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Una Malfoy Diferente. [Yaoi] por chiichanie

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Notas del capitulo:

¡¡HOLA!! Aquí el siguiente capítulo. Aprovecharé ahora que tengo wifi, porque ultimamente no tengo internet QwQ....

1... 2... 3...

 

        ¡¡¡A LEER!!!

 

 

          Capítulo 2: El Callejón Diagon, y un Encuentro Desagradable.

 

 

     Esa mañana nos habíamos preparado para ir al Callejón Diagon. Esa iba a ser la primera vez que Scorpius y yo iríamos allí. Por otra parte, mamá había ido una que otra vez para acompañar a papá.

 

 

     La emoción era palpable, y aunque a mi hermano no le era particularmente agradable viajar mediante Red Flu, en esa ocasión no pareció importarle demasiado. Aunque, en realidad no estaba prestando mucha atención, por lo que no sabía decir si se había estado quejado o no.

 

 

     Cuando aparecimos en el Callejón, lo único que pude hacer fue maravillarme con todo lo que me rodeaba, había muchas tiendas a mi alrededor, magos vestidos de las formas más extravagantes, y las vitrinas que incitaban a la gente a acercarse a mirar. Lamentablemente primero teníamos que ir a comprar nuestras cosas, pero después pasearíamos todo lo que quisiera.

 

 

     Pasamos por una tienda de escobas en donde unos chicos como de mi edad estaban prácticamente babeando mientras observaban una escoba en particular. “Saeta de Fuego 9300” alcancé a leer el nombre que estaba grabado en la parte superior de la escoba. En sí, el Quidditch no me interesaba, y los de primero no podíamos tener escoba propia, así que no le di demasiada importancia y empecé a observar las demás tiendas. Algunas vendían ropa; otras, telescopios e instrumentos de plata . Multitud de frascos e ingredientes para pociones, tambaleantes montones de libros de encantamientos, plumas y rollos de pergamino, globos con mapas de la luna...

 

 

    -Niños, esto es Gringotts.- declaró mi padre. Scorpius y yo solo pudimos admirar el enorme edificio, tan blanco como la nieve, que se alzaba sobre las pequeñas tiendas. Delante de las puertas de bronce pulido, con un uniforme carmesí y dorado, había un gnomo que nos observó con atención mientras subíamos las escaleras de piedra blanca. Mi hermano le devolvió la mirada, y cuando entramos nos saludó. Entonces noté que habían otras puertas dobles, esta vez de plata, con una advertencia grabada en ellas.

 

 

Entra, desconocido, pero ten cuidado

Con lo que le espera al pecado de la codicia,

Porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado,

Deberán pagar en cambio mucho más,

Así que si buscas por debajo de nuestro suelo

Un tesoro que nunca fue tuyo,

Ladrón, te hemos advertido, ten cuidado

De encontrar aquí algo más que un tesoro.

 

 

     Me quedé leyendo detenidamente aquellas palabras, y seguí caminado detrás de mi padre sin separarme demasiado. Se podía sentir sin mucho problema el aura de misterio, peligro y muerte que emanaba del lugar, por lo que tomé la mano de Scorpius para que no le afectara demasiado.

 

 

     Dos gnomos nos hicieron pasar por las puertas plateadas y nos encontramos en un amplio vestíbulo de mármol. Un centenar de gnomos estaban sentados en altos taburetes, detrás de un largo mostrador, escribiendo en grandes libros de cuentas, pesando monedas en balanzas de cobre y examinando piedras preciosas con lentes. Las puertas de salida del vestíbulo eran demasiadas para contarlas, y otros gnomos guiaban a la gente para entrar y salir. Nos acercamos al mostrador y oí a mi padre hablar con el gnomo frente a él, sin embargo yo estaba más al pendiente de fulminar al gnomo que desde hace rato estaba mirando a mi hermano. Al rato, el pequeño hombre nos hizo pasar por una de las puertas que dirigía a un estrecho pasillo de piedra, iluminado con antorchas. Se inclinaba hacia abajo y había unos raíles en el suelo. Nuestro guía silbó y un pequeño carro llegó rápidamente por los raíles. Subimos rápidamente y nos pusimos en marcha.

 

 

     El carro parecía conocer el solo su camino, porque el gnomo que lo conducía, ni pendiente. Íbamos muy rápido y cuando llegábamos a una esquina los movimientos eran bruscos, sin contar que ya me escocían los ojos por las ráfagas de aire frío. De cierta forma me hacía recordar a la montaña rusa de un parque temático muggle, al que nuestra madre nos llevaba cuando eramos más pequeños.

