La mañana era bastante extraña incluso para ese lugar saga había estado muy callado y ahora en el pequeño comedor tenía 10 minutos mirando su café
- ¿Algo de lo que me quieras hablar?- se acomodó mejor en la silla dejando su tazón de quínoa con verduras salteadas – sé que algo pasa no te veía así desde que Seiya era maldición
- Problemas leves Shaka… pero no sé qué tan malo sea, Seiya hablo algo conmigo ayer pero no me dijo nada concreto- eso era una apestosa mentira y lo sabía pero no podía contarle que hades no era el tío de Shun…. El día anterior no se dio cuenta el nombre no le sonó pero apenas cruzo la puerta del edificio y miro al jefe pelinegro todo encajo
- Y ¿qué te dijo? tal vez podría ayudarte, dices que ha estado muy extraño
- Encontró a alguien de su pasado… del que ya no existe y parece que… lo estuvo molestando- para engañar no existe una mejor mentira que una verdad a medias
- Está bien?- no quiso indagar más, cualquier cosa que tuviera que ver con el pasado de Seiya era bastante espinoso para hablarlo ahí, o para tratar de intervenir esos chicos tenían taras bastante profundas que arreglar
- Lo estará con tiempo… y muchos mimos y caricias ayer estuvimos toda la noche en la tina, tuve que cambiar el agua más de cuatro veces
- Saga te e ducho que no necesito saber los detalles
- Oh vamos eso dices ahora pero ya verás cuando recuperes a tu Shun me querrás contar hasta que desayunaron, mírame llevo bastante tiempo con Seiya y aun no puedo creer que de verdad sea mío ser siente tan irreal como si pudiera desaparecer en cualquier momento
- Cuando recupere, no se saga cada vez veo más lejano ese evento- negó y tomo su termo – será mejor que me vaya estoy esperando unas facturas que tengo que despachar si no queremos pagar penalización
- Está bien yo también tengo que ir a trabajar he estado muy distraído los últimos días
Milo termino de entregar sus paquetes en recepción y dejo su bolso en un casillero que tenía asignado, mensajeros intendentes y volantes no tenían escritorios así que contaban con un casillero para sus cosas, tomando su libreta de apuntes y su libro de contabilidad fue hacia el área de finanzas afrodita era quien le explicaba cómo se manejaban las cosas en ese lugar pero apenas llego escucho un golpe seco y un cuerpo callo a unos pasos saliendo de la puerta abierta de la derecha donde un pálido afrodita veía a Isaac en el suelo que tocia tratando de recuperar un poco del aire que había perdido por ese golpe
- Maldición Ikki…. Cada vez pegas más fuerte – demonios... demonios, demonios, porque no lo dejaban en paz
- Tú sigues siendo un idiota deja al chico en paz – Ikki sonrió si sonrió aunque no parecía posible- Bud no aceptara que estés cerca de su hermano
- No puedo Ikki… no importa cuántas veces me mandes al hospital no lo hare de verdad me gusta y mientras él no me pida que deje de buscarlo yo iré
- El solo quiere protegerlo el…. Nadie merece a mi hermano menor
- Ikki?- milo se quedó de piedra en la entrada desde que salió de la prisión no le había tocado ver a Ikki pero ahí estaba igual que aquella noche siendo solo un muchacho pero aun así metiéndose con hombres mayores sin miedo y con la fuerza de derribar a cualquiera
- Milo…- los ojos azul acero se endurecieron cuando Ikki corrió hacia el con el puño retraído pero no llego a tocarlo por que desapareció antes de alcanzarlo
- Oh maldición, maldición, maldición- ok eso era bastante preocupante… no solo Ikki lo vio sino que además ¿lo recordaba?!- necesito hablar con saga…. Si Ikki ve a Shun- y eso definitivamente no tenía que saberlo su rubio amigo de por si no sabía qué hacer con su vida ahora tenía que darse prisa había quedado de ir con Shun a almorzar y que le dijeran lo que quisieran pero estaba seguro que Shun no quería estar en el edificio ese día
Shaka entro a su oficina y subió los pies en el escritorio en una actitud relajada algo que era más bien de saga el no solía hacerlo pero tenía mucho que pensar, se había prometido no interferir, incluso se había convencido de que era mejor que Shun nunca le recordara… también se había convencido de que no lo buscaría pero cada vez que salía el tema volvía con las mimas dudas aun recordaba el tacto de su piel y el aroma de su cuerpo si cuando no lo había tocado no lograba olvidarlo ahora mucho menos su adicción se volvía obsesión
- No quiero seguir guardando distancia…- pero dolía de verdad dolía sentir que ese no era su Shun, y no lo era pero lo extrañaba tal vez si se daba el tiempo de conocerlo también amaría a ese Shun de ahora siempre y cuando no olvidara que no debía de estar buscando a el anterior- le pediré a milo que lo invite con nosotros…
- Shaka… oye Shaka- afro desde la puerta sonreía al ver a Shaka hablando solo y murmurando como adolecente enamorado
- Afro lo siento!- se enderezo- no te escuche que me decías
- Que milo termino sus prácticas con migo y ahora será todo tuyo… oye Shaka- se acercó y se sentó en la silla frente al escritorio-¿te gusta el mini jefe?
