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Bienvenida a casa. por ROOM

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Notas del capitulo:

He vueltooooooooo!! Y cada vez escribo más.....XD

 

POV Autor:

Levy caminaba de un lado a otro sin cesar, podría abrir una zanja perfectamente de no ser porque el suelo era de madera y estaban en un barco. En realidad ninguno de los niños estaba enojado con sus padres, comprendían el por qué no les habían dicho nada, es más, ellos hubiesen hecho lo mismo de ser al revés la situación, pero aun así  nadie les quitaba de la cabeza la idea de ir a rescatar a los bebés.

-          Deja de hacer eso, si te ven así sospecharán, Sachi siempre sabe lo que tienes y los demás igual con nosotras.

-          No puedo calmarme, Mavis…..pero….haré lo posible para que no lo noten- la peliazul respiró profundo y se sentó al lado de la rubiecita.

-          Bien, nosotras iremos a hablar con el prisionero y ustedes entretengan a Bepo, los adultos van a estar reunidos así que no hay que preocuparse- Mavis señaló a los gemelos, a Lucy y a Natsu para la tarea, los cuatro asintieron al instante- Cuando caiga la noche empezamos.

Sabo tenía curiosidad por conocer al pequeño amigo de sus sobrinos, no todos los días encuentras a alguien más que use haki de fuego como él, buscaba al niño y al encontrarlo le saludó con una cálida sonrisa que fue correspondida por el pelirrosa, comenzaron a hablar y poco después ambos jugaban con fuego (literalmente) divirtiéndose. Bonney los observaba desde otro sitio y sonrió tiernamente, el niño era muy sociable por naturaleza y fijándose mejor ambos eran muy similares a la hora de sonreír y hasta de pelear, Sabo sintió el peso de unas iris violáceas y al voltear a ver se encontró con la chica que aún sonreía por la escena, quedando embobado por ella al instante. Natsu no era tonto, esa mirada y reacción la tenía cuando Lucy estaba cerca y sumando dos y dos.....sabía que el joven era amable y buena persona, siendo tío de los gemelos y con todo lo que les había contado no le preocupaba que se acercara a su madre con otro interés, además, viendo que sus nakamas tenían dos padres quizás Bonney necesitara de alguien más….una pareja, tener hermanos después, ser una familia completa. Hizo lo posible por estar los tres juntos todo el día y claramente las risas nerviosas y las miradas inquietas mostraban que habría algo más que amistad entre ellos dos.

Lucy no se separaba de Cabage ni del peliverde, no es que fuera extraño eso sin embargo se esforzaba demasiado porque ni siquiera dieran un paso lejos de ella, pero al verla sonreír como siempre y hacer sonrojar a Bartolomeo con sus pucheros y abrazos el rubio no le dio importancia a la sensación de temor que sintió por unos momentos.

Rogue y Sting por su parte seguían a Ace por todos lados, saltándole encima, colgándose de sus brazos para que les cargara y llamaban a Marco para que se les uniera a la diversión, la pareja aún emocionada por la conversación que habían escuchado de ellos no notaron la forma diferente en que los niños se aferraban a ellos, con más necesidad de la normal e incluso el agarre era más fuerte, como si no los quisieran dejar irse a ningún lado sin ellos, ni siquiera jugaban con el tío Luffy ni con los demás mugiwaras, pero nadie notó nada fuera de lo común, solo parecía una linda familia.

Mavis se lavaba el rostro para tratar de mantenerse serena, ya era suficiente con una peliazul furiosa y con Erza aguantándose las ganas de rebanar al que fuera con su nodachi, si ella no las controlaba sería un caos, aunque gracias a Law y a Heat ellas habían madurado un poco…..pero solo un poco….suspiró y salió del baño buscando a sus padres, a pesar de que eran más fuertes que antes seguían siendo unos críos y estaba la posibilidad de fallar en el rescate, cosa que ni se atrevió a mencionar porque le valía lo mismo que un pepino….igual saldrían a pelear así que para qué gastar saliva. En el peor de los casos solo se arrepentiría de no haber pasado más tiempo con sus padres, de molestar tanto a Penguin pidiéndole pasta cada una hora, de la vez que le hizo caminar por toda una isla entrando en cada armería y hablando con cada herrero buscando las cuchillas que ella quería, de la cantidad de veces que le pidió que le leyera el mismo libro una y otra vez por ser su favorito, con seguridad debía hasta habérselo aprendido de memoria. Sonrió inconscientemente recordando cada día….y después llegó Killer….tenían el mismo carácter, el físico, la forma de pelear, la misma comida favorita, amable, consentidor, preocupado….. ¿Cómo no quererle? “Si es que son iguales”, ambos rubios se sonrojaban a más no poder cuando Penguin les decía esa frase, con esa sonrisa alegre, tierna y orgullosa que les mostraba siempre a ellos, demostrando lo feliz que le hacían el solo hecho de existir y tenerlos a su lado. Este sería el último día con ellos y no lo desaprovecharía, así que les buscó por el barco y les halló en la cocina, el rubio abrazando a Penguin desde atrás apoyando el casco en su gorra mientras le cocinaban pasta otra vez, al notarla ambos le miraron y sonrieron, a pesar del casco ella sabía cuándo su padre sonreía, no sabía como pero lo notaba, caminó hacia ellos y se aferró a las piernas de Penguin que le acarició el cabello, sintió otra mano en su cabeza más grande y moviéndose un poco logró alcanzar a Killer con su otro brazo, abrazando a los dos y dejándose mimar, el olor de la comida ya se sentía y el moreno terminaba de prepararlo todo para darles su comida….al menos comería su plato favorito antes de irse.

