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Bienvenida a casa. por ROOM

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Notas del capitulo:

Hola, vaaale este será mi primer lemon.... si está muy malo me dicen juju........este cap va a ser más largo, imagino que ya saben quienes son las principales así que con los demás seré un poco mas rápida con la historia, si quieren que vaya más lento me dicen.

Cap abajooooo!!

POV Autor:

Los gemelos estaban felices, la tripulación del jiji era divertida y la fiesta de bienvenida era alucinante, llena de comida, bailes y juegos, su nueva familia los acogió con mucha alegría, los niños siempre son una bendición según ellos.

-          ¿Podrías dejar de comer? Vas a ponerte como una ballena, hermanito- el pelinegro se apretaba las sienes y contaba hasta mil.

-          ¿Ah? ¿Por qué? Ace come tanto como yo y está fuerte, si él puede yo también- El mencionado sonrió y le revolvió los cabellos al rubio. Marco negó la cabeza y también sonrió, eran igualitos.

Mientras los niños seguían hablando con Ace, Marco observaba la escena. Ya llevaba tiempo con Ace, eran pareja desde hace dos años, era obvio que nunca podrían tener hijos y nunca consideró esa opción al ser homosexual, los niños al enterarse de que estaban juntos no mostraron rechazo, todo lo contrario, sonrieron, y ahora…

- Estos dos mocosos vinieron de la nada y Ace se ve feliz con ellos, el viejo les dejó unirse y nos dejó a cargo ¿Acaso creyó que no me daría cuenta de lo que planea?- sonrió aún más- Tal vez sea hora de que lo haga.

La fiesta continuó hasta la madrugada y los niños se quedaron dormidos, la pareja los llevó a la habitación que Barbablanca les asignó, que casualmente estaba frente a la de Marco y Ace….. les arroparon en sus camas y apagaron las velas, dejándoles dormir tranquilos. Ya en su habitación, Marco estaba más silencioso que de costumbre.

-          ¿Marco, estás bien? Desde la fiesta no dices nada y estabas ido ¿Pasa algo?- su ojos mostraban preocupación y tenía los mofletes algo hinchados.

-          Oh no, esa cara no…. ¿Cómo puedes ser tan adorable? Mierda……-Marco avanzó hacia Ace y le arrinconó en la pared.

-          Jeeeeee….. así que era eso eh?- con una mirada pícara pasó sus brazos por los hombros del rubio- Si querías divertirte conmigo solo tenías que decirlo…. Cariño…..- atrapó sus labios en un beso nada casto dejando sin aire a su pareja.

Marco sonrió, realmente su chico era único, volvió a atrapar sus labios en otro beso aún más fogoso, enredando sus lenguas y saboreando cada lugar de su boca. Comenzaron a quitarse la ropa mientras llegaban a la cama, todo sin romper el beso, solo dejándose los bóxeres.

Ace cayó de espaldas a la cama y Marco comenzó a repartir besos y lamer desde su cuello, todo pedazo de piel libre fue besado y acariciado por sus manos y lengua, dejando marcas de chupetones y mordidas, marcándole como suyo, otra vez. El moreno no paraba de gemir.

-          M-Marco….. ah, Marco

-          Si sigues haciendo eso no me podré controlar…..- Marco seguía bajando hasta que llegó al bóxer y lo retiró, liberando el miembro del menor y lo engulló de una vez, subía y bajaba y jugaba con su lengua para lamerlo más.

-          Aaaaahhh- su pareja arqueó la espalda y gimió fuertemente.

-          Oh, joder, Ace- el moreno estaba muy sonrojado, jadeante y con una capa fina de sudor formándose en su cuerpo, un hilillo de saliva escurría de su boca y esa mirada lujuriosa lo estaba volviendo loco, llevó sus dedos a la boca del otro y dejó que los lubricara bien.

Llevó sus dedos a la entrada y metió uno, Ace gimió un poco pero al hacerlo tan seguido ya prepararle no era nada complicado, entró un segundo y arqueó la espalda, Marco comenzó a simular penetraciones y movimientos circulares para dilatarle, para el tercero ya Ace no podía más…

-          Marco….. Marco, por favor… no puedo más, hazlo de una vez…..

