Las cosas en la ciudad estaban bastante tranquilas. Algunos asaltos, Nexts que no comprendían que sus poderes debían ser usados con gran responsabilidad, pero nada que no pudieran manejar.
Los últimos días habían tenido algo de “tiempo libre”, tiempo que Ivan había aprovechado para entrenar.
Y es que, si alguien necesitaba entrenamiento extra, estaba seguro que era él. Pao-Lin le había hecho el favor de entrenar junto a él varias veces, y, no le avergonzaba decir que ella era mucho más fuerte que él. Ella le había explicado que se debía a que practicaba artes marciales desde muy temprana edad.
—Tal vez yo debería practicar artes marciales. Entrar a un dojo o algo así –habló entre jadeos mientras buscaba su toalla, pues ya habían terminado su sesión de entrenamiento de ese día.
— ¿Crees tener tiempo? Digo, las cosas andan tranquilas últimamente, pero no creo que sea permanente. Tú sabes cómo es esta ciudad. Un día reina la calma y la paz, y al día siguiente un ataque terrorista amenaza con destruir todo lo que conocemos. –La chica se secaba el sudor de la frente mientras hablaba, haciendo ademanes exagerados con las manos para demostrar su punto. —Además, le sumas tus citas con Sky High y menos tiempo te queda. –Antes de que pudiera replicarle algo ella continuo, tomando su celular que brillaba con una nueva notificación. —Han venido por mí, ¡Nos vemos mañana Ivan! –Salió por la puerta, dejándole solo y sin poder aclararle nada.
Y es que él y Keith no tenían citas. Solo eran reuniones en un lugar que ha ambos les gustaba. Una reunión. Que el mayor le había pedido repetir, y varias veces. Pero no se parecían en nada a citas… ¿O sí?
Esta clase de pensamientos iban surgiendo mientras buscaba su chaqueta para vestirse y volver a su casa. ¿Cómo es que Pao-Lin creía que tenían “citas”? Es decir, la chica sabía de sus sentimientos hacía el rey de los héroes, él mismo se lo había confesado al percatarse de estos recibiendo como respuesta una sonrisa burlona y un simple “ya lo sabía”.
Pero ella los conocía a ambos, debía saber que nunca ocurriría. Sabía que nunca tendría una oportunidad con Keith… ¿O tal vez si? Tal vez esta era la oportunidad de intentar conquistarlo… se río ante la idea.
¿Él?, ¿Conquistar a alguien? Con su poca personalidad, su torpeza y su timidez… era una misión imposible.
Sin embargo, este pensamiento estuvo rondando por su cabeza mientras intentaba conciliar el sueño. Una tarea que al final se le hizo demasiado prácticamente imposible.
…
Al día siguiente fue uno de los primeros en llegar al gimnasio, algo que parecía empezar a hacerse costumbre. Aunque el par de ojeras bajo sus ojos denotaban su mala noche, personalmente creía que estas le hacían parecer más genial.
Poco a poco los demás fueron llegando. Ivan estaba en una máquina de levantamiento de pesas, en la máquina de al lado se encontraba Blue Rose hablando con Fire Emblem mientras señalaba a Kotetsu y a Bison (Había que estar ciego para no notar lo que sentían por ellos dos). Dragon Kid se encontraba en el patio exterior practicando la nueva técnica que había aprendido, no sin antes haber pasado a saludarle y confirmar su creencia de que las ojeras lo hacían lucir más genial (Aunque preocupándose por sus horas de sueño).
Finalmente Keith llego al gimnasio, un poco más tarde de su hora acostumbrada. Entró saludando a todos como era costumbre y después de cambiarse a una ropa más apropiada para ejercitarse volvió al gimnasio a una de las máquinas
Por su parte, Ivan no pudo evitar preocuparse por las razones de su tardanza, observándolo de pies a cabeza para asegurarse de que todo estuviera en orden.
—Origami, ¿Ocurre algo? —Keith no fue indiferente a este hecho, correspondiendo la mirada — ¿Tengo algo extraño?
