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Te quiero para mi por ines111

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Notas del fanfic:

¡Hola! :3

 

Aquí les traigo una nueva historia que llevaba rondándome en la cabeza bastante tiempo. Es de la pareja Aomine x Sakurai. 

 

Me encantan estos dos *-* se me hacen una pareja super tierna y sensual por la inocencia de Sakurai y bueno lo sensual que es Aomine *w*

 

¡Espero que la disfruten! 

 

Dejen sus comentarios para ver si la sigo o no. Saber que a alguien le gusta tu historia es algo realmente satisfactorio para un escritor.

 

¡Hasta la próxima!~

─¿Entonces a las dos en donde la esquina de siempre Sakurai-kun?

─¡S-Sí! ─contestó entusiasmado.

Se despidió de su amigo y sonrió. Hoy, viernes 29 de Enero volvía a quedar con su nuevo amigo. Se habían conocido hace unos días gracias a su amiga Momoi, que por casualidades del destino, también le conocía. Conoció a Kuroko y se hicieron amigos rápidamente. Además, no quedaban ni muy cerca ni muy lejos. A una distancia media. Solo tenía que coger el metro un par de estaciones y ya estaría en la esquina de siempre. Irían a comer a un pequeño bar , como siempre, y luego darían una vuelta. Además, le había dicho que tenía que contarle sobre algo importante. ¿Qué tendría que contarle? La verdad no tenía ni idea. ¿Sería algo sobre ese tal Kagami? Kuroko le había comentado que estaba enamorado de un tal Kagami Taiga. Seguramente sería sobre él por la forma en como le temblaba la voz y el entusiasmo con el que hablaba. Llevaba gustándole bastante tiempo, hasta Momoi lo sabía. La verdad él nunca se había sentido de esa manera. Nunca se había enamorado ni besado a nadie a sus dieciséis años. Puede que suene algo anticuado y patético pero era la verdad. Nunca había tenido pareja y era bastante vergonzoso. Además, no se consideraba un chico guapo. Un chico de pelo corto color marrón claro, ojos marrones y de estatura media, uno setenta y cinco. Suspiró y prefirió empezar a vestirse. Optó por unos pantalones negros ajustados, una sudadera blanca y unas zapatillas blancas con rayas negras.

 

Se despidió de sus padres y salió rumbo al metro. Tenía ocho paradas por delante. Estaba a rebosar. Resopló y le mandó un mensaje a su amigo diciéndole que ya estaba tomando el metro. Al entrar, el gran bullicio no se hizo esperar y sentía como le aplastarían en cuestión de segundos. No le quedó más remedio que apoyar su espalda contra una de las paredes del metro. Hacía mucho calor hay dentro. Llegaron a la siguiente estación y entró más gente de golpe. Por lo tanto, se apegaron más y más. De pronto, sintió como un cuerpo cayó encima suya sin ningún tipo de delicadeza.

─Lo siento ─escuchó una voz varonil disculparse y levantarse. Apoyando sus brazos a los lados de su cabeza.

─¡L-Lo siento! ─dirigió su mirada hacia arriba topándose con unos ojos azul eléctrico mirándole fijamente. Se trataba de un chico más alto que él, mediría alrededor de uno noventa y poco. Por lo tanto, le sacaba alrededor de una cabeza. Musculoso, de piel algo oscura y pelo azul bastante corto. Vestía una camisa de lana ligera, una sudadera con capucha negra, un chaleco oscuro, unos pantalones negros y unas zapatillas oscuras a juego.

─No tienes que disculparte, ha sido mi culpa ─le miró a los ojos─. Esto está bastante apretado.

─S-Sí ─contestó algo nervioso. Nunca había tenido esa cercanía con nadie y menos con un extraño. No podía evitar sentirse nervioso aunque no era culpa de aquel chico. El metro estaba bastante lleno.

─¿Cómo te llamas? ─preguntó apretándose más contra su cuerpo. No dejaban de empujarle por detrás y amontonarse.

─S-Sakurai R-Ryo ─contestó algo apenado con un leve sonrojo en sus mejillas. Cada vez estaba más pegado a él.

─Aomine Daiki ─acarició su mejilla con ternura sonrojando al menor─. ¿Tienes algo qué hacer este sábado peque? ─sonrió de lado, seductor.

─¿E-Eh?

─Me gustaría salir contigo este sábado ─susurró contra su oído sensual.

