EL FANTASMA DEL PRINCIPE
En una guerra nunca hay ganadores, siempre trae consigo dolor y lágrimas de parte de ambos bandos, por más victoria que se alcance el dolor de perder a un ser querido siempre estará ahí, Shin Makoku enfrentaba una de las guerras más temibles contra las tierras humanas, ambos bandos habían perdido soldados solo para alcanzar la paz sin importar el precio.
En uno de los campos de batalla se observaba a una joven peliceleste intentando luchar por salvar la vida de los soldados aun sin tomar en cuenta su propia salud...
─ No dejare que muera. —Susurraba al soldado que estaba enfrente de ella− Solo un poco más. —Se animaba a si mismo al sentir como su poder iba desapareciendo− Pero ¿qué? —Alzo su mirada sorprendida al notar como un segundo poder le ayudaba a curar− ¡Wolfram!
─ Déjame ayudarte Julia nee-san. —La miro el joven rubio.
─ Wolfram este sitio no es para ti. —Dijo cuando terminaron de curar al soldado− Deberías estar resguardado en el palacio.
─ ¡No! Todos están luchando quiero ser de ayuda. —La miro con una sonrisa.
Julia observo a su joven discípulo quien con solo 61 años quería ya ser un hombre cuando no era más que un niño.
─ Está bien, pero no te alejes de mi lado. —Dijo resignada al saber que nada lo que diga alejaría a Wolfram del campo de batalla− Vamos con Gisela nos está esperando.
─ ¡Si! ¡Prometo obedecer y ayudar en todo! —Siguió a su maestra con una sonrisa.
Gracias a la ayuda de Wolfram, Julia había podido curar a todos sin llegar al límite de su Majutsu, cuando habían terminado de curar a todos maestra y alumno salían para dirigirse al próximo campo sin imaginar que aquella salida sería la última.
BOOMMM!!!!
Un ataque enemigo había llegado directo al campamento medico Gisela corría a las afueras del campamento encontrando todo en llamas y entre ellas a sus dos amigos.
─ ¡Julia! ¡Wolfram! —Corría a socorrerlos entre lágrimas temiendo lo peor.
La imagen era muy triste Julia mantenía protegido a Wolfram entre sus brazos, mientras para ojos solo de Shinou el pequeño y casi transparente hilo rojo que los unía se desvanecía por completo.
22 años después…..
La paz al fin reinaba en Shin Makoku desde la llegada del Vigésimo Séptimo Maou quien aun siendo un habitante de otro mundo se había entregado a cuerpo y alma que la paz reine en todo el mundo, ya habían sido dos años desde que Yuuri Shibuya había implementado cambios en todo el país ahora todos se miraban entre igual tanto demonios como humanos.
Aunque la paz era duradera entre el mundo en la vida del Maou algo iba cambiar a partir de esa mañana cuando un hilo rojo aparecía de la nada en su dedo meñique, un hilo que solo Shinou podía observar divertido ante lo que iba ocurrir, porque al final nadie puede luchar contra el destino.
Yuuri siendo un rey tenía una buena relación con los empleados y siempre le gustaba escuchar de ellos las historias que le contaban, tal como pasaba aquella mañana.
─ Doria hoy se cumple 22 años ¿no? —Pregunto Sangria a su amiga siendo observadas por el rey.
─ Si, el joven príncipe tiene ya 22 años que se fue. —Suspira apenada Doria, girando y observando al rey− ¡Oh! Heika. —Se inclina.
─ Chicas de quien hablan. —Pregunta curioso ante su mirada.
─ Majestad hoy se cumplen 22 años de la muerte de lady Julia Von Wincott y también el joven Wolfram. —Baja su mirada.
─ ¿Wolfram? Es el nombre de la flor amarilla mi hermoso Wolfram. —Dice recordando las flores de Cherry.
─ Si esa flor lleva el nombre del hijo menor de Lady Celine, Wolfram Von Bielefeld. —Despeja sus dudas Doria− Majestad volvemos a nuestros quehaceres.
─ Claro chicas vayan luego nos vemos.
Yuuri se mantenía aun preocupado por lo que se había enterado, conocía a Gwlendal y Conrad quienes eran hijo de Cherry-sama pero nunca se había imaginado que existía un tercer hijo o al menos había existido.