-          Aaahhhh…. Vas a matarme un día de estos- sacó los dedos y se posicionó entre las piernas de su moreno, comenzó a presionar en su entrada y poco a poco se fue abriendo paso hasta entrar por completo, esperó unos segundos y cuando Ace movió sus caderas comenzó el vaivén, primero lento y después un poco más fuerte.

-          ¡¡Mmmnngg!! Aahh Aahh- el moreno gemía cada vez más fuerte y arañaba la espalda del rubio- ¡M-Marco!

Los movimientos del otro se volvían más erráticos con cada minuto, comenzó a masturbar el miembro de su pareja y con cada gemido de esta notaba que no aguantaría mucho más. Ace se vino entre ambos vientres y al comenzar a temblar apretó tanto a Marco que este no pudo más y se vació en su interior, sin evitarlo se tumbó en el pecho de Ace a coger aire. Terminaron jadeantes y sudados, Marco rodó al lado de su moreno y le atrajo con su brazo, poniendo la cabeza de este en su pecho y acariciándole el cabello.

-          Ace…

-          ¿Mmmm? ¿Qué pasa?

-          Te amo- el moreno abrió los ojos, Marco era reservado, no es que no dijera esa frase nunca pero estaba extraño, igual sonrió.

-          Yo también, Marco, yo también te amo.

Los días pasaban y los niños no se separaban de la pareja, el rubio siempre estaba jugando con Ace (cuando no estaban comiendo claro) y el moreno y Marco les controlaban cuando estos se volvían algo peligrosos, o no les dejaban entrar en la cocina…… les ayudaban a bañarse y hacían guerras de agua, siempre ganaban los pequeños.

Cada vez Marco notaba que su pareja estaba más feliz con la presencia de los niños y estos, a su vez, dejaron la actitud misteriosa que tenían cuando les encontraron. Una idea surcaba por su cabeza pero no sabía la reacción que tendrían los pequeños y el propio Ace, aun así se arriesgaría. Llegó la noche y como siempre, la pareja llevó los niños a su habitación, les arroparon y dieron las buenas noches.

El pequeño moreno, se removía entre las sábanas sudando y jadeando, era normal que tuviera pesadillas pero esta era más fuerte de lo usual.

-          ¿Realmente crees que te aceptarán? Eres un mocoso ingenuo ¿Qué dirán cuando tome el control de tu mente?

-          Ellos no son como los demás- el niño temblaba mientras la oscuridad le rodeaba- El abuelo Shirohige dijo que somos familia, ellos no….

-          Ellos no te conocen, cuando vean lo débil que eres te abandonarán y yo seré quien te controle de una vez.

-          ¡¡N-N-NO!! ACE Y MARCO NO SON ASÍ Y MI HERMANO JAMÁS SE SEPARARÁ DE MÍ.

-          ¡DESPIERTA! ¡HERMANO, DESPIERTA DE UNA VEZ!- el rubio zarandeaba al moreno que gritaba y casi convulsionaba en su pesadilla.

-          Tsk….Tu hermano no siempre estará ahí para salvarte, niño- la oscuridad se fue difuminando y el moreno abrió los ojos.

El rubio le ayudó a sentarse en la cama y le abrazó.

-          ¿Otra pesadilla?

-          Sí….

-          ¿Qué pasó?

-          …………….- el moreno comenzó a sollozar.

-          Hermano, cuéntame, te sentirás mejor- el moreno se enjugó las lágrimas.

-          Dijo que en cuanto sepan de mi oscuridad me abandonarán…….incluyéndote, que no me aceptarán porque soy débil- las lágrimas volvieron a salir y su hermano con una cara muy seria y voz fuerte le hizo estremecerse.

-          Escúchame bien- el moreno abrió los ojos- yo jamás te abandonaré, eres mi hermano, siempre estaremos juntos, tú no eres débil y mientras yo esté contigo no dejaré que esa sombra te controle- hizo una pausa- Además, tenemos una familia ahora, yo…… yo estoy seguro que nos ayudarán pero….. si no les contamos creerán que no confiamos en ellos, el viejo barbudo lo dijo…… que, Ace y Marco nos cuidarían, creo que…… deberíamos hablar con ellos y decirles la verdad.

