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El bote navegaba en silencio, Moria observaba las caras de los niños confundido…. ¿Qué no querían buscar a los otros? ¿Por qué esas caras deprimidas ahora? Hasta la pelirroja mantenía la vista en el océano y evitaba contacto con el resto, hasta que uno rompió el silencio.
- ¿Saben que cuando regresemos nos van a matar, cierto?- los pequeños se voltearon hacia el pelirrosa y algunas risitas se escucharon- Al menos mi madre me molerá a hostias- un aura deprimida salía desde su nuca.
- Los míos deben estar preocupados, espero que no pase nada, incluso Hakuba debe estar molesto, Mirajane y él se divertían juntos, ella no le dejaría una carta si no fuese el caso- los gemelos se miraron entre ellos y suspiraron.
- A nosotros nos matarán seguro……jiji nos dijo que nunca le ocultásemos nada a la familia y siempre contásemos con ellos…..sólo espero que no esté decepcionado, ni él, ni nuestros padres……otou-chan debe estar incendiándolo todo.
- Mierda, Rogue, no seas pesimista- le tomó por un hombro y le sonrió- Ya verás cuando regresemos victoriosos las caras que pondrán.
- Sí….caras de querer matarnos por el infarto que deben estar teniendo ahora, idiota- Sting se quedó en silencio imaginándose a un viejo mirándolo molesto, a un Marco de brazos cruzados fulminándolo con esos orbes azules y a un Ace colérico gritándole y sacando fuego de su boca……de puta madre….la que les esperaba, rio con nerviosismo mientras se rascaba la nuca.
- ¿Chicas…y ustedes?- Lucy notó que las demás no habían hecho ningún comentario al respecto. Mavis le miró.
- ¿Nosotras qué, Lucy?
- Bueno, hemos notado que llamas a sus padres por sus nombres….no entiendo por qué lo hacéis, son vuestros padres de verdad, no son adoptadas como nosotros, tienen su sangre y para qué hablar del parecido físico y de carácter….. ¿Por qué no les dicen otou-chan y otou-san?
Las tres observaban a la rubiecita y parpadeaban sin poder responder, es que no tenían excusas y nunca lo habían pensado, ellos tampoco habían dicho nada sobre eso….. ¿Quizás para no presionarlas? Suena muy a ellos……Mavis y Levy suspiraron.
- No lo había pensado antes, me pregunto qué caras pondrán Killer-kun y Pen-chan cuando se los diga.
- Mavis, que mala eres, aunque creo que Heat-san se derretirá si lo hago, jajaja, y Sachi-kun se pondrá feliz.
Los niños seguían conversando y contando las expresiones que pusieron los demás padres cuando los llamaron así, las risas comenzaron cuando Lucy dijo que Bartolomeo lloró de felicidad y que Marco le propuso matrimonio a Ace que casi se desmaya esa noche. Erza no participaba en la charla, seguía mirando el océano pero analizaba si debía o no hacerlo……No creo que les moleste pero no somos como las demás familias, aunque Law y Kid son bastantes mimosos cuando estamos a solas la verdad, no pierdo nada con probar pero…..mierda, que vergonzoso, joder……Law va a burlarse de mí el resto de mi vida….. Mavis reía por el ceño fruncido de la pelirroja, su onee-san era demasiado cabezota y orgullosa a veces.
El sol comenzaba a asomarse sobre el océano, gracias a la corriente marina y el viento a favor habían avanzado lo suficiente como para estar cerca de la isla, también el poco peso del bote ayudaba mucho. Levy hacía cálculos según la información que le dio el shichibukai y anunció que en unas horas llegarían a la isla.
- Más te vale no andar con jueguecitos que no estoy de humor- y realmente no lo estaba, Erza se había pasado la noche en vela pensando en sus tontos padres, las ojeras en su rostro la hacían verse igual a Law y Mavis se burlaba de ella, ganándose gruñidos y un “cállate” por parte de la pelirroja.
- L-Lo estoy, estoy seguro, es la única isla en esta zona.
- Bien, cuando desembarquemos nos mostrarás como entrar sin armar un alboroto, deben haber aumentado sus defensas.
- ¿No saben contra quien van a luchar, verdad?- la pelirroja le miró y con una sonrisa de superioridad le contestó.
- Me importa una mierda, que se lo hubiese pensado antes de meterse con mi familia.
Moria abrió los ojos como platos por la respuesta de la niña, los demás comenzaron a reírse y los miraba azorado, no tenían idea de a quien le habían declarado la guerra ni lo que estaban provocando. Finalmente llegaron a la costa, escondieron el bote en unos matorrales y se adentraron en un bosque.
