DIGO TODO-KUN
Los años habían pasado de manera tranquila en Shin Makoku gracias a la intervención del Maou la paz reinaba entre demonios y humanos, aunque vea tranquilidad para el mundo no lo había en su vida debido al compromiso que mantenía con Wolfram, un compromiso que todos los días lo atormentaba al no decidirse que hacer.
─ Por favor Wolfram, ya hemos hablado. —Dice Yuuri en medio de una discusión con su prometido.
─ ¿Hablado? Yo que recuerde nunca hemos hablado sobre nuestro compromiso. —Lo miro con seriedad− Yuuri han pasado tres años y solo te pido una respuesta. —Suspira algo triste− Si deseas anular compromiso hazlo o pon fecha para la boda. —Se gira para salir− Tengo una misión regreso por la tarde, hoy quiero una respuesta definitiva.
Habían transcurrido ya tres años de aquel accidente donde la vida de Yuuri y Wolfram se unieron a través de un compromiso no planeado, durante todo este tiempo había compartido muchas cosas juntos que los hacia ver como una hermosa pareja, aunque el Maou se ha acostumbrado al otro había algo que no le permitía dar el siguiente paso o simplemente anular todo, Wolfram por su parte se había cansado de luchar sin tener resultado así que desde hace un mes había decidido ignorar al moreno para cuando llegue el momento del adiós deseaba que las cosas sean menos dolorosas.
Aquella mañana Wolfram había entrado a la habitación para ver algo que se le había quedado, Yuuri había reclamado su ausencia a la hora de dormir dando inicio a una simple respuesta.
Volveré cuando decidas que hacer con nuestro compromiso.
Yuuri caminaba por los pasillos sin saber qué hacer con su vida, adoraba al rubio, era consiente que los últimos días había sentido un gran vacío debido a su repentina ausencia, pero casarse era algo muy serio.
─ ¿Qué hago? —Suspiro encaminándose por los pasillos de Pacto de Sangre.
El Maou estaba tan concentrado imaginando como sería su vida si dentro de una pequeña posibilidad aceptara el matrimonio que no le dio tiempo de percatarse que había llegado al lugar más peligroso en todo Pacto de sangre.
─ ¡Heika!
El laboratorio de Anissina Von Karbelnikoff.
Yuuri asustado al ver a la pelirroja acercarse rápidamente donde él dio dos pasos intentando huir, pero ella fue más rápida tomando su brazo e impidiendo su huida.
─ ¡Que sorpresa! Tenerlo por aquí. —Aun colgando de su brazo− Me siento alagada al tenerlo en mi humilde laboratorio.
─ Anissina debo irme. —Dijo algo nervioso al estar frente a todos sus experimentos.
─ Heika tengo aquí mi nuevo invento. —Muestra una maquina muy similar a una silla eléctrica− Se llama Digo todo-kun, una vez que se siente usted podrá decir todo lo que siente sin miedo al que dirán los demás.
─ No creo que necesite algo como eso. —Intenta alejarse− Me retiro Gwlendal me espera.
─ Vamos Majestad no tenga miedo, mis inventos nunca fallan. —Lo toma de la mano lanzándolo a la silla y rápidamente atándolo.
La velocidad con la Yuuri fue atado lo había sorprendido, pero tomando en cuenta que por años había forzado al mayor de los hijos de Cherry a colaborar le habían dado frutos en sus habilidades.
─ Anissina suéltame. —Pide Yuuri preocupado al ver cómo le era puesto un extraño casto atado a un montón de cables− Anissina estoy hablando enserio.
─ Heika le aseguro que usted me lo va agradecer luego. —Bajo la palanca que estaba a un lado de la maquita enviando una pequeña cantidad de electricidad al cuerpo de Yuuri.
─ ¡Ah! —Grito al sentir la electricidad.
Luego de unos minutos Anissina subió la palanca se acercó dónde estaba Yuuri quien estaba cabizbajo debido a la electricidad, lo desato esperando a ver la reacción de su experimento a los pocos minutos Yuuri cobro el sentido mirando fijamente a la científica.
