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Awful perfection por David_tank

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Notas del fanfic:

Todos los señores acá nombrados no son míos claramente, soy de ellos mismos pero nunca esta demás aclarar.

¡Por un mundo con mas GacktXKamijo! 

Notas del capitulo:

Bien, este fic fue inspirado desde una entrevista, de hecho quería hacer algo basado en esa época (La de la entrevista) pero preferí esto y mas adelante el que tengo en mente, la entrevista la dejo por acá en caso de que alguien quiera ambientarse un poco.

https://www.youtube.com/watch?v=XQ4K4jvW8sw

Un roadie, pipa o plomo es un técnico que viaja con un grupo musical en sus giras y que se encarga de todos los aspectos de sus conciertos. (Les servirá si no saben lo que es.)

Horrible perfección.

 

Éramos la pareja perfecta, el uno para el otro, dulce, perfecto, risas y cariños de manera casual cada vez que se podía, sin duda, estábamos viviendo en un mar de miel y hojuelas por así decirlo ¿Cómo podría quejarme de aquello?

Cada vez que uno tenía tiempo libre caminábamos, comíamos algo, llegabas a casa y nos sentábamos abrazados ante el frio del invierno, pero algo no estaba funcionando, más allá de esa asfixiante rutina; Odiaba esta relación. Pero lo quería a él.

            —Kamijo ¿Piensas en algo? —Preguntó Hizaki mientras se apoyaba en mi pecho de forma suave, notaba su miraba somnolienta.

            —Na…Nada en particular, pensaba en qué haremos después. —Dije acariciando de su cabello de manera lenta, hasta llegar a su espalda.

            —Ir a dormir, abrazarnos y eso. Lo de siempre. —Sí, lo de siempre, ¿No te irrita a ti lo de siempre? ¿No te angustias? Eres dulce, el problema es que lo dulce se vuelve empalagoso y me considero a mí mismo casi como un dulce de licor, necesito acción.

            —Tengo ensayo mañana y mi departamento queda mas cerca de la sala de ensayos. —Expliqué mientras me levantaba, no sin antes dejar un suave beso sobre sus labios, que disfruté casi como un destello, demasiado rápido para mi gusto.

            —Oh, comprendo, nos vemos entonces, espero me llames cuando llegues a casa.

            —Claro, claro, no te preocupes, tomaré un taxi. —Dije tomando mi chaqueta para salir de su casa, realmente tenia ensayo mañana, pero para ser sincero, no deseaba llegar a mi hogar, deseaba romper mi rutina de algún modo.

Y no había mejor modo de romper mi rutina que llamar y quedar con un viejo amigo, luego de haber hecho algunas llamadas y subir a un taxi me sentía relajado, mas desligado de Hizaki en algún modo, pero no quería que él se preocupara demás, así que solo envié un mensaje, excusándome que estaba cansado y que no deseaba molestarle porque tal vez él ya dormía.

Al bajar del taxi estiré mis brazos en frente de un pequeño bar-restaurant, bastante caro, elegante y pulcro, justo como deseaba y sin mas escuché esa dulce voz.

            —¡Kamijo, oh darling~! Tanto tiempo. —Unos brazos se fijaron a mí con fuerza y efusividad característica que me hicieron soltar una leve risa.

            —Dear~ Lo mismo digo ¿Ya pasamos? —Pregunté sosteniendo su mano sin importar lo que luego saliera en la prensa o demás, Kaya era mi amigo y eso no cambiaría nunca, salieran los rumores que salieran. —Ahora dime, Kamijo, tú no tienes estas escapadas menos cuando podría pasar tiempo con Hizaki-san ¿Pasó algo? —Preguntó, mierda, él me conocía tanto.

            —No pasó nada fuera de lo común, ya, pasemos de una vez. —Le guíe hasta una de las mesas cuando mi vista chocó en alguien mas, un ser mas que conocido para mí y por algún motivo (Motivos cual yo sabía claramente) mi estómago dio un vuelco en seco. Me quede casi de piedra ¿Hace cuánto no nos veíamos?

            —Pero miren nada mas, si es el gran Kamijo. —Su voz ronca se hizo presente y tragué grueso, mientras Kaya apretaba mi mano.