-          Pen-chan

-          ¿Sí, Mavis?- ella sonrió de oreja a oreja y le dijo.

-          Tu pasta es la mejor del mundo- el chico dejó de comer y le miró sonrojado hasta las orejas, sonrió y le besó la frente tiernamente. Killer solo les observaba, parecía estar viendo a un par de hermosos ángeles, además, ahora venía uno más en camino, y lo mejor de todo, es que eran solo de él.

La peliazul caminaba hacia Heat y Sachi con un enorme libro en sus manos, al pararse en frente de ellos recibió una cálida sonrisa, le tendió el libro al peliazul que abrió los ojos sorprendido por el cambio, normalmente era el castaño quien le leía siempre, daba igual si era en el desayuno o en la tarde, era él quien lo hacía. Agarró el libro bajo la mirada de la pequeña y la observó sentarse encima de Sachi esperando, comenzó a leer con timidez al principio, por suerte siempre buscaba libros de leyendas y aventuras, como que no se veía leyendo el diálogo de una princesa en apuros…….ella solo pensaba en lo que les esperaba, no sentía miedo, para nada, pero si le preocupaba lo que le podrían hacer a su hermanito si las cosas salían mal, si le hacían daño o lo peor..…si le asesinaban, nunca se lo perdonaría. A su mente vinieron los momentos en que llegó junto a Sachi, como el chico desde el comienzo siempre era atento con ella y se preocupaba por su bienestar, no le importó que fuera una pirómana loca que lo incendiaba todo. Recordó la vez que accidentalmente le quemó la ropa cuando le enseñaba artes marciales, no recibió ni un regaño ni una cara de disgusto, solo una sonrisa nerviosa y un abrazo para calmar su miedo y tristeza a un posible rechazo. Las noches en vela por sus pesadillas, la idea de irse lejos a los bosques o montañas a hacer fogatas o barbacoas en las playas para saciar su piromanía, el leerle cada vez que ella quisiera, dedicándole todo el tiempo del mundo y siempre a su disposición. Luego vino Heat, otro loco fanático del fuego como ella, volviendo loco a Sachi de la preocupación por los daños que podrían causar, cosa que pasó y se llevaron el regaño de su vida, jamás se imaginó al castaño en una fase sádica y demoníaca, incluso el peliazul temía en si decir algo o no, a partir de ese día decidieron ambos no volver a hacerlo enojar nunca más. Pronto uno más se sumaría a su familia, se imaginaba como sería, peliazul como ella y Heat o castaño, le gustaba más la segunda opción, un hermanito que se pareciera a su otro padre que tanto había hecho por ella, cerrando los ojos con esa idea en mente rodeó a Sachi con sus bracitos y le apretó, sintió al chico reír un poco y notó que él igual le abrazaba, besándole la nuca y frotando su rostro contra su cabello en una caricia, abrió sus ojos y miró a Heat que había dejado el libro y les observaba hipnotizado, sonrió con malicia, quizás debía hacer una última travesura.

-          ¿Heat-san?

-          ¿Mmmm, qué pasa, Levy?

-          Nos miras mucho- el chico parpadeó confundido y Sachi igual.

-          ¿A qué te refieres, Levy?

-          Sachi-kun, mírale la cara- el castaño obedeció y miró a su pareja, ladeó la cabeza como un niño curioso y Heat se sonrojó hasta las orejas por ese gesto tan tierno, mierda que se veía tan malditamente lindo que podía mirarlo por horas, la niña sonrió y siguió con su plan- Heat-san, ya sabía que adorabas nuestros ojos pero parece que Sachi-kun completo es demasiado mono para ti- la cara del chico humeaba y no atinaba a decir ni pío, ella comenzó a reírse sin parar y el castaño se sonrojó como un tomate.

