de nuevo Harry se ahogó con su jugo de calabaza, tosiendo como loco. ¡¿Pero qué demonios?! ¡Qué pervertido es Ron! ¿Enserio ese que tenía delante era el inocente, amable y tierno Ronald Weasley?
– ¿Te sientes bien Harry? Últimamente toses mucho, ¿no habrás agarrado un resfriado o sí? – Preguntó un poco preocupada Hermione.
–Claro que no, solo me ahogué con el jugo. – Respondió el pelinegro, que no era una mentira, en si se había ahogado con el dichoso jugo y por cierto comentario, que por cierto, tendría que quitárselo de la mente como sea o de lo contrario tendría pesadillas.
–‘’Mmmm, me pregunto de que tamaño será la Zabiniconda, un hombre como el debe ser bien proporcionado. ’’
– ¡RON! – Gritó un poco avergonzado Harry, sin darse cuenta. Llamando la atención a un gran número de estudiantes.
– ¿Qué pasa Harry? – Interrogó el aludido un poco confundido ante el comportamiento tan extraño de su amigo.
–Eh… Bueno…– ¡Había metido la pata! ‘’Vamos Harry, piensa en algo’’. Entonces dijo lo primero que a su foco de ideas se le ocurrió. – Recuerda que debemos practicar para el juego de quiddich contra los Ravenclaw…
– ¡Pero Harry! Eso es dentro de un mes, aun es muy pronto para pensar en eso. – Contestó Ron.
– ¿A sí, no es dentro de una semana? – Claro que sabía que era dentro de un mes, pero era mejor que Ron pensara que en verdad se le había olvidado la fecha. Quedaba como un tonto de nuevo, mientras Ron dejara de pensar obscenidades de ese Slytherin, no le importaba absolutamente nada.
– ¡Ah! espero que no nos toque hacer grupo con los Slytherin de nuevo. – Se quejó Ron.
–Aja… – Simplemente contestó Harry burlonamente, de seguro el pelirrojo deseaba meterse mano con cierta serpiente morena. Prefirió ignorar todo lo que le era posible los pensamientos indecorosos de Ron y escuchar otras cosas, miró a Neville, que estaba a un lado de él.
–‘’Tengo que dárselo de alguna forma… ¿Y si se enoja porque un Gryffindor tocó su libro? Merlín, es que me da tanto miedo…’’ – Pensaba el castaño mientras acariciaba el libro que tenía en su falda, luego su vista se dirigió a la mesa de Slytherin. Harry trató de divisar a la persona a quien Neville observaba y se sorprendió al ver a un chico de cabello negros y ojos del mismo color.– ‘’ Tal vez deba dárselo a otra persona… Pero si hago eso perdería la oportunidad de hablarle. ’’ – Harry lo miró intrigado y decidió actuar, un poco curioso.
– ¿Qué tienes ahí Neville? – Preguntó fingiendo curiosidad al ver el libro en las manos del castaño, el nombrado lo miró un poco asombrado. – Ese no es tu libro.
–N-no… Es de alguien más. – Dijo con un notorio nerviosismo en su voz. – Lo encontré tirado en la biblioteca.
– ¿Y por qué no lo has devuelto? – Neville sudó frío, no sabía que responderle al famoso mago.
–Yo… No sé cómo hacerlo. – Admitió y Harry solo sonrió. – ‘’Me da tanta vergüenza si quiera verle a la cara ¿cómo podría hacerlo? Incluso cuando me toca sentarme con él en pociones es casi imposible… ‘’
–Bueno, no pierdes nada con intentarlo, deja la vergüenza de lado, si lo tienes cerca no dudes en hablarle. – Continuó Harry a lo que Neville asintió tímidamente, de alguna u otra forma lo intentaría pero por el momento era mejor esperar, tal vez en un día o en otro momento el dueño del libro lo reclame.
–‘’Lo dice como si fuera fácil hablarle a una serpiente, además no es cualquier persona, es él…’’ – Pensó Neville entre suspiros. Harry lo miró un tanto sorprendido ¿era posible que el castaño tuviera algún sentimiento por ese chico? De otra forma no vería razón alguna para no acercársele. Al fin y al cabo no era de su incumbencia, el Gryffindor debía armarse de valor por si solo después de todo.
Al terminar el desayuno todos se dirigieron a clases, por suerte no tendrían más clases con Snape hasta la semana próxima, eso era un respiro. Tomaron asiento y en segundos entró Severus Snape, con su majestuosa capa negra ondeando detrás de él como buen murciélago. Harry lo observó por unos momentos ¿cómo podría probar que ese hombre tenía las mismas habilidades que él? Era bastante difícil de ponerlo a prueba.
–Antes de comenzar, les voy a tomar una breve lección oral. – Todos comenzaron a reír por lo bajo debido al doble sentido de la frase, a lo que Snape los calló a todos con una mirada gélida. – Voy a hacer unas preguntas… ¡Potter! – El nombrado levantó la vista y fijó su mirada en el hombre con complejos de emo y sonrió demostrando su desagrado mediante el sarcasmo.