- ¿Qué?!- se puso rojo – porque lo dices
- Lo acabas de decir, justo cuando entre murmurabas su nombre – se sonrió- yo ya pensé que nunca te enamorarías… todos creíamos que tenías algo con saga- esta vez se rio y Shaka se cruzó de brazos
- ¿Porque todos creen que tengo algo que ver con saga? Tan desesperado me veo?- se rio- es que… yo lo conocí de antes pero… no sé si debería acercarme el seguro ni me recuerda y ahora es tan diferente
- El dinero cambia a la gente Shaka, pero no parece mala persona… algunos cambios son solo superficiales lo importante está ahí dentro
- Sabes afro… eso es justo lo que necesitaba escuchar, tienes razón…. No me daré cuenta de cuanto cambio si no me acerco y tampoco cuanto del sigue ahí
- Pues gracias pero ahora comprenderás que debo llamar a la ONU… - se rio y se levantó- ten cuidado yo al que le tendría miedo es a su tío no creo que le haga gracia que rondes a su sobrino menor de edad
Seiya se estiro en la cama con una sonrisa suave, se sentía mucho más ligero limpio podía decirse no podía creer cuanto podía cambiar hablar con alguien no tener que cargar todo eso solo se levantó para ir a pasear a pegasus el pobre perrito tenía toda la semana encerrado desde que empezó a verse con hades se levantó dispuesto a servirse un enorme tarro de cereal de rueditas de colores y retomar su vida diaria, lo que fuera a pasar pasaría y no tenía caso que se adelantara lo mejor que podía hacer era estar listo para cuando lo necesitara
- Y tú me vas a ayudar pegasus, si ese idiota se acerca de nuevo le muerdes donde más le duela- el perrito solo dio una vuelta ladrando alegremente de sentir a su amo volver a su ruidosa personalidad ese suéter verde que brillaba con led hizo sonreír a Seiya, saga debió ponérselo él ni siquiera había tenido ánimos cuando recibió el paquete- bien vamos pegasus que te parece si compramos una sorpresa para nuestro señor- el perrito ladro feliz corriendo a la puerta sabía lo que esas palabras significaban, saldría desee
Hades apareció dentro de ese edificio circular quedando en medio de aquella habitación que con un movimiento de su mano cambio su forma redonda a una habitación normal y bastante iluminada la puerta se abrió y un peli celeste serio entro ladeando la cabeza
- Vaya por fin has abierto tu jaula… veo que tus pajaritos escaparon- negó y se acercó- hasta cuando hades cuando estarás satisfecho
- Julián… necesito que hagas algo por mi
- Hades… basta es tiempo que los dejes no puedes seguir haciendo esto y lo sabes estas rompiendo el equilibrio vas a meterte en problemas
- El equilibro no me interesa, nadie huye nadie se queda sin castigo es lo justo
- Lo justo, nadie sabe más de justicia que tu… pero la justicia no te es ajena hades, crees que es justo lo que tú haces- el pelinegro gruño molesto y giro el rostro odiaba que su hermano le retara de esa manera él era mayor
- Eres mi hermano deberías apoyarme
- Y lo hago pero como tu hermano me preocupo por ti y solo quiero que estés bien, eso no quiere decir que no te voy a ayudar solo que pienso que estas yendo demasiado lejos
- Nunca es demasiado lejos- hades le miro gruñendo y negó- no lo voy a perder
- Al menos te has preguntado por que por qué quieres tenerlo y que la respuesta no sea que porque nadie escapa que sabes que eso es mentira
- No- en realidad no lo quería pensar, solo sabía que lo quería de vuelta era delicioso completamente
- Deberías pensarlo antes de intentar otra cosa- Julián se dio la vuelta- siempre te aprovechas de que no te podemos negar nada pero te estás pasando ese chico es inocente
- No lo es!! Él lo acepto… tenemos un trato me pertenecerá por siempre – le miro furioso y se perdió por el pasillo dejando al peli azul negando con la cabeza
