-¡Ñéééé!- gritó Taemin al sentir que le caían gotas de lluvia en la colita de mapache. –Mi colita se mojó.- susurró soltando la mano de Minho para poderla abrazar.
-¿Pero aún está bien?- preguntó Minho parando un momento para mirar a Taemin, que asentía efusivamente. –Espera.- el criminólogo tomó el paraguas que tenía en su mano izquierda, junto con el portafolio. –Te dije que tal vez llovería.- susurró sonriendo mientras lo abría.
-Pero estaba haciendo calor, ñé.- dijo el híbrido volviendo a caminar, sólo que en lugar de tomar la mano de Minho se aferró a las presillas del pantalón del criminólogo.
Él le había dicho que lo hiciera así cuando no pudiera darle la mano.
-Por eso es bueno ver las noticias.- dijo Minho sonriéndole, volviendo a tomar el camino para regresar a casa.
Iban caminando por las transitadas calles de Seúl, después de ir a la tintorería a dejar algunos trajes de Minho y después a ir a esa heladería nueva que habían anunciado ya que Taemin había recogido un póster de las paredes anunciándola e incluso había marcado en el calendario el día de poder ir a comer La Sorpresa del Osito Ñam Ñam.
-Cuando lleguemos, quiero hablar con YoungMin y KwangMin, ñé, les diré que el helado ¡era fantástico!- sonrió emocionado pero volvió a esconder su colita entre sus piernas pues le asustó el relámpago que sonó. –Ñé~- susurró acercándose al cuerpo de Minho, las gotas de lluvia comenzaban a caer.
-El auto está cerca de aquí, aun podremos llegar.- le sonrió intentando que Taemin dejara de estar asustado pero el relámpago que volvió a sonar hizo que el híbrido saliera corriendo.
Minho soltó el paraguas para ir tras de él, esquivaba la gente que también corría, pero en dirección opuesta a la que él llevaban. Todos se cubrían con sus bolsos o portafolios, incluso se paraban bajo las tiendas para cubrirse del agua.
-¡Taemin!- esperó a que se detuviera pero notó que chocó con otra persona, luego ambos chicos se levantaron del suelo. –¡Espera!- pero ambos se iban corriendo hasta entrar a algún local.
Corrió y esquivó lo mejor que pudo al resto de las personas hasta llegar al lugar en donde Taemin entró. Alzó las cejas sorprendido porque ahí dentro había un montón de niños, preadolescentes y adolescentes pero todos eran híbridos.
-Ya no tenemos servicio.- susurró Keiko intentando parar a Minho, quién sólo le negó con sus manos lentamente para buscar a Taemin entre todos los niños. –Señor, ya no tenemos servicio.-
-¿Sucede algo malo?- se acercó Minsoo con una toalla en sus manos mientras se aproximaba a un niño más para secar su cabello.
-Entró una persona pero ya le avisé que no tenemos servicio.-
-Oh, espera.- contestó calmadamente mientras continuaba secando la cabellera del niño, volteó por encima de su hombro para mirar la puerta que daba hacia la cocina. –¡Nieeeel!-
-¡Vooooy!- contestó el nombrado entregándole a Yifan el tarro de azúcar. –Sigue haciéndolo por favor. No me tardaré.- le sonrió haciendo que el alto asintiera y continuara preparando las bebidas.
-¿Problemas?- preguntó Jungsoo sacando la bandeja del horno para ponerlas a enfriar.
-Seguramente.- contestó Yifan metiendo la cuchara a las bebidas para probarlas. –Ya están.-
Niel salió de la cocina mientras secaba sus manos en el delantal, buscó a Minsoo con la mirada y dio con él y un pequeño niño que estaba quieto mientras le secaba el cabello y la cara.
-¿Qué pasó?- preguntó acercándosele. –¿Todo bien?-
-Alguien entró después de que le dijeran que ya no había servicio.- contestó dejando ir al niño para cambiar de toalla y recibir a uno más. –El chisme lo tiene Keiko.-
-Gracias.- suspiró caminando hacia la chica que también secaba a otro niño. –¿Paso algo malo?- preguntó tomando una toalla para ayudarle a secarlos, ciertamente habían muchos niños y la mayoría seguían mojados, se podrían enfermar si no hacían algo al respecto.
-Alguien entró pese a que le avisé que no había servicio.-
-Me imagino que es él.- susurró Niel cabeceando en dirección al adulto que le daba la espalda.
