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no tan malvados por kitsune_nya

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Notas del fanfic:

AVISO, leer por favor 

 

buenas tardes, aqui reportandome con un nuevo fic, sean bienvenidos al capitulo 0. Dependiendo de la aceptación atravex de comentario por lo menos en este capítulo (esto es como una prueba) evaluaré la posibilidad de  continuar con el o borrarlo.... Sé que no soy muy bueno en todo lo que se refiere a escritura, pero si veo que mi fic no gusta, no veo por qué deba continuarlo en ese caso :3 así que comenten que tal les pareció y fisfruten de mi horrible método de escritura 

El reino de Auradon, hace 10 años.

Todo había comenzado en una tormentosa noche de invierno, un invierno que quedaría marcado en la historia como el más horrible y devastador del mundo, el cual había arrasado con gran parte de Auradon y otros reinos vecinos los cuales no podían hacer mucho contra el invierno mágico que a cada momento se había vuelto más fuerte.

El príncipe Ben de tan solo 7 años yacía sentado frente a su enorme ventanal hechizado, sus ojos dulces e inocentes miraban el cristal el cual brillaba en un tono azulino  resultado del hechizo que el hada madrina había puesto sobre el para mantenerlo a salvo, el pequeño acababa de despertar de su siesta a la cual había sido inducido por una poción que hace pocas horas le había sido administrada por su padre, el pequeño miraba con sus enormes ojos azules el paisaje helado y funebre, como la nieve caía de forma glacial sobre su hermoso Auradon, devastando sin cesar gran parte de el paraje hermoso que era Auradon, matando y destruyendo todo lo que él amaba realmente, el príncipe miro con dolor como mientras el descansaba en el cuarto más seguro y cálido del castillo, la muerte y la desesperación reinaba en todas partes de su reino, miles de personas se habían reunido en el castillo para buscar reguardo del frio, pocos habían sobrevivido al camino tormentoso y mortal que se habían convertido las calles de Auradon las cuales eran eran alumbradas por luz mágica, ya que la cálida luz del sol estaba cubierta completamente por nubes densas y oscuras con matices verdosos.

El frío y la destrucción resultado de un venenoso embrujo enviado por una de las más crueles villanas del mundo había causado todo esto, villana la cual ahora mismo se encontraba tras un escudo de magia que se supone que “detendría sus poderes”, más ella de la nada y precisamente ese día había logrado convocar un hechizo que había terminado en la destrucción de gran parte de Auradon, la única razón por la cual todavía no había terminado su cometido era muy simple, ella no deseaba que Auradon fuera destruido, lo que quería era algo simple, algo tan simple que confundía a los monarcas de Auradon, y esa única petición era la liberación inmediata de su única hija, la cual con apenas 7 años y parada junto a su madre y otro niño de la isla, esperaban que respondieran al llamado de su madre.

Pero..... La pregunta real era.


¿por qué maléfica quería algo tan absurdo como la liberación de una niña que no amaba en lo más mínimo?.

-Dejen de quejarse - Le gritó maléfica a Mal y a Jay, los pequeños niños asintieron mientras intentaban aguantar el frío de la tormenta la cual se originaba a unos pasos de ellos, para el pequeño Jay era más difícil pero aun así se aguantó el frío que calaba sus pequeños huesos.

-Malefica - El tono frío del hombre árabe, el cual estaba enfundado en una larga túnica color carbón la hizo mirarlo de forma afilada -No responderán - Exclamó con fastidio, la mujer se mantuvo fría y distante, su túnica negra revoloteaba de forma elegante y hermosa.

-.-.-.--.-.-. En Auradon -.-.-.-.-.

-No podemos hacerlo- Dijo firmemente el rey Adam con voz autoritaria, bella se mantenía unos pasos atrás mirándolo con preocupación.

-No nos queda otra opción, Auradon, agrabah todo será destruido por la magia de Malefica - Hablo el general del reino.

-Dejaremos entrar aquí a un Hada malvada y a un genio malvado - Hablo Aurora con tono firme, la cual se mantenía junto a bella y otras mujeres más.

-Las Hadas y los genios no nacen malvados - El hada madrina los miro firmemente - Son ellos los que deciden ser así - Ellos asintieron.

-Debemos hacerlo señor - Le dijo el general shang, el cual esperaba órdenes.

-Háganlo, infórmenle a Malefica que aceptaremos su trato - Dijo al fin, mientras miraba a los presentes con algo de miedo.