La isla no era inmensa, estaba rebosante de bosques frondosos con árboles verdes, amarillos y anaranjados. Montañas tupidas de vegetación y se notaban grietas que podrían ser entradas de cuevas., el clima era templado y agradable. La isla era muy hermosa a simple vista, un perfecto lugar para relajarse y estar alejados de todos, claro si no sabías que en su interior había un laboratorio lleno de personas que son torturadas a diario por unos desgraciados.
Se adentraron en el bosque, era una lástima desperdiciar semejante paisaje pero no tenían el tiempo ni el humor para eso. Avanzaron hasta llegar a la entrada de una cueva y se sentaron a escuchar como el shichibukai les explicaba las rutas más fáciles para entrar al edificio, como evadir a los guardias y llegar al laboratorio principal que era, probablemente, donde estuvieran los bebés.
- Escuchen, tienen a favor que no son usuarios de akuma no mi, el agua no les afectará ni el kairoseki, pero toda la construcción está hecha de piedra natural antigua, solo hay metal en los laboratorios así que el magnetismo no funcionará a menos que estés en uno, lo ideal sería que usen haki para detectar a los soldados y moverse más rápido.
- Con eso será suficiente, andando.
- ¿Eh….y yo qué?- Erza se volteó a ver a Moria.
- Tú……haz lo que quieras, ya no te necesitamos.
Con la misma los niños se fueron y dejaron al hombre aun con las esposas y en medio del bosque. El hombre los observó irse algo sorprendido de que no le matasen, bueno eran niños al final y se notaba que a pesar de ser rudos no eran asesinos, no aún.
- Al menos estoy vivo…..ahora…solo debo salir de aquí….
- Me temo que eso no será posible…..Moria- el aludido tembló al reconocer la voz y poco a poco se fue volteando para enfrentarse a su peor pesadilla.
- A-A-Akainu…..p-puedo explicarlo- el almirante alzó una ceja y agarró por el cuello al hombre que se retorcía por la presión que ejercían sobre él.
- Fuiste útil bastante tiempo, Moria, debo agradecerte por traerme de vuelta a los engendros….pero ya no me eres necesario.
Su brazo comenzó a volverse lava y avanzaba desde el hombro con rapidez acercándose a la mano, irradiando un calor de los mil infiernos. Moria comenzó a gritar cuando la lava llegó a su cuello y a los pocos minutos, su cuerpo se desprendió completamente y cayó al suelo, de la cabeza no quedaban ni las cenizas, fue derretida….. Akainu volvió a la normalidad y sonrió siniestramente.
- Bien, bien, ahora por donde se habrán ido, pequeñas escorias.
Lucy sintió un escalofrío recorrerle la espalda y se giró a ver si ocurría algo detrás de ella pero no vio nada, Natsu se situó a su lado y tomándola de la mano le preguntó si todo estaba bien, pero al notar que la rubiecita aún no reaccionaba apretó su mano y cuando obtuvo su atención le sonrió cálidamente, calmando a la niña al instante y regresando con los otros.
Llegaron a una de las entradas de las que les habló Moria, a simple vista solo era una montaña con muchos árboles y arbustos, pero justo en la parte donde conectaba con el suelo había una pequeña entrada cubierta de plantas y enredaderas frondosas, ocultándola a la perfección. Los niños entraron y caminaron despacio hasta llegar a un pasillo con algunas luces…..
Esas luces….ellos las conocían bien, al igual que esos pasillos, grises y hechos de piedras pulidas propias de la misma montaña. Vieron algunos marines patrullando el lugar, no eran muchos, si acaso diez, podían ganarles fácilmente. Erza levantó su mano y atrajo sus armas dejándolos totalmente indefensos mientras Mavis y Levy los noquearon con las técnicas que les enseñaron sus padres, los demás estaban impresionados, ya sabían que eran las más fuertes pero habían mejorado muchísimo.
Bien, habían pasado por una de las puertas sin que sonara ninguna alarma, si seguían así todo saldría a la perfección. Otro pasillo y más soldados, esta vez fueron los gemelos quienes les derrotaron con su haki, Rogue envolvió a varios en una ola de oscuridad que al instante cayeron inconscientes, Sting con su luz, al tocar a los soldados les dejaba una marca y caían noqueados sin ni siquiera poder levantar sus armas, al ver las caras curiosas de sus nakamas les explicó.
- Como mi luz purifica lo que toco puedo usarla para atacar, no hay nadie puro en este mundo pero si la persona que toco es buena no le hará daño….como ven…..este no era el caso.
Sus amigos asintieron conformes con la respuesta, pasaron de largo los cuerpos y pasaron por otra habitación, luego otra, y varias más.
