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Amor y Sacrificio por Demonio_Nocturno

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Masami Kurumada y el fanfic tampoco es mío, es de una amiga yo solo le ayudo editándolo y subiéndolo.

En el país de Japón, en la capital de Tokio vivía una familia de clase media la cual tenía por apellido Takamura y estos tenían  una pequeña empresa familiar de telas la cual habían pasado de generación en generación.

La cabeza de la familia, Shion, era un hombre ya mayor, con 50 años de edad, el cual tenía una estatura alta y su aspecto era un tanto fornido; a simple vista tenia un aspecto serio e intimidante, pero aun a pesar de ser tan serio era un padre que solo vivía para cuidar de sus dos hijos, quienes eran su única familia ya que la vida le arrebato a su amada en el alumbramiento de su hijo menor y desde ese trágico día no volvió a enamorarse ni mucho menos a casarse aunque muchos le decían que tenía que darle una madre a sus hijos, este se valió de si mismo para sacar adelante a sus pequeños.

Un sábado en la mañana el menor de los integrantes de la familia, quien tenía por nombre Shun se levantó temprano para hacer el desayuno, para su padre y su niisan. Shun era un adolescente de apenas 17 años muy amable, dulce y tierno y era la luz de su hermano y de su padre; sus ojos de color esmeralda, su piel blanca como la nieve y suave como los pétalos de una rosa y sus largos cabellos de un sutil tono verde hacían de su aspecto algo angelical que hacía que tanto hombres como mujeres quedaran cautivados.

Cuando iba de camino a la cocina se dio cuenta que su padre y su hermano Ikki conversaban con una expresión de preocupación. Ikki era un adulto joven de apenas 21 años que emanaba un aura solitaria, muy contrario a su ototo, y dado a eso tenía pocos amigos con los cuales no era muy demostrativo ya que al único que le demostraba cual cariñoso podía llegar a ser, era a su pequeño hermano Shun; su aspecto era la de alguien imponente y daba miedo por su forma de ser tan seria, heredada por su padre, sus cabellos y ojos eran de color azul, su piel era de un tono un tanto tostado y su complexión era atlética. Él iba a la Universidad Nacional de Japón donde estudiaba leyes y ya estaba en el tercer año, el motivo por el cual había escogido esa carrera era porque quería ser un abogado penalista de alto prestigio y así poder ayudar a su familia con los gastos.

−Buenos días padre, buenos días niisan –saludo el menor con una sonrisa con la cual trataba de disimular su curiosidad.

−Buenos días Shuny, ¿Desde cuando estás ahí parado? –pregunto Ikki algo nervioso por temor a que su ototo hubiera escuchado algo.

− ¿Por qué la pregunta? ¿Paso algo? –interrogo el menor preocupado y esa preocupación se reflejaba en su tono de voz y en su mirada.

−No pasa nada, así que no te preocupes –respondió desviando la mirada ya que no aguantaba mentirle a Shun y si lo miraba a los ojos, no tardaría en darse cuenta que le mentía.

 −No le mientas Ikki. −Shion hablo cuando salió de sus pensamientos para mirar a sus hijos muy serio pero se podía ver duda en su mirada−. Toma asiento Shun, tengo algo muy importante que contarles –suspiro con algo de pesadez.

− ¿Es muy delicado padre? No me asusten.

−Cálmate Shun, ya más o menos le conté a Ikki lo que está pasando, así que quiero que me prestes atención tú también –dijo el patriarca de la familia con voz autoritaria.

−Está bien.

 Shion observaba a sus hijos y noto que Ikki estaba muy perturbado con la poca información recibida hasta antes de que el miembro menor de la familia apareciera.

−Ikki por favor no me hagas las cosas más difícil de las que ya son.

Shun se levantó y se acercó a su padre preocupado por la forma tan misteriosa en la que estaban actuando tanto su padre como su hermano.

−Pero papá, ¿Qué está pasando? Hablen ya, ¿Qué pasa Ikki? Me están preocupando mucho.

−Shun, hijo −suspiro antes de continuar hablando−. Le debo una fuerte cantidad de dinero a un grupo de mafiosos llamados La estrella del infierno de kraken.

Ikki se levantó de golpe y salió de la sala molesto, Shion iba a detenerlo pero freno en seco su acción al sentir el fuerte abrazo de Shun quien se aferró a él con desesperación y temor por su futuro incierto, lo cual provoco que las lágrimas empañaran los ojos del mayor y sin poder retenerlas más, estas resbalaron por sus mejillas.

−Hijo perdóname, pero necesitaba el dinero –tomo aire ya que este se le había escapado de los pulmones−. Los negocios que tengo no son muy grandes e iban muy mal y tuve que buscar un préstamo –explico sin atreverse a darle la cara a su pequeño quien estaba llorando y eso era evidente por los leves espasmo que daban su pequeño cuerpo además de los sollozos que se escapaban de sus dulces labios y que hacían que el corazón de Shion, se partiera en dos−. Ningún banco quiso prestarme, por ser un pequeño empresario independiente –continuo con la voz ronca y quebrada pero las lágrimas ya estaban cesando.

 Shun hizo que su padre volteara a verlo y se limpió las lágrimas para darle una mira cargada de ternura y amor para seguidamente decirle.

−Papá no tengo nada que perdonarte, eres el mejor papá del mundo y sé que todo lo que has hecho es por nosotros. Para sacarnos adelante –sonrió dulcemente haciendo que Shion se sintiera un poco más animado−. Te Amo papá.