-Supones bien.- contestó sonriéndole, dejando ir al niño para recibir uno más.
-Me haré cargo.- dijo Niel dejando el cabello seco del híbrido conejo, llevándose la toalla consigo hacia el hombre del portafolio. –Disculpe.- se dio cuenta de que podría ser alguien “importante” por el traje que portaba. Y el maletín.
Minho volteó por encima de su hombro.
-Lo siento, sé que no hay servicio pero estoy esperando a mi niño.- apuntó levemente hacia donde Taemin reía acompañado de un híbrido borrego cimarrón de corte de hongo también pero cabello negro y ondulado, como sus pequeños cuernitos enroscados. También estaba una híbrido gato con cabello medianamente largo y sus orejitas asomándose entre sus mechones y un último niño más pequeño, híbrido can, de orejas paraditas como las de Taemin pero completamente cafés.
-¡¡¡Doctor~!!!- el chillido que emitió Niel hizo que casi todos ladearan su cabezas para no ensordecerse por lo agudo que sonó. –¿Pero qué hace aquí?- preguntó emocionado de volver a ver a su Profesor Estrella. –Tome una toalla y séquese.- le tendió la que tenía en las manos. –En un momento más traeremos chocolates calientes.-
Pero Minho negó amablemente con su mano libre.
-Sólo espero a Taemin para retirarme, el auto está a un par de calles de aquí.-
-No creo que la lluvia se retire.- y un relámpago le dio se toque dramático que hizo que Minho suspirara rendido. –¿Por qué no se queda hoy?-
-¿Quedarme?- preguntó Minho temblando ligeramente, luego al seguir con la mirada a su niño notó que Niel le tendía la toalla sonriéndole, entonces la tomó dejando su portafolio en el suelo entre sus pies.
-Aquí es mío.- dijo Niel sonriéndole. –En las mañanas operamos como café pero en las noches dejamos que los híbridos y niños en situaciones de calle duerman aquí.-
Pero Minho no sonrió por su altruismo.
-Eso podría ser…-
-Todas las mañanas, desde las nueve; aseamos perfectamente. Usamos cloro y los niños suelen ser siempre los mismos así que ya sabemos qué tipo de higiene tienen.- Niel sonrió asintiendo, orgulloso de su obra altruista. –Hoy está lloviendo así que tenemos más niños.-
-¿Desde cuándo operan de esta manera?- Minho leyó el rostro de su híbrido, sus ojos casi se cerraban cuando sonreía, las comisura de sus labios estaban completamente alzadas y se movía con mucha más naturalidad que cuando estaba con Kyuhyun. Parpadeó, asintió ante la idea de que Taemin realmente se sintiera cómodo entre ellos.
-Abrimos hace seis meses pero hacemos esto desde hace cuatro.- Niel tomó una toalla más de la barra en donde Keiko estaba recargada. –Le sorprendería saber la cantidad de híbridos que hay en situación de…-
-Desgracia.- completó Minho. –Se dice “desgracia”, no “situación de calle”.-
-Perdón pero yo sabía que “desgracia” era cuando ocurría algún siniestro por la naturaleza. Y “situación de calle” cuando fuera… ya sabe, de la calle literalmente hablando.-
-Eso era correcto hasta la reforma del año pasado.- dejó la toalla en sus hombros para suspirar, comenzaba sentir ese dolorcito en su hombro, característico de situaciones de estrés.
-Pero me entendió.- susurró Niel ligeramente ofendido.
Mientras Minho observaba a Taemin, él seguía hablando con sus nuevos amigos. Escuchaba las aventuras que le contaba el niño de cabello ondulado; lo difícil que era entender las revistas que habían en los puestos o lo molesto que era ver el mismo canal en todas las televisiones de los aparadores.
-Incluso conseguir comida, a veces no tienes oportunidad de escoger lo que te gustaría comer.- asintió el híbrido cimarrón con los brazos ligeramente cruzados.
-A mí Minho me pregunta qué quiero comer, ñé.- susurró Taemin. –A veces no pero la mayoría de veces hace lo que más me gusta.-
-Tienes suerte.- contestó sonriéndole la híbrido gato. –Me gustaría que alguien me preguntara eso otra vez.-
-Ñé, sí que la tengo.- asintió acercándosele a sus nuevos amigos para susurrarles un secreto. –Yo antes vivía con Amo Jonghyun pero me dijo que daríamos un paseo.- los híbridos le pusieron completamente su atención.