-          L-Levy, n-no deberías decirle esas cosas a Heat-san.

-          Gomene, Sachi-kun, jejeje.

Erza chasqueó la lengua por enésima vez en media hora, intentaba armar un pequeño robot para entretenerse y despejar su mente pero se molestaba cada vez más al notar que el jodido pedazo de chatarra parecía más una cafetera que un robot….suspiró con cansancio, se sacó los googles y los dejó justo al lado del sombrero que le había regalado Law. Ciertamente estaba algo gastado y hasta se notaban algunas imperfecciones en la tela, pero el hecho de ser importante para el moreno y que se lo haya confiado ciegamente lo hacía perfecto y especial, en realidad, cada detalle que el chico había tenido con ella era más valioso que cualquier tesoro: los guantes, los googles, la nodachi….tan frío que parece pero se preocupa demasiado por su seguridad. Recordó todas la veces que se lastimaba arreglando cosas, terminando en la enfermería a regañadientes y peleando con él por tocarle las narices y burlándose con esa risita tan suya, aunque ella también se reía así…….el día que incendiaron la isla y ellos fueron a buscarlas sin pensárselo dos veces, el alivio que sintió al sentirle cargarla y hablarle no tenía precio, sin pedirle explicaciones se encargó de ella y no la abandonó, esa noche fue la primera en que no tuvo horribles pesadillas y logró dormir, no sabía si era porque él le abrazó protectoramente todo el tiempo o por agotamiento. Trafalgar era como un imán para ella, le atraía sin poderlo evitar, quizás eso lo había heredado de Kid, eran tan obvios que no entendía por qué rayos se demoraron tanto en estar juntos, aunque sabía que ambos al ser tan orgullosos no querrían ceder el uno ante el otro, ella tampoco cedió fácil con Law así que los entendía un poco. La forma en que se dieron las cosas no fue la ideal, daba igual porque ellos no eran personas comunes así que era de esperarse…..en serio…. ¿Cómo rayos se le ocurrió decirle payaso a Kid el mismo día que le conoció? Rio un poco al acordarse de la cara de malas pulgas que había puesto el pelirrojo, actuaba como Law en todo momento, dándose cuenta de un detalle…. ¿Cuándo había empezado a querer imitarle en todo?.....La nodachi, el usar amarillo y negro en la ropa, el sombrero, la sonrisa burlona, la forma de pelear…..no lo había notado pero trataba de ser justamente como él. Una voz le hizo salir de su ensoñación.

-          ¿Oye, enana, estás bien?- no había nadie más que le llamara por ese mote….

-          Lo estoy, Kid, solo que hoy parece que no tengo el día para andar arreglando cosas- el pelirrojo hizo el gesto de alzar una ceja por la respuesta tan simple, ni una risita burlona ni sonrisas ladeadas, que extraño.

-          Lo he notado, solo veo chatarra tirada por todos lados, anda, vamos afuera a coger aire.

-          No me des órdenes, Kid- el chico sonrió un poco y negó con la cabeza, podrá tener algo pero seguía siendo igual de problemática y terca.

-          Sí, sí, lo que digas, mueve el trasero, enana.

-          Que te den, baka Kid- recogió su sombrero y los googles y caminó con el pelirrojo.

Ambos salieron a la cubierta y encontraron al moreno recostado en el barandal mirando el océano, al sentir pasos hacia él se volteó y sacó esa sonrisita suya, a ver qué barbaridad les soltaba ahora.

-          Espero que no estén conspirando contra mí o planeándome alguna otra sorpresa, aunque tengo que admitir que soy muy lindos cuando os ponéis en ese plan, fufufu- los taheños se sonrojaron hasta las orejas y comenzaron a gritarle e insultarle mientras el moreno reía como descosido.

-          ¿Es que nunca te cansas de joder, Trafalgar?

-          Fufufu, pues no, Eusstas-ya, es muy divertido así que mejor te acostumbras.

-          Si os vais a poner en plan meloso me largo, me basta con todos los corazoncitos que salen de Cavendish y la cosa verde que anda con él cuando están juntos- Kid no pudo evitar reírse por la cara asqueada de la niña y la forma de hablar de Bartolomeo.

-          Jajaja, la cosa verde, eres de lo peor, enana.

-          Fufufu, tengo a quienes salir así ¿No crees?- ambos adultos rieron por el comentario- ¿Law, qué mirabas?

-          El mar

-          ¿Te gusta?

-          ¿Qué clase de pregunta es esa? No podría ser pirata si no le gustara, enana.

-          Eusstas-ya tiene razón, es imposible pasar meses en el mar sin ver o pisar tierra de esa manera.

-          Mmmm….ya veo- Law tenía una idea de lo que pasaba por su cabeza, alzó en brazos a la pelirroja y la sentó en sus hombros, señaló hacia el frente.