-.-.---- en la isla -------.-.-


 El pequeño Carlos de vil de tan solo 5 años se encontraba mirando con miedo atravez de los pequeños huecos que se formaban entre las gruesas tablas de madera que cubrían la ventana de su casa, veía con miedo como todos los Villanos aprovechaban para saquear a causa de la repentina  y jamás vista (o esperada) tormenta de nieve mágica que estaba invocando la más malvada villana que vivía en ese horrible lugar, cualquier persona normal se resguardaría en sus casas tranquilamente, esperando que ese mal nada probable en esa isla alejada de la mano de dios desapareciera, pero ellos eran villanos, robar y matar era lo suyo desde siempre, así que como buen defensor de su hogar, Carlos se había dedicado toda la mañana a tapar todos los lugares por los cuales pudiera entrar algún vulgar bribón, mientras veía desde lejos y con algo de tristeza como su madre se alcoholizaba para poder olvidarlo todo, su madre había tenido ya una de sus sobredosis de alcohol, y se encontraba inconsciente en el piso de la sala con una botella de algún tipo de alcohol barato entre sus dedos.

-Madre - Preguntó con miedo el adorable niño pequeño, el cual suspiro un poco cuando la escucho roncar cual cerdo. fue corriendo hacia el armario de su madre, sacando todas las pieles que pudo, miles y miles de pieles de todos tipos de animales (algunos hasta hechos a mano por su propia madre) y arrojándolos sobre la mujer inconsciente para poder mantenerse calientes.

Una explosión y el olor de humo lo hizo estremecer de miedo, sus pequeños ojos marrones miraron con tristeza en dirección a las calles frías y cubiertas de nieve y sangre, en un impulso el pequeño se arrecostarse en el piso al lado de su madre, y se cubrió con una de las pieles para poder mantenerse caliente, sabía perfectamente que si su madre se enteraba de que había tocado una de sus pieles lo mataría, pero por ahora lo importante era sobrevivir a  ese infierno repentino y horrible el cual había fulminado ya a muchos.

-Tengo miedo - Gimoteo a la oscuridad, mientras cerraba los ojos intentando sacar el horrible sonido de los gritos y desesperación de su cabeza.


-.-././...en otro lugar de la isla----./-

-Evie - La reina malvada se encontraba escondida en uno de los tantos pasadizos secretos de el castillo donde ya llevaba un año atrapada, la mujer se mantenía sentada en el piso con la pequeña Evie sentada en sus piernas, la niña estaba prendida en fiebre pero la mujer no podía hacer nada, solo escuchar como los pasos pesados de los bribones que habían invadido su casa y que se escuchaba a centímetros de ella destruian todas sus pertenencias buscando objetos de valor .

-Por lo menos parece que el hechizo de Malefica se a roto - Dijo con fastidio, mientras acunaba a su pequeña princesa en sus brazos. Nunca había sido una mujer maternal, pero su única hija se estaba muriendo entre sus brazos, eso había causado un efecto extraño en ella, la cual por primera vez en años sintio lo que era la preocupación y la desesperanza, aún ms cuando no había sido nombrada como la más bella por ese espejo mágico, nombrando en su lugar a su hijastra -Evie, toma de una vez - Dijo con desesperación genuina en su voz, sus manos temblaban levemente mientras intentaba darle algo de agua con una pequeña tinaja que era todo lo que le quedaba, mientras acariciaba su pelo delicadamente. El embrujo de Malefica se había roto, por lo tanto los bribones más malvados habían decidido  venir a su hogar y saquearlo sin importarle la trampa mortal que se había convertido el bosque, ya nada la mantenía encarcelada en esa horrible torre, pero aún así necesitaba una forma de salir de allí y llevar a su hija al doctor, o por lo menos alcanzar los medicamentos que se mantenían escondidos en un lugar seguro al igual que todo lo de valor.

-Es hora de irnos, aquí no hay nada - Dijeron al fin los intrusos, la reina malvada suspiro pesadamente, espero unos minutos, los más largos de toda su vida y cuando no escucho nada al fin pudo salir del pasaje angosto en el cual ya llevaba varias horas escondida, cerró la puerta con seguro y recostó a Evie en la cama de la alcoba.

-Evie - La mujer vio como la pequeña niña se revolvía luego de tomar el medicamento, y por primera vez esa mujer sintió dolor real de una madre, sus ojos se llenaron de lágrimas frías que empañaron su maquillado rostro.

-Mi bebe - Susurro en tono lastimero, mientras acariciaba su rostro hermoso y angelical - Prometo ser una mejor madre, prometo nunca volver a dejarte, cuidarte para siempre.... Pero por favor no se la lleven - Exclamó con total desesperanza, sin saber que había captado la atención de alguien muy poderoso.

-“¿Lo prometes?"- Una aparición hermosa se colocó frente a la madre desesperada, la cual la miro con sorpresa ( si, es la de Pinocho ).