Ivan dudó, tomándose un segundo en tranquilizarse para poder responder — ¡Lo siento! —Tomó un largo respiro— Es solo que llegaste un poco más tarde de lo normal y no pude evitar preguntarme si ocurrió algo…
—Ya veo, ¡No te preocupes! –Keith se levantó, acercándose al rubio —Es solo que tuve que llevar a John al veterinario temprano… ¡Él también está bien! Solo es para el refuerzo de sus vacunas, pero tendrá que quedarse en observación. Mañana podré pasar a buscarlo. —cariñosamente y como si fuera una acción común entre ellos, coloco su mano sobre la cabeza de Ivan, revolviendo su pelo suavemente.
Ivan no pudo disimular su sonrisa ante la caricia —Me alegro que no sea nada grave —su expresión cambio rápidamente a una más decaída, usual en él. —Supongo que lo de esta tarde queda cancelado. —la única razón por la que se reunían es porque le convenía a Keith. Se encontraban en el parque, después de que Keith paseara a John y caminaban hasta el restaurante. Sin John no había razón para que fuera al parque y se encontraran.
— ¿Por qué? Ahora nos veríamos directamente en el restaurante –se detuvo– ¿A menos que tú no puedas? En ese caso está bien, lo entiendo y podríamos posponerlo hasta la próxima vez…
—No es eso, es que creí que tendrías mejores cosas que hacer ahora que no tienes que pasear a John…
—Claro que no, ¡Es divertido pasar tiempo contigo! –la expresión de alegría en su rostro no disminuyo ni un poco de cuando había llegado al lugar.
Ivan se preguntó cómo era posible que sonriera tanto y tan sinceramente. Habían sido contadas las ocasiones en las que su sonrisa se notaba falsa o decaída, y en esas ocasiones no había deseado más que abrazarlo y buscar la forma de animarle, a pesar de lo inepto social que solía ser en esas situaciones. Trato de imitar el gesto, pensando en las palabras que le había dicho, quería pasar tiempo con él, pero sabía que su sonrisa nunca igualaría a la del rey de los héroes. —Entonces… ¿sigue el plan de esta noche? Me alegro… —tras su nerviosa declaración pudo oír los murmuros desde donde las chicas se encontraban y no pudo evitar preguntarse si no estarían hablando de ellos. Debía ser la paranoia, pues la única de las tres que sabía de sus sentimientos hacia Keith era Pao-Lin y sabía que ella no lo traicionaría así, pero nunca estaba de más el preguntar.
Antes de que pudiera acercarse a su grupo, la pulsera en su muñeca (y la de los demás) empezó a parpadear, emitiendo su usual sonido. Una misión para ellos. Rápidamente se dirigieron a sus respectivas estaciones, listos para cambiarse
—Bonjour Héroes –la voz de Agnes no fue difícil de reconocer a través del comunicador. —Necesitamos su apoyo, el Banco Nacional de Sternbild ha sufrido un atentado, y varios ciudadanos han sido tomados como rehenes. Necesitamos que se encarguen de la situación de inmediato.
Ivan no tardó ni un segundo en planear una estrategia, pero tendría que ser muy precavido al respecto. Llegando a su estación se colocó rápidamente la armadura, revisando que sus shurikens y sus espadas estuvieran en el lugar adecuado y aseguradas. Nunca había tenido que usarlas, pero el tenerlas junto a él le otorgaban cierta sensación de seguridad. Y vaya que lo hacían lucir genial frente a las cámaras.
Mientras se acercaban al lugar, tomó su pulsera para poder comunicarse con la directora del programa y dejarle en claro su plan, esperando para que pudiera serle de ayuda y evitar complicaciones innecesarias.
—Hm… Si así lo prefieres, pues de acuerdo Origami. No perdemos mucho al hacerlo. –Su voz se oía seria, como esperando que cambiara de opinión. —Más te vale no arruinar esto.
…
—Parece que nuestro primer héroe ha llegado ¡Es Fire Emblem! Que consigue la bonificación de 25 puntos. –el anunciador relataba los acontecimientos con la emoción necesaria para su trabajo.
Desde dentro del banco, con las televisiones encendidas, los cuatro hombres que habían empezado el ataque observaban inquietos la situación. Se suponía que habrían terminado antes de que llegaran los héroes y ahora todos sus planes se habían ido al caño.