- Menudo aburrimiento, son solo tipejos de pacotilla….ni siquiera sirven para entrenar- el pelirrosa se quejaba después de haber peleado con unos marines, apenas usó su haki, solo pura fuerza bruta y eso fue más que suficiente, Lucy reía divertida por los mofletes hinchados del niño, en realidad en cuanto salió Mirajane para luchar junto a Natsu tampoco fue muy necesario usar algo más que un par de puñetazos y patadas contra ellos.
- No te quejes, tonto, no nos conviene llamar la atención, piensa en que cuando tengamos a los bebés será más complicado luchar porque hay que protegerlos.
- Mmmm…..lo sé……pero igual son unos debiluchos.
Los demás rieron dándole toda la razón pero era algo preocupante, todo había sido fácil….demasiado fácil….y todos lo habían notado….excepto Natsu….. pero él era una excepción……Mavis observaba cada rincón, cada pared, inclusive el suelo buscando algo que dijera “peligro”, pero nada, estaba la posibilidad que todos se hubiesen lanzado al mar buscándolos entre navíos piratas o islas, si enviaron a Moria podrían haber hecho lo mismo con los otros y sólo dejar los imprescindibles custodiando el edificio.
Finalmente, una puerta metálica quedó frente a ellos y la pelirroja sonrió con suficiencia, levantó su mano y con solo mover un par de dedos la puerta comenzó a rechinar, el metal se torcía y los tornillos caían al suelo uno por uno, ella no dejó que la puerta cayera, solo la apartó a un lado evitando ruidos innecesarios. Entraron al laboratorio.
Estaba completamente iluminado, mostrando mesas llenas de papeles, utensilios quirúrgicos, tarros con todo tipo de órganos desde ojos hasta un cerebro. Los niños miraban todo con los ceños fruncidos y hasta asqueados, el olor tampoco era precisamente agradable. Comenzaron a buscar algo que les indicara donde podrían estar los infantes hasta que Levy habló.
- Ahí están
La peliazul señaló unos tarros inmensos, llenos de algún tipo de líquido verdoso burbujeante, habían varios, eso aumentó la curiosidad de los niños….¿No eran solo tres?.....En uno habían dos pequeños, asumieron que eran gemelos pero apenas podían definirlos por las burbujas, justo al lado había otro bebé pero estaba solo.
- Aquí hay tres pero no sabría decirles si son vuestros hermanos- Lucy trataba de ver si alguno era parecido a sus nakamas pero nada.
- No hace falta…..ya los encontramos.
Erza estaba de pie frente a uno de los tarros observando una diminuta figura, una ligera sonrisa se formó en su cara. Mavis y Levy estaban iguales, observando a sus hermanitos con unas enormes sonrisas.
- No puedo verlo bien, mooooo quiero ver si es como Sachi-kun.
- Tranquila, Levy. ¿Erza, cómo los sacaremos de aquí?- Mavis reía por la cara de la peliazul pero lo primero era tenerlos en brazos.
- Podría intentar usar el ROOM de Law- sus amigas abrieron los ojos.
- ¿Puedes hacerlo? Creía que solo podías guardar cosas en un sitio y el magnetismo.
- Puedo intentarlo- la pelirroja abrió su mano formando un círculo rojo dejando atónitas a las otras- RO……
- Shuororororo….. ¿Pero qué tenemos aquí?
Los siete se tensaron hasta la médula, esa voz, esa risa tan molesta, era imposible no reconocerla…..el científico que se divertía con ellos torturándolos hasta hacerlos gritar de rabia e impotencia…..Caesar Clown, pero otra figura se encontraba a su lado.
- Así que habéis vuelto, al parecer heredaron el poco cerebro de los piratas.
- ¿Y tú quién eres?- Erza se puso en guardia, Mavis sacó sus cuchillas y Levy estaba a punto de incinerar al que se moviera.
- El Almirante Akainu, deberíais agradecerme, si no fuera por mí no estarían vivas.
¿Vivas? Si será desgraciado…..crear a niños para convertirlos en asesinos no es vida para nadie. Levy, colérica, le lanzó una bocanada de fuego al almirante, al desvanecerse las llamas no vieron al sujeto, pero…..una masa de lava comenzó a tomar forma y Akainu volvió a estar frente a ellos como si nada hubiese pasado.
- Si el fuego de Portgas D. Ace no pudo conmigo el tuyo mucho menos lo hará- los gemelos reaccionaron ante el nombre de su padre.
- ¡¿Y TÚ QUE SABES DE NUESTRO PADRE, COMO SABES QUE USA FUEGO?!- el hombre se volteó hacia los gemelos y alzó una ceja.
- Así que Portgas los adoptó……si es que la escoria solo recoge escoria al final- los niños se enojaron y se envolvieron en su haki.