─¡L-Lo siento! ─ Aomine lo estaba poniendo nervioso. No sabía que hacer. De pronto, escuchó que la siguiente parada era la suya. Con rapidez se escabulló de entre sus brazos─. ¡L-Lo siento!

Las puertas se abrieron, miró para atrás para comprobar que Aomine seguía allí y lo vio mirándole fijamente con una sonrisa seductora. Le guiñó el ojo y leyó sus labios diciendo: “no me rendiré tan fácilmente Ryo”. Se sonrojó hasta las orejas y salió corriendo de allí con su corazón latiendo a un ritmo descabellado.

 

Llegó al pequeño bar en el que había quedado con su amigo un poco antes de la hora acordada. Había salido corriendo del metro con su corazón latiendo rápidamente. ¿Qué había sido eso? No tenía que tomárselo enserio, seguramente Aomine estaba bromeando con él. Suspiró y miró la hora de su teléfono móvil, quedaban dos minutos para las dos.

─¡Sakurai-kun! ─escuchó a lo lejos. Un peliceste venía corriendo hacía él. Iba vestido con una sudadera azul, unos vaqueros y unas zapatillas grises.

─K-Kuroko-san

─¿Qué tal el viaje? ─preguntó al llegar a su lado─. ¿Todo bien en el metro?

Sakurai sintió como se sonrojaba y lo único que pudo hacer fue asentir nervioso.

─¿Eh? ¿por qué te sonrojas de esa manera? ─sonrió pícaro dándole un pequeño codazo de forma acusadora─. ¿Has ligado en el metro y no me lo cuentas?

─¡K-Kuroko san!

─Ja, Ja. Lo mejor será que entremos ya, tengo muchas cosas que contarte ─suspiró─. Y creo que tú a mi también ─añadió pícaro.

 

Entraron al bar y se sentaron en una de las mesas del fondo. No era muy grande, más bien era pequeño, pero bastante tranquilo. Pidieron dos tazas de ramen. En cambio, Sakurai pidió un vaso de agua y Kuroko soda.

─Sakurai-kun ─lo llamó para ganarse su atención─. ¿T-Te acuerdas del chico del que te hablé?

─¡Sí! ─contestó eufórico. Ya quería saber que pasaba entre su amigo y aquel chico por el que tanto suspiraba─. ¡L-Lo siento! ─se disculpó al darse cuenta de su respuesta.

─¿Por qué te disculpas?

─¡L-Lo siento!

Kuroko suspiró derrotado, su amigo siempre había sido así. Debía encontrar una manera para quitarle ese hábito de disculparse por todo.

─Bueno como te decía ─sonrió ante el recuerdo─. Kagami me ha invitado a una cita el sábado.

─¿¡De verdad?! ─sonrió feliz.

─Sí. Lo malo es que viene un amigo suyo ─suspiró─. Es una cita doble.

─¿Eh?

─Kagami-kun me dijo que buscase alguien para estar con su amigo y podríamos escabullirnos y estar juntos. Por eso, Sakurai-kun, tengo que pedirte un favor.

─¿C-Cuál?

─¿Podrías ser la cita del amigo de Kagami el sábado?

Kuroko notó como Sakurai se ponía nervioso y un pequeño sonrojo se apoderaba de sus mejillas.

─¡Por favor Sakurai-kun! ─le rogó juntando sus manos en forma de suplica─. Si tu estás con el amigo de Kagami él y yo podremos estar juntos.

─Y-Yo..

─¡Porfavor! ─suplicó─. Tenía pensado declararme ese día, ¡porfavor!

Sakurai suspiró. No podía hacerle eso a su amigo, le estaba pidiendo un favor. Suspiró y el recuerdo de Aomine diciéndole que no se rendirá tan fácilmente sobre su cita del sábado vino a su mente. Se sonrojó y dejó de pensar en ello.

─Acepto Kuroko-san.

─¡Gracias Sakurai-kun! ─sonrió─. Ahora.., ¿qué es lo qué te ha pasado en el metro? ─preguntó pícaro.

Sakurai se sonrojó, no sabía que contestar. De pronto, su conversación se vio interrumpida por la voz de una mujer.

─Aquí tienen la cuenta ─sonrió y les entregó la bandeja con el pequeño papel. Recogió todo y se marchó.

─¿Q-Qué es esto? ─ Kuroko cogió la cuenta y vio que había algo escrito por la parte de atrás.

─¿Eh?

─Mira ─le entregó el pequeño papel.

Sakurai comenzó a leer lo que ponía y se sonrojó hasta las orejas. No podía ser. ¿Enserio?