– ¿Si, señor? – Preguntó Harry.
–Sé… Que esta clase no la dieron conmigo, pero no está mal dar un repaso de las clases anteriores, incluso de años atrás. – Continuó diciendo el de pelo graso. – Potter, en un Filtro de muertos en vida ¿Qué ingredientes debería tener en cuenta? – ¡Ou Shet! No lo recordaba para nada, y pensar que él tuvo el libro del príncipe mestizo en sus manos, pero la memoria para ese tipo de cosas no era una de sus más grandes virtudes.
–‘’Oooh, te la dejó difícil Harry’’– Se río Ron en sus adentros.
–‘’Mmm, creo que era ajenjo… y algo como de Pereza cerebral…’’– Pensaba Neville, quien no estaba muy seguro.
–‘’Potty, Potty, Potty, date por muerto.’’ – Pensó, nada más ni nada menos que Malfoy, a lo que Harry frunció el seño.
–‘’Ajenjo, asfódelo, raíces de valeriana y ¿Corteza cerebral? ‘’ – Increíblemente ese era el pensamiento de Hermione, ¿no lo recordaba acaso? Y pensar que ella tenía una memoria más amplia que la suya. Bueno, después de todo dudaba de que alguien si quiera recordara esa clase que ya pasó un año.
–‘’Muy fácil, los ingredientes necesarios son; Ajenjo, Asfódelos, Raíces de valeriana, Pereza cerebral, judías soporíferas y el jugo de trece granos de sopóforo. ’’ – Escuchó una voz que provenía detrás de él, no quería voltear a ver para no ser muy evidente.
–Ajenjo, Asfódelo, Raíces de Valeriana, Pereza cerebral, judía soporíferas y el jugo de trece granos de sopóforo. – Contestó Harry sin más, al ver que Snape se estaba impacientando. El hombre entrecerró los ojos y miró a Harry acusadoramente, Harry no pudo evitar tragar muy duro. Sin duda Snape lo había puesto a prueba a él, lo había descubierto, eso quería decir que Snape también podía leer las mentes. Increíble, buena forma de jugar.
–Bien…– Contestó simplemente Snape, pues obviamente no iba a saltar diciendo ¡Já, te descubrí Potter! Al menos, no en ese momento. Luego de eso siguió haciéndoles preguntas a otros alumnos y continuó con la clase. Tenían que trabajar en equipo de a dos y como ya era de esperarse, los dúos estaban compuestos entre Gryffindor y Slytherin. Por lo tanto a él le tocó con Malfoy , a Hermione con Parkinso, Ron con Zabini… De tan solo pensar en esos dos y recordar los pensamientos del pelirrojo le daba un tremendo tic en el ojo, no podía quitárselo de la mente aún. A Neville le tocó con ese chico que había visto en el desayuno y que el castaño portaba su libro, no lo conocía muy bien ya que la mayoría de las veces nunca hablaba en clases a no ser que le toque responder preguntas. Su nombre era Theodore Nott, lo sabía porque Snape lo acababa de nombrar y era al que le había robado la respuesta del filtro de muertos en vida. Harry miró a su lado y observó a Draco que estaba muy concentrado en su libro, tomando notas de la poción que debían preparar.
–‘’Merlín, y me tenía que tocar con Potter, de todos… Éste…’’ – Pensó Malfoy haciendo que Harry lo observara con los ojos entrecerrado, ¿cómo que ‘’este’’? Notó que de a rato, Malfoy lanzaba largos suspiros luego de observarlo por el rabillo del ojo, se sonrojaba y seguía con lo suto. – ‘’Y encima se me queda observando cómo idiota ¿qué tanto me ve? Estúpido… ’’– Harry tenía ganas de echar un bufido y un insulto dirigido a al rubio, pero se estaba conteniendo, así que solo optó por quedarse callado y clavar su mirada en su libro. No veía el sentido de formar grupo entre casas diferentes, si de todas formas no se dirigían la palabra la mayor parte del tiempo y cada uno se centraba en su propia poción. – ‘’Harry…’’ – suspiró Malfoy. El pelinegro volteó la cabeza tan brusco que casi se le cae del cuerpo. Malfoy lo miró con una ceja enarcada, intrigado por el comportamiento extraño y repentino del chico.
– ¿Qué pasa? – Preguntó Malfoy observando al pelinegro con una ceja enarcada, una expresión típica de él.
–N-nada, ¿Quieres empezar con la poción ya? – Dijo Harry tratando de disimular su exabrupto. El rubio lo miró con los ojos entrecerrados.