            —Gackt-san…—Dude, cómo no hacerlo. Me fue inevitable no soltar una risa ante la reacción de Gackt, claro, casi nadie se daba cuenta quién era Kaya sin todo ese maquillaje y falsos. Era realmente hermoso sin todo eso sobre él.

            —Pero si es Kaya-san. —Dijo por fin estrechando su mano en un respetuoso saludo. —Kamijo, ha pasado un tiempo, si no me equivoco no te veía desde el especial en la radio y eso fue hace muchos años.

            —Si, correcto, un largo tiempo, oh por cierto ¿Estas solo?

            —Estoy, pero estaba con Hyde que se acaba de ir, se nos fue la hora rápido y él tenía cosas qué hacer.

            —Oh, Gackt-san ¿Por qué no nos acompaña? Dicen que mientras mas en una charla siempre es mas animada. —Exclamó Kaya y parte de mí sabía que lo hacía solo para que yo me distrajera un poco.

Luego de aquellos empezamos a hablar de diferentes cosas, proyectos, ideas para el futuro, planes, recordamos un poco, bromeamos y como se fueron las horas llegaban los tragos, me sentía mucho mas animado, desligado del ensayo de mañana, de las preocupaciones, de las cosas qué debía hacer y…Me sentía desligado de Hizaki.

—Oh, Darling…Se hizo tarde, ya debo irme pero sé que te dejo en buenas manos. —Estaba a punto de protestar, de decir que le iría a dejar en taxi o algo, pero solo sentí el beso en mi mejilla y noté cuando Kaya le daba la mano a Gackt para retirarse.

Me quede unos segundos mirando hacía donde se había marchado Kaya, me preocupaba que se fuera solo siendo yo quien le invite, mas una mirada profunda me hizo ladear el rostro algo nervioso.

            —¿Pasa algo? —Pregunté directo terminando de copa.

            —Pensaba en cómo aquel roadie mío ahora es la gran super estrella Kamijo, me sorprende que realmente la misma persona que salto a mis brazos diciendo que le gustaba y yo lo tome como un mal chiste ahora sea…Bueno, seas tú. —Dijo directo, me quede sin palabras, si bien recordaba todo aquello, mas de lo que me gustaba recordarlo, no pensé que lo sacaría de golpe en un momento tan alejado, además en ese tiempo yo apenas tenía edad para centrarme en tonterías.

            —Bueno, ya ves que tan grande es mí fuerza de voluntad. —Dije un poco mas calmado por sus palabras, aun recordaba cuando le había abordado con un beso, ahora que lo pienso, tuve suerte, de otro modo aun sentiría su puño en mi cara.

            —Sigo pensando que estas un poco loco.

            —Hey, que insultante eres. —Solté una risa mientras le miraba.

            —Para mí eso es un halago, por cierto, te veo muy cercano a Kaya, no me digas que tienes algo con él, podría ganar dinero con ese rumor. —Bromeó mientras notaba que buscaba en mi algún tipo de reacción.

            —¿Qué? Claro que no, Kaya y yo no somos compatibles además yo…—Susurré, estaba casi por decir “estoy con mi antiguo guitarrista, pero es secreto, pocos saben”, pero algo en mi me hizo callarme.

            —¿Además tú?

            —Soy un hombre libre. —Finalice, comenzaba a sentirme mal con esto. Sobre todo porque mi voz sonó rosando la lujuria.

            —¿Libre para quién sea o libre porque el licor te pide que lo seas? —Un escalofrío recorrió mi espalda y realice una mueca, yo había salido a distraerme, no a una clase de filosofía y control del licor.

            —Libre como yo quiera serlo. —Finalice puntual.

            —Bueno si estas libre debo decirte que alguien está planeando robarte en este segundo o mas bien, lo está logrando. ¿Quieres salir de acá? Tengo una idea. —No tarde en aceptar, no importaba su idea, solo quería olvidarme por una noche de quién era yo y verme renacer sin preocupación.