¡Ellos querían tender un Amo también!
-Me dio una mochila y me dijo que metiera todas mis cosas o las que más me gustaran. También me dio una caja de mi cereal favorito y una botella de leche luego subimos a su auto y fuimos a pasear, ñé.- asintió ahora cruzándose de brazos. –Pero no conocía ese lugar. No había más gente ni tiendas: era muy verde, había mucho pasto y árboles. Comimos y jugamos luego me dijo que tenía que ir por algo, luego regresaría por mí.-
Minho que estaba a dos mesas de Taemin, se quedó callado esperando a oír el resto de la historia.
-Pero salieron las estrellas y luego el sol. Luego las nubes y me dio hambre, ñé. Me comí el cereal y la leche pero el sol y las estrellas pasaban y pasaban y Amo no regresaba, ñé.-
-¿Pero regresó?- preguntó un poco preocupada la híbrido gato, casi abrazándose por el temor que eso le provocaba.
-Ñé.- susurró Taemin. –Luego comencé a caminar creo que sabía en donde estaba Casa así que llegaría ahí, ayudaría a Amo con lo que fue a hacer y así podríamos estar juntos de nuevo, ñé.-
-¡Qué bonito!- el híbrido can estaba moviendo su colita haciendo que el aire que esto emitía les diera frio al grupo de híbridos que estaban sentados a su lado.
-Pero me perdí, ñé. Y pasaron más estrellas y soles. Amo no regresó.-
Minho pasó saliva, incluso sorbió de su nariz.
-¿Conocen las estrellas fugaces, ñé?-
-¡Sí!- dijo Nami, la híbrido gato. –Si pides un deseo ellas de lo cumplirán.-
-Una noche estaba contando las estrellas para poder dormir y pasó una, ñé. Deseé que Amo terminara pronto lo que estaba haciendo para que regresara por mí, pero la estrella fue un poco tonta porque quien apareció no era mi Amo, ñé. Era alguien más.-
-¿Te podemos traer algún té?- preguntó Niel después de haber terminado con su anécdota de cómo surgió la idea del café y cómo convenció a sus compañeros de trabajo de ayudarle con su proyecto.
-No.- contestó Minho esperando seguir oyendo el relato de Taemin.
-Entonces traeré una toalla más. Tal vez Yifan tenga un abrigo que te pueda prestar.-
-Tenía mucha hambre que mi pancita a veces hablaba conmigo, ñé, que le dije a la estrella que si no era Amo, entonces quién viniera, yo le trataría bien. Tan bien como si fuera Amo Jonghyun. ¡Y cuándo apareció nuevo Amo…!- incluso agitó sus manitos en el viento por la emoción que le evocaba ese recuerdo. –Me dio un chocolate, ñé.- asintió efusivamente como si eso fuese una victoria.
-Yifan dice que te prestará uno.- llegó Niel con un par de toallas más. –Pero ambos consideramos que tienes que secarte primero.-
-Amo Jonghyun me había dicho que jamás hablara con los hombres de traje o los hombres del emblema. Él tenía traje y emblema.- dramatizó haciendo que sus amigos se alarmaran. –Me asusté así que volví a mi refugio pero nuevo Amo me siguió y me pregunto si quería más chocolate. Luego dijo…-
“Me llamo Choi Minho, ¿cuál es tu nombre?”
Incluso el criminólogo había moviendo sus labios como si dijera eso, pero emitiera la voz de Taemin.
-Y le dije…-
“Mi antiguo Amo me decía Taemin, pero no sé si ese seguirá siendo mi nombre, ñé.”
-¿Entonces cómo te llamas?- preguntó Allen, el híbrido cimarrón.
-Amo Minho decidió que ese seguirá siendo mi nombre, ñé.- asintió orgulloso de ese hecho. –Pero mi nombre completo es Lee Taemin.- así había decidido Minho que se llamaría, que no le podría poner Choi como él porque sólo estarían juntos hasta que la adopción simple terminara. Luego él decidiría si seguirán juntos o no.
-Yo quisiera tener un Amo también.- contestó Allen un poco triste. –Uno nuevo, el mío murió hace mucho.-
-Lo siento.- susurró Taemin intentando tocar su mano para trasmitirle su emoción. –¡OH!-
¡No sabía en dónde estaba Minho!