─ ¿Heika cómo se siente? —Pregunta con una sonrisa enmarcando su rostro.
─ Estas loca. —Respondió Yuuri levantándose y dejando sorprendida a la pelirroja por su respuesta− ¡¿Cómo se te ocurre atentar contra tu Maou?! —Dijo con firmeza− En estos momentos haré que te expulsen a ti y todos tus experimentos del reino. —Salió muy enojado.
Anissina por su parte en vez de asustarse o enojarse por las palabras del Maou, ella estaba muy feliz casi saltando de alegría.
─ ¡Funciono! —Dijo feliz siguiendo al Maou con una libreta en mano− Heika está diciendo todo lo que siente esto debo anotarlo.
Por su parte Yuuri caminaba muy serio por los pasillos del palacio encontrándose con tres chicas que estaban que hablaban una a la otra contando sus típicos chismes.
─ ¡Heika! —Las tres se inclinaron esperando el típico saludo sonriente de su rey.
─ Sangria, Doria y Lasagna, es mejor que dejen los cuentos o no sea que las despida a las tres. —Dijo muy serio pasando de largo a las pobres empleadas que solo salieron corriendo a realizar sus trabajos.
Anissina por su parte anotaba todo lo dicho por Yuuri, comentando para ella mismo que el Maou era contante y cruel con sus palabras.
El Maou considera que las sirvientas son muy entrometidas y deben cambiar su forma de actuar dentro del palacio.
─ Oh Conrad. —Susurra la pelirroja al observa cómo se encontraba el castaño frente al Maou.
Conrad estaba frente a Yuuri con su típica sonrisa que muchas veces no se sabían si eran reales o falsas.
─ Heika. —Dijo muy sonriente− Gwlendal le está esperando en el despacho para que revise unos documentos.
─ ¿Por qué sonríes? —Pregunto tan serio que sorprendió al castaño− ¿Acaso estas feliz que tenga trabajo acumulado?
─ ¡¿Qué?! ¡Claro que no Heika! Yo nun….
─ Ya no se en que idioma decirte que no me gusta que me llames Heika. —Lo vuelve a mirar serio− Si me diste un nombre úsalo.
─ He… Yuuri —Lo miro muy sorprendido por su actitud tan tajante hacia a él− ¿Por qué estás enojado? ¿Acaso discutiste con Wolfram?
─ No estoy enojado, solo me molesta que sonrías cuando no hay motivo para hacerlo. —Se gira para encararlo− No metas a Wolfram en esto, es asunto mío, no tienes por qué culparlo por algo que no ha hecho.
─ Entiendo. —Baja un poco su mirada dolido por sus palabras.
─ Vamos tengo trabajo. —Se dirige a su despacho.
Tras un pilar Anissina estaba con los ojos muy abiertos debido a las palabras que el Maou le había dirigido a Conrad, nunca se hubiera imagino que pensaba eso de él.
Anoto:
Piensa que las sonrisas de Conrad nunca son reales y no sabe mostrar sus sentimientos cuando es debido, ya que con su sonrisa no se sabe si está feliz, triste o enojado, además le molesta que acusen a Wolfram cuando él tiene problemas.
─ Interesante. —Dice para sí misma leyendo lo último.
Yuuri y Conrad por su parte había llegado al despacho siendo recibidos por una mirada llena de enojo por parte de Gwlendal quien tenía entre sus manos una gran cantidad de documentos.
─ Al fin llega. —Dice le mayor dejando que le Maou se acerque a su escritorio− Heika por favor le ruego puntualidad para su trabajo. —Le entrega los documentos− Estos documentos requieren su firma.
─ Esto es todo. —Dijo mirando los documentos.
─ Si Heika. —Gwlendal vuelve a sus deberes.
Los minutos y Yuuri firmaba sus documentos sin decir palabra alguna, antes de terminar escucho a Gunter hablar.