-          Dime qué ves.

-          Agua- el chico rio por la respuesta tan clara.

-          ¿Y qué más?

-          ¿Ah? Pero si no hay más nada- el moreno giró la cabeza para verla con una sonrisa divertida- ¿Segura?- ella parpadeó sin entender y volvió a fijarse en el océano.

Seguía observando y se concentró en notar algo diferente. El cielo azul se reflejaba en el mar dándole una tonalidad igual de bella, estaba plano, ni una sola ola, parecía un espejo, un enorme e infinito espejo….escuchaba el sonido del barco navegar sobre él, era relajante y hasta hipnótico, el olor salado no molestaba, al contrario, deseaba seguir sintiéndolo. La brisa suave y acogedora que levantaba su cabello escarlata….. ¿Qué es esta sensación?.... No veía nada más que el océano, ni una isla, pero sabía que podía seguir avanzando a donde quisiera, cuando quisiera y como quisiera……ese horizonte mañana lo cruzaría y habría otro más adelante. Abrió los ojos sorprendida, miró a Law y sonrió grandemente, ya sabía lo que su padre quería decirle. Law le acompañó en el gesto y volvió a preguntarle.

-          ¿Dime, Erza, qué ves?

-          Veo….mi barco….a Mavis y a Levy….al resto de mis nakamas…..seremos los más fuertes, imparables….ni el Grand Line….ni el Nuevo Mundo podrán con nosotros…..seremos libres de hacer lo que queramos….

Tanto Law como Kid sonrieron con suficiencia, era igual de creída y egocéntrica que ellos, pero no tenían la menor duda de que la pelirroja cumpliría con lo que dijo, si era igual de cabezota que sus padres (en especial Kid) haría eso y más, a pesar de tener 9 años era fuerte….. ¿Cómo sería cuando creciera? ¿Qué usaría más….el Room de Law o el magnetismo de Kid, preferiría usar solo su nodachi para pelear? El pelirrojo pensaba en todas los posibles opciones, la verdad cualquiera estaba bien para él, solo quería que cumpliera sus metas y se volviera fuerte como ellos.

Erza seguía en los hombros del moreno, se recostó en su cabeza y le abrazó un poco. Ella no se caracterizaba por ser cariñosa, ninguno de los tres lo era en grandes cantidades, se dedicaban más en demostrar afecto con pequeños detalles. Law había tenido muchos con ella, incluso Kid cuando le enseñaba a controlar su habilidad y a mejorar con la mecánica, pero ella no había hecho nada por ellos, bueno, no aún, pronto estaría de vuelta con su hermanito o hermanita y evitaría que ellos la siguieran protegiendo como una bebé. No es que le molestara que se preocuparan por ella o la cuidasen, sabía que los padres eran así con sus hijos y después de ver a los otros daba gracias a no tener que aguantar a unos padres como Cavendish y Bartolomeo….dios de solo pensarlo se le erizaba la piel, no gracias, estaba más que feliz con su moreno sádico y su pelirrojo cascarrabias.

-          Oye, enana, Trafalgar, es casi hora de cenar así que mejor entremos que tengo hambre.

-          Espero que no hayan cocinado Heat-ya y Levy-ya- un escalofrío le recorrió la espalda a Kid, mierda que si volvían a incendiar el barco la iban a liar de verdad.

-          Fufufu, tranquilo Eusstas-ya, Penguin-ya y Sachi-ya se encargaron de la cena.

-          Menos mal.

Los tres entraron a la cocina y se encontraron con la escena que ya era parte de su rutina diaria. Un castaño y un peliazul estaban sonrojados hasta las orejas mientras su pequeña reía por lo bajito. Dos rubios se atragantaban con sus platos de espaguetis mientras Penguin los miraba azorado y trataba de que comieran más despacio. Jean Bart y Wire bebían y conversaban y Bepo hacía monerías para que las niñas rieran. Se sentaron juntos y cenaron con los demás entre historias, bromas y diversión.

-          ¿Law?

-          ¿Qué pasa, Erza?

-          ¿Hoy mis nakamas pueden dormir en el submarino con nosotras?- el moreno alzó una ceja por la extraña petición, aunque le convenía, así todos los niños estaban en el mismo lugar y Bepo los podría vigilar más fácil.

-          No veo por qué no, Bepo se encargará de ustedes.

-          Aye, Capitán- el oso saltó en su sitio alegre por poder estar con todos los pequeños.

-          Bien- las tres pequeñas sonrieron, con eso ya todo estaba casi resuelto.

Después de la cena salieron todos a cubierta y esperaron a los demás, los otros niños le dijeron a sus padres que estarían en el submarino con Bepo para jugar y se quedarían, a todos los adultos les pareció perfecto, les dieron las buenas noches y el oso los llevó a su habitación mientras los padres conversaban.