Su corazón comenzó a latir con fuerza e incluso sintió algún vacío en su garganta que le impedía hablar, pero al voltear su rostro notó como Minho estaba de pie a unas mesas de él, secando su cabello con una toalla mientras Glú le hablaba y hablaba. Entonces el vacío se llenó y suspiró tranquilo.
-¿Qué tienes?- pregunto Nami.
-Estaba con Minho pero comenzó a llover y me asusté luego corrí y corrí hasta que choqué con él.- apuntó a Allen. –Y no supe si Minho seguía conmigo o no. Pero aquí está.-
-Nos preguntábamos si nos ayudarías sólo por hoy.- susurró Minsoo soplando sobre su taza de café para retirar el vapor. –Unas manos extras no nos harían mal menos ahora que estamos llenos.-
-Por supuesto.- contestó Minho atándose el delantal sólo conservando su musculosa blanca. Su camisa por lo mojada que estaba Niel se la había pedido para ponerla a secar en el segundo piso, en donde a veces lavaban la ropa de los híbridos para que no anduvieran sucios y reducir los malos tratos que recibían en vía pública.
De eso se trataba “Ventanas Rotas” ¿no?
-Changhyun y Jonghyun se quedaron varados bajo la lluvia así que no podrán llegar, ChanHee y Byunghun están preparando algunas mantas en el segundo piso, Keiko, Yuki y Wakana están administrando medicinas a los niños y ya están todos secos, así que tú dices cuándo comenzamos a darles chocolate y galletas.- finalizó Minsoo mirando a Niel, que estaba vez por estar a la mirada de su Maestro Estrella asintió ligeramente nervioso.
-Las galletas y el chocolate están listos y servidos.- dijo Yifan. –Recuerda que los niños se tienen que asear las manos.-
-Esperemos media hora más por si llega alguien más.- afirmó Niel mirando a su equipo de trabajo, esperando que asintieran, pero extrañamente no enfocó a Minho pues seguía sintiendo un poco de pena. Y pánico. –Nosotros hay que cenar primero para mantenernos alertar por si ocurre algo más. Gracias chicos.- e hizo una pequeña reverencia hacia su equipo.
JungSoo el psicólogo se giró sobre sus talones para caminar junto con Minsoo el programador neurolingüístico e ir hacia la barra para seguir hablando sobre quién haría las compras el mes siguiente y quién tendría que pintar la cocina después del desastre de la cena de anoche.
Keiko la socióloga, Yuki la psicóloga y Wakana la escritora se fueron hacia los niños para hacer alguna actividad con ellos, evaluar qué tal había ido su día y comenzar a asearles, mientras Byunghun doblaba una manta más ChanHee le golpeó con una almohada en la cabellera, ¿qué se creía ese químico burlándose de su profesión? ¿Qué tenía de malo ser nutriólogo?
Yifan terminó con su galleta y miró a Niel, que no paraba de sonreír y mirar a Minho.
-Está lloviendo aun.- susurró el policía investigador.
-Lo sé, Kris.- contestó Niel dejando de admirar a su superhéroe para extender su mano y tomar la de Yifan. –¿Podemos ir a la azotea?- preguntó sonriéndole.
-Creí que no me preguntarías.- ambos se sonrieron y caminaron hacia la segunda planta, pasaron a ver qué tal iban las cobijas pero se encontraron con ese par que estaba peleando a base de almohadas, no les prestaron importancia por lo que sólo Yifan tomó un paraguas y continuo su camino tras de Niel. –Tómate tu tiempo.- abrió el paraguas y salió a la lluvia cubriéndose de ella.
-Gracias.- susurró Niel sintiendo lo sublime que eran las gotas de agua cayéndole en la piel. Suspiró lentamente para llenar sus pulmones con la brisa fría de la lluvia.
Yifan sólo se abrigó más en su bufanda mientras veía a Niel bajo la lluvia.
-Hay cosas malas en tener un Amo.- dijo Taemin llamando la atención de Minho, quién volvió a mirarlo pero cuidando su discreción. –Hacen que te bañes diario, ñé.-
El criminólogo sonrió divertido, ¡¿qué niño no se quejaba de eso?! Incluso él lo había hecho a su edad.