Estaba mareado y por lo que notaba Gackt también, de un momento abrí los ojos y me di cuenta que estaba en un taxi sentado mirando el techo, desde que salí del bar hasta ese punto todo lo demás se había anulado, pero Gackt seguía a mi lado, casi en el mismo estado que yo. ¡Bendito licor! Que borras todo.

            —Anda, príncipe, llegamos a mi palacio. —Me sorprendí al ver su hogar, no sabía si había aceptado a ir, pero decir lo contrario estaba seguro de que Gackt se reiría en mi cara y esas cosas no me gustan.  

            —No me digas, tú eres el Rey y estas buscando un príncipe…¿Para qué estás buscando un príncipe? —Le pregunté mientras me apegaba a él en su caminar.

            —Busco un príncipe, pero no cualquier, busco uno para enseñarle todos los placeres de la vida. —Y me derretí en ese mismo instante, eso me faltaba con Hizaki, ese coqueteo que estaba implantado en mí y que con él no salía.

Pasamos a la sala y unos brazos me llevaron con cuidado, sosteniendo mi cintura con cierta fuerza, si era un sueño ¡Infiernos, no quería despertar nunca!

            —¿Y yo soy digno de eso? Te recuerdo de que cuando estábamos en la gira y yo era “tu” roadie no era mas que una aventura de cama de una noche que nunca tuvo que haber pasado. —Le dije con cierta cizaña, si bien esa noche había sido buena, sus palabras luego de ella me habían marcado por mucho tiempo.

            —Las cosas cambian Kamijo pero sé que te sigo atrayendo como cuando saltaste desnudo hacía mí. —Me dijo sobre mi cuello, dando una lamida larga y tibia que me hizo remover.

            —Podrías dejar de hablar del pasado y centrarte en el presente. —Le cogí por el cabello de la nuca y tiré un poco de este, quedamos frente a frente, ambos con la mirada entrecerrada y conectada en el otro.

El aroma a licor se mezclaba con nuestras respiraciones, deseaba besarle, pero mi valor se veía cortado y notaba como esperaba que yo diera el primero paso, tenía miedo, ya la estaba jodiendo bastante como para besarlo. Mis ojos se cerraron y al fin llego esa caricia de labios, fue tan lenta, minuciosa, mordí un poco su boca y noté que mi cuerpo era jalado contra el duro pecho.

Sus manos sostuvieron mi cadera con fuerza haciendo que curvara la espalda y nuestros pechos quedaran unidos al igual que nuestros labios, el sabor a licor aún me era presente en su boca y su ruda forma de besarme, estaba tocando el cielo en sus labios

Gemí quedo cuando tiró mi cabello brusco y expuso mi cuello, recorriendo este con lamidas y mordidas, fuertes mordidas que me hacían jadear y aferrarme a su espalda.

Era justo lo que necesitaba; Acción, fuerza, alguien que me sacara de lo perfecto y me arrastrara a una dulce decadencia.

            —Y el vampiro pasa a ser la presa. —Escuché apenas su voz y gruñí, no necesitaba palabras, quería que siguiera en lo que hacía.

Caminamos hasta su cuarto mientras nos quitábamos la ropa, mis uñas paseaban por el pecho desnudo de Gackt, marcando lo suficiente para que me recordara por ultimo un par de días. Seguía igual de sensual que en antaño, marcado, perfecto.

Le empuje a la cama de manera brusca y casi me lancé sobre su cuerpo, devoré literalmente su boca, tiraba sus labios entre mis dientes y los succionaba al igual que él conmigo.

            —De lo que me he perdido todos estos años. —Le escuché decir y solté una risa, no, él no tenía idea de lo que se había perdido todos estos años, porque si bien nuestro primer encuentro yo había sido torpe por la edad y admiración hacía él, eso había cambiado.

La cama se había vuelto en un campo de batalla, ambos rodábamos entre besos húmedos que ya me tenían los labios tensos, entre arañazos, quitando toda prenda que se interponía en nuestro objetivo; El cuerpo del otro.