─ ¿Cómo habrá sido él? —Se preguntó a si mismo mientras recorría los pasillos del castillo− ¿Quién? —Observo como un joven rubio pasaba corriendo hacia el jardín, aun asombrado ya que nunca lo había visto empezó a seguirlo− ¡Espera! ¡Hey! ¡Detente! ¿Desapareció?
Aun sorprendido Yuuri volvió a su trabajo sin quitar aquel joven de su mente y una pregunta rondo por su cabeza ¿Fantasmas? Llevaba viviendo casi dos años y era la primera vez que veía uno, aunque no le asombraba por la cantidad de reyes y príncipes que vinieron antes que él era normal encontrar fantasmas.
─ Era hermoso. —Susurro aun teniendo frente suyo a sus consejeros.
─ ¿Quién es hermoso Majestad? —Pregunto Gunter horrorizado por las palabras de su rey.
─ No nadie. —Sonríe nervioso.
Ya entrada la noche el Maou se dirigió a sus aposentos los cuales siempre eran fríos y solitarios desde que su hija Greta había hecho aquel viaje con lady Celine por el mundo, al final era una princesa merecía viajar y aprender de una ex reina, tal fue el cansancio que no duro ni un minuto dormido y se entregó al mundo de los sueños.
El sol brillaba sobre Pacto de Sangre alumbrando la habitación del Maou quien al primer rayo del sol se había despertado estirando sus brazos para arriba para luego lanzar uno a su lado escuchando un quejido.
─ ¿Eh? —Yuuri gira a su lado encontrando al joven rubio de ayer plácidamente dormido entre sus sabanas− ¡AHHH! —Grito asustado cayendo de la cama.
─ ¿Qué pasa? —Pregunta somnoliento el rubio− Hoy estas más ruidoso que de costumbre. —Dice enojado el rubio.
─ ¿Q-Que… ¡¿Qué haces en mi cama?! —Apunto enojado dejando asombrado al rubio.
─ ¿Puedes verme? —Pregunto asombrado ante la acusación.
─ ¡¿Cómo que puedo verte?! ¡¿Qué clase de pregunta es esa?! —Reclama enojado− Espe… —Sus ojos se asombrado al sentir como aquel chico quiso abrazarlo, pero lo atravesó sin lograr su objetivo.
─ No…no puedo tocarte. —El rubio bajo la mirada entristecido− Solo puedes verme.
─ No llores. —Yuuri se le acerca apenado− Un fantasma. —Pensó más asombrado que asustado− ¿Cómo te llamas?
─ Wolfram. —Respondió en casi un susurro− Wolfram Von Bielefeld.
─ Eres hijo de….
Yuuri no termino su palabra cuando Conrad entro a la habitación real.
─ Heika buenos días. —Miro al moreno con unas sonrisa− Me alegra que haya despertado. —Se acerca para abrir las cortinas ignorando al joven fantasma− ¿Hoy va entrenar?
─ Etto. —Miro a Wolfram quien mantenía sus ojos cristalizados.
─ Cony nii-san. —Dijo casi al borde del llanto− No puede verme.
─ Ya veo. —Suspiro entristecido el Maou− Conrad bajo en un momento me puedes dejar solo. —Pidió con una sonrisa.
─ Claro Heika nos vemos en el jardín. —Sale el castaño de la habitación.
Tras un largo silencio Yuuri se levantó de la cama se dirigió al baño dejando al joven rubio en la cama quien prefirió volver al dormir, luego de unos minutos Yuuri llego limpio y con la mente más clara en sus dudas.
─ Wolfram. —Lo llamo.
─ No molestes debilucho. —Dijo sin mirarlo.
─ ¿Debilucho? ¡No soy debilucho! —Apunto enojado al joven.
─ Si lo eres, si no fuera por mis hermanos no hicieras nada solo. —Lo mira retándolo.
─ ¿Me has observado? —Pregunto con curiosidad.
─ Si, vago por el palacio a diario, cuando no tengo nada que hacer voy a ver a mi aniwe y lo veo luchando contigo para que trabajes. —Dice con una sonrisa− En veinte años eres el primero que me ve. —Baja la mirada− Es triste estar con tu familia y que no te puedan ver.
