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Bienvenida a casa. por ROOM

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POV Autor:

Una peliazul miraba el mar con curiosidad mientras sus compañeras racionaban el desayuno, llevaban varios días en el océano y no había rastro de islas por la zona.

-          Eh, ven a desayunar, ya está todo listo- le dijo la pelirroja, la niña se sentó a su lado y comenzaron a comer.

-          Mmmmm…. Tenemos que llegar pronto a una isla, no tenemos problema con estar algunos días sin comer pero tampoco aguantaremos mucho tiempo en esas condiciones- la pelirroja, a pesar de no demostrar ninguna emoción en su rostro estaba preocupada, seguían siendo niñas en medio de la nada y con cada vez menos comida.

-          No te preocupes, onee-san, ya verás que pronto encontraremos algo- habló una rubiecita pequeña con una dulce sonrisa, calmando a las otras dos, siempre ha tenido esa habilidad.

En el fondo del océano, a su ritmo, navegaba un submarino amarillo con la palabra DEATH escrita en uno de sus lados. El navegante notaba algo extraño en las corrientes marinas, así que fue a buscar a su capitán e informar.

-          ¿Capitán?- un joven se volteó.

-          ¿Qué sucede, Bepo?

-          Hay algo extraño en las corrientes, necesito salir a la superficie y medir el clima….. lo siento- tenía la mala costumbre de disculparse por todo, su autoestima era baja, pero que muy baja. El capitán suspiró.

-          Ya te he dicho que no te disculpes por todo….. bien, saldremos a la superficie- sin decir más se encerró en su habitación.

El navegante dio la orden de subir inmediatamente. En pocos minutos, volverían a ver el cielo y coger un poco de sol de paso.

El pequeño bote seguía navegando, hasta que unas olas comenzaron a formarse.

-          Onee-san, algo está pasando, el bote se mueve más que antes, no hay nada alrededor así que viene del fondo- dijo la peliazul.

-          ¿Podría ser una ballena? Quizás no sea algo de qué preocuparse- la rubia siempre mantenía la calma y ambas miraron a la pelirroja, era la líder de las tres.

-          Esperemos a ver si sale.

A los pocos minutos salió el causante de los movimientos, no era una ballena, las ballenas no son amarillas, ni metálicas…. Empezaron a preocuparse, se abrió la escotilla del submarino y salió el navegante, las niñas no se creían lo que veían.

El navegante no era un humano, caminaba como uno pero no lo era, era un oso polar, vestido con un mono naranja y botas negras, lucía lindo, como un peluche de dos metros o más pero aun así era muy lindo. El oso miraba el cielo y miraba un mapa que tenía en sus patas delanteras, miraba el mar y en un momento les vio…. Al principio no reaccionó pero después soltó el mapa y comenzó a gritar.

-          ¡CAPITÁN! ¡CAPITÁN! ¡VENGA RÁPIDO, CAPITÁN!- éste ante el jaleo, salió por la escotilla.

-          Bepo, espero que tengas una buena razón para hacerme salir- no sonaba nada agradable este hombre….. el oso señaló un punto y el joven se volteó a ver adónde señalaba su amigo y no dijo nada por unos minutos.

Observó el bote y a sus tres integrantes-Una de ellas no pasa de 10 años, las otras dos son muy pequeñas, parecen de menos edad. ¿Qué demonios hacen aquí?- miró al oso y volvió a mirar el bote.

-          Capitán, no las podemos dejar aquí, son solo niñas, viene una tormenta, morirán si les alcanza- las niñas se estremecieron al escuchar al oso, estaban lo suficientemente cerca del submarino para oírlo todo, el joven lo notó y suspiró largamente.

-          De acuerdo, Bepo, pero te lo advierto, te encargarás de ellas- miró a las niñas una última vez y se adentró en su submarino, el oso sonrió y volteándose a las pequeñas les hizo ademán de que se acercaran.

-          No les haremos daño, somos piratas pero no lastimaríamos a unas niñas indefensas, el capitán no es malo, solo es…… algo serio…… lo siento-inclinó la cabeza un aura morada se formó en su nuca.

-          ¿Por qué se disculpa?-ese pensamiento pasó por la mente de las tres, la pelirroja miraba al oso y analizando cada gesto le pareció buena persona…. Bueno buen oso en todo caso…. Y también le parecía jodidamente tierno.

-          Venga, pequeñas, os ayudaré a subir- el oso estiró sus patas, las rodeó y las levantó, las entró al submarino con una sonrisa emocionada.

Dos jóvenes se acercaron al oso y al ver a las invitadas se quedaron de piedra.