-Y que vayas a la escuela, no te dejan dormir a la hora que quieras ni te dejan jugar video juegos todo el día “porque te quedarás ciego”, ñé. Pero también hay cosas buenas.-
-Como tener un hogar.- susurró Nami.
-Minho me dijo que un hogar es donde te sientes cómodo y amado. Una casa es sólo la estructura, ñé.- eso le dijo cuándo le preguntó si no extrañaba la casa de sus papás.
-¿Qué es una estructura?- preguntó Takeru, el híbrido can.
-Ñé.- contestó Taemin encogiéndose de hombros. –Pero eso dijo él.-
Aunque estaba seguro de que una casa era eso, una casa y un hogar era estar con quienes él quería. Como con Kyuhyun cuando jugaban juntos o con ChangMin cuando pintaban en papeles grandes y blancos. O con Joy, cuando le contaban cuentos.
-Tu Amo es muy inteligente.- dijo Nami sonriéndole. –Mi Ama también lo era pero se fue a la Universidad y no la volví a ver.-
-Minho es tan inteligente que sabe qué dicen los dedos, ñé.- Taemin le mostró sus manos casi maravillado. –Él dijo que aquí dice que no me he bañado.- le mostró su índice y antes de que sus amigos hicieran enfoque retiró su mano. –Le podemos hablar para que lean sus dedos también, ñé. –
-¿Cómo sabe qué dicen si no veo letras?- preguntó Allen mirando detenidamente sus deditos.
-Ñé.- se encogió de hombros. –¡Minhooo!-
-¿Y qué opinas?- preguntó Minsoo mirando al criminólogo que iba caminando hacia Taemin. –¿Son saludables?-
Pues desde ese juicio por supuesta pedofilia de parte de Minho que había quedado con la duda sobre si era cierto o no. Mejor dicho, si era innata o condicionada.
-No he visto nada malo.- contestó Jungsoo tomando una galleta para partirla a la mitad y tenderle la parte más pequeña a Minsoo. –¿Tú sí?-
-Tampoco.- contestó tomándola. –Entonces pasas a comprar la pintura mañana.- comenzó a comer la galleta.
-¿Yo?- preguntó Jungsoo fingiendo sorpresa. –Sólo si tú pintas, fue tu licuadora la que causó todo.-
-Yo pinto pero tú compras la pintura.- afirmó sonriéndole. –¿Sí?-
-Aunque diga que sí sé que terminaré pintando también.- suspiró irguiéndose en la silla para dejar de estar semi acostado en la barra.
-Tengo un dictamen pericial por hacer, pero te aseguro que la cocina estará como nueva para el fin de semana.- en dos días podría hacer el estudio, un día más le tomaría pintar la cocina y el sábado podrían reinaugurarla.
-Eso espero.- contestó Jungsoo. –No me hagas usar tácticas de choque contigo. Por favor.-
Las cobijas quedaron perfectamente dobladas y listas para cuando los niños terminaran de cenar, ChanHee presionó la almohada que aun tenía en sus manos para no lastimar a Byunghun.
-No digo que nutrición sea una carrera “patito” sólo que, ¿quién cuida de su nutrición? Todos comemos correctamente y hacemos ejercicio. Digo que tal vez en otra carrera pudiste desempeñarte más y mejor.- reparó la situación junto con la lámpara que cayó tras el último almohadazo que le lanzó ChanHee.
-Y ser químico es genial.- contestó sarcástico para mirar a Byunghun que asentía. –Si yo fuera químico te quedarías sin trabajo.-
-¿Por qué?-
-Porque sería mucho mejor que tú.-
-Yo sí tengo el “caracolito”.- dijo Allen emocionado, mirando a Minho para ver que le asentía. –Y también tengo el de las “patitas”.-
-Yo no tengo caracolito.- susurró Nami un poco desilusionada. –Pero tengo un montón de cortadas.-
-Yo no tengo cortadas, ñé.- así que buscó ver la de Nami, quizá sí tenía pero no había podido encontrarla en su dedo.
-Las cortadas son de cuando nos accidentamos con hojas de filo, yo tengo un montón.- dijo Minho mostrándoles su pulgar lleno de pequeños cortes en la epidermis. –La mayoría es de cuando cocinaba.-
-¿Qué otra cosa sabes?- preguntó Allen dejando de ver sus dedos porque comenzó a marearse por el enfoque.