 

 

     Llegamos a nuestro destino y nos bajamos, y el gnomo (que ahora era que me enteraba que se llamaba Ghontuh) abrió la cerradura de la puerta y fuimos recibidos por la fortuna de la familia Malfoy. Sabía que eramos una familia con recursos, pero verlo todo amontonado enfrente de ti, era impresionante. Pude observar que mi madre le señalaba a mi padre un pequeño estuche de apariencia frágil, tal vez por su material de porcelana, y el asentía sonriendo. Cuando mi madre lo tomó, mi hermano tuvo la intención de acercarse pero mi madre fue más rápida y lo guardó en su bolso, provocando que Scorpius y yo la miráramos con más curiosidad, pero ninguno dijo nada. Papá tomó lo necesitábamos y volvimos al carro. Cuando salimos pude apreciar que el gnomo Ghontuh salía con la cara verde y algo tambaleante detrás de nosotros, lo que me causó gracia. Un gnomo mareado, ¿quién lo diría?.

 

 

     Nos despedimos educadamente de ambos gnomos y salimos de allí. Después, mis padres decidieron que primero mi madre acompañaría a Scorpius a elegir su varita, mientras mi padre me dejaría en Madam Malkin, Túnicas para todas las ocasiones para luego ir a comprar nuestros libros y yo me quedaría sola un rato.

 

 

     Desde pequeños, mis padres siempre habían tenido como prioridad a Scorpius y yo estaba más en segundo lugar. Sin embargo, no me molestaba. A diferencia de mi hermano, yo siempre había sido muy autosuficiente, por lo que jamás me interesó llamar la atención, o ganarme la aceptación de las personas a mi alrededor; yo estaba acostumbrada a que se enfocaran en mi hermano mientras yo me la pasaba observando a los demás en silencio. Así era yo la mayoría del tiempo, independiente.

 

 

     Así que sin dudarlo demasiado, entré en la tienda, siendo recibida por una bruja sonriente y regordeta que llevaba una túnica de color malva.- ¿Hogwarts, lindura?- me preguntó con voz amable y algo melosa, a lo que yo solo asentí, al presentir que era de esas personas que no te dejan contestar. Y en efecto, al segundo siguiente volvió a hablar, importándole poco si tenía algo que decir, y siguió con lo suyo como si ya le hubiese dado mi respuesta. Sin duda alguna, una mujer encantadora.- Tengo muchos aquí... En realidad, otra muchacha se está probando ahora.

 

 

     En el fondo de la tienda, una niña de cabello castaño y rostro pálido estaba de pie en un escabel, mientras otra bruja le ponía alfileres en la larga túnica negra. Madame Malkin me puso en un escabel, al lado del otro, me deslizó por la cabeza una larga túnica y comenzó a marcar el largo apropiado.

 

 

    -Hola.- dijo la niña, viéndome de arriba a abajo.- ¿También Hogwarts?

 

 

    -Sí.- respondí con simpleza, sin demasiadas ganas de hablar con nadie en especial.

 

 

    -Mi padre está en la tienda de al lado, comprando mis libros. Mi madre se tuvo que quedar en casa cuidando de mi estúpido hermano en vez de venir a acompañarme.- habló de manera prepotente y algo ácida. Se notaba que no le guardaba cariño alguno a su hermano, denominado por ella misma como estúpido.- Pero no importa, luego iré con mi padre a ver las escobas. Aún no entiendo porque los de primero no podemos tener una propia, según mi padre es por seguridad, pero no es nuestra culpa que la mayoría sean unos torpes inexpertos.- habló con aires de superioridad.- Supongo que también es porque esos asquerosos muggles apenas y saben algo de nuestro mundo, y tienen que darles tiempo para que se acostumbren. Da igual, fastidiaré a mi padre hasta que me compre una y la meteré de contrabando de alguna manera.

 

 

     Yo solo asentí con expresión indiferente.

 

 

    -¿Tú tienes escoba propia?- continúo la niña, insistiendo en hacer conversación.

 

 

    -No.- respondí con voz cansada. ¿Que acaso no notaba que no quería hablar más con ella? Merlín, que se callé.

 

 

    -¿Al menos juegas al quidditch?

 

 

    -No.- al notar que ya hasta parecía estúpida, decidí continuar.- No le veo lo divertido el estar todo el día como taruga detrás de unas pelotas, no me gusta sudar. Sin embargo, de vez en cuando veo los juegos, solo cuando los encuentro lo suficientemente interesantes.- la chica pareció complacida con mi respuesta, aunque se notaba que mi insulto hacía los jugadores de quidditch le había ofendido.