─ Wolf…
─ Es mejor que te apresures o mi hermano volverá. —Le dijo con una sonrisa muy hermosa.
─ Nos vemos luego Wolfram.
Desde ese día el Maou entablo una amistad con el fantasma del príncipe como él lo había nombrado, ese día el rubio había reído ante aquel apodo convirtiendo su vida en algo maravilloso en el transcurso de los días Yuuri había aprendido que el joven príncipe era algo caprichoso y le gustaba hacer lo que él quería, por ejemplo, dormir en su cama ya que esa fue su cama cuando vivía y seguiría siendo su cama, en ahuyentar a toda chica que se acercaba haciéndola asustar o simplemente molestarlo cuando estaba aburrido.
Yuuri tenía mucho trabajo acumulado a causa de ver ido unos días a su casa lo que representaba semanas en Shin Makoku, por la mañana su joven acompañante le había reclamado por su ausencia teniendo que permanecer a su lado toda la mañana pidiendo perdón por demorar, cosa que se le hizo rara ya que solo era un fantasma y a causa de Wolf estaba trabajando ante la mirada enojada de Gwlendal.
─ Majestad aquí tiene siga firmando. —Dejo un montón de papeles Gwlendal mientras lo miraba serio.
─ Deja de mirarme así. —Susurro cansando.
─ Mi hermano es un explotador. —Dijo el rubio que estaba estado en el escritorio al lado derecho de Yuuri y los papeles al lado izquierdo− Yuuri estoy aburrido vamos algún lado. —Le propuso con una bella sonrisa.
─ No puedo. —Susurro ante de caer en los encantos del joven fantasma.
─ ¿Qué no puede Heika? —Pregunto Gunter al escucharlo.
─ No nada. —Ríe nervioso.
─ Gunter me cae mal. —Se cruzó de brazos, Yuuri con su mirada le decía porque− Porque siempre dijo que era caprichoso y no hacía nada por el país, por eso fui ayudar a Julia nee-san.
─ Majestad siga por favor. —Gwlendal observo como miraba a su lado derecho− No sé qué tanto mira ¿Acaso hay algo interesante ahí?
─ Si lo hay y soy yo. —Wolf se acercó para abrazar a su hermano mayor aun sabiendo que no podía tocarlo− Aniwe deja ir a Yuuri por fis.
─ No es nada. —Yuuri siguió firmando y observando con una sonrisa al rubio que besaba la mejilla de su hermano.
─ Eres un gruñón. —Volvió junto a Yuuri.
─ Heika ahora que recuerdo, nos llegó una carpeta de una joven que quiere verlo. —Dice Gunter muy feliz.
─ ¡No! ¡Ninguna chica vera a Yuuri! —Lo abraza protectoramente− Yuuri es mío.
─ Yo… —Yuuri al escuchar aquella declaración lo dejo sin habla, se levantó dejando a todos sorprendido, mientras el joven lo seguía− Wolfram.
─ Dime Yuuri. —Lo mira con una sonrisa− ¿Qué pasa?
─ Wolf, lo nuestro no puede ser. —Dijo lo más tranquilo posible para no herirlo.
─ Es porque soy hombre. —Baja la mirada.
─ No es por eso. —Sus manos intentan acariciar su rostro− Wolf si tan solo vivieras, no dudaría ningún minuto en estar a tu lado.
─ ¡Yuuri! —Salto feliz al escuchar aquello− Espero que en otra vida podamos estar juntos.
Ambos jóvenes se miraron deseando poder estar juntos, pero sabían que aquello era imposible, luego de unos minutos Yuuri fue buscando por Conrad quien estaba preocupado por su salida repentina.
─ Lamento ver salido de ese modo. —Suspira mirando a Wolf a su lado− Conrad no quiero tener ninguna esposa estoy bien así.
─ Está bien Yuuri. —Sonríe a su ahijado− Vamos a comer, mi madre acaba de regresar junto a Greta.
─ ¡Hahaume! —Grito feliz Wolfram quien salía corriendo a ver a su madre− Hahaume. —La miraba con lágrimas en sus ojos deseando poder abrazarla nuevamente.