- ¿TÚ. A. QUIEN. CREES. QUE. LE. DICES. ESCORIA? ¡NO TE ATREVAS A DECIRLE ASÍ A NUESTRA FAMILIA!- ambos se lanzaron contra Akainu pero éste enterró su puño en el estómago de Sting y el otro en el rostro de Rogue, cayendo al suelo totalmente noqueados, el almirante los tomó de los cabellos y se giró a ver a Caesar.
- De estos me encargo yo, los demás son tuyos….enséñales qué pasa cuando me hacen enojar- Caesar sonrió con suficiencia y llenó la habitación de gas, haciendo toser al resto de los niños y viendo como caían uno a uno desmayados mientras Akainu salía arrastrando a los gemelos.
Natsu despertó al sentir como le lanzaban un balde agua helada encima, se sentó de golpe y observó donde estaba. Solo era un lugar poco iluminado, había cinco o seis hombres pero antes de poder hacer algo lo lanzaron a una tina con agua. Al estar amarrado, tanto los pies como las manos, no podía moverse y solo se retorcía tratando de zafarse y salir, sintiendo sus pulmones arder por la falta de oxígeno. Uno de los hombres lo sacó y le golpeó en el estómago, dejando al pelirrosa jadeando en el suelo mientras otros le pateaban con fuerza. Luego, le agarraron del cabello y hundieron su cabeza en la misma tina, una, y otra, y otra vez…..cada vez que se desmayaba le lanzaban agua o le golpeaban para que despertara por el dolor.
Aun así, el pequeño cada vez que podía, mordía a los hombres o les daba cabezazos, lastimándose su frente y soltando sangre que bajaba por todo su rostro, sus ojos azabaches desprendían ira y ganas de quemarlos a todos pero no podía hacer fuego al estar tan calado de agua, igual no se iba a rendir, un pirata no cedía ante el peligro….y mucho menos Jewerly Natsu.
En otra parte del edificio, lleno de gases venenosos que ni siquiera el hombre más fuerte podría soportar, estaba Lucy, o más bien, Lucy y Mirajane. Ambas peleaban como podían contra varios soldados fornidos, los desgraciados usaban máscaras de gas, haciéndolos inmunes al aire tóxico de la habitación mientras “las dos” pequeñas luchaban por mantenerse en pie. Sus pulmones ardían, sentía el cuerpo adormecido y adolorido, su sangre burbujear dentro de su cuerpo y el sabor metálico en su paladar, comenzó a toser y escupió sangre. Rechinó los dientes enojada, Mirajane estaba colérica y Lucy apenas podía controlarla, tenía alucinaciones y veía monstruos que ni en sus peores pesadillas había visto antes, estaba llegando a su límite, ni siquiera podía diferenciar la realidad de sus delirios.
Su instinto le gritaba que dejara a su parte demoniaca tomar las riendas, y su cerebro aceptó la orden ante su cuerpo cansado y debilitado por tantos golpes y el veneno. La mitad del rostro que ocupaba la rubiecita se transformó…..ahora era Mirajane quien mandaba…..pero…..ella ya no era la misma demonio…..sus ojos comenzaron a llorar sangre y un hilillo caía desde su boca. Empezó a reír maniáticamente, asustando a los hombres que retrocedieron al verla. Ella avanzó con parsimonia, irradiando un aura asesina, como si hubiese salido del mismísimo averno. Unas alas negras de murciélago salieron de su espalda y al estirarlas se lanzó sobre los soldados, ahora era su turno de divertirse.
Los gritos aterrorizados se escuchaban en el pasillo, Mirajane con sus manos, que se habían vuelto garras afiladas como cuchillas, desgarraba a uno de los sujetos, sacándole los órganos que encontraba y salpicando sangre como si jugara con agua, luego se lanzó sobre otro, arrancándole la cabeza de un tirón, la tomó en su mano y luego la lanzó al suelo, aplastándola con su pie, dejando una alfombra de sesos y huesos rotos en el suelo. A otro lo atravesó de lado a lado, al siguiente lo cortó a la mitad con sus uñas, y así, uno detrás de otro, fue masacrándolos a todos, carcajeándose cada vez más, consumiéndose en la locura.
Rogue despertó con un terrible dolor de cabeza….se llevó una mano a la nuca sobándola un poco para sentirse mejor, miró a su alrededor pero estaba a oscuras, como si no tuviese los ojos abiertos…..eso no era bueno…..y además…..estaba solo…..
Tragó saliva y con temor se levantó del suelo, debía encontrar a Sting. Comenzó a andar despacio y muy atento a cualquier ruido, ni siquiera veía el maldito suelo….usaba sus manos de apoyo para no chocar con nada y trataba de ubicar algún objeto: una pared, un árbol, lo que fuera…..pero solo era un camino, largo y silencioso. Era el momento perfecto….