-          ¿Eh, Bepo, qué tal si jugamos a las escondidas?- el oso sonrió alegre por la idea de la peliazul.

-          Aye, aye, juguemos, juguemos.

-          Bien, tienes que contar hasta 100 para escondernos bien, cuando termines podrás buscarnos- Bepo asintió y se cubrió los ojos, los niños salieron de la habitación.

-          Lucy, Natsu, ustedes entretengan a Bepo- ambos asintieron a la orden de la pelirroja y corrieron a esconderse- Sting, Rogue, ustedes vigilarán que nadie nos descubra mientras nosotras hablamos con ese tipo- estando todos de acuerdo salieron rumbo al barco de Kid.

-          Erza, vamos a la bodega, debe estar ahí.

-          De acuerdo, Mavis. Levy, asegúrate de controlar tu fuego.

-          No te preocupes, estaré bien.

-          No os demoréis, les avisaremos si alguien viene, Sting, estate atento.

Las tres bajaron por las escaleras, estaba oscuro y el crujir de la madera aumentaba la tensión que ya sentían, abrieron la puerta de la bodega y se encontraron con Moria. Mavis recordaba haberle visto alguna vez, era uno de los que le gustaba hacer monstruos y bestias para los experimentos, era un hombre alto y con una risa jodidamente molesta, aunque no tanto como la del otro científico loco. El hombre, al verlas, abrió los ojos como platos y se encogió en su sitio, dios si ya tuvo suficiente con ambos capitanes…. ¿Qué le harían ellas? Erza frunció el ceño por la actitud tan cobarde pero le daba igual, en estos momentos solo le interesaba utilizarle, avanzó hasta tenerle en frente.

-          Vas a llevarnos de vuelta a la isla- Moria saltó en su sitio, la voz helada de la pelirroja más su mirada que fácilmente podría acuchillarle le daban un aspecto macabro, pero además ¿Volver a la isla? ¿Qué diablos estaban pensando? Luego recordó el tema de los otros bebés, debía de ser eso.

-          P-pero, ustedes no lograrán nada solas.

-          Eso no es de tu incumbencia, vas a hacer lo que te ordene y punto….- sonrió sádicamente y un círculo rojo se formó en su mano sacando su nodachi- o si lo prefieres….podría convencerte de otra manera, aunque quizás no sea muy placentera para ti fufufu- Levy y Mavis rieron por lo bajito detrás de la pelirroja, esot se iba a poner bueno.

-          ¡N-NO…E-ESPERA HARÉ LO QUE DIGAS!- la niña dejó de sonreír.

-          Bien, pero te diré algo.

-          ¿Q-qué cosa?

-          Si se te ocurre hacer algo te mato, si nos engañas te mataré igual, si nos atacas por la espalda te rebanaré tan lenta y dolorosamente que desearás nunca haber nacido y…si les pasa algo a nuestros hermanos….bueno…..mejor no te enteres de lo que te haremos fufufu.

A la mierda….no tenía opción….y no sabía por qué tenía el presentimiento de que no mentía…..solo tenía que guiarlas de nuevo a la isla y se iría, eso es todo, temblando asintió con la cabeza y observó como las tres sonreían macabramente….realmente habían creado unos monstruos. Le desencadenaron de la pared pero aún le mantuvieron las esposas de kairoseki, mejor prevenir. Salieron a la cubierta y se juntaron con los gemelos que revisaron de arriba abajo al prisionero dándole escalofríos, Natsu y Lucy les esperaban en un bote grande para todos ellos, subieron y zarparon, para cuando los padres notaran su ausencia ya estarían lo suficientemente lejos.

Bepo registraba cada rincón del submarino, al menos ya llevaba dos horas en eso, pero al no encontrar a ninguno de los niños comenzó a preocuparse, intentó olfatearlos y entró en pánico, no sentía el olor de ninguno, se asomó por la escotilla y volvió a olfatear pero nada, comenzó a temblar y a temerse lo peor.

Law conversaba con los demás piratas cuando sintió los gritos de su navegante, Bepo era algo atolondrado pero los gritos histéricos le hicieron prestarle más atención de la normal al igual que Penguin y Sachi. El oso entró en la habitación agitado con el terror marcado en sus facciones y balbuceando hasta que soltó un grito que heló a todos los presentes.

-          ¡¡SE HAN IDO!! ¡NO ESTÁN POR NINGUN LADO DEL SUBMARINO, NO LOS ENCUENTRO!- todos abrieron los ojos como platos y se quedaron estáticos.

