-¿Qué es más importante: serle fiel a una persona o serte fiel a ti mismo?-
YoungMin sopeaba un pequeño panecito en la taza de café que se había preparado tras limpiar la barra de CoffeFriend.
Minsoo sólo repoyaba su barbilla sobre el dorso de su mano, con su codo encima de la misma barra, lado contrario.
-Porque tú ya sabes lo que pienso.- completó YoungMin comiendo el pan para tomar la taza y terminarse el café.
-Para ti es más importante serte fiel a ti mismo, lo sé.- asintió Minsoo lentamente pero sin dejar de mirar el rostro de YoungMin. –Tras pensarlo un poco más, creo que yo también me soy fiel a mí mismo y a lo que pienso.-
-Felicidades.- contestó YoungMin tomando la taza vacía para entrar a la cocina y dejar a Minsoo en la barra, quien no se movió de su asiento, sólo siguió el cuerpo del gemelo hasta que se perdió de su vista.
-Te llevo a tu casa.- propuso sunchado el eco del agua caer. –Luego iré a la mía.-
-Hoy no dormiré en mi casa.- contestó YoungMin secando sus manos en la toalla más cercana, luego de acomodarla regresó a donde había dejado a Minsoo, que seguía sentado frente a la barra.
-Te llevo a donde tengas que dormir. No quiero que estés solo por las calles.- menos a las diez de la noche, aunque Seúl era muy concurrido, esos días había hecho más frio y la gente solía regresar a sus casas temprano, lo que dejaba las calles desoladas. –Tu hermano me mataría si algo te pasa.-
-¿De verdad te gusto tanto?- preguntó YoungMin caminando hacia las escaleras a un costado de la barra para subirlas hasta el segundo piso y quitarse el uniforme.
Escuchó los pasos de Minsoo así que se apuró a quitarse el delantal negro y la camiseta blanca de manga larga, el pantalón podría llevárselo igual estaba sucio y tendría que lavarlo en algún momento. Por lo que sólo se puso la playera con la que llegó y una sudadera.
-Me gustas mucho.- susurró Minsoo recargado en el marco de la puerta del vestidor. –De verdad.-
-Y con eso, ¿cómo te sientes?- preguntó riéndose, mientras acomodaba su cabello, luego cerró su casillero y caminó pasando a Minsoo para bajar las escaleras. –Más vale que no hayas robado nada porque si no me meteré en problemas.- se detuvo hasta estar a un costado de la puerta principal, esperando a que Minsoo saliera del local y la hacerlo, se aseguró de cerrar con llave.
-No haría algo que te metiera en problemas.-
-Suenas muy enamorado. Me da miedo.- contestó YoungMin riéndose metiendo sus manos en la bolsa de su sudadera. –Te llevaré a tu casa y luego iré a mi pijamada.-
-Tendría que ser al revés, dime en donde será para llevarte.-
-No gracias.- respondió YoungMin sonriéndole.
-Insisto, bebé.- sonrió como todo un seductor.
-Mi pijama es en casa de Niel.- YoungMin le sonrió. –A un lado de tu habitación.-