“¿Qué has pensado sobre nuestra cita del sábado peque? Estoy más cerca de lo que te imaginas esperando con ansias tu respuesta. Sino, por ahora, también me sirve tu número de teléfono.”

─¿S-Sakurai-kun? ─le miraba extrañado. Su amigo estaba cada vez más rojo.

Sakurai estaba tapándose el rostro con sus manos, podía sentir como estaba ardiendo de vergüenza. Kuroko comenzó a inspeccionar todo el bar intentando encontrar a quien le había escrito aquello al castaño. La verdad, tenía agallas. Rio viendo como su amigo no podía dejar de tartamudear y sonrojarse. De pronto, tres mesas enfrente de la suya, vio como un chico de piel morena, ojos azul eléctrico que hipnotizaban y pelo azul bastante corto miraba en su dirección con una sonrisa arrogante. Joder, estaba enamorado de Kagami pero debía admitir que ese chico estaba como quería. ¿Esa era el que le había escrito aquello a Sakurai? ¡dios!

─Sakurai-kun

El nombrado levantó el rostro mirándole fijamente.

─¿Por algún casual.. ─dirigió su vista al moreno por un segundo y volvió a mirar a su amigo─ quién te ha escrito eso es un chico de piel algo morena, ojos azul eléctrico que te matan y pelo azul bastante corto?

Sakurai asintió levemente con la cabeza aún bastante rojo.

─Joder, pues está bastante bueno Sakurai-kun. ¿Por qué no le das una oportunidad?

─¡K-Kuroko-san! ─replicó sintiendo como toda la sangre se le subía a la cabeza.

─¡Es la verdad, está tremendo!

─¿C-Cómo sabes cómo es?

─Date la vuelta y verás.

Sakurai extrañado le hizo caso y se dio la vuelta. Al dársela vio a Aomine sentado tres mesas enfrente suya al moreno mirándole con una sonrisa arrogante. Le guiñó el ojo con descaro viendo como este se sonrojaba. Sakurai se dio la vuelta automáticamente totalmente rojo.

─¿Por qué no le das una oportunidad Sakurai-kun?

─E-Es que y-yo.. ─no podía dejar de tartamudear. ¿Cómo decirle a su amigo que él nunca había salido con nadie y qué nunca había dado su primer beso? Además, le daba mucha vergüenza. Nunca había tratado ese tipo de temas y no tenía ni idea de cómo actuar.

─¿Cómo se llama?

─A-Aomine

¿Aomine? ¿dónde había escuchado ese nombre antes? Estaba seguro de que había escuchado ese nombre antes en algún lado, ¿pero dónde? Se tocó la frente con la punta de los dedos intentando recordar dónde había escuchado ese nombre pero nada. Sonrió, su amigo nunca le había hablado del amor por su parte. ¿Sería que nunca había salido con nadie? Esta sería una buena oportunidad. Además, notaba como el moreno estaba realmente interesado en su amigo y eso le alegraba. No podría ayudarle a conseguir la cita que tanto esperaba con su amigo el sábado ya que ya tenían un compromiso. Pero, podía echarle una mano.

─K-Kuroko san, ¿podemos irnos? Se está haciendo tarde y tengo que llegar pronto a casa.

─De acuerdo.

Pagó, se levantaron y salieron del bar rumbo al metro. De pronto, Kuroko paró.

─S-Sakurai-kun, lo siento. ¡Tengo que ir a casa de mi prima, se me había olvidado! ─se despidió de su amigo con una sonrisa y comenzó a correr en la dirección opuesta.

Sakurai extrañado se despidió de su amigo con una sonrisa y se apresuró a tomar el metro de vuelta a casa. Al llegar, saludó a sus padres con un beso en la mejilla a cada uno y subió a su cuarto. Se cambió de ropa colocándose un pantalón corto de color azul oscuro por las rodillas, una camiseta de manga corta algo vieja que utilizaba para dormir y una sudadera blanca encima. De pronto escuchó el sonido de un mensaje entrante en su teléfono móvil, ¿sería Kuroko? Lo cogió tumbándose encima de la cama y abrió el mensaje sintiendo como sus mejillas se calentaban con rapidez.

“Buenas noches peque que duermas bien.

 No sabes las ganas que tengo de tener una cita contigo..”

¿Aomine? ¿Cómo Aomine había conseguido su número? ¡si no se lo había dado! Espera.., ¡Kuroko! ¡estaba seguro de que había sido su amigo! Suspiró e inconscientemente sonrió llevando su móvil a su pecho.


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