-Mira la señora de la sombrilla.- dijo YoungMin apuntando hacia la calle, por el balcón del departamento de Minsoo. –Es un color hermoso.- desde lo alto podría deducir que es un color magenta.
-Mira al chico de abrigo.- apuntó Minsoo hacia el chico que esquivaba a todos para no chocar en su camino. –O al de la motocicleta.-
YoungMin suspiró mientras se aferraba un poco a la dona que tenía en sus manos, esperaba a que su hermano y Taemin se despertaran para poder salir de ahí pues llegaría tarde a su otro empleo pero tampoco quería dejarlos, es decir, se habían dormido juntos y le parecían cruel que se despertaran y no estar con ellos.
-¿Quieres más café?- preguntó Minsoo mirando la taza de YoungMin que ya no desprendía vapor pero seguía sobre el barandal que los protegía en el balcón.
-No.- respondió suspirando. –Pero si quieres servirte tú, te acompaño a la cocina.-
-Vamos.- asintió Minsoo girándose sobre sus talones descuidándose de la taza que YoungMin había dejado, tirándolo ocho piso abajo.
-¿Qué hiciste?- preguntó el gemelo casi riéndose mientras volví al lado de Minsoo para ver la mancha de café en el pavimento del estacionamiento. –¿Cómo no te fijaste?-
-No sé.- se rió nervioso, ahora tendría que comprar un juego de loza para reemplazar esa taza. –Pero nadie salió lastimado.- agradecía que fueran las seis de la mañana porque no había gente entrando y saliendo del edificio.
-De todos modos tienes que tener más cuidado.-
-Normalmente lo tengo pero hoy, creo que es el frio.- contestó entrando para cerrar la puerta que separaba del balcón, además de correr las persianas. –¿Te puedo preguntar algo?-
-No nos lastimemos.- susurró YoungMin sentándose frente a la barra sólo para mirar como Minsoo se servía café en una taza más. –Por favor, piensa en lo que dirás.-
-Sólo te iba a preguntar en dónde te cortas el cabello.- contestó Minsoo sonriendo divertido. –O qué productos usas porque luce muy saludable.- contrario a como se le ve a L. Joe que por la cantidad de tintes que llevaba se sentía un poco seco.
-Suelo cortármelo en el salón que está en el comercial.- contestó asintiendo, sin dejar de mirar a Minsoo que con la taza se sentó frente a YoungMin. –No necesitas reservar cita, sólo llegas y te atienten.-
Recordó que tenía una dona en sus manos así que la acercó a sus labios para volver a probarla.
-Iré a echar un vistazo.- afirmó Minsoo mirando como los labios de YoungMin se movían mientras masticaba, alzó una ceja al ver que cerca de su comisura había algunos granos de azúcar.
YoungMin abrió sus ojos completamente, sentía la mano de Minsoo bajo su barbilla y sus labios sobre los propios.
Minsoo se separó lentamente para volver a estar tras la barra, delante de YoungMin.
-Perdón.- susurró nervioso, cubriendo sus labios pues el gemelo no paraba de verlos. –Pero tenías…- esta vez fue YoungMin quien lo besó.
-No me robes porque los tomaré de vuelta.-