Law fue el primero en reaccionar y salió a toda prisa rumbo a la bodega, abrió la puerta y estaba vacía, comenzó a pensar a toda prisa, por eso la niña le había pedido una pijamada, para aprovechar y salir a por los otros…. ¿Pero cómo se habían enterado? Sintió los pasos del pelirrojo a sus espaldas pero el moreno le ignoró olímpicamente y salió a cubierta molesto.

-          ¡PENGUIN, SACHI, REGISTREN EL SUBMARINO DE NUEVO, QUE CADA UNO BUSQUE EN SUS BARCOS, AHORA!- Ambos jóvenes salieron como alma que lleva el diablo hacia su embarcación igual que el resto de los piratas.

Bonney mandó a su tripulación a registrar su barco de arriba abajo pero nadie encontraba al pelirrosa, estaba entrando en pánico hasta que sintió una mano que apretaba la suya, miró a esa persona y se encontró con un Sabo que le miraba entre angustiado y hasta asustado, no era para menos, Bonney se había vuelto loca cuando escuchó al oso gritar que su hijo estaba desaparecido. Sólo faltaba su habitación, entró observándolo todo pero no le vio, fijándose mejor encontró un sobre su cama. Temiéndose lo peor, caminó lentamente y abrió el sobre, Sabo la vigilaba desde atrás y cuando la vio comenzar a temblar se acercó para leer que ponía la carta.

Mamá:

Lo siento por no decírtelo en persona, pero mis nakamas me necesitan. Regreso pronto, ya lo verás y lo haré más fuerte. Te quiero, Natsu.”

Sabo leía una y otra vez el papel, mocoso loco de los huevos….buscó a la pelirrosa con la mirada, ella se mantenía de pie frente a la cama sin decir ni hacer absolutamente nada, con cautela se acercó.

-          ¿Bonney?........ ¿Bonney, estás bien?- la chica se volteó a verle mortalmente seria dándole escalofríos.

-          ¿Te parezco estar bien? ¡¿LO PAREZCO?!

-          B-Bonney, c-cálmate.

-          ¿¡QUE ME CALME?! ¡LO HARE CUANDO EL IDIOTA DE MI HIJO APAREZCA! ¿¡DONDE ESTA NATSU?!

Bartolomeo escuchaba los gritos de la pelirrosa desde el barco de su pareja y su preocupación aumentó mucho más, de por sí Cavendish se puso histérico cuando Law mandó a registrar cada barco, había entrado y salido de cada cuarto al menos siete veces y la cara angustiada del chico era horrible para él. Cabage desesperado entró en su camarote rezando porque su princesa estuviera durmiendo en su cama, pero al encontrarla vacía solo sintió como su pecho pesaba aún más, sólo encontró una carta sobre las sábanas, la tomó en sus manos y prácticamente destrozó el sobre para leerla.

Otou-chan, otou-san:

Os escuché aquella noche hablar sobre los hermanos de mis nakamas…lo siento pero no pude ocultárselos, espero que me entiendan. No os preocupéis, estaré de vuelta pronto, lo prometo, los amo, vuestra princesita Lucy.

Oye, Hakuba, ya ves, esta mocosa solo me da problemas…..no podrás unirte a la fiesta pero te contaré con lujos y detalles toda la diversión jajaja. Cuando regrese seguiremos con lo nuestro, espérame, no tardaré mucho, Mirajane.”

El rubio sostenía la carta todavía pero de un momento a otro apretó el papel con fuerza y rechinaba los dientes, el peliverde al verle así trató de calmarle un poco. Un viento fuerte comenzó a mover los objetos del camarote, cada vez más fuerte y peligroso, el cabello de Cavendish flotaba con el vendaval, sus bucles rubios desaparecieron al igual que esa mirada hermosa y angelical que le caracterizaba, en su rostro salieron las facciones de Hakuba, aunque solo en la mitad de este.

-          Maldita mocosa, me las va a pagar, cuando la agarre se va a enterar- Bartolomeo retrocedió asustado, esa no era la voz de su rubio, esa era…… ¿Hakuba?..... estaba enojado, dios santo esto iba a ser peor de lo que se imaginaba.

-          Hakuba/ ¿Qué quieres, Cavendish?/ Los mataremos a todos…como se atrevan a tocar a mi hija….como se atrevan…..- el viento se volvió más fuerte y arrasó con toda la habitación, ambos seguían coléricos, a este paso nada les pararía.

-          ¡CAVENDISH, CAVENDISH, PARA YA, ASÍ NO LOGRARÁS NADA!- el chico reaccionó ante el grito y poco a poco Hakuba desapareció, el peliverde se acercó finalmente y abrazó a Cabage contra su pecho.

-          Mi niña…..mi…..

-          La encontraremos.