─ Vamos Gwlendal cambia esa cara. —Dice el peliceleste− Tú bien sabes que no es culpa de su Majestad que llegue tarde.
─ Según tú. —Hablo Yuuri sorprendiendo a todos− ¿Por qué demore? ¿Quién es el responsable?
Todos estaban sorprendidos por las repentinas preguntas, pero Gunter no dudo en responder.
─ ¡Oh Heika! El único responsable que usted no pueda trabajar debidamente es por culpa de ese mocoso consentido siempre está interviniendo en su trabajo. —Dijo con tal confianza que hizo que los dos hermanos se enojen.
─ Gunter. —Hablo Yuuri enojado− Primeramente, Wolfram no es ningún mocoso consentido, te recuerdo que él es mi PROMETIDO. —Recalco la palabra dejando a todos más que sorprendido.
─ ¡Heika! —Exclamo asustado el consejero− Usted…
─ Segundo no tolero que te comportes con tantas confianzas conmigo, hay veces que hasta miedo me das así que por favor mantén tu distancia conmigo, además te vuelves a expresar de esa forma de Wolfram y no respondo. —Termino golpeando la mesa.
─ Yo… Waa ¡Heika! —Salió Gunter llorando.
Todo aquello había sido escuchado tras las puertas por parte de Anissina quien anoto.
Su Majestad odia la lengua de Gunter cuando ataca a Wolfram y además su forma actuar con él lo llega muchas veces asustar.
El trabajo siguió normal hasta que Gwlendal tomo la palabra.
─ Heika creo que se pasó la mano con Gunter. —Dijo siguiendo con su trabajo− Además solo dice la verdad.
─ Me quieres decir que para ti tú hermano menor no es más que un Mocoso Consentido. —Dejo se firmas para mirarlo− ¿Qué clase de hermano eres? —Le recrimino.
─ Soy el hermano que ellos necesitan, pero eso no significa que les voy a consentir a cada momento. —Respondió con firmeza.
─ Eso no es ser hermano, no me gusta que antepongas tu deber antes de tu hermandad, tus hermanos deben ser primero, Wolfram debe ser primero para ustedes. —Mira a los dos− Gwlendal eres amargado no entiendo porque siempre antepones barreras en tu vida. —Se levanta dejando shokeado al mayor− Deberías dejar de actuar de esa forma y buscar tu felicidad. —Posa su mano en el hombro del mayor− Ya es hora que escuches tu corazón en vez de tu razón y pidas matrimonio a Anissina. —Dice antes de salir− Termine voy a dar una vuelta.
Los dos hermanos quedaron sin palabras, el mayor con un claro sonrojo igual del de aquella que estaba tras la puerta.
Su majestad quiere que los hermanos piensen y defiendan más a Wolfram ante todos los ataques, cree que Gwlendal es muy serio, que debería dejar su máscara de frialdad a un lado y….y…. que se case conmigo.
─ Esto se está saliendo de control —Susurra siendo vista por los hermanos.
─ Anissina. —El mayor la ve− ¿Qué se está saliendo de control?
─ Etto yo… —Retrocede asustada.
─ Anissina ¿Qué le hiciste a Yuuri Heika? —Pregunta preocupado.
─ Solo le ayude a sea más suelto y diga lo que piensa. —Responde muy tranquila.
─ ¡Que!!!
─ Con razón actúa así. —Conrad mira a su hermano− Debemos seguirlo.
En el transcurso de la tarde Yuuri estuvo por los jardines recorriéndolos sin toparte con nadie o decir algo indebido, cosa que tranquilizaba a los tres consejeros quien hace poco Gunter se había unido al saber que pasaba con su amado Rey.
─ Su majestad no se ha topado con nadie más, además con Greta se portó como siempre —Anota Anissina.
Su Majestad actuó normal con Greta no dijo nada fuera de lugar, se nota que siempre dice lo que siente con ella.
TUN-TUN —De pronto las trompetas sonaron anunciando la llegada de la tropa Bielefeld.