–‘’Ps, no puedo creer que tenga que soportar al niñito-que-vivió-y-venció-para-seguir-dando-pena. ‘’ – Se decía para sus adentros Draco, ajeno de la habilidad de Harry. – ‘’Pero, al menos lo tengo para mí y las envidiosas no pueden con eso…’’ – pensó con una sonrisa de medio lado. A Harry casi se le cae la mandíbula de la impresión. – Espera unos minutos que termine esto. – Contestó al fin, sin darse cuenta de que Harry había volteado su rostro en otra dirección y miró a Snape, que se había tapado la boca, tratando de ocultar su impresión ante el comentario pensado por su ahijado, sin poder creerlo. El ojiverde volteó a ver de nuevo a Draco quien seguía tomando apuntes, luego de regreso a Snape y luego a su libro. No sabía que pensar…
Draco lo había puesto nervioso y la vergüenza que sentía en esos momentos era inexplicable, ¿acaso ese comentario era de verdad o un simple juego mental que se hacía el rubio? Se preguntaba Harry, pero este lo había observado, Draco lo miraba, por supuesto que lo hacía, suspiraba, y se contraatacaba a sí mismo lanzándole comentarios ofensivos o burlándose de él cuando hacía algo mal, pero la realidad era que en verdad Malfoy pensaba diferente pero sus acciones eran otras. Malfoy pensaba que Harry era bueno en lo que hacía, pero lo que salía por su boca eran insultos y ofensas. Era muy extraño.
Cuando terminaron la poción y la clase dio fin todos se retiraron, claro, todos menos Harry quien fue citado por el profesor Snape en su despacho. Ya se esperaba el monólogo del pacionista y de seguro no iba a ser tan bueno con él o al menos eso esperaba Harry. Al llegar, tocó la puerta y espero a ser atendido, escuchó el ‘’pase’’ del profesor y entró, tomando asiento delante de este.
–Muy bien Potter ¿Disfruta de su nueva habilidad acaso? – Preguntó sarcásticamente Snape a lo que Harry se queda callado y aprieta sus labios sin saber que decir. – Ambos sabemos de lo que somos capaces, pero que creer Potter, tenemos que encontrar una cura después de todo.
–Señor ¿Esto no es temporal? – Preguntó Harry, aquella duda se la había estado preguntando desde hace tiempo.
–No lo sé, pero si no lo fuera lo mejor será buscar una cura para ello. – Dijo bajo la atenta mirada del ojiverde, este solo asintió.
–Bueno… ¿Y qué quiere que haga? – Snape hizo una mueca de disgusto.
–Espero que no tomes esto como un juego, o de lo contrario lo castigaré. – Dijo el murcielaguito. Harry contuvo las ganas de protestas, como si fuera fácil evitar no escuchar su alrededor. – No quiero enterarme de nada desagradable ¿está de acuerdo? – Harry solo asintió. Cuando Harry se fue y estuvo solo, Severus se quedó pensando en cómo encontraría la forma de revertir aquello, tenía que comenzar a investigar, aunque en el fondo creía que era una gran ventaja por escuchar los pensamientos de sus alumnos, así sabía si se andaban copiando o no.
– ¡Severus! – Oh no… ‘’Éramos tan pocos…’’ Pensó Severus.
– ¿Qué quieres chucho pulgoso? – Preguntó de mala gana Snapev Sirius Black que entraba sin permiso en su despacho, con esa sonrisa que para muchas era encantadora pero él lo conocía muy bien.
– ¿No me extrañabas? – Preguntó coquetamente el animago mientras se recostaba sobre el escritorio del pocionista en una pose sexy, o al menos eso intentaba Sirius. –‘’Veamos si hoy tengo suerte de comerme a este pedazo de hombre. ’’ – Severus enarcó una ceja, iba a decir un comentario pero prefirió empujar al chucho fuera da su escritorio, haciendo que el animago callera bruscamente. Severus se levantó de su silla dispuesto a irse a su laboratorio.
– ¡Auch, oye! – Se quejó Sirius por el comportamiento tan violento del profesor.
–Lo siento… Black, no tengo tiempo para tus insinuaciones ¿Te importaría dejarme solo? – Pidió, más no logró que el hombre se moviera y volvió a la carga abrazando a Snape por la espalda.
–‘’Nooo, hice un viaje muy largo para llegar hasta aquí, no me iré sin obtener aunque sea un beso. ‘’ – A Severus se le hinchó la vena de la frente, respiró hondo y soltó el aire lentamente. Agarró a Sirus por la solapa de su túnica, lo estampó contra la pared y lo besó ardientemente. Sirius que estaba sorprendido y no entendía nada simplemente cerró sus ojos y se dejó llevar por la dominante lengua que lo sometía. – ‘’Ooh, con que así besa Severus Snape, hmm no está mal. ’’ – Severus solo rodó sus ojos y al instante se separó de cuerpo empotrado contra la pared.
–Tengo cosas que hacer…– Dijo sin más y salió del lugar dejando solo a un atontado, anonadado e insatisfecho Sirius Black.