Sus labios bajaban por mi torso desnudo y sus manos me impidieron mayor movimiento al ser fijadas sobre mi cabeza contra las suyas, entrelazadas con fuerza. Mis costillas fueron marcadas por sus dientes y mis pezones duramente succionados, jalados y mordidos.
Me fue inevitable no mirar hacia abajo, notando mi piel blanca con marcas desde rosadas hasta moradas y un golpe cayó sobre mí ¡Hizaki! Madre mía, le estaba siendo infiel.

No solo eso, le estaba siendo infiel con Gackt, alguien que me había gustado antes, alguien que me había rechazado y alguien que en este momento estaba quitándome los zapatos, calcetas y pantalones.

Mis manos fueron liberadas, parte de mí quería parar, pero...No, me estoy mintiendo, todo yo deseaba seguir, no estaba pensando en Hizaki, tampoco en Gackt, estaba siendo un ser egoísta. Estaba pensado en mi placer un tanto masoquista que no lograba con mi princesa.

Rodé en la cama y me senté en sus caderas, buscando sus labios, algo demasiado personal si solo era una noche como la del pasado, pero si ya había cavado mi tumba, quería hacerla bien y hasta el final, las grandes manos de mi ahora amante estrujaron sobre la ropa mi trasero y el calor me subió al rostro, soñar era posible, pero ni en mis mejores sueños lograba ser activo de Gackt, me doblaba en tamaño, en fuerza, en voluntad y sobre todo, me dominaba quisiera o no admitirlo.

Sus manos se metieron en mi ropa interior, acariciando sin pudo mi piel, en mi garganta quedaban atascadas pequeñas suplicas por un poco mas, mi sexo se rozaba contra el suyo lo que me hizo comenzar a menear mis caderas de arriba hacia abajo en busca de placer.

Quite de mi paso su cremallera y torpemente bajé un poco sus pantalones, tomando entre mis manos su miembro caliente, un poco húmedo ante todos aquellos juegos previos y lo acaricié, sosteniendo con un poco de fuerza. El hizo lo mismo conmigo mientras mordía de mis hinchados labios.

            —Eres todo lo que necesito esta noche…¿Serás mío? —Pregunté sobre su boca, dando un poco sutil lamentón a su labio inferior.

            —Tanto como tú eres mío. —Giramos una vez mas en la cama, ya no sentía la acción del licor, solo sentía el calor recorrer cada milímetro de mi piel y por fin ambos quedamos sin ropa alguna, una humedad fría recorrió mi sexo cuando sacó un poco de lubricante, me cuestione de inmediato ¿Por qué él tenía eso? Me sentí celoso sin razón alguna y aún mas cuando noté el recipiente medio vacío, pero él también era hombre, seguro se masturbaba o algo.

            —Mierda. —Jadeé cuando me giró en la cama y rasgó mi ropa interior, seguro bastaba con tirarla a un lado, pero no, tenía que ser un bruto sin remedio. Mi cuerpo se tensó cuando dos dedos de golpe penetraron mi entrada. —¡Gackt! —Le regañé con voz débil. —¡Maldición, bruto! —Le reñí un poco mas cuando comenzó a mover sus dedos hasta donde las yemas alcanzaban, apoyando sus nudillos en mis nalgas para hacer movimientos potentes. Dolía, pero me gustaba ser sometido de esa forma, gemí un poco cuando me tomó del cabello y mordió el cuello una vez más.

            —Este maldito bruto como gimes, te esta llevando quieras o no al mismo paraíso. —Me dijo al tiempo que sacaba sus dedos y acariciaba mi pene desde la base hasta los testículos, jugueteando con ellos contra su palma.
De un golpe me giró en la cama quedando boca arriba y nuestros labios se juntaron en un beso, fue todo lo contrario a lo que había ocurrido antes, fue lento, delicado, podría jurar que en sus labios no habían mas que promesas de amor para mí.

Un gritó agudo salió de mi boca cuando noté el glande abriéndose paso por mis apretados músculos, entrando poco a poco en el calor de mis paredes. Se sentía tirante, adolorido, un poco de ardor.

            —Di mi nombre. —Exigió contra mis labios jalando del inferior

            —Gackt…—Mi voz sonó pastosa y aletargada mientras alzaba mis piernas en busca de un ángulo menos doloroso.

