Pov’s Yugi
El gran día llegó y justamente el 14 de febrero, algunos podrían decir que es lo más cursi, sin embargo, para mí es el día más importante de mi vida.
Hace algunos ayeres que conozco a Yami, el amor de mi vida casi por estas fechas, antes, como compañeros de la clase de teatro, y ahora casi futuros esposos. Los nervios están matándome, ¿quién lo diría? Después de tantas adversidades con nuestros sentimientos y las situaciones, nos han traído hasta aquí.
Me siento el chico más afortunado; entre las memorias sólo sé que mi sufrimiento por él me estaba tragando, aunque mi abuelo me enseñó a sobrellevar ese peso con calma, cuando Tea era mi primer amor, y Yami había aparecido en nuestras vidas, es curioso que, a pesar de tener similitudes en el físico, jamás se haya fijado en mí.
Poco tiempo me llevó para entender que de eso no se trataba, sino que lo que valía en verdad era el corazón y los sentimientos, cuando una tarde, Yami y yo nos quedamos solos en el salón, para mí fue horrible, ¿cómo fue capaz de rechazar a la chica más linda?... fue sólo el comienzo…
Los preparativos ya estaban casi listos, Tea y Akari fueron las que planearon todo el evento, me sorprende más de Tea, quien ella se perdió en el amor de Yami. Y ahora, será mi dama de honor, Akari a pesar de que nos odia a todos como Bakura, sé que tiene buenas intenciones, o no sé, tal vez Ryouka la puso a hacer este trabajo para que se estuviera quieta, aunque debo admitir que ha hecho un hermoso detalle con todos los preparativos… estoy ansioso, nervioso, me siento fatal, feliz y fatal. Cuando esté delante de él y acepte ser su compañero eterno… mi grande ilusión desde la secundaria y ahora que vamos a concluir una de nuestras etapas académicas más importantes, podré realizar mis sueños a su lado.
Fin del pov’s.
Así comenzó la nueva etapa de Yugi. Su dulce boda…
Los preparativos, la fiesta, los invitados y todo lo demás de la ceremonia, esperaban el momento preciso para dar inicio.
En la casa de Tea, las chicas prepararon sus vestidos y su maquillaje y todas corrían de un lado a otro. En la mansión de Kaiba, Joey, Duke, Tristán, Mokuba y Seto se apuraban a vestirse con sus trajes y camisas, la de Duke y Mokuba fue una camisa azul y los demás, tendrían las camisas blancas, ya que serían los acompañantes del novio, y Yami en la habitación más oculta, se encontraba mirándose al espejo, su cara tenía un esplendor bellísimo, Su sonrisa era deslumbrante y sus ojos llenos de ilusión, se reflejaron frente a un espejo largo, donde Yami se acomodaba el moño del cuello.
De repente se escuchó un golpeteo, entró Joey a la habitación indiscretamente y muy relajado, colocó sus manos en los hombros de Yami.
-¿Listo para el gran día?-Yami volteó y con una enorme sonrisa, chocó las manos con Joey y las oprimieron.
-Más que nada, hemos pasado por tantas cosas, que la verdad no me importa esperar dos horas más.
-Es verdad, de hecho acaban de llegar los correos de felicitación al grupo de chat que hicimos, Yugi debe estar muy feliz.
-Muero por verlo ahora- Yami se sintió aún más ansioso.
-Por cierto, Ryou, no quiero preocupar a Yugi en un día tan importante, y más porque sería uno de sus acompañantes, pero… No ha llegado, hace días que no sabemos de él- Joey sacó su móvil y le mostró los mensajes que le habían mandado todos sus amigos.
-Vaya, tampoco he sabido nada de Bakura, y ni sé si vaya a asistir, me dijo que me confirmaría hace dos días y jamás respondió.
-¿no te parece raro?-Joey agregó
-No, hace tiempo que Bakura y Ryou no están juntos, es muy triste que ellos no…-Joey guardó el teléfono y desvió la mirada al igual que Yami.