Ace subió al Moby Dick más rápido que una flecha, sus nakamas le miraban preocupados y sin entender que le puso así, hasta que Shirohige mandó a revolver cada rincón de su barco y que encontraran a los gemelos. Todos les llamaban y revisaban cada lugar, pero nada, ni rastro de ellos. Marco estaba en pánico y Ace el doble y además histérico, el último sitio que quedaba era el camarote que compartían ambos, el moreno prácticamente aventó la puerta y entró llamando a sus hijos, encontró algo sobre la cama y lo tomó entre sus manos.

-          ¿Ace….Ace qué es eso?

Jiji, otou-chan, otou-san:

Supongo que ya saben que zarpamos, no os preocupéis, estaremos bien, somos los hijos de los comandantes más fuertes y nietos del Yonkou más genial de todos, haremos valer nuestro nombre, lo prometemos. Regresaremos pronto, les queremos, Sting y Rogue.”

El moreno temblaba en su sitio y Marco asustado tomó el papel y leyó a una velocidad pasmódica las líneas…….No, por dios, que sea una broma….otra vez repetir lo mismo que en Marineford…..Salió de su ensoñación cuando sintió a Ace salir colérico de la habitación, le siguió tratando de calmarle pero eso era imposible, el anciano al verlos así preguntó que ocurría y el rubio le entregó la carta.

-          ¡Ace, cálmate!

-          ¡Y UNA MIERDA ME CALMO, MARCO! ¡MIS HIJOS NO ESTÁN POR NINGÚN LADO!

-          ¡Así no haremos nada, cálmate!

-          ¡NO ME JODAS, PHOENIX, MIS MOCOSOS ESTÁN EN QUIEN SABE DONDE CON UN SHICHIBUKAI Y VAN A DONDE ESTÁ EL DESGRACIADO DE AKAINU! ¿¡COMO QUIERES QUE ME CALME!?

Con cada grito el cuerpo del moreno se envolvía en llamas haciendo retroceder a los demás tripulantes, las explosiones no se hicieron esperar, el fuego era cada vez más descontrolado y grande, Marco se volvió fénix para controlar un poco la situación pero no lograba mucho. El Yonkou, aún con la carta en la mano dio un puñetazo al aire, haciendo resquebrajar el lugar donde estaba su puño y a los pocos segundos un enorme tsunami se formó avanzando sin piedad, menos mal que no había nada en esa dirección porque no quedaría ni el recuerdo…..

-          ¡YA BASTA, MOCOSOS!- el grito hizo reaccionar a la pareja- Portgas, ya fue suficiente, entiendo cómo te sientes pero si no te serenas no podrás salvarlos- Ace suspiró tratando de calmarse y asintió con la cabeza, se volteó a ver a su pareja.

-          Marco…..- el rubio sin dejarle decir más nada lo envolvió en sus brazos.

-          Está bien….todo estará bien.

Luffy observaba todo lo ocurrido y apretó los puños molesto, giró el rostro hacia el submarino, aún faltaban más gritos por escuchar.

Killer y Heat buscaban a sus parejas por el submarino, en el barco de Kid no encontraron a las niñas y con todo lo que pasó afuera tenían el pulso por los cielos.

-          Tengo un mal presentimiento, Killer.

-          No eres el único.

-          Solo quedan sus habitaciones, iré por Sachi.

El rubio abrió la puerta del camarote de Penguin y le vio de pie frente a una pequeña mesa, avanzó hasta quedar a su lado y ver que estaba haciendo, el chico le tendió una hoja y él la tomó, no sin antes notar que el chico estaba serio, demasiado para como era él normalmente.

Pen-chan, Killer-kun:

Gomene, ya sé que no querían meternos en esto pero….no iba a dejar que lastimaran a ese bebé como lo hicieron conmigo, voy a protegerlo siempre empezando ahora, como ustedes hicieron conmigo. Espérennos, pronto estaremos los cuatro juntos, los quiero, Mavis”

Killer dejó la hoja en la mesa con un nudo en la garganta, en toda su vida no había estado tan preocupado, nervioso, temeroso….como en este instante, en menos de diez minutos su vida dio un vuelco y no de los hermosos que te cambian la vida como cuando se enteró de la existencia de Mavis. Pero debía calmarse, alguien tenía que hacerlo.

-          Penguin……Penguin, háblame.

-          ¿Qué quieres, Killer?- al chico se le erizó la piel, el morenito nunca…..JAMÁS….le había hablado así.

-          ¿E-estás bien?- Penguin se volteó a verle y Killer retrocedió un paso, la mirada afilada de esos orbes azules cargados de ira y ganas de asesinar le daban escalofríos y esa gorra solo ensombrecía su rostro dándole un aspecto aún más macabro, esperaba gritos y maldiciones, sin embargo el chico hablaba calmadamente.