-          No les vamos a abandonar- se escuchó una voz, los niños se sobresaltaron y temblando, dirigieron su cabeza a quien les hablaba.

Ace y Marco estaban en la puerta, el primero se adelantó y se sentó en la cama del moreno, mostraba seriedad en su mirada y mucha confianza. Los niños bajaron la cabeza y Ace los envolvió en sus brazos.

-          No tienen que hablar si no están listos, sé que ustedes no han hecho nada malo, es más, estoy seguro que fue al revés ¿No es cierto?

-          ……………- los niños asintieron y se aferraron a Ace con fuerza.

-          Ace….. nosotros no mentimos cuando dijimos que la isla se incendió…. Solo no les contamos todo.

-          Tranquilos- Marco también se sentó en la cama- Cuéntennos, nada cambiará, lo prometo.

Los niños soltaron a Ace y empezaron a narrarlo todo.

Venían de un laboratorio genético de la marina donde experimentaban con todo tipo de personas pero se estaban enfocando últimamente en niños, querían crear una unidad especial para cazar piratas que se habían vuelto una amenaza. Ellos fueron recogidos de las calles cuando tenían siete años y los dos restantes antes de que el laboratorio explotara fueron sometidos a experimentos y torturas, al menos los ponían juntos en todo, ese era su consuelo durante los experimentos. Los dejaban en un laberinto echo para ellos, una mitad estaba totalmente a oscuras donde soltaban al moreno y al rubio en otra parte con luz, el primero al no ver nada entraba en pánico y para completar sentía que una sombra le rodeaba pero al estar oscuro no la veía, solo escuchaba una y otra vez como le decía que era débil y que sucumbiera ante ella. El rubio siempre tenía que derrotar a varias bestias para llegar a su hermano y evitar que cayera en la oscuridad, muchas veces solo llegaba sin decirle nada, le abrazaba y caía inconsciente por las heridas. Al principio era una vez al mes, luego dos semanas y al final todas las semanas pasaban por lo mismo, una y otra vez. Les contaron de Robert oji-san, este les explicó sobre las akuma no mi y todo lo que había aprendido en sus aventuras, de los demás niños que eran sus amigos, de la muerte del anciano y de la promesa que hicieron.

Marco estaba perplejo, esto era demasiado ¿Cómo dos mocosos de nueve años aguantaron eso? miró a su pareja. Ace no decía nada, solo acariciaba el cabello de los niños con la mirada fija en otro sitio, como perdido en sus pensamientos, se mantuvieron callados hasta que Ace suspiró.

-          ¿Mejor?- preguntó

-          ¿Eh?- los niños no entendieron

-          ¿Qué si os sentís mejor?

-          …….. sí….. estamos mejor- respondió el rubio menor- pero hay algo más.

-          ¿Si?

-          Tenemos ciertas habilidades, no son por comer akuma no mi, Robert oji-san dijo que era un tipo de haki- el rubiecito comenzó a emitir un aura blanca, iluminando toda la habitación y dando una sensación de pureza y paz, el moreno hizo lo mismo pero a diferencia de su hermano, su aura era oscura y lúgubre, todo lo contrario al otro, volvieron a la normalidad y esperaron.

 Los adultos guardaron silencio hasta que Ace habló.

-          Les dije que nada cambiaría, seguís siendo los mocosos del barco- les sonrió dulcemente, les abrazó y no aguantó más- Hablando de eso ¿Recuerdan que les dije que tenían que escoger nombres?

-          Mmm- los niños asintieron, Marco ya sabía lo que pasaba por la mente de su pareja.

-          Bueno…. Estaba pensando- Ace se rascaba la nuca con nerviosismo y los niños le miraban atentamente- ¿Quisieran….. que se los pusiéramos nosotros?

Los niños abrieron los ojos como platos.