-Espero que todo esté bien, Iré a ver rápido a Ryou a su antiguo departamento, a ver si de casualidad aparece.
-De acuerdo, pero, si no quiere venir, comprende y no lo presiones por favor…
-No te preocupes Yami, no lo forzaré- el rubio sonrió y salió de la habitación iniciando una llamada nueva.
-Espero que esté bien- Yami quedó con la mirada perdida un segundo mientras acomodaba las mangas de su camisa con el saco.
Joey fue a la habitación de Mokuba donde estaban todos ahí reunidos.
-Hey, ¿alguien me acompaña ver a Ryou?- Joey no separaba la mirada del teléfono.
-¿Ryou?-Intervino Tristán.-Ayer hablé con él, dijo que no era muy seguro que viniera, dijo que no se sentía bien desde hace unos días.
-Con más razón tenemos que ir a verlo, oye es nuestro amigo y no podemos dejarlo así-Miró de reojo a todos.
-Pediré a camioneta negra para que vayas rápido-Seto se ofreció, entre lo que decía y o que lo miraban, le salió una gotita en la sien.-Date prisa Wheeler… Necesito la camioneta negra ahora, vamos a las zonas habitacionales de Dómino, entre la calle Oricalcos y la avenida principal Diamante.
-Corre!-exclamó Mokuba. Joey salió disparado de la habitación y Tristán junto con Duke corrían de tras de él.
Mientras tanto, en el apartamento de Ryou, se encontraba el albino recostado en la cama que ya estaba toda destendida, el reloj marcaba las 12 del día, despeinado, miraba e techo y su parpadeo era lento, pensaba por un segundo que lo mejor era el alejarse de todos, aunque un pequeño recuerdo, es el que lo alentó a levantarse y apurarse.
El momento en que todos en secundaria molestaban a Ryou, entre ellos Bakura y otros dos muchachos que no recuerda con claridad. Pero entre esos vagos lagos mentales, aparecieron Joey, Tristán y Yugi a defender al pequeño avino, nunca tuvo amigos verdaderos, hasta que conoció a esos locos, raros y los mejores amigos. Cuando cumplió los 15, la depresión por situaciones del pasado que aún le atormentaban casi causan su suicidio, pero de nuevo estaba ahí, la imagen clara de sus amigos, la promesa que les hizo que regresaría y en especial a Bakura. Lo ayudó a continuar, y una vez más, el apoyo que Yugi le dio fue incondicional, así que en su día más importante no le podía fallar, se sonrió a si mismo de lo patético que se sentía. Sacó el traje y se metió a duchar. Abajo del departamento ya habían llegado los tres chicos y ya habían subido a buscar a Ryou.
Por lo menos Ryou en cuanto llegaron ellos al piso de su departamento, ya estaba a medio vestir, aunque aún no estaba del todo listo. Tocaron el timbre, todavía Ryou tardó un rato en responder, lo cual había asustado a los chicos. Revisaron si la puerta estaba abierta, pero parecía que no, entonces, Joey sacó un clip de su bolsillo (nadie sabe para qué diablos lo traía) y trató de forzar la puerta, sin embargo, Ryou ya había quitado el cerrojo de la puerta y la había abierto. El trío de chicos que se encontraban afuera, tenía una gotita en la sien.
Notaron que Ryou ya estaba preparándose como todos los demás, el albino sonrió y los dejó pasar en lo que se ponía zapatos y su saco.
-Ryou vaya, creímos que no irías-exclamó Tristán.
-No, cómo podría faltar al día más importante de Yugi, no le haría eso a…- Tristán colocó sus brazos de tras del albino y con pena se dirigió a él.
-Mira, ahora sabemos la razón del porqué te alejaste, O bueno por lo menos Yugi, Yami y Yo lo sabemos… Realmente no quieres ir, no estás obligado.
-¿Tú sabías y no nos dijiste?-Joey se molestó.