 

 

    -Tu forma de hablar me agrada.- me sonrió.- Probablemente toques conmigo. Nadie sabe en realidad en que casa quedará hasta que pasamos por el sombrero seleccionador, sin embargo yo se que tocaré en Slytherin, porque toda mi familia fue de allí. Es decir, ¿te imaginas tocar en Hufflepuff? Que vergonzoso sería, ¿no te parece?. Además de que podríamos tocar con muggles asquerosos, yo pienso que no deberían dejar que esos sangre sucia ingresaran al colegio. Solo los magos de familias milenarias deberíamos tener el derecho de asistir.

 

 

     Ese comentario me hizo fruncir el ceño. Los muggles no tenían nada de malo, mi madre era muggle y era una gran madre. Y por otro lado, sobre los Hufflepuff, mi primo Teddy Lupin había ido a esa casa, y él era una gran persona; además, desde pequeña había leído sobre la vida de los fundadores de Hogwarts, y describían a Helga Hufflepuff como una mujer a la cual admirar. Esa chica no tenía derecho de denigrar a los Hufflepuff, ni a los hijos de muggles. Sin embargo, me mantuve callada. Lo cual ella pareció notar.

 

 

    -Cambiando de tema, ¿como te llamas?- habló después de un rato de silencio, la chica estaba algo sonrojada.- Yo soy Valerie Rosier, es un placer.- dijo tendiéndome su mano. La cual yo no estreché, rechazándola.

 

 

    -Rosier.- repetí mirándola, haciendo que se sonrojara aun más. No entendía porque lo hacía, así que solo ignoré ese gesto.- Eres sangre pura, eso lo explica.- dije más para mi misma. Me decepcionaba un poco el no haberlo notado antes, después de todo, solo los de la “alta clase” eran tan insoportables. Lo sabía por experiencia.

 

 

     La niña frunció su ceño, de manera amenazante.- ¿Eso que quiere decir?- preguntó de manera algo agresiva, y yo estuve a punto de responderle con un comentario hiriente, pero Madame Malkin me interrumpió.

 

 

    -Lo tuyo está listo, dulzura.- anunció la bruja costurera, quitándome la túnica ya terminada. Por lo que yo me bajé del escabel, y tomé la bolsa que la mujer me ofrecía con todas mis nuevas túnicas, listas para usarlas. Caminé hacia la puerta, pero antes de salir, me giré hacia la muchacha, para no dejarla sin su respuesta.

 

 

    -Quise decir que, esos pensamientos absurdos sobre la supremacía de la sangre pura, y sobre la inferioridad de los magos hijos de muggles, son totalmente estúpidos. Así que el que seas de una de las familias “eternamente sangre pura” lo explica todo. Es increíble que idioteces tan antiguas sigan en la cabeza de los magos.- le sonreí con burla.- Oh, y mi nombre es Phoebex.- hice una pausa.- Phoebex Malfoy. Y soy mestiza, mi madre es muggle. Y realmente creo que si eres tan tonta como para pensar que eres mejor que los demás solo porque tu sangre es pura, realmente vas a ser una Slytherin bastante mediocre.- eso la dejo helada, y sin querer darle tiempo a contestar, salí de la tienda sin importarme los insultos que tenía para decirme.

 

 

     Entonces me encontré con mi familia esperándome fuera de la tienda. Le dí mis túnicas a papá y me informaron que solo faltaba que yo fuera por mi varita, y que Scorpius y yo escogiéramos una mascota, y nos iríamos por fin a casa. Así que sin tardar demasiado, nos encaminamos a Ollivanders.

 

 

     La conversación con esa desagradable chica me había hecho enojarme. En ese momento solo tenía un pensamiento en mi cabeza, el cual tenía mucho que ver con poder irme de allí lo antes posible. Aunque algo en mi cabeza me decía, que eso era lo que tenía menos probabilidades de ocurrir.

 

 

Continuará...

 

 

 

Notas finales:

Espero y les haya gustado. En el próximo cap, aparecerá Albus Severus... y con él, el inicio de la primera pareja yaoi oficial de esta historia... Byee!!

 

 

          Te quiero mi lind@ caramelit@ azucarad@ =333 Chaossu~

 

                Kisses and Yaoi hard~ (=°3^)/ ~ <3 <3 <3

 

                       By:chiichanie.

 

 


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