─ ¡Wolfram! —Gritaron aterrados todos los que estaban asustado.
─ No podemos dejar que Heika se acerque a Wolfram. —Dice preocupado Conrad.
─ ¿Qué le dirá a él? —Pregunta muy interesada Anissina− He notado que Yuuri Heika lo defiende mucho.
─ ¿Qué quieres decir? —Gwlendal la mira.
─ Con ustedes Heika lo defendió a capa y espada. —Sonríe levemente− Algo me dice que su Majestad lo que siente por Wolfram va mucho más allá de un desprecio.
─ ¡No!! ¡Heika!! —Grita Gunter al entender.
Por su parte en la caballeriza Wolfram estaba desmontando su caballo siendo observado por sus soldados dicha mirada no pasó desapercibida por el Maou que iba entrando.
─ ¡Soldados! —Los soldados miraron a Yuuri que estaba en la puerta− ¿Acaso no les han enseñado que deben tener respeto a su superior?
─ ¿Eh? De que hablas Yuuri. —Se acerca Wolfram ante esa extraña pregunta− Mis soldados nunca me han faltado el respeto.
─ No lo creo Wolfram. —Se acerca para tomar su mano− Sus miradas no expresaban nada de respeto hacia ti al momento que desmontabas tu caballo.
─ ¿Qué? —Mira a todos.
─ Que les quede bien claro, que sea la última vez que veo esas miradas pervertidas hacia MI prometido. —Dijo con firmeza− Ahora fuera de aquí.
Todos los soldados abandonaron las caballerizas dejándolos solos, Wolfram por su parte no comprendía que había ocurrido.
─ Yuuri. —El moreno lo mira con una sonrisa− ¿Qué te pasa? ¿Por qué echaste a mis soldados?
─ No tolero que ellos te miren de esa forma. —Dijo muy serio.
─ ¿Mirar? Según tú ¿Qué miraban? —Pregunta aun sin entender.
─ Ellos miraban lo que solo yo puedo mirar. —Se acerca abrazándolo y tocando su trasero.
─ ¡Yuuri! —Exclama sorprendido ante tal repentino acercamiento− ¿Qué te pasa? ¿A qué juegas? En la mañana aun no decidías que hacer entre nosotros y ahora. —Lo mira aun sonrojado debido a la mano que lo tocaba− Te muestras celoso y me tocas.
─ Wolfram. —Se aleja un poco− Me disculpo por callar siempre lo que siento. —Se arrodilla frente al rubio− Te amo, no puedo imaginar mi vida sin ti, cásate conmigo. —Pide con una gran sonrisa.
─ ¿Qué? —Wolfram por su parte siente como todo el mundo empieza a dar vueltas y cae inconsciente.
─ ¡Wolfram! —Lo atrapa entre sus abrazos− ¡Amor mío! ¡No te mueras! —Sale corriendo rumbo al castillo en busca de ayuda.
Mientras Yuuri dejaba las caballerizas con Wolfram en brazos, los cuatro espectadores estaban boca abierta ante lo ocurrido, quienes estaban a un paso del colapso nervioso.
─ ¡AHHHH!!! ¡Tenemos boda! —Grita Anassina escribiendo rápidamente en su libreta.
Heika siempre ha amado a Wolfram, pero el miedo a decir sus sentimientos le habían impedido a declararse y gritar lo que siempre ha deseado ¡CASARSE!
Volviendo con Yuuri había llegado a sus aposentos siendo seguido con Gisella y Cherry quienes no comprendían que había pasado al pobre rubio.
─ ¿Heika que paso? —Pregunta sería Gisella revisando al joven inconsciente.
─ Estábamos hablando y de pronto colapso, ¿Cómo está? —Pregunta preocupado.
─ Está bien, solo es un colapso nervioso pronto despertara. —Dice con una sonrisa− ¿Qué le dijo? Para que su excelencia pierda la conciencia.
