“Siento que tiene a alguien más, no. Sé que tiene a alguien más.”
“Antes era más intenso, más romántico, antes…tenía interés. Últimamente lo siento tan lejos, pero tan lejos. A veces está conmigo, pero no está ahí realmente. Cuando dice que me quiere, ya no lo dice como si lo sintiera.
A veces quiero que vuelva, que entre por la puerta y me diga que me quiere, que tiene un problema y que espera que yo se lo resuelva. Que entre a mi cuarto en la mañana a despertarme porque se siente solo y ya no puede seguir durmiendo. Sus estúpidas rimas sin sentido que me hacen reír por lo tontas que son, su maldita necesidad de tener sexo en todos lados o los comentarios tan subidos de tono que solía hacer cada momento que era posible.
Lo extraño.
Está ahí, pero a la vez no lo está.
Él dijo que ya no podría llamarme amigo, pero ¿qué puedo hacer? ¿Si aunque me rompa el corazón, lo seguiré considerando como mío? Cada vez va menos a casa, y yo me siento un extraño en ese lugar. Es muy grande para una persona, es fácil sentirse solo ahí. A mí las cucharillas me preguntan por sus labios, la cama por su bulto, la puerta por sus manos.
Yo me conozco, sé cómo soy. Y creí que él lo sabía también. Creí que sabría que me siento solo con facilidad, y que soy muy ansioso con las cosas. Que cuando me pongo celoso no lo demuestro como debería, y que si algo me molesta no se lo diré nunca. A veces quisiera que recordara cómo era cuando éramos amigos, cuando apenas nos estábamos besando a escondidas de nuestras novias. ¿Recordará lo que sentíamos entonces? ¿Acaso soy yo? ¿O simplemente es él quien dejó de sentir?
Yo me acuerdo que, fuimos a muchos lugares, hicimos muchas cosas, me dijo otras más. Antes, cuando éramos solo amigos, usaba sus dotes de poeta para hacerme caer sin darse cuenta. Su presencia me deja secuelas y es que es tan intenso que me deja a secas. ¿Qué puedo hacer entonces? Cuando la vida que sueño se me escapa de los dedos. Veo cómo alguien más se lo lleva y no hago nada para retenerlo, pero entonces pienso, ¿Quiero retenerlo? ¿O es solo otro espejismo de una necesidad latente? Yo lo amo, Dios lo amo tanto. Yo veo las estrellas en sus ojos, ¿él verá algo en los míos o su mundo ya está en otra parte?
¿Sabías que sobre tus párpados de lujo hay un embrujo? Si cada que tú me miras mi alma se descose otro poco.
Lo amo tanto que me duele el pecho. Aún me tiemblan las piernas cuando lo veo, y mi cuerpo reacciona a sus rimas sin segundos pensamientos. ¿Será que lo estoy aburriendo? Quisiera decirle lo que siento. Estoy deprimido por su culpa pero no se da cuenta porque ni si quiera me busca.”
Leeteuk miraba el globo desinflado sobre su buró, y un guante que hace mucho tiempo se desinfló. El peluche que MinSoo le dio estaba ahí también. Y el culpable de su insomnio dormía a lado de él. Sus dedos acariciaron su rostro, delineando sus ojos, su nariz y su mandíbula, quería sentirlo suyo, que CAP aún lo quería. MinSoo suspiró, pero JungSoo no retiró su mano, delineó sus labios mientras veía a CAP despertar. Le dijo hola con su voz ronca, sonriendo como si no pasara nada y besando sus dedos mientras los entrelazaba y lo jalaba a dormir cerca de él.
“Soy un problema emocional y él parece no notarlo.”