-¡si! ¡Prometeré lo que sea, pero no te lleves a mi Evie ! - La aparición solo sonrió asintiendo dulcemente.

-“Que tus palabras sean verdad, pero si llegas a romper ese pacto te quitaré a tu princesa y me la llevaré a un mejor lugar ” - Dijo dulcemente antes de desaparecer.

-¿Mami?- Los ojos de la niña se abrieron lentamente, vio con algo de confusión como su madre lloraba mientras la miraba de forma extraña -¡Nos han robado ! - Exclamó al ver todo revuelto y desordenado, pero nunca espero que su madre en un impulso se arrojara sobre ella para ¿abrazarla? .

-Te amo hija - Dijo con el rostro empapado en lágrimas, la niña asintió de forma lenta, mientras devolvía el abrazo con miedo a que todo eso fuera un sueño loco.

-Yo a ti, mami - Susurro con una voz dulce, mientras sentía por primera vez en su vida el amor real .

------------En otro lugar----------

-Madre - La pequeña mal dio un paso hacia su madre la cual se veía sumamente cansada.

-Retrocede - Exclamó con enojo, la niña la miro con miedo mientras daba un paso atrás.

-Jayden - Jafar se acerco a su hijo un poco, llamándolo con voz autoritaria.

-Han aceptado - Dijo Malefica con una sonrisa llena de auténtica maldad mientras bajaba los brazos de forma delicada. El escudo  se abrió en ese momento justo frente a ellos, un auto estacionándose frente a ellos estacionándose del otro lado del escudo, pero sin entrar dentro de el.

-Has ganado Malefica - Una mujer se bajó del auto, pasando por el enorme hueco que había ahora en el portal, el hada madrina seguida de unos 3 hombres se encontraba a unos metros de los pequeños niños, los cuales solo miraban sin saber que podría ocurrir  -¿Por qué haces esto? - Exclamó con molestia, volteo la cabeza para ver a los 2 pequeños y adorables niños los cuales lo miraron con firmeza fingida, los pequeños pusieron su cara más indiferente a pesar del manojo de emociones por las cuales estaban pasando en ese momento .

-No es asunto tuyo- Exclamó con veneno, mientras se tabaleaba un poco cuando dio un paso hacia adelante, el hada madrina la miro analíticamente, antes de que su gesto se deformada en una mueca de sorpresa.

-Te estás muriendo - Exclamó con sorpresa, Mal apretó los puños para mantenerse fuerte -Has acortado tu vida utilizando tu magia para crear ese hechizo tan Poderoso - Dijo con sorpresa.


- Igual voy a morir ¿qué importa si lo adelantó unos meses? - Escupió con veneno, mientras intentaba mantenerse en pie - Antes de que te la lleves, tengo que hablar con mi hija - Dijo en tono ácido, la pequeña mal asintió caminando hacia su madre -Ya sabes lo que tienes que hacer - Mal asintió lentamente, mientras apretaba los puños, la mujer tocó su mano de forma delicada y una marca aprecio sobre ella, marca que desapareció unos segundos después .

-Jayden - El genio malvado llamo a su único hijo, el cual camino hacia el , mientras bajaba la cabeza - No me falles, ya sabes lo que tienes que hacer - Dijo, mientras tomaba su mano de forma violenta, toco sus dedos y una pequeña marca apareció en su pulgar, un sello oscuro el cual parecía una serpiente, la cual se desvaneció de inmediato luego de colocarla.


-Es hora de irnos - Les dijo a los niños, los cuales caminaron hacia el hada madrina sin mucha prisa y con algo de nerviosismo.

-Mal - Exclamó Malefica cuando vio que la niña había salió de portal - No me falles - Dijo sabiendo muy bien que la niña sabía leer sus labios, en ese momento Malefica sin poder aguantar su peso cayó al piso pesadamente, mal cuando vio eso dio media vuelta.

-¡Madre ! - Gritó la joven hada corriendo hacia su madre, pero la fuerza del portal la detuvo de inmediato haciendo que cayera hacia atrás.

-Malefica - Jafar corrió hacia el hada oscura, la cual sonreía de forma malvada.

-No será por mucho tiempo - Dijo con voz débil, antes de cerrar sus ojos para siempre. Una sonrisa malvada adornaba su rostro seña del que los engranajes de su plan comenzaban a girar.

-¡madre ! - Jafar negó mirando directamente al hada madrina, la cual miro con Pena como los ojos verdes de la pequeña se llenaban de lagrimas dolorosas, Jay se mantuvo en silencio pues no tenía nada que decir.

-Nena - El hada madrina se acercó la pequeña, y comenzó a averiguar los morados cabellos de lo jovencita.