-Chicos.- habló Keiko golpeando sutilmente una cuchara contra un vaso de cristal para llamar su atención. –Vamos a lavarnos las manos para servirles la cena.-
Minho se levantó de su asiento porque observó que todos los niños corrían a hacer tres filas frente a la puerta de los baños, las japonesas estaban a los costados de las mismas dándoles una pequeña cantidad de jabón líquido.
-Vamos a lavarnos.- dijo Nami invitando a Taemin, quien miró a Minho en búsqueda de aprobación.
-Ve.- susurró sonriéndole, al segundo siguiente el mapache salió corriendo con la híbrido gato a formarse en la fila más corta.
-Entonces no eres pedófilo.- escuchó la tan reconocida voz del psicólogo de la Fiscalía sobre su hombro, por lo que volteó hasta verlo.
-No.- contestó Minho levantándose del asiento para estar a su nivel, no dejaría que le interiorizaran. –¿El Fiscal?-
-Ha de estar divirtiéndose.- contestó Minsoo.
-¿Ustedes creen que lo sea?- sabía que el estigma por aquel juicio jamás se iría, pero tener un punto de vista no le haría mal.
-No.- contestó Jungsoo.
-¿Por qué?- preguntó Minsoo mirándolo ligeramente sorprendido.
-Tú como coach deberías de saberlo también.- dijo mirando a Minsoo. –Los pedófilos tienen rasgos de carácter que tú no presentas. Te hemos visto hace unos momentos con niños y no pareces interesado sexualmente en ninguno de ellos, sino que te mostrabas curioso y atento a lo que te decían.-
-Vaya, gracias.- susurró sonriendo tímidamente.
-En casa Minho me lavaba las manos, ñé.- contestó Taemin jugando con la espuma que se formaba tras frotar sus manos. –O cuando tiene flojera usa toallas húmedas.-
-Taemin, ¿qué te paso en tu orejita?- recién habían notado que una estaba incompleta.
El híbrido mapache intentó mirarla pero sonrió al no poder hacerlo. Luego suspiró recordando cómo se lastimó.
-Me quemé, ñé.- contestó un poco avergonzado. –Y nada más.- no le gustaba hablar de cuándo no era feliz.
Mientras tanto Yifan cerraba el paraguas para bajar por las escaleras, seguido de Niel que aun escurría agua por su ropa pero sonreía ampliamente.
-¿Feliz?- preguntó el alto volteando por encima de su hombro.
-Mucho.- contestó Niel eliminando el exceso de agua de su cabello. –Me cambiaré de ropa para darles de cenar a los niños.-
-La playera del criminólogo está seca para que se la llevemos.-
Después ordenar a los niños y sentarlos en los sillones se les sirvió la cena: un vaso de chocolate y una plato de galletas para que tomaran las que quisieran. Todos los híbridos platicaban y reían mientras comían. Particularmente Taemin que estaba con sus nuevos amigos y Minho.
Le divertía tomar una galleta de las que sus amigos tomaban, también sopeaba como ellos lo hacía e incluso cuando las galletas se sumergían en el chocolate se quejaba, como ellos.
Realmente se sentía bastante cómodo porque ahora el raro era Minho, porque ahora todos los que le rodeaban tenían cola, ¡todos eran híbridos!
-Ñé~- susurró Taemin al terminar de beber su chocolate.
-¿Estás satisfecho?- preguntó Minho tomando una servilleta de papel para limpiarle las comisuras a Taemin, haciendo que sus amigos también se limpiaran.
-Ñé.- asintió lento para permitir que Minho termine de limpiarle los labios. –¿Podemos quedarnos a dormir hoy aquí?- miró al criminólogo que había alzado las cejas sorprendido.
¿Dormir ahí?
Aunque el Fiscal ya le había dicho que normalmente dejaban que los niños híbridos durmieran ahí no se sentía completamente seguro. Ni cómodo.
El auto seguía estando a un par de calles, Minho podría ir por él y conducir hasta el café, estacionarse lo más cerca de la puerta para que Taemin entrara sin mojarse mucho. Luego al llegar a casa le haría tomar una ducha caliente y lo arroparía para dormir juntos.
Pero la mirada que había puesto Taemin, más sus pequeñas orejas de mapache bajas y la manera en la que abrazaba su colita le enterneció tanto que terminó aceptando.
Media hora después Minho junto con el equipo del Fiscal se encontraban repartiendo mantas para los niños, pues ya se comenzaban a dormir. Los híbridos se acurrucaban en los sillones y algunos en las cobijas que Byunghun y ChanHee habían tendido para su mayor comodidad y espacio.