-          Bepo… ¿y estas niñas?- preguntó uno

-          Penguin, Sachi, mirad, estaban varadas en un bote, el capitán dejó que subieran- el oso bajó a las niñas y las mostró como si fuese un tesoro.

-          ¿¡LAS DEJÓ SUBIR?!- sus bocas casi llegaron al suelo- ¿¡EN SERIO?!

-          Bepo dijo que habría una tormenta en la superficie- todos se voltearon a ver a quien habló.

-          ¡…! C-capitán- los jóvenes comprendieron lo que dijo su líder, no era un hombre despiadado, seguro en cuanto encontraran un lugar seguro ellas seguirían su camino, se acercaron a las niñas y se pusieron a su altura.

-          Soy Penguin, el segundo al mando- el chico vestía un mono negro, de cabello brillante y negro y ojos muy azules, usaba una gorra que ponía su nombre y tenía un pompón rojo, esta no dejaba ver sus ojos ni su cabello.

-          Y yo Sachi- vestía un mono blanco, también usaba un sombrero, solo que este era blanco con visera azul clara, su cabello era un poco más largo y castaño, usaba gafas, ocultando así sus ojos almendrados. Ambos chicos eran de estatura mediana, Penguin era de piel morena y Sachi pálido.

Las niñas más pequeñas los miraban con curiosidad, les agradaban los jóvenes, tenían la voz dulce y no parecían peligrosos, una sonrisa encantadora se formó en sus rostros haciéndolos sonrojar.

-          ¡¡WAAAAAA!! PERO QUE MONAS-no había forma de resistirse a eso…

-          Yo soy Bepo, soy el navegante- el oso se hincó ante la pelirroja y abrió mucho los ojos.

-          ¿Qué miras tanto?- la niña lo fulminó con la mirada.

-          Esos ojos…. Son iguales… son iguales- el oso de levantó de un salto- ¡CAPITÁN, MIRE, MIRE! ELLA TAMBIÉN TIENE OJOS GRISES, SON COMO LOS SUYOS- el joven se acercó y ambas miradas grises coincidieron.

-          ¿Ojos grises? Nunca había visto a alguien más con ese color…. ¿De dónde vienen estas niñas?-  arqueó una ceja y observó a la niña aún más de cerca- Cabello escarlata, tez pálida, es más grande que las otras dos pero están delgadas para su edad, ropas destrozadas, están vestidas todas igual- ¿De dónde vienen? Supongo que no nacieron en ese bote.

-          Menudo idiota- Pensó la pelirroja- Obvio que no nacimos en un bote, somos humanos. Nuestra isla se incendió- guardó silencio, era explicación suficiente según ella. Los demás guardaron silencio.

-          Y…. ¿Cómo os llamáis?- preguntó Bepo- la pelirroja se cruzó de brazos y con una mirada fulminante respondió.

-          No tenemos nombre- las dos más pequeñas bajaron la cabeza y a los dos jóvenes que aún estaban a su altura no les gustó nada ese gesto.

-          Están huyendo de algo….-Pues buscaos uno- todos lo miraron incrédulos- Llamaréis mucho la atenciónsi tres niñas con esas ropas y sin nombres andan por ahí- la pelirroja se tensó pero no mostró ningún cambio en su rostro, recuperó su compostura al instante y le miró.

-          En cuanto lleguéis a una isla nos iremos, del resto nos encargamos nosotras, siempre hemos estado solas, podemos cuidarnos perfectamente.

El capitán estaba impresionado, la mocosa era fuerte, le recordaba a él cuando era niño, fría y serena, le agradaba, y mucho.

-          P-p-pero- el oso la miraba incrédulo.

-          Ya la oyeron. Bepo, llévalas a que se tomen un baño, denles algo de ropa y comida, eso es todo. No me molesten- y se retiró a su habitación.

-          Espera- dijo la pelirroja- No te has presentado- el joven sonrió socarronamente.

-          Law…. Trafalgar Law, capitán de la tripulación de los Heart…. Aunque…- su sonrisa se volvió sádica y los ojos le brillaron, haciéndoles tener escalofríos a todos los presentes.

-          Oh, Dios, allá va- pensaron sus compañeros sudando frío.

-           También me conocen como El Cirujano de la Muerte- la peliazul y la rubia se escondieron detrás de Penguin y Sachi, pero la pelirroja…. Sonrió de lado con deje divertido, dejando a todos alucinados.

-          Oooohh…. Realmente es una niña muy interesante-se mantuvieron así durante unos minutos mientras en la mente de ambos cruzaba el mismo pensamiento.

-          Esto va a ser…… muuuuuy divertido.

Notas finales:

Hola, espero les guste este cap, al fin salió Laaaaawww, kyyyaaaaa

Bueno besos a todos, chauuuuu


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