- Vaya, mocoso, de nuevo a oscuras, esto me es muy familiar…..¿no crees que es demasiada coincidencia?
Ignoró la voz y continuó su camino, no caería en esas vagas provocaciones, solo debía seguir, el idiota de su hermano seguro andaba como pollo sin cabeza buscándolo por todos lados….a veces era demasiado dependiente de él…..pero de nuevo esa molesta voz.
- Lo sabes, niño, no puedes escapar de esto, nadie vendrá por ti- el pequeño detuvo su andar.
- Te equivocas….y lo sabes….ellos vendrán…..mi familia vendrá por nosotros- la sombra guardó silencio y él sonrió triunfante.
Tanto silencio era agonizante, lo odiaba, ya se había acostumbrado a las risas y voces del barco, a la música vibrante y al sonido de los pies danzando en la madera, lo extrañaba demasiado. Sabía que esto era una mala idea......no…..era una pésima idea….pero no podría convencer a sus nakamas y los comprendía, pero no se imaginó terminar de nuevo en el jodido laberinto en el que lo torturaban tanto antes.
Escuchó un ruido y se tensó hasta la médula, no podía luchar si no veía ni su nariz....¿Qué rayos iba a hacer? Echó a correr con la esperanza de que si alguien o algo lo seguía perderlo en la carrera. Avanzó y avanzó hasta que el cansancio le obligó a detenerse y prácticamente dijo en un susurro.
- ¿Sting, donde estás….dónde estás, hermano?
Mientras tanto, en el otro extremo del laberinto, Sting peleaba contra unas bestias enormes, con colmillos del tamaño de su cabeza y garras que si solo le rozaban lo dejarían como rodajas de carne. No tenía tiempo para esto, ya conocía este mecanismo, de seguro Rogue andaba volviéndose loco con esa sombra que le sacaba de sus casillas, tenía que ir por él. Con su haki golpeó a su enemigo y salió corriendo buscando alguna abertura hacia la zona oscura, pero no sería tan fácil, esta vez había más bestias, más fuertes, más peligrosas.
Sting chasqueó la lengua molesto, sabía cuáles eran sus límites y sin su hermano cerca apoyándole no tenía muchas oportunidades de derrotar a todas y cada una de esas criaturas. Por eso, solo se concentraba en encontrar a su gemelo y huir de todos los que pudiese, sin embargo, no todo sale como se planea.
Algo parecido a un lobo salió de la nada situándose justo enfrente de él, el niño apretó los puños y se puso a la defensiva. La bestia se abalanzó sobre Sting dispuesta a devorarlo pero el niño le esquivó y aprovechando el momento pateó fuertemente la zona de sus costillas y luego con su puño envuelto en luz le dio de lleno en la cabeza. Viendo como caía al instante volvió a salir corriendo sin esperar un segundo.
Más peleas, más monstruos, más esfuerzo…...más heridas y desespero…..estaba cansado, ya había derrotado a doce malditos bichos y aún no encontraba a Rogue. Sus ropas estaban rasgadas, lleno de arañazos desde sus piernas, pecho, espalda, brazos, inclusive el rostro. Su cabello rubio teñido con su propia sangre, jadeaba por el solo hecho de tener que dar un paso. No podía más….cayó de rodillas al suelo y sintió como las bestias le acechaban, esta vez eran cuatro, caminando a su alrededor gruñendo y salivando ante la carne fresca que tenían delante.
- Rogue……- con sus últimas fuerzas gritó lo más fuerte que pudo- ¡¡ROOOOOOGUUUEEEEEEEE!!- antes de caer al suelo solo escuchó los rugidos de los monstruos y vio sus sombras acercándose.
Rogue escuchó el grito desesperado de su hermano y siguiendo el sonido corrió a toda velocidad encontrando la salida de la zona oscura, viendo al instante los árboles y el suelo. Escuchó gruñidos y rugidos, entrenado en pánico siguió la dirección de esos sonidos, llegando al sitio y quedando helado con la escena.
La garra de uno de los monstruos estaba en la cabeza de Sting, el charco de sangre alrededor del niño se agrandaba cada vez más y los cabellos no dejaban ver su rostro, ni siquiera sabía si respiraba o no…..no sentía ni su presencia…..Rogue comenzó a hiperventilar…… las lágrimas salían d sus ojos.
- S-Sting….Sting……¡STING!
- Tu hermano ya no está, niño….
- No, no, no, no, no…….- las bestias comenzarlo a rodearle, otra presa había llegado.
- ¿Dejarás que te devoren? Ellos asesinaron a tu hermano, mocoso, véngate- Rogue se llevó una mano al pecho y cayó de rodillas ahogándose en sollozos- Estás solo……completamente solo….ya no te queda nada, niño…..ríndete.