Los amigos de Taemin se acurraron entre sí para poder quedarse completamente dormido, mientras que él observaba como Minho seguía arropando a otros más.
-El reporte del clima dice que la lluvia no se quitará hasta mañana a próximamente a las quince horas.- leyó Minsoo esa pequeña parte del reportaje que era lo que verdaderamente le interesaba. –Parece que les daremos las tres comidas.- así que bajo ningún motivo dejaría a Changhyun y Jonghyun fuera del equipo.
Tendrían que buscar la manera de llegar al café junto con la comida que se supone habían ido a comprar.
-No está mal.- contestó Niel suspirando, observando el café; estaba satisfecho. Otra noche se había desarrollado con éxito, había contado a los niños mientras les entregaban las mantas y eran todos los que normalmente asistían. Ninguno faltaba, todos estaban seguros una noche más. –Gracias chicos.- los miró luego de hacer una pequeña reverencia.
-Supongo que nosotros también nos quedaremos.- susurró Minsoo antes de bostezar cansado.
-Podemos irnos pero nos mojaremos hasta llegar al auto.- contestó Jungsoo mirándolo.
-No, prefiero quedarme, a tener los asientos mojados.- talló sus ojos para retirarse las lágrimas que el bostezo le había causado. –Iré a descansar de una vez, ¿vienes conmigo, Park?-
-Ve yendo que lavaré la loza que “olvidaste”.- puesto que se supone Minsoo era quién lavaba los vasos y platos que se ocuparan en las noches en su labor altruista.
-Gracias.- le susurró sonriendo, caminó hacia él para abrazarlo por la espalda puesto que ya se había ido a la cocina, recargó su barbilla sobre la clavícula de Jungsoo y le besó la nuca. –Te debo otra.-
-Podrías pagarme comprando tú la pintura.- susurró sintiendo como las manos de Minsoo soltaban su vientre pero su cuerpo se pegaba más al suyo. –¿Qué haces?-
Minsoo usó toda su inteligencia espacial para comenzar a lavar sólo un vaso, acertando al tomar la esponja sin estropear nada.
-Te ayudo a lavar la loza.- susurró haciendo que su aliento chocara contra su nuca, temblando ligeramente.
-Deja ahí y vete a dormir de una vez.- le pidió posando sus manos sobre las de Minsoo para retirarle el vaso y la esponja. –Que mañana tendrás que hacer un peritaje y pintar la cocina.-
En la barra del café Yifan le estaba entregando la camisa seca a Minho, mientras le devolvía el abrigo que le prestó para ayudarles a servir la cena y arropar a los niños.
-Gracias por ayudarnos.- susurró Yifan colocándose su abrigo.
-De nada.- respondió Minho abotonando su camisa. –Gracias por secarla.- aunque aún se sentía un poco desnudo sin su corbata, ya estaba más cómodo porque era su ropa y no la de alguien más.
Niel que miraba el paisaje urbano siendo azotado completamente por la lluvia torrencial, observó por el reflejo del cristal como Yifan y Minho estaban charlando.
Si bien era cierto que había tenido clases de Leguaje Corporal no recordaba la mayoría de las poses o gesticulaciones como para saber de qué exactamente estaba hablando ese par. Pero se consolaba con saber que el Doctor sabía de su labor altruista y que no sólo era el Fiscal que casi siempre perdía en contra Red Dress y ex alumno suyo. Eso le hizo sonreír.
Quizá ahora que lo tenía “atrapado” bajo su techo le podría preguntar sobre algunas dudas y tips para mejorar en sus juicios.
Pero cuando se giró para ir a acosarlo se topó con que el pequeño híbrido mapache le tomaba la mano y tiraba de él. Seguramente ya tenía sueño.
-Será para la otra.- se susurró metiendo sus manos a las bolsas de su pantalón. –¿Todo bien?- preguntó acercándose a la barra, haciendo que Yifan lo mirara y asintiera. –Tienes las mejillas rojas, ¿te estás enfermando? ¿O te estaba ligando?- se rió levemente por eso pero Yifan negó rotundamente.
-Supongo que es lo primero.- contestó sonriéndole. –Mañana tomaré medicamento, ¿te parece si también me retiro a descansar?- ahora que sólo estaba Minsoo en la planta alta, antes de que Jungsoo también suba y las cosas se pongan incómodas para los tres.
