Jonghyun comenzó a impacientarse.
Dejaba caer sus dedos sobre la mesa una y otra vez, luego paraba para mirar hacia ambos lados de la calle buscando a su cita, al no verlo comenzaba a morder las cutículas de sus uñas y cuando recordaba que luchaba contra ese mal hábito, volvía a dejar que sus dedos cayeran sobre la mesa. Repitiendo todo de nuevo.
-¿Ya ordena algo?- miró hacia la chica que de nuevo se había acercado a su mesa, pero Jonghyun negó lentamente.
-Aun no.- susurró apenado. –Cinco minutos más.-
La chica tomó de nuevo el menú para regresar al interior del café, Jonghyun volvió a morder la cutícula para mirar hacia la calle.
Quizá sí espero bastante de parte del rubio.
Sabía que él tenía una relación estable y completamente perfecta con el otro chico, incluso sabía que Kibum ya había hablado sobre vivir juntos con su pareja y aun así, se había arriesgado a invitarlo a salir.
Suspiró retirando su mano de sus labios, luego revolvió su cabello para calmarse un poco. Miró hacia ambos lados de la calle esperando encontrarlo sin éxito. Dejó, de nuevo, que sus dedos cayeran sobre la mesa pensando en qué cosa podría haberle ocurrido a Kibum pues se negaba rotundamente a aceptar que le había dejado planteado, tal vez aun no encontraba la ropa adecuada para el clima incluso se pudo haber perdido buscando ese café.
Eso tenía que ser.
Así que sacó su celular para mandarle un mensaje con la dirección, pero antes miró de nuevo hacia ambos lado de la calle, esta vez sonrió y dejó de teclear en el móvil. Incluso se levantó de la silla para esperar a que llegara a su lado.
-Lo siento, tuve un pequeño conflicto antes de salir.- susurró Kibum acercándose a Jonghyun, haciendo una pequeña reverencia.
-No importa.- contestó dejando de estrechar su mano para abrir la silla. –No llevo mucho tiempo aquí.-
-¿De verdad te gusto tanto?- preguntó Kibum mientras dejaba su celular sobre la mesa, pero bocabajo.
-Sigo pensando que pierdes tu tiempo con esa “obra maestra”.- contestó sonriéndole un poco amable para no sonar agresivo.
-Pues ya no más.- dijo Kibum mirando a Jonghyun, que había dejado caer su quijada levemente. –Pensé en lo que dijiste y vivir siempre en línea recta no es lo mejor ni lo que quiero.-
-¿Qué me estás tratando de decir?- preguntó Jonghyun entre confundido y divertido.
Kibum le pidió que se acercara para susurrarle en el oído, por lo que Jonghyun se acercó de inmediato, logrando aspirar la colonia que portaba el rubio.
-Vamos a perder nuestras mentes.- susurró. –Volvámonos locos.- sonrió retrocediendo, dejando a Jonghyun un inclinado casi con su pecho sobre la mesa.
-¿Estás hablando en serio?-
-¿Ya ordenan?- preguntó la mesera.
Kibum tomó el menú y tras echarle un vistazo pidió para él y para Jonghyun.
Luego de que la chica se fuera Kibum le sonrió a Jonghyun, quien sólo asintió.
-Vivamos peligrosamente, si quieres.-
Después de una mirada cómplice ambos se levantaron de la mesa, Jonghyun tomó la mano de Key y ambos caminaron hacia el muelle.
La mesera se quedó con la rebana de pastel en la mano mientras veía a ese par de chicos perderse contra la puesta de sol. Sonrió insatisfecha y se aventuró a comer de ese dulce postre.
Kibum no paraba de contarle cómo se había tornado la ruptura con su ex pareja.
Jonghyun presionaba cada instante su mano, que sostenía la del rubio.
Ambos se miraban y reían.
Ambos esperaban comer pastel a la orilla del océano. Y escribir sus nombres en la arena.