─ Dije que le amaba y quiero casarme con él —Respondió de lo más tranquilo.
─ ¡Que! —Gritaron ambas chicas.
─ Majestad le felicito. —Dijo muy contenta la peliverde.
─ Gracias Gisella. —Mira a su suegra− Cherry-sama ¿Tiene algo que decir?
La rubia no podía creer las palabras del Maou ya hace un mes había hablado con su hijo para que se resigne y deje de perseguir un amor imposible ya que el Maou merecía a una buena mujer a su lado.
─ Yuuri-Heika. —Empieza hablar la exmaou− ¿Esta seguro? No creo que mi hijo sea adecuado para ser un Consorte. —Dice preocupada− Majestad, Wolfram es demasiado caprichoso, siempre se ha comportado de una forma muy infantil, le aconsejo que piense bien su decisión. —Termino.
Gisella miraba sorprendida a la rubia ya que ella había imaginado que se contentaría ante aquella noticia al contrario había atacado a su propio hijo ella giro su mirada al chico que aún no despertaba.
─ Celine-sama. —El moreno la miro firmemente− Yo soy muy consciente de mis decisiones y solo yo puedo decidir a quién amar. —En ese momento entran todos a la habitación− Me alegra que lleguen daré un anuncio. —Observa como Wolfram iba despertando− Wolf. —Le toma la mano.
─ ¿Yuuri? —Lo mira confundido− ¿Tú?
─ Escucha lo que voy a decir. — Mira a todos sin soltar la mano del rubio− Hoy he tomado una decisión respecto a mi compromiso. —Empieza teniendo la mirada de todos sobre él− He decidido que dentro de un mes contraeré matrimonio con Wolfram Von Bielefeld quien ha sido mi prometido por los últimos tres años.
─ Yuuri. —Murmura feliz Wolfram al escucharlo.
─ Wolf. —Lo mira− Espero que aun desees casarte conmigo.
─ Yuuri. —Sonríe muy feliz− Claro que quiero casarme. —Lo abraza.
Todos estaban con una sonrisa en sus labios menos Cherry quien consideraba que ese matrimonio no debía realizarse.
─ Por otro lado. —Se aleja un momento del rubio− Celine-sama espero que entienda y acepte mi matrimonio, solo yo puedo decidir con quién casarme, además como madre de mi prometido debería estar feliz no enojada por mi decisión. —Miro como ella se enojaba− Fuera bueno que por una vez en su vida se comporte como madre de mi Wolfram y no como una simple extraña a su lado, ya que su mirada solo lo lastima. —Dijo ante de volver con su futuro esposo.
─ Yuuri no debiste. —Dice algo incómodo por sus palabras.
─ No Wolfram. —Mira a todos− Estoy cansando que todos te vean solo como un mocoso que hace las cosas solo por capricho, ellos no saben las veces que has llorados. —Toma sus manos− Las veces que yo he observado y he callado como cada uno de ellos te hieren con sus palabras y actos, desde hoy te juro que yo te voy a…prote…ger. —Termino mientras iba perdiendo el conocimiento frente a un asustado futuro Consorte.
─ ¡Heika!
Todos se acercaron al Maou preocupado por su colapso mientras Anissina anotaba.
Por años los habitantes de Pacto de Sangre siempre hemos tratado a Wolfram como un niño caprichoso por estar detrás de nosotros rogando compañía y amor, hoy el Maou nos hizo entender que Wolf siempre fue herido con nuestra indiferencia y que él no iba permitir más atropellos hacia su futuro consorte.
─ Despreocúpense. —Habla la pelirroja una vez que termina de escribir− El efecto de Digo todo-kun llego a su fin.
─ ¿De qué hablas Anissina? —Pregunta Wolfram muy preocupado con su futuro esposo en sus piernas.
─ Digamos que ayude a su Majestad diga lo que piensa sin miedo a lo que dirán los demás. —Le pasa sus apuntes− Dile que lea ahí esta resumido lo que hizo y dijo el día de hoy. —Se acerca a la puerta− ¡No lo dejes escapar! ¡Tendremos boda!