-¡Quiero volver, mi madre me necesita! - La mujer suspiro con tristeza, mientras sacaba su varita de entre sus ropas.

-Bibidi, Babidi, bu - Dijo de forma lenta, Mal cayó inconsciente en los brazos de hada madrina la cual la sostuvo de forma delicada, la cargo para poder llevar consigo el cuerpo pequeño y delgado por causa de la falta de comida -¿Tú nombre es Jayden? Por favor entra querido - El Niño asintió, entrando a la limosina sin decir más nada, el hada madrina dejo a la pequeña recostada en el asiento del conductor - Lo siento mucho - Dijo, viendo a los 2 niños pequeños, sacó su varita de nuevo mientras cerraba los ojos con tristeza - Que los recuerdos del pasado y su infancia se borren, al igual que la existencia de todo aquello que los una a su pasado. Bibido, babidi - Jay la miro con miedo, mientras intentaba retroceder al escuchar el conjuro que el hada estaba pronunciándose - Bu - Y con esa última oración Jay callo inconsciente en el asiento en los cómodos asientos.

-Lo siento mucho pequeños, pero es lo mejor - Exclamó con tristeza la mujer, la cual saco una manta para cubrir a ambos niños.

Luego de algunas horas de viaje llegaron a la ciudad, la cual ya se veía normal, las calles estaban descongeladas y llenas de gente las cuales estaban listas para reconstruir sus hogares, tratando de salvar lo que pudieran.

-Llegamos al castillo, hada madrina - Le dijo el conductor de la limosina, el cual se bajó para abrirle  la puerta a la mujer que llevaba a una dormida Mal entre sus brazos.

-Por favor, lleva al pequeño - Le dijo a uno de los hombres que la acompañaban , el cual solo asintió tomando con delicadeza el pequeño cuerpo inconsciente del niño Arabe.

El hada madrina camino por un largo rato hasta llegar a la majestuosa sala de trono donde lo esperaba el rey Adam.

-¿alguna noticia? - Preguntó el rey mientras veía con algo de curiosidad la pequeña niña que llevaba en brazos el hada madrina.

-Malefica a muerto - El hombre miro sorprendió al hada, la cual sostenía con protección el cuerpo de la pequeña -Y e borrado sus memorias-.

-Entiendo, noticias inesperadas. Ahora debemos decidir qué hacer con los pequeños- Dijo, mirando la descendencia de sus enemigos justo frente a él .

-Ya yo sé qué haremos con ellos. Hice una llamada- Comenzó a explicar, en ese momento una ráfaga de viento hizo que las puertas de la sala de trono se abrieran de forma violenta.

-Buenas - Saludo una hermosa mujer que entraba con paso lento,  de cabellos largos y negros y ojos profundos y oscuros, la mujer poseía una hermosa piel de un tono acanalado, y llevaba un estilo de ropa oriundo de agrabah.

-Que bueno que a llegado Edén - La hermosa mujer hizo una reverencia ante el rey, sonreía de forma dulce ante el hombre frente a él.

-Me presento su majestad, mi nombre es Edén y soy un genio - Exclamó con voz firme, todos los presentes miraron con asombro a la mujer la cual se mantenía altiva - Ese niño es mitad genio - Señaló a Jay, el cual estaba en los brazos de uno de los guardias - Por la seguridad del reino, mi querida amiga me a pedido que lo crié como mío - El hada madrina asintió de forma lenta.

-Como le había dicho antes a su majestad, las hadas y los genios no nacemos realmente malvados, por eso e convocado a mi querida amiga para que cuide de este niño - El rey se mantuvo callado, su mirada dura e implacable miraba a ambas mujeres por igual.

-¿Y la jovencita? - Preguntó mientras suspiraba pesadamente.

-Yo me encargaré de ella - Dijo derepente el Hada madrina, todos miraron con asombro a la mujer - Ellas es solo 1 año mayor a mi pequeña, puedo cuidarla y hacerla una joven de bien - El rey miro en búsqueda de consejo a su hermosa esposa, la cual solo asintió suavemente.

-¿está segura hada madrina ? - Preguntó con algo de duda el monarca, la mujer asintió firmemente - Pues está decidido, el hada madrina se hará cargo de la crianza de la pequeña niña -.

-Sus nombre son  Malefica y Jayden- Dijo con tono triste - Desde ahora tu nombre será Mal, solo Mal, nunca podrá sobre su verdadero nombre - El rey asintió.

-El pequeño irá conmigo a Agrabah - Dijo en tono alegre la genio, el rey asintió mientras veía con algo de preocupación como la genio cargaba al pequeño Jay para llevárselo lejos - Ahora yo soy tu mamá, mi pequeño- Fue todo lo que dijo la genio en tono dulce.


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