¿Por qué no? No sabía si le iban a encontrar, creía que su hermano estaba muerto, sus nakamas podrían estar igual o peor……no le quedaba nada…..Akainu observaba todo desde un ventanal, sonriendo al ver su nuevo juguete.
- Tú ganas……mi cuerpo…..es tuyo….- Rogue habló….y la sombra rio maniáticamente.
Un aura negra y sombría emanaba de su cuerpo, sus azabaches ojos se volvieron rojos como la sangre, marcas negras que parecían tatuajes se apoderaron de su piel, cubriéndole el pecho, los brazos y hasta el rostro. Su cabello se alzó y solo caían dos mechones, uno a cada lado. Su rostro serio y hasta angelical se deformó en una sonrisa macabra y llena de perversidad…..Rogue……había desaparecido…….
Mavis caminaba, sintiendo el suelo arenoso bajo sus piecitos descalzos. De la ropa apenas quedaba la blusa a medias y sus jeans solo le cubrían hasta media pierna. Sus ojos le molestaban, el polvo le hacía daño y cada dos segundos se los tallaba, teniéndolos ya enrojecidos. Esos cabrones se habían desquitado bastante….pero no estaba tan mal, un par de golpes y moretones, no tenía huesos rotos así que no fue tan terrible, el problema era lo que tenía enfrente.
La habían tirado en medio de un terreno circular….no había ningún tipo de vegetación alrededor, solo algunas rejas….que daban a jaulas….era un coliseo pequeño. Alzó su mirada y encontró varias ventanas….la estaban observando….ella era el entretenimiento del día….como en la antigua Roma, solo que no era una guerrera y no sabía a qué abominación se iba a enfrentar. Las jaulas se abrieron y Mavis se puso en guardia….otro detalle que había dejado pasar….no tenía con qué defenderse….ni un cuchillo siquiera. Frunció el ceño ¿y ahora qué?
Unas pisadas fuertes resonaron y la niña abrió los ojos como platos. Era una cosa enorme….de ojos amarillos que irradiaban muerte, cuerpo robusto y escamoso, un reptil gigante y hambriento. Mavis echó a correr, pero no tenía donde ocultarse y por más rápida que fuera aquella criatura le perseguía. Escuchó entonces risas, lo estaban disfrutando esos tipos….apretó los dientes molesta, la iban a pagar en cuanto saliera de ahí y muy caro. Algo cayó al suelo y su mirada enfocó un brillo metálico….un arma….perfecto. Corrió rápidamente hacia el objeto y lo tomó en sus manos, sonrió con malicia y se volteó a ver a su enemigo.
- Veamos que tanto puedes aguantar ahora imbécil.
No hizo falta esforzarse mucho, clavó el cuchillo en la garganta del reptil y se deslizó a un lado, cortándolo de lado a lado, cayendo al instante sin vida. Ella se alejó y miró a los científicos con una sonrisa triunfal….pero algo le decía que no duraría mucho….
Otra jaula se abrió y esta vez, salieron dos reptiles iguales al anterior. Ella ágilmente se trepó encima de uno y volvió a cortarlo, pero el otro aprovechó y logró lanzarla con su cola contra el suelo….se levantó tosiendo un poco de sangre y volvió a la carga, girando el arma en círculos y cortando cada pedazo de piel de su presa. Ambos cayeron al suelo y la pequeña jadeaba por el esfuerzo.
Otros sonidos, más de esos se acercaban, esta vez tres. El rostro de Mavis pasó a ser uno de resignación mezclado con tristeza, a este ritmo no duraría muchas más rondas y habría fallado en salvar y proteger a sus nakamas y a su familia, pero todavía estaba viva, apretó el cuchillo y observó a sus enemigos con tanta seriedad que no parecía ella.
- Soy la hija del Guerrero Masacre y del segundo al mando de una de las tripulaciones más fuertes…..ni siquiera sueñen con que me rendiré tan fácil….es más…..la única forma en que eso pase….es que me maten.
Unas correas sujetaban sus manos y pies, trataba de zafarse pero eran demasiado fuertes, la mesa sobre la que estaba era fría y lisa, dándoles escalofríos. Ella conocía esto….Levy entró en pánico, no otra vez, no quería que le torturaran de nuevo. Una puerta se abrió, pasos, varios médicos, o más bien intentos de humanos vestidos de médicos le observaban divertidos.
- Ha pasado tiempo, lanzallamas, espero que hayas disfrutado tus vacaciones, porque serán las primeras y últimas que tendrás.
Levy apretó los dientes y las correas con sus manos, haciéndolas crujir, los hombres alzaron una ceja y sus sonrisas se acentuaron más, haciéndole presagiar que lo que pasaría iba a ser peor de lo que esperaba. Uno de ellos tomó un escalpelo, pasando sus dedos por el borde filoso con parsimonia.