-Iré en un momento más.- le susurró. –¿Crees que se ponga más incómodo si también invito al Doctor a dormir allá con nosotros?- normalmente así pasaba, los adultos dormían en la planta alta y los niños en la baja.
-No creo que se quiera separar de su híbrido, y el híbrido de sus amigos.- tembló ligeramente aun con sus manos dentro de su abrigo.
-Tienes razón.- asintió lentamente. –Pero igual lo intentaré.-
Yifan le asintió y caminó hasta rodear la barra e ir a su costado, tomó su mejilla sintiéndola totalmente fría pero de igual manera le dio un pequeño beso, Niel sonrió nervioso, ¡¿qué tal si el Doctor lo miraba?! Sin embargo se encontró regresándole el besito a Yifan en los labios.
-Descansa.- susurró al separarse. –Iré en un momento más.-
-Byunghun y ChanHee decidieron irse, pero dijeron que mañana temprano regresarían para el desayuno.-
-Está bien, gracias.- susurró Niel sonriéndole. –Ahora ve a descansar antes de que Jungsoo suba.-
Niel iba a ir con Minho a invitarle a dormir con ellos pero se detuvo al ver como el criminólogo le tendía su camisa de botones a Taemin.
-¿No la ocupas, ñé?- preguntó el híbrido mientras Minho le ponía su camisa, logrando meter sus bracitos en las mangas. –¿No te da frio?- miró como le comenzaba a abrochar los botones.
-No, la necesitas más tú.- le sonrió mientras acomodaba su cabello. –Mañana no vas a ir a clases.-
-¿Ñé?- lo miró confundido, mañana no era fin de semana y la maestra Minah le había dejado tarea que hizo antes de salir de casa a la heladería.
-No porque saldremos de aquí muy tarde y aun no te has bañado.- susurró sonriéndole, tomando la manta que le había entregado a Taemin para extenderla y cobijarlo con ella.
-¿Estás enojado, ñé? ¿Por no ir al auto?- cuando Minho lo miró instantáneamente bajó sus orejitas de mapache.
-No.- susurró negando y con un tono de voz más bajo. –¿Por qué tendría que estarlo?-
-Porque afuera está lloviendo y no estamos en casa, ñé.- susurró bostezando.
-Esa no es una razón para estar enojado.- contestó Minho sintiendo como Taemin se acurrucaba contra su hombro. –¿Tienes sueño?- susurró recargando su cabeza contra el respaldo del sofá en el que se había sentado.
-Ñé.- susurró con la voz más tenue, casi dormido.
-Está bien, descansa que yo te cuidaré.-
-Minho.- susurró abriendo sus ojitos lo suficiente como para mirarlo. –Gracias.-
-Descuida.-
-Por no enojarte conmigo, ñé.- volvió a cerrar sus ojos para recargarse contra el hombro del criminólogo.
Minho sólo suspiró intentando no temblar ni abrir mucho su mandíbula para no romper el sueño que el híbrido recién estaba tomando. Miró un poco el lugar encontrándose rodeado de niños durmiendo y al Fiscal que lo miraba en el inicio de las escaleras.
Hubiera deseado llegar a casa en lugar de que haber terminado en el café. Así hubiera continuado con su estudio de riesgo y el peritaje de las huellas dactilares para el caso de homicidio calificado. También hubiera preferido cenar café y hot cakes e incluso tomar una ducha caliente, sentarse a ver alguna caricatura de la preferencia de Taemin y cuando se quedara dormido en el sofá, cargarlo hasta su cama en donde lo acostaría y arroparía. Hubiera preferido otro final para ese día.
Pero Taemin había estado muy feliz con los otros híbridos así que no estaba molesto.
Lo miró notando que el híbrido estaba completamente dormido pero mantenía los labios ligeramente separados.
Minho sonrió.
Llevó la yema de su índice para cerrarlos, luego tomó su barbilla para levantar un poco su carita y besarle la frente.
-Ñé~- susurró Taemin removiéndose, hasta abrir los ojos y mirar a Minho.
-Ñé.- contestó Minho sonriéndole. –A domise.-
-Ñé.- asintió volviendo a cerrar los ojos, inhalando lo poco que quedaba de la colonia de Minho.
Finalmente suspiró para quedarse completamente dormido.