            —Mi nombre, Kamijo, ahora. —Gruñó haciendo que mi cuerpo se tensara, apretando el sexo dentro y haciendo que gimiera involuntariamente.

            —Sa..Saturo, por favor. —No sé qué pedía, pero necesitaba algo ya y ese algo llegó, Gackt me cogió por la cadera y se inclinó contra mí, enterrando toda su longitud en mi cuerpo, haciendo que mi espalda baja y nalgas quedaran apegadas a sus muslos.

            —Tan delicioso, my prince. —Su gutural voz de placer me envió nuevamente a las nubes, arañe su espalda, quería que sintiera mi mismo dolor, pero apenas comenzó a moverse de otra forma, me fue inevitable no soltarme un poco, había encontrado ese punto dulce dentro de mí, curvé mi espalda buscando un poco mas, pero mi amante no tenía mis mismos planes, giramos una vez mas en la cama y quede sentado sobre su cuerpo mientras él se alzaba un poco, grité casi sin aire y me aferré a sus hombros.

Mi sexo quedo entre ambos vientres y apoyé mi frente contra la ajena, notando su rostro caliente, con pequeñas perlas de sudor viajando por aquel, me apoye contra su cuerpo como pude recibiendo de aquel dulce y doloroso placer, mi vista comenzó a nublarse, a lo lejos escuchar mi nombre salir de los labios ajenos y mis propios labios acompañan esos murmullos con gemidos y jadeos.

            —Satoru…—Susurré con la respiración al máximo, mi cuerpo sufría espasmos de placer que envolvían mas y mas nuestro deseo, no necesitaba mas, apreté mis manos contra su pecho y un gritó un tanto extravagante cruzó mi garganta, el placer viajó férreo por mis venas y alcancé el clímax tensando mis músculos, manchando de ambos vientres en el proceso, mas todo ese placer siguió por unos minutos mientras Gackt se movía contra mi cuerpo, respiré agitado y gimotee un poco mas cuando una sensación tibia y húmeda se extendió por dentro.

 

Sentí un golpe en mi nalga y me quejé, fruncí el ceño y comencé a alzarme mientras él me sostenía con cuidado, para ambos caer entre las mantas revueltas de la cama.
Mi cuerpo se sentía tan pesado, me dolía la espalda un poco y el sueño me comenzó a llevar lejos de todo, hasta que me rendí totalmente a este.

 

Día siguiente.

Me removí en la cama gracias a el molesto sol que se pasaba por entre las cortinas, mi cabeza se sentía pesada pero no dolía en lo absoluto en comparación a mi cuerpo, me estiré casi como un gato, bostezando, notando la amplia cama vacía y la puerta del cuarto entreabierta.

Alcé la sabana y mis ojos se abrieron de sobremanera, tenía moretones por todo el pecho, mordidas y arañazos de diferentes tonalidades, mi sentía a morir casi, casi, porque aun así no me arrepentía en parte. Creo.

Vi mi ropa doblaba en el mueble y me estiré para sacar mi celular, treinta y tantas llamadas de los chicos por el ensayo y unos diez mensajes ¡El ensayo! Pero qué mas daba, uno de los últimos decía que había sido cancelado, algunas llamadas de Hizaki que me hicieron remover mi cuerpo, ¿Qué mierda le diría? Y uno de los últimos era de Kaya que decía. <<Cariño, espero tengas una buena velada con Gackt-san, porque ambos se comían con la mirada cuando yo me fui ¡Fiu~ Fiu~!>>

¿Qué tipo de amigo era sabiendo lo que pasaría sin arrastrarme de ahí? Pero ¿Qué tipo de novio era yo haciendo lo que hice? Me sentía tan moralmente incorrecto.

Y aún así Gackt era todo lo que yo buscaba, era dulce, pero fuerte, era esa mezcla perfecta que sin querer necesitaba en mi vida y solo por eso; No me arrepentía de nada. 

Notas finales:

Bueno mis criaturitas, espero sus comentarios, ya saben que nos veremos en otro de mis trabajos y de por si tengo por ahí algunos fic inconclusos, pero adoro esta pareja y no podía negarme a escribir sobre ellos. <3 Amor para todos.


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