- ¿Sabes, querida? Nos han permitido….divertirnos un poco más contigo.
Levy abrió los ojos al ver el brillo metálico pasearse cerca de su abdomen y tembló. El sujeto sonrió y de un segundo a otro lo clavó en esa zona, arrancándole un grito a la peliazul. Otro tomó la misma herramienta, pero se dedicó a cortar la parte interior de sus bracitos en una línea profunda y recta, los gritos eran agonizantes.
- Ooohh….¿qué pasa, no qué habían regresado más fuertes? No lo parece JAJAJAJA
La niña dejó de gritar…..cierto…..sí se había vuelto más fuerte, se mantuvo en silencio y por más cortes que le hacían no pronunciaba ningún sonido, ni siquiera lloraba, no les daría el gusto. Los hombres apretaron los puños enojados, así que quería jugar rudo….bien…..
- Busquen el fierro….y que esté más que hirviendo.
¿Fierro…Qué? Dejaron de cortarla, se estaba impacientando y la espera sólo le hacía tener miedo. Unos minutos después vio como alguien entró con algo en la mano, algo que emitía una luz anaranjada en la punta y tenía una forma particular en la punta…..¿el sello de la marina? El hombre tomó el objeto.
- Veamos si con esto seguirás igual de calladita.
Y lo estampó en su estómago…..esta vez un grito desgarrador retumbó por todo el lugar junto a las risas de los adultos. Justo en su estómago, aun chirriando el metal caliente con la piel, habían dejado la marca de la marina, el olor de la carne quemada y la sangre saliendo era espantoso. Sus pulmones le pedían aire, pero de tanto gritar apenas alcanzaba a tomar un poco, su garganta le pedía descanso y ya sus ojos no aguantaban la cantidad de lágrimas que guardaban, corriendo libremente por su rostro.
Volvieron a tomar los escalpelos, y esta vez le cortaban por todos lados, en el interior de las piernas, los tobillos, muñecas, el torso…incluso el cuello, dejando marcas en su pequeño cuerpo y bañándola en su propia sangre que salpicaba tanto a los hombres como su propio rostro. Quería morirse…..el dolor era insoportable, no podía usar su fuego por el miedo y la tensión que sentía, no sabía de sus nakamas, ni de su hermano……los sollozos comenzaron a salir entre los gritos ahora y solo pensaba en desaparecer.
-¡RESISTE….LEVY, RESISTE!
Movió los ojos buscando el origen de esa voz pero no vio a nadie más en la habitación……pensó que estaba delirando.
-¡AGUANTA, NO TE RINDAS, LEVY!
Otra vez…..no estaba delirando entonces, pero esta vez sí le vio….un chico, quizás de unos 15 años, de ojos negros como la noche, piel pálida y cabellos azul oscuro, mirándole al borde de las lágrimas y desesperado…..¿por qué….y quién era? Espera….ojos azabaches y cabello azul….se parecía a Heat, mucho…..incluso en la voz……era cálida a pesar del momento en que estaban.
- ¿Quién eres?- el chico se acercó y se dio cuenta….era medio transparente….¿un fantasma?
- Soy Hitze…..yo….soy tu tío, el hermano mayor de Heat- Levy mostró una ligera sorpresa en sus ojos…claro, por eso el parecido. Pero otro corte le regresó a la realidad volviendo a deshacerse en gritos y lágrimas. Hitze se acercó totalmente en pánico.
- Mátame….ayúdame….sácame de esto, por favor- el peliazul comenzó a llorar y negó con la cabeza.
- Lo siento, lo siento tanto, pero no puedo, aguanta, Levy….hazlo por tus padres, están en camino, ya vienen por ti….solo aguanta, por favor- le acaricio los cabellos y lo sintió, la misma temperatura alta de su padre- Resiste, ya casi….pronto estarán todos juntos y yo los estaré vigilando siempre.
- ¿Lo prometes?- Hitze sonrió y asintió con la cabeza, desapareciendo con la misma luego de acariciarle la mejilla.
Levy mostró una temblorosa sonrisa, haciendo que sus torturadores dejaran de hacerle daño, mirándola sorprendidos y quizás hasta algo temerosos por esa reacción. Los ojos almendrados, por un segundo, brillaron con un leve tono dorado y una risilla que parecía más un resoplido salió de sus labios.
- Cuando logre zafarme de esta cosa….será mejor que corran…..y mucho….porque no podrán escapar de mi fuego…… y al que sobreviva…… le patearé hasta romperle cada hueso.