─ Wolf. —Susurro Yuuri a su lado al verlo triste.
─ ¡Heika! —Cherry se acercó abrazarlo y el moreno acepto transmitiendo los deseos de su pequeño.
─ Yuuri gracias. —Sonríe al ver feliz a su madre.
El almuerzo paso lleno de risas y conversaciones de parte de los presentes incluso Wolfram reía al escucharlas, cosa que alegraba a Yuuri, hasta que cierto tema salió a flote sin querer.
─ Hubiera deseado volver hace dos meses. —Dice la rubia afligida.
─ Madre. —Conrad la toma de la mano− Han pasado 22 años no es bueno que te mortifiques.
─ ¡¿Cómo no hacerlo?! —Reclama entre lágrimas− Fue mi culpa, yo debí tomarle más atención y no dejarlo salir del castillo.
─ Madre. —Gwlendal se acerca a ella− No es tú culpa, esto no es culpa de nadie, Wolfram tomo su decisión siguiendo su corazón.
─ Madre, Wolfram solo quiso ayudar a Julia, tú misma escuchaste de Gisella fue algo que ninguno pudo evitar. —Acota Conrad.
─ Etto… —Yuuri miraba preocupado como todos se entristecían y su rubio lloraba al notar el dolor de todos− Lamento escucharlo, hace unos días me entere que habían tenido un hermano, yo lamento su perdida.
─ ¿Perdida? —Los tres lo miraron.
─ Heika creo que está confundido. —Conrad lo mira− Wolf no está muerto.
─ ¡¿Qué?! —Se levantó mirando al rubio que estaba a su lado.
─ Mi hijo sobrevivió aquel día, pero… —Baja la mirada− El entro en un estado de coma.
─ Pero…él. —Estaba asombrado mirando como el rubio estaba en las mismas condiciones− Tengo que decirles algo. —Todos lo miraron atentos− Desde hace dos meses puedo ver a Wolfram.
─ ¡Que!! —Todos lo miraron asombrado.
─ Eso es imposible, él está en coma. —Dice firmemente Gwlendal.
─ Heika eso no puede….
CRASH… —Un jarro cayó al piso.
─ Wolfram. —Miro como el rubio había hecho caer el jarrón.
─ Solo hasta que te crean—Tiro otro jarro esta vez uno que estaba en la mesa.
─ M i Wolf. —Cherry lloraba emocionada.
─ Madre no llores no quiero verte así. —Dijo el rubio a su lado− Díselo Yuuri por favor.
─ Madre no llores. —Empezó hablar Yuuri sorprendiendo a todos− Por favor tus lagrimas hieren mi alma y tu culpa ahoga mi corazón, no fue tu culpa yo decidí querer ser de utilidad aquel día por eso fui ayudar a Julia nee-san, no se culpen por favor. —Termino mirando al rubio que estaba a su lado.
─ Mi niño. —Sonreía la ex reina.
─ Hola con todos. —Murata entra al comedor sorprendiendo a todos− Shibuya, Lord Bielefeld. —Dijo mirando a ambos muy sorprendido− Shinou me envía a decirles, les destino está escrito y nada ni nadie puede cambiarlo, mi Maou sigue tu corazón la decisión que tomes será la correcta, adiós. —Salió del mismo modo que vino.
Todos quedaron asombrados por las palabras de gran Sabio y Yuuri seriamente miro a los hermanos y madre.
─ Cherry-sama, me gustaría ver a Wolfram por favor. —Pidió Yuuri muy serio− Quiero comprobar algo.
─ Cony hijo, lleva a su Majestad con tu hermano. —Dijo la ex reina con una pequeña sonrisa− Que sea lo que Shinou quiera. —Cruza sus manos rogando porque se realice un milagro.
Conrad guiaba al Maou entre los pasillos del castillo hasta llegar a lo más profundo donde se ubicaba un pequeño jardín de hermosos Wolfram y al fondo yacía recostado el joven con dicho nombre.
─ Mi madre creo este jardín para proteger a mi hermano. —Se acerca al bello durmiente− Mi Wolf. —Beso su frente− Le dejo Heika con mi hermano. —Conrad se retira dejándolos solos.