—La única forma de librarnos de esta es salir juntos con rehenes –el que parecía ser el líder tomó su arma levantándola en el aire con fuerza. Con su mano libre tomó una maleta donde había colocado su botín. —Iremos hasta uno de los autos, usándolos como escudos humanos y cuando estemos en camino los tiraremos a la calle. Estarán más ocupados tratando de rescatarlos que pensando en atraparnos. Una vez que lleguemos al puerto donde ocultamos el barco desapareceremos y listo. No hay forma de arruinar esto, ¿Oyeron? Ahora, agarren las maletas. –Sus hombres parecían nerviosos y preocupados, sabiendo que era más difícil el decirlo que el hacerlo realmente. Como para demostrar su autoridad, el líder se acercó a uno de los rehenes, una mujer de apariencia delicada y con los ojos llenos de lágrimas. —Tú me serás muy útil chiquilla.
Sus gritos y quejidos no se hicieron esperar, pero se detuvieron cuando sintió el arma contra su sien. —Estate quieta o te volaré los sesos aquí y ahora.
— ¡Espera! –una mujer de apariencia elegante, con largo cabello pelirrojo y un poco más voluptuosa se levantó entre los rehenes. —Llévame a mí. Soy la hija del dueño del banco. No dejará que me pase nada. Soy una opción más segura que cualquiera de ellos. –Se quedó fija en su sitio con las manos levantadas, atrayendo las miradas de las demás víctimas del incidente que, efectivamente, la reconocieron de las veces que había salido en las noticias sobre su familia.
El hombre a cargo sonrió. Liberó a la mujer que tuviera agarrada antes y apunto con su arma a su nuevo “escudo”. —Acércate lentamente. No quiero ninguna clase de trucos o sorpresas, o te disparo aquí mismo ¿Has entendido? –la miró asentir, mientras caminaba lentamente hacia su dirección. Una vez que la tuvo a su lado, la sujeto fuertemente del brazo, acercándose a su cuello. —Sería una pena si tuviera que disparar a semejante monumento que eres, ¿No es así preciosa?
La mujer sonrió, colocando sus manos en su cadera. En un abrir y cerrar de ojos, su apariencia cambio, donde antes estuviera el bello rostro, un espacio pintado de blanco y rojo, aparentado una especie de máscara extraña se abrió lugar. La figura seductora se transformó en una armadura que aparentaba una figura masculina pintada de color turquesa.
Tomando la sorpresa de los hombres como ventaja, Origami no tardó en liberar su brazo, apoyándolo en el suelo como soporte, mientras daba una vuelta con su pierna extendida para dar una patada al brazo de hombre que antes lo sostuviera y quitándole el arma con ese movimiento. Aprovechando la fuerza de su giro, se incorporó rápidamente y preparó su puño para darle un fuerte puñetazo en la mandíbula, en el punto especial que sabía, sería suficiente para noquearlo por el tiempo suficiente. Todo esto con una velocidad increíble que sabía era su mayor ventaja.
Después de asegurarse que el hombre estuviera noqueado, volteó hacia los tres hombres restantes, que seguían en su posición incrédulos, tomó sus shurikens de su compartimiento y lanzó hacía dos de ellos, dándoles en la mano con la que sostenían su arma, haciendo que la tiraran por el impacto. Desafortunadamente, su tercer shuriken se atoro en su armadura impidiendo que pudiera lanzarla a tiempo, por la cual el tercer hombre seguía con su arma apuntando a los rehenes. La presión fue demasiada para él ladrón quien disparo sin apuntar a ningún blanco en particular pero con tal suerte que las balas se dirigieron hacía una pequeña que estaba junto a su madre.
Sin pensarlo demasiado, Ivan se lanzó para interponerse en el camino, colocándose frente a los ciudadanos y recibiendo el impacto en su armaduras que amortiguo la mayor parte de este.
Los tres hombres aprovecharon esto para tratar de huir del lugar, sin siquiera molestarse en recoger las maletas con el dinero o sus armas. Sin su líder para guiarlos, empezaron a ser consumidos por el pánico y reaccionar sin pensar.
Origami no se molestó en seguirlos, sabiendo que afuera estarían los demás héroes para detenerlos y que él sería de más ayuda liberando a los rehenes. Se acercó a la niña que hubiera defendido minutos antes y le ofreció su mano — ¿Estas bien? –después de recibir su respuesta afirmativa se dirigió al resto de las personas ahí atrapadas buscando tranquilizarlos. —No se desesperen, pronto empezará la evacuación y todos estarán a salvo con sus familias.