-          ¿Te parezco bien, Killer?

-          N-no, p-ero……

-          Killer…..cierra la boca….

-          ¿P-Penguin…..en serio eres tú?......- Killer no sabía cómo enfrentarse a esta faceta de su pareja, solo guardó silencio y esperaba que no hiciera ninguna locura. El morenito notó el nerviosismo de Killer y suspiró, dejó caer su cabeza en el fornido pecho de su pareja y sintió como le rodeaba con los brazos.

Sachi caminaba de un lado a otro en su camarote, lanzando maldiciones e calumnias al aire, Heat entró a la habitación y le observaba detenidamente, conociendo el carácter del castaño era mejor esperar a que se calmara un poco pero ahora no tenía ese tiempo.

-          Sachi…- el nombrado le miró alterado y con los ojos temblorosos, dándole muy mala espina al peliazul.

-          Se ha ido- Heat abrió los ojos como platos al mismo tiempo que su corazón quería salir de su pecho del miedo que le invadía- Solo….dejó esta carta- el chico la tomó en sus manos y la leyó.

“Sachi-kun, Heat-san:

No estoy molesta con ustedes por ocultarme la verdad, supongo que no querían que recordara todo lo que pasé en ese lugar, pero me importa lo mismo que un pepino eso, no permitiré que lastimen a mi hermanito, primero los incineraré a todos. Sachi-kun, ya sé que siempre me dices que tenga cuidado con el fuego, lo siento pero esta vez te desobedeceré, pero es por una buena razón. Cuando regrese nuestra familia será más grande, eso me hace muy feliz….los amo mucho, Levy”  

Heat se recalcó a la pared y se talló el rostro desesperado….¿Cómo se le ocurre hacerles esto? Ella se llevaría el regaño de su vida cuando el castaño la encontrara. Sachi…..el peliazul volvió a fijarse en él y aún seguía moviéndose e insultando a quien sabe que….pero ahora estaba más enojado.

-          Sachi…..

¡¡BAAMMB!!

Heat saltó en su sitio ante el estruendo y al buscar la fuente encontró una enorme abolladura en la pared del submarino, abrió los ojos como platos….el castaño había golpeado la pared con tanta fuerza que casi hacía un hueco, la mano del chico soltaba un poco de sangre, pero le valía lo mismo, al menos con eso había descargado parte de su furia y respiraba agitado pero más calmado. El peliazul se acercó y le abrazó desde atrás en silencio, no había nada que decir.

Law sabía que la niña no estaba en el submarino, así que ni se molestó en ir a revisar, con Kid revisaron cada sitio de su barco y como era de esperarse no la hallaron, el pelirrojo entró en su camarote y encontró como los demás una nota para ellos, Law iba a su lado y decidió que era mejor que él la leyera.

“Para Law y el baka Kid:

¿En serio creían que no me enteraría? Menudos idiotas….sois pésimos para ocultar las cosas y  no es la primera vez que os pillo….pero….esta vez entiendo sus razones, aun así… eso no me va a impedir salir a rebanar a esos cabrones por atreverse a tocar a mi familia. No soy una cría débil y lo voy a demostrar cuando regrese con todos mis nakamas y mi hermano….o hermana….En caso de que nos sigan ya para cuando lleguen no quedarán ni las cenizas de ese lugar, ya lo veréis fufufu….Bueno….espérenos, pronto estaremos de vuelta….Erza”

-          Si será…..

-          ¿Law?- el pelirrojo estaba atento a las facciones del chico, Law estaba enojado…bastante….leyó la carta y con la primera línea frunció el ceño….¿En serio….baka Kid? Pero con el resto de la carta se le fueron las ganas de decir algún comentario.

El moreno salió del camarote a la cubierta del barco, caminaba a toda velocidad y apretaba la nodachi hasta tener los nudillos blancos…..maldita enana…..Law pensaba a tope, con Akainu en esa isla las posibilidades de que ganaran eran nulas, ni siquiera sabían a quien se enfrentaba y salieron como si nada….histérico sacó su espada de su funda e hizo un corte al viento para serenarse y descargar adrenalina, el mar se dividió a la mitad hasta donde alcanzaba la vista…..dejando a Kid que estaba detrás tragando en seco y con los ojos desorbitados, él también estaba colérico, pero si usaba su habilidad los barcos se irían al caño, en especial el de Law, solo pudo morderse los labios a apretar sus manos. El moreno respiraba agitado pero visiblemente más relajado, todos los demás llegaron junto a ellos con las mismas caras enojadas y tensas, Law se volteó a verles con una mirada helada.

-          A la mierda los planes, zarpamos ahora mismo.

Notas finales:

Buajajajaja!! Empezó lo buenooooo


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