−Gracias hijo –lo envolvió en un cálido abrazo−. Gracias por tu comprensión y tus palabras de apoyo, yo también te Amo Shun –después se separó un poco para verlo a los ojos, esos ojos que le recordaban a su amada ya que eran del mismo color además de que eran bondadosos y en ellos se veían un brillo especial−.Pero tienes que saber que quien me ha dado el préstamo, me había dado bastante tiempo para pagarle –su mirada se ensombreció por la angustia−, ¡Pero ni así pude cumplir con los plazos! –rugió haciendo que su hijo se estremeciera−. Los intereses se han acumulado en una fuerte suma de dinero.

 Shun quedo sorprendido por la información dada y sintió la garganta seca, aun así se atrevió a hablar.

−Dime papá, ¿De cuanto estás hablando? ¿Cuánto dinero pediste prestado? –pregunto con la voz temblorosa.

Shion lo miro con los ojos llorosos nuevamente y eso preocupo aún más al menor.

−Pedí 500.000 dólares y no he podido siquiera pagar los intereses por los pagos atrasados y no he podido bajar la deuda ni un ápice, entre pagar lo de la empresa y los estudios de tu hermano, se me ha ido el dinero. Ya sabes que la carrera que está estudiando tu hermano, es costosa además de que la escuela donde estas estudiando, también lo es.

Shun quedo con la boca abierta y aunque sabía que su padre no le había dicho lo último para hacerlo sentir mal, no pudo evitar sentirse culpable por hacer que su padre llegara a tal grado de desesperación como para pedir tanto dinero y más a una banda de mafiosos.

−Papá, ¿A cuánto aumento la deuda?

 A Shion se le empezaron a salir las lágrimas y su voz tembló al momento de responder.

−Shun… Shun… hijo… −no podía ni hablar−. La deuda ascendió a 1.000.000 –respondió sin atreverse a ver a su pequeño a los ojos directamente.

Shun quedo en shock

− ¿Qué vamos hacer? Debe de haber una solución.

Shion se dejó caer en el suelo y lágrimas gruesas caían por su rostro, Shun se puso de rodillas y lo abrazo.

−Papá vamos a salir de está ya verás y disculpa la actitud de Ikki, tu sabes cómo es él dale tiempo –sonrió tratando de darle ánimos a su progenitor−, solo dale tiempo para que se le pase el coraje.

En eso el peliverde recordó que su padre le había dicho el nombre del grupo de mafiosos a los que les había pedido prestado y una pregunta cruzo por su mente.

− ¿Quién es el jefe del grupo con quien pediste el dinero? –pregunto con un poco de temor ya que si mal no recordaba, su líder era alguien de temer.

−Su jefe es el señor Hades Omori.

 Shun palideció de repente ya que era el mismo hombre de quien se rumoraban cientos de cosas y quien se había encargado, con sus actos, que la sola mención de su nombre provocara temor.

−Ese hombre es muy peligroso, es uno de los hombres más peligrosos de Japón.

−Hades vendrá está semana para cobrarme, me llamaron unos de sus hombres para decirme que es mejor que tenga su dinero o al menos que tenga para pagar de los intereses, para ver si así su jefe me da más tiempo.

− ¿Quién te lo dijo?

−Fue Radamanthys Wyvern –respondió observando que el menor estaba temblando por el miedo−. Ver a Hades me aterra, él es un hombre imponente, cuando lo vi por primera vez para buscar el préstamo, casi meda un infarto, tiene una voz muy gruesa de ultratumba –explico−.Los que trabajan para él, le tienen un enorme respeto, es como un Dios para ellos. Para mí él es el Dios del Infierno.

Ese día fue un día muy largo y el ambiente familiar y alegre que solían tener, se había esfumado para dejar en su lugar un ambiente apesadumbrado y deprimente que parecía absorber todo rastro de alegría que alguna vez tuvieron los Takamura; el día termino y llego el domingo el cual se fue muy rápido para pesar de la familia. El lunes en la mañana los integrantes de la pequeña familia, tenían que empezar su rutina.

Shun salió de su casa y subió al auto de su hermano, Ikki por su parte estaba muy distante desde que se supo todo, casi no cruzaba palabras con Shun y con su Padre no hablaba para nada.

−Niisan, ¿Hasta cuándo vas a seguir con esa actitud hacia papá? –pregunto y en su voz se notaba que estaba molesto con su hermano−. Él hizo todo esto para darnos una vida mejor, a papá le duele que tengas ese actitud tan distante con él.

−Lo siento Shun –se disculpó y en su voz denotaba su cansancio−, pero yo no me hubiera puesto a estudiar está carrera si papá hubiera hablado conmigo –explico−, yo lo hubiera ayudado, me hubiera puesto a trabajar para ayudarlo a pagar –golpeo el volante haciendo que Shun diera un respingo−. Y el único que hubiera seguido estudiando fueras tu Shuny mi pequeño ángel –hablo con pesar y le acaricio la mejilla con delicadeza como si temiera hacerle daño.

−Ikki ¿Cómo puedes decir eso? –dijo elevando un poco su tono de voz−. Papá nos quiere a los dos bien preparados para que seamos unos profesionales y eso bien lo sabes.

Shun no pudo decir más nada porque ya habían llegado al colegio y tuvo que bajar del auto ya tenía encima la hora de la entrada para empezar sus clases pero cuando regresara a casa iba a hablar muy seriamente con su niisan.

Notas finales:

Espero les guste y den opiniones que yo se las are saber a la escritora.

bye y nos vemos el siguiente domingo.


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