-          ¿En serio?- preguntó el rubio, formó una sonrisa bobalicona y los ojos le brillaban como estrellas.

-          ¡Claro que sí, no jugaría con eso! Los padres son los que le dan nombre a sus hijos.

-          Entonces…. ¿Quieren ser nuestros padres?.... ¿Quieren que seamos sus hijos?- Marco rio ante las preguntas y decidió aprovechar la oportunidad.

-          Sí, queremos ser vuestros padres, pero hay un problema que hay que resolver primero- los niños y Ace le miraron con la duda en sus rostros, Marco se levantó, fue a su habitación y regresó con algo que ocultaba en su espalda, los miró a los tres y se acercó a su pareja.

-          Lo estaba pensando desde hace un tiempo, pero creo que no hay mejor momento que este para preguntártelo- se arrodilló frente a su moreno y le mostró lo que ocultaba.

-          No puede ser….. n-no es en serio-el chico solo parpadeaba.

-          Portgas D. Ace….. me harías el honor….de casarte conmigo?

Estaba en shock, en menos de una hora tenía dos hijos y una propuesta de matrimonio, no podía estar más feliz, una radiante sonrisa se formó en su rostro y asintió.

-          Claro que acepto, idiota ¿acaso lo dudabas?

-          Por supuesto que no- abrazó a Ace y le besó, se giró hacia los niños.

-          Problema resuelto jeje.

-          ¿Ah? ¿Qué problema?- preguntó el moreno menor.

-          Los apellidos- Ace comprendió y se rio.

-          Jaja ya entiendo, no podíamos ponerles apellidos diferentes, bueno ahora ya no es problema. Bien yo te pondré el nombre a ti, pequeño- cargó al morenito y lo sentó en su regazo- Tu hermano se parece a mí en el carácter, así tendrás tú algo mío……mmmmm…… ¿Qué nombre te pondré?- se llevó una mano al mentón y comenzó a pensar.

-          Bueno entonces el tuyo me toca a mí- Marco se inclinó hacia el rubiecito.

Pasaban los minutos y los cuatro seguían en silencio.

-          Sting.

-          ¿Eh?

-          Ese será tu nombre, Sting. ¿Te gusta?

-          ¡Sí! ¡Suena genial!- el rubio menor saltaba de alegría.

-          ¿Ace, ya decidiste un nombre?- su pareja mostraba una sonrisa melancólica, eso solo significaba una cosa.

-          Sí, ya decidí, voy a ponerte un nombre muy importante para mí….. Rogue….   

-          ¿Rogue? ¿Por qué es importante?

-          Mi madre se llamaba Rouge, no te iba a poner nombre de chica así que lo cambié por Rogue suena casi igual ¿Te gusta?

-          ……Rogue…..- el pequeño sonrió- ¡Me gusta, me gusta mucho!- de pronto se puso serio.

-          ¿Rogue?

-          La sombra….. ¿Qué haremos con la sombra?

-          No se te acercará, solo viene cuando estás en la oscuridad ¿cierto? y ya no estás en la oscuridad, estás con nosotros- Ace sacó su anaranjado fuego de una de sus manos, Marco hizo lo mismo pero el suyo era azul, Sting se rodeó con su luz blanca- ¿Entiendes, Rogue? Nosotros iluminaremos siempre tu camino, nunca más estarás a oscuras.

El niño asintió con lágrimas en los ojos.

-          Sting, Rogue- dijo Marco, los niños lo miraron a él y a Ace, esos eran sus nombres a partir de ahora, ellos eran sus padres, Barbablanca su abuelo y todos los demás también eran parte de la familia.

-          Bienvenidos, Phoenix Portgas D. Sting y Phoenix Portgas D. Rogue- fue lo último que dijo Ace antes de alzarlos a los dos y llevárselos a su habitación, Marco le siguió y los cuatro se acomodaron en la cama.

Ya mañana darían todas las noticias, seguro que el viejo armaría una buena fiesta.

Notas finales:

WAAAAAA ESTOY AGOTADAAAAA!! Ya sé que esta algo cursi pero no lo puedo evitar con Ace, es demasiado lindo XD


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