Claro, en lugar de hacerle caso y esperar, empezaron a correr hacia la puerta con preocupación. No pudo más que adelantarse y asegurarse de que ninguno tropezara o se lastimara en el proceso, sosteniendo las puertas de par en par.
— ¡El rey de los héroes lo ha hecho de nuevo! Ha atrapado a los tres criminales que trataban de escapar, sumando un total de 600 puntos. Mientras tanto, podemos ver al resto de los héroes rescatando a los civiles…
Ivan oía al presentador claramente desde su comunicador, por lo cual supo que las cámaras ahora estaban sobre él. No dudo en exponerse lo más posible, para que las marcas de sus patrocinadores fueran expuestas al público.
Vio como al retirarse todos del edificio, Rock Bison entró para asegurarse que no quedará nadie y salió con el ladrón que había noqueado anteriormente en uno de sus brazos.
—Parece que Bison ha encontrado al último de los asaltantes, lo cual le otorga 200 puntos ¡Bien hecho héroes!
Ivan no pudo evitar notar la reacción confundida de su compañero pero solo sonrió. No le molestaba que el sr. Bison se llevara los puntos, pues ya estaba acostumbrado a no ser el líder en las tablas. Con haber salvado las vidas de las personas le era suficiente.
Se sujetó el hombro donde la bala había impactado. La armadura era una protección bastante buena, pero no estaba diseñada para esa clase de tratamiento. Sabía que le dejaría un moretón el día siguiente. Se dirigió a su transporte, listo para regresar al gimnasio y recibir un buen merecido descanso.
…
Las cámaras habían terminado de transmitir, por lo cual Sky High terminó sus poses de victoria y entregó a los hombres a la policía. Por alguna razón, esta ocasión había sido demasiado fácil el atraparlos, incluso parecía que habían corrido directo hacía el...
Decidió no tomarle importancia, y se dirigió a la cabina de transmisión como hacía después de cada programa, para agradecerles a los miembros del equipo por su trabajo y esfuerzo. Claro, no esperaba los gritos y quejidos de Agnes que retumbaban por todo el pequeño cuarto.
—Debimos haber transmitido ese metraje ¡No sé para qué le hice caso! -empezó a retirarse, sus largos tacones siguiendo un constante golpeteo en el piso.
Keith se apartó de su camino, sabiendo que nunca sería buena idea el enfrentarse a esa mujer enfadada. Se acercó a los ingenieros de video y audio, preguntándoles la razón del enojo de su jefa.
—Es Origami -respondió simplemente. —Ya van varias ocasiones que le pide evitar salir en cámara mientras se escabulle y crea alguna extraña estrategia que funciona increíblemente. Y si lo hubiera puesto en vivo el rating hubiera aumentado, pero el plan se había visto comprometido. –sin preocuparse demasiado, le mostró la grabación que tenían tanto de las cámaras del banco como de la cámara que tenía Ivan en su armadura. Desde el momento en que lo vio transformarse en su traje usual, sus rápidos movimientos y la manera en que había desarmado a los asaltantes… era impresionante, nunca lo había visto de esa manera. No podía despegar los ojos de la pantalla y sintió un golpe en el pecho cuando vio la bala impactar sobre su espalda.
—Incluso perdió los puntos que le correspondían por esa captura, pero parece que no le importó… ¿Sky?
La voz del hombre lo saco de su ensoñación —Esto… ¿Esta no es la primera vez que esto pasa?
—Nop, tenemos las grabaciones aquí en algún lado. Puedo enviártelas si gustas –recibió un asentimiento muy entusiasmado y no pudo evitar sonreír al respecto —Yo también quede impresionado la primera que lo vi. Bien, enviados ¡Gracias por pasar a visitarnos!
Despidiéndose de manera enérgica. Aun repasaba los movimientos en su mente sin dejar de asombrarse por la gran habilidad y el cómo Ivan había usado sus poderes.
No podía esperar para llegar a su estación y revisar las grabaciones, ver a Ivan en acción.
Tendría un gran tema de conversación para esa noche.