─ Soy yo. —Murmuro Wolfram mirándose a sí mismo− Yuuri estoy vivo. —Sonríe feliz− ¿Qué vas hacer?
─ Anoche soñé algo muy extraño. —Dijo acercándose al cuerpo inerte− Me veía a mí mismo en este sitio, me acercaba y te besaba. —Acaricia el rostro del chico− Es muy suave.
─ ¿Qué pasaba? —Pregunta interesado el espirito.
─ Tú despertabas. —Responde con una sonrisa.
─ Hazlo. —Lo anima a seguir− Bésame Yuuri. —Se sonroja levemente− Haz que despierte. —Lo mira entre lágrimas.
─ Eres consiente que puede no suceder. —Dice serio− No quiero que te ilusiones.
─ Está bien, no me voy a ilusionar.
Yuuri aun con dudas ser acerco al joven durmiente separando los cabellos que estaban en su rostro, lo miro fijamente y noto lo hermoso que era luego miro de reojo al espíritu sabiendo que ambos eran bellos, lo había visto en su sueño como aquel joven abría sus hermosos ojos verdes luego saltando a sus brazos, pero temía decepcionarse que aquello no pasara, suspiro profundamente y acerco sus labios a los del rubio.
De pronto una luz plateada rodeo al maou haciendo que el espíritu de Wolfram desapareciera y todo Pacto de Sangre retumbe ante aquel poder, el beso no duro mucho, pero si lo suficiente para que Yuuri se aleje y mire a su lado buscando al espíritu.
─ ¿Wolfram? —Le busco asustado.
─ Yuuri. —Escucho a su lado mirando como el joven durmiente lo miraba con una gran sonrisa− Yuuri. —Volvió a repetir entre lágrimas.
─ Wolfram. —Se acercó abrazarlo haciendo que el joven rubio llore con más fuerza al sentir el cálido abrazo del moreno, un abrazo que desde hace años quería sentir.
─ Yuuri, volví, volví Yuuri. —Murmuraba emocionado.
─ ¡HEIKA!! —Yuuri se giró para observar como Cherry, Conrad, Gwlendal, Gunter, Gisella y Greta observaban asombrado al joven que estaba a su lado.
─ ¡Wolfram! —Su madre y hermanos se acercaron abrazarlo.
Aquel día fue recordado como uno de los más emotivos en la historia de Shin Makoku el bello durmiente de Pacto de Sangre había despertado trayendo emoción para todos aquellos que le conocían, su tío había llegado al otro día recibida la noticia quien al verlo lloro de emoción.
Tres meses había pasado desde ese día y hoy Wolfram al fin podía caminar por su cuenta atreves de los pasillos hasta llegar al despacho del Maou.
─ Yuuri. —El rubio corrió a su lado ignorando a los demás− Vamos a pasear estoy aburrido, deja a mi hermano que es un explotador.
─ Wolfram. —Yuuri sonrío ante su muestra de cariño− Te recuerdo que ya pueden verte. —El rubio hizo un puchero− No creo que puedas pasarte sentado en mi escritorio, todos pueden verte y escucharte.
─ Igual vamos. —Le pide con una bella sonrisa.
Había veces que Wolfram se olvidaba que podían verlo y hacia lo mismo de fantasma, pero sin importarle conseguía lo que quería.
─ Chicos ya regreso. —Toma de la mano a Wolfram y sale dejando a todos moviendo su cabeza.
Ambos jóvenes recorrían los jardines muy felices hasta llegar frente a la fuente donde tomaron asiento.
─ Wolfram. —El rubio lo mira fijamente− Perdón.
PLASH!! —El rubio siente como Yuuri le da una cachetada en la mejilla izquierda.
─ Yuuri. —Se asombrada tomando su mejilla.
─ Lamento el golpe. —Besa la mejilla afectada− Wolf. —Se arrodilla− Aceptarías en un futuro convertirte en el esposo de este debilucho.
─ ¡Si! ¡Si acepto! —Se lanza a sus brazos cerrando su compromiso con un beso.
Aquel día nació una nueva historia en Pacto de Sangre, una historia llena de amor entre el Príncipe fantasma y el Maou, una historia tan larga de contar que las letras no bastarían para resumir un amor que vivió por toda la eternidad.
FIN