Al salir la pelirroja Yuuri iba recobrando el conocimiento ante la mirada preocupada de todos.
─ ¿Qué paso? —Pregunta fijando su mirada en dos hermosos ojos verdes.
─ De pronto te desmayaste Yuuri. —Dice Wolfram aun preocupado− ¿Qué es lo último que recuerdas?
─ Pues… —Empieza a recordar− Luego que hablamos camine sin rumbo llegue sin querer a los laboratorios de Anissina, ella me obligo a sentarme en una silla me puso un casco y no recuerdo más. —Mira a todos.
─ Yuuri toma. —Wolfram le pasa un cuaderno− Anissina dijo que leas.
Yuuri lo tomo y leyó como título.
Un día del Maou usando el “Digo todo-kun”
Yuuri empezó a leer todo lo estaba escrito mirando a todos preocupado, apenado y avergonzado de sí mismo por todo lo que había dicho y hecho en ese día.
─ Chicos yo… —Lo miro sin saber que decir.
─ Yuuri no te preocupes. —Conrad tomo la palabra sin sonreír− Comprendí que no siempre debo sonreír, ya que las sonrisas solo deben salir cuando estamos felices. —Posa su mano en el hombro del Wolfram− Además sé que debo ser un mejor hermano.
─ Conrad. —Yuuri se asombró.
─ Sé que soy serio y siempre mantengo una apariencia como esta. —Interviene Gwlendal− No soy el mejor hermano pero prometo cambiar. —Sonríe levemente la menor− Sobre lo otro luego lo voy a decidir. —Gira su rostro sonrojado.
─ Heika prometo que me portare bien con Wolfram ahora que va ser su esposo. —Mira al menor− Además intentare controlar el amor que le tengo.
─ Chicos. —Sonríe Yuuri al escucharlo− Cherry-sama yo…
─ Heika tiene razón en lo dijo soy una mala madre. —Mira a su hijo menor− Wolfram sabe cómo he sido con él a través de los años antes de la guerra, desde su llegada he intentado cambiar y llevar una buena relación, pero las cosas siempre son difíciles. —Baja la mirada sintiendo la mano del menor tomar la suya− Voy a cambiar y apoyar en lo que más pueda para que su boda sea la mejor de toda la nación. —Se levanta muy feliz− Chicos vamos que los novios deben hablar.
Antes las palabras de la rubia todos salieron dejando a los futuros reyes sumidos en un profundo silencio.
─ Wolfram yo…
─ Yuuri entiendo que estabas bajo el control de ese invento. —Se levanta para dar su espalda− Si tu no deseas esta boda yo… —Baja la mirada controlando sus lágrimas− Aceptare tu decisión.
─ ¡No! —Se levanta para girarlo y mirarlo de frente− Por años e callado ahora gracias a esa máquina fui capaz de decir todo lo que siento por ti. —Acaricia su mejilla− Wolfram te amo y quiero formar una familia contigo.
─ Ya tenemos una familia. —Recuerda a la pequeña Greta.
─ Si, pero deseo tener a tu lado más hijos. —Lo abraza− Wolfram por favor cásate conmigo.
─ Yuuri. —Se cuelga de su cuello− Claro que me caso contigo.
─ Me haces muy feliz. —Toma su rostro para besarlo y sellar su promesa de matrimonio.
─ Debemos agradecer a Anissina por primera un experimento suyo dio resultado. —Ríe alegre el rubio.
─ Así será mi futuro Consorte esta noche haremos una cena en su honor. —Lo vuelve a besar.
Así fue como Yuuri dio una celebración en nombre de la más grande científica del reino quien con su ayuda en mes tendría un bello esposo a su lado.
Los pensamientos muy rara vez se convierten en palabras debido a la vergüenza o indecisión que tenemos las personas, pero no es malo que de vez en cuando nos pongamos bajo la magia del Digo todo-kun.
FIN