- Esto te va a destruir hermano y yo no quiero ver eso pero como te detengo… si no te quieres dar cuenta
Seiya corría por el parque tarareando a todo volumen las canciones de su reproductor pegasus a su lado corría-saltaba completamente feliz la correa retráctil era perfecta para él podía ir y venir sin tener que estar completamente libre
- ¿Qué te parece si vamos por un helado?- esa tienda era algo nace para su gusto pero tenía sabores extraños y se había prometido probarlos todos- solo espero no volver a elegir uno salado…
Llego al mostrador, se sentía tan normal en esos momentos le había tomado más de un año pero por fin lograba sentirse mejor tenía toda una lista de lugares que había ido descubriendo donde podía andar sin problemas llegar a un negocio y encontrar a algún fragmento de su tiempo de maldición seguía siendo agridulce… por más que supiera y saga le dijera que no lo recordaban no terminaba de aceptarlo
- Esto sabe horrible…- la voz joven y la risa baja llamaron la atención de Seiya, esa voz se le hacía conocida
- Una apuesta es una apuesta- esa definitivamente la conocía se dio la vuelta mirando a milo en la mesa de la orilla llevaba su traje de mensajero así que debió tomar una desviación de sus entregas o un descanso pero cuando vio a su acompañante fue cuando perdió todo el color, ahí estaba Shun… más grande que cuando estuvieron en ese lugar pero idéntico al mismo tiempo… solo que más… feliz, la apatía que siempre mostraba se había ido, el odio a sí mismo y al resto de la humanidad también entendía por quién no le habían dejado buscarlo incluso el sentiría que lo mejor era dejarlo en paz pero estaba seguro que no… el sabía que no era más que otra ilusión de hades
- Maldito bastardo…- no sabía qué hacer, de nuevo se sentía atrapado cuando Shun descubriera que esa no era más que una mentira… se iba a destruir, tenía que ganar la apuesta tenía que ganarle a hades ¿qué le había dicho? Debía saber por qué Shun era diferente a ellos- tengo que salir de aquí no debe verme…
Shun se rio al ver las muecas de milo al probar el sabor chile salvaje y se levantó para pedir alguna otra cosa rara justo en el momento que un perrito corrió hacia él y se enredó en sus piernas
- Hay hola tú con quien vienes?- acaricio las orejas del cachorrito que le ladro alegre- donde está tu papa pegasus?- el chico ni parecía darse cuenta que el no debería de saber el nombre del perrito que le movía la cola alegremente miro esa correa retráctil y se levantó para seguir el camino con la vista encontrando solo los pies de alguien que parecía estar cubierto por un muro que marcaba el inicio del mostrador estaba por acercarse cuando milo se acerco
- Demonios mira la hora… Shun creo que nos emocionamos tengo que volver antes de que me meta en problemas- el peli verde asintió en el momento que se había girado para atender a milo la correa de pegasus fue obligada a regresar y Seiya tomo al cachorro para ocultarse en el baño
- Si….- Shun miro el local no encontrando al perrito – ya debemos irnos… creí, creí ver a alguien
Dentro del baño Seiya recargado contra la puerta respiraba rápidamente eso había estado demasiado cerca… porque Shun recordaba a pegasus? Si lo veía ¿también lo recordaría? Que tanto recordaba de su vida anterior tal vez era una trampa de hades para evitar que ganara y en cuanto Shun lo viera ¿recordaría todo?
- Esto se complica pegasus…. Como vamos a salir de esta- el perrito le miro sin entender por qué el cambio rápido por fin había vuelto a encontrar a ese chico que le regalaba golosinas sin importar que ya le habían dado y ¿por qué su papa parecía tan triste? Se levantó en sus patas traseras para alcanzar a lamer la mejilla de Seiya- no quiero que acabe pegasus… me gusta mi vida de ahora