Caesar se paseaba por la habitación sonriente, tenía a su disposición su experimento favorito….la hija de Trafalgar Law, nada más de pensar en el moreno fruncía el ceño, maldito pirata…siempre decía eso….pero se vengaría por secuestrarle y tenerle prisionero, en grande…..¿Y qué mejor que tomar a su pequeño retoño y hacerle sufrir? Iba a adorar la cara del ojeroso cuando viera el estado en el que dejaría a la pelirroja…..sí…..se iba a esmerar en ello….
Ahí estaba, Erza yacía en el suelo, había dejado que le golpeasen un poco y se dio cuenta que la mocosa había ganado tanto en fuerza como en astucia, sin necesidad de armas había noqueado al menos a cuatro hombres, completamente sola, maravillado sonrío malignamente….si podía aguantar no había problemas en probar algunas cosillas nuevas que había conseguido…..¿Verdad?
Avanzó hacia ella y la tomó de los cabellos. Erza gruñó y rechinó los dientes lista para darle un cabezazo aunque fuera, esa puta cabra morada no le haría ni cosquillas. Caesar frunció el ceño al ver su mirada afilada y fría, la estampó contra la pared y observó cómo su frente sangraba.
- Tks……heredaste los mismos ojos que ese Trafalgar, maldito desgraciado- la pelirroja le escupió justo a los pies.
- Vete a la mierda, jodida cabra, no le llegas ni a la sombra a Law- Caesar abrió los ojos sorprendido por esa respuesta para luego estallar en carcajadas.
- No lo puedo creer…. ay esto es muy bueno….así que admiras a tu papi Law, oooohhh que ternura….una lástima que lo poco que tienes de él no te vaya a durar mucho, shuororororo.
Erza le observó atentamente, el científico sacó una jeringa de su abrigo, con un líquido amarillo brillante, y por la cara que tenía….no era nada bueno lo que había en esa cosa. La pelirroja se levantó con dificultad, aún le dolía el cuerpo de la paliza que había recibido, a saber por qué mierda no podía hacer nada más que dar puñetazos, patadas y mordidas, apretó los puños y miró a Caesar con tanto odio y frialdad que le hizo retroceder un paso.
- Estoy harto de los Trafalgar y sus ojos plateados- agarró a la niña del cuello y estrellándola contra la pared sonrió sádicamente, apuntó la jeringa sobre su ojo izquierdo- Dile adiós a la luz, preciosa, shuorororo.
Erza abrió los ojos a más no poder, y al sentir el pinchazo y como la lanzaba al suelo pensó solo en correr….pero no pudo…..solo pasaron dos segundos…..y parecía que le desgarraban desde adentro de su ojo. Ardía y quemaba como el mismísimo infierno, desesperada se agarró fuertemente el rostro, apretándolo tratando de disminuir el dolor. Sintió un líquido caliente en su mano y al verla notó dos cosas: estaba llena de sangre…y no solo sangre…..una pupila plateada….se había derretido….su ojo se había derretido…..y la otra cosa…..su otro ojo estaba perdiendo la visión también, el ardor se estaba extendiendo como una plaga.
- ¡¡AAAAAAAAAHHHHHHHH!! ¡¡AAAAAAAAHHHHHH!!
Caesar observaba emocionado la reacción y el sufrimiento, incluso aplaudía pidiendo más. La taheña no paraba de gritar y temblar en el suelo, aferrándose a sus brazos y en un intento de mitigar el dolor se golpeó contra el suelo de piedra, quedando casi en la inconsciencia. Pero él no la dejaría descansar tan fácil no….la jaló por los cabellos y la zarandeó para despertarla.
- No, no, no, querida, aún no puedes dormir….tengo algo más para ti….¿Sabías que Eusstas Kid asesinó a civiles solo por diversión? Oh, querida, tu padre es un asesino y el otro igual, shuorororo…..eso te hace una máquina perfecta, y todas las máquinas, obedecen a su dueño…..- Erza tembló en su sitio y Caesar sonrió- Shuorororo aún no puedo usarlo contigo, si con esa pequeña inyección estás así con lo demás morirás….shuorororo tendré que entrenarte un poco, pequeño monstruo.
La lanzó a una sala donde solo había una columna, pero justo debajo había un círculo, algo extraño en diseño, el borde era azulado y brillante. Un hombre amarró a la pelirroja a la columna y se apartó, luego, sacó un interruptor y lo apretó. El círculo brilló más y unas descargas eléctricas atacaron su cuerpo, haciéndole gritar. Cuando terminó bajó la cabeza, jadeando, apenas respirando lo necesario, casi sin ver, solo una nebulosa negra y algunas siluetas. Otra descarga, más fuerte, más duradera….y Erza soltó algunas lágrimas de rabia, sufrimiento, impotencia y tristeza.
- Law….Law…..sácame de aquí…..Law…. - y un golpe a su cabeza le hizo desmayarse.