-Deja eso para después Tristán. Quiero ver a Yugi y también quiero convivir un rato con ustedes, así que no sagas con esas cosas ahora.
-Okay, lo siento mucho- Le salió una gota en la sien al peli-castaño.
-De acuerdo, fin de la discusión- Duke agregó mientras se ponía celoso de Ryou y Tristán, justo, se puso en medio de ellos y jaló a Tristán lejos mientras Ryou buscaba su saco.
-Listo, ya ¿podemos irnos?- Ryou posó un momento para que sus amigos le elogiaran un poco.
-Sugiero que te recojas el cabello- Agregó Duke- Te verás más formal.
-Cielos- A Ryou le salió un agotita en la sien, pasó al baño y de un bote de cosas tomó una dona color azul oscuro y mientras iban saliendo del departamento e amarraba el cabello con poca gracia pero, su sensualidad era tan natural que la improvisación con su coleta, no se percibía. A Tristán le brillaron los ojos. Duke sintió envidia de aquella dulce y sensual esencia de Ryou.
Seto, por otro lado, desesperado, revisó el reloj varias veces, más o menos faltaban 40 minutos para que el evento empezara y no tenía señales de Joey. Mokuba se acercó a su hermano mayor y propuso que ellos junto con Yami se adelantaran, ya que tenían que llegar antes que Yugi y las chicas.
Seto hecho una ira, sacó su celular y llamó al chofer de la camioneta.
-Soy yo- Contestó- Escúchame inepto, llevarás a mi novio y a los demás al jardín de dómino, ahí se llevará a cabo la boda.- Mokuba tomó el brazo de Seto para calmarlo, él en seguida terminó con la llamada y se apresuró a la sala principal para esperar a Yami.
En el camino, Ryou mirando a la ventana no paró de suspirar, con la vista al infinito recordó las frías palabras de Bakura y aquella última vez que se vieron. La luz del sol le iluminaba la cara, destellando su pálido color de piel. La dramática escena reocupó a todos en el auto, la pesadez del ambiente, era enorme, pero la sencillez de Ryou logró que los demás no se entrometieran, la sombra de los árboles al hacer el recorrido cubría su cara un momento, de verdad que tenía un perfil encantador y la serenidad más clara y pura. Hubo un momento en el que agachó la mirada y la alzó con la misma serenidad, mirando hacia delante.
Los invitados empezaron a llegar, las Damas de honor se veían deslumbrantes aunque parecían más edecanes, Yami y Seto, estaban en camino. Yugi, Tea y Akari seguían terminado de arreglar al novio, su traje y la corbata blanca, una rosa roja en el bolsillo del saco y el peinado de siempre.
Cerca de ahí, en la Casa de los Ishtar, Bakura y Marik se arreglaban, ya iban tarde, Ishizu y Odion hacía rato que ya se habían salido, se tardaban, más, porque Marik y Yami se habían tardado en convencer a Bakura de asistir al evento, queriendo evitar a Ryou, aunque Yami no sabía, le dijo a Bakura que él estaba descartado de asistir, ya que había desaparecido durante días, Bakura se sintió bastante mal pero era lo mejor, era bueno que él pensara las cosas y por fin decidiera tomar su propio camino.
Marik después del encuentro con Ryou, tomó la iniciativa de averiguar todo sobre el pasado de ambos, ya que las cosas entre Bakura y él estaban marchando algo raro.
Realmente la información que había recopilado, sólo le servía para entender la cronología pero, obviamente el lazo que tenían jamás (obvio). Aún no se ha resignado, y le gustaría hablar con Bakura y con Ryou, la verdad no le gustaba ver a Bakura mirar a lanada y que cada vez se portaba diferente, y por parte de Ryou, la depresión que ha de estar cargando.
Bakura tenía un plan aparte, por lo menos, después de pensarlo tanto, debía arreglar todo con el menor de los albinos, ya que fue una base importante de su crecimiento como persona. Pero más bien, estaba decidido a decirle adiós.
Continuará....