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EL TEMOR EN ESOS OJOS por laraila

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Notas del fanfic:

espero y lo disfruten tanto como yo disfruto escribiendo, algunas ya sabrán que lo que más me gusta de escribir es que quienes lean puedan identificarse con los personajes, después de todo, me gusta ver el mundo arder. jejeje

sin más, los dejo con la historia.

Notas del capitulo:

ok, esta es como una introcción a la historia, por eso es más bien corto

Y ustedes ¿pueden decir que son felices?

Valla manga de ineptos que creen que las palabras lindas son sinceras, aquellos que creen que las personas no están interesadas en algo más, aquellos que sonríen por alguien más… si solo supieran al vacío al que van a caer.

Ese soy yo, usami akihiko, alguien que una vez, y solo una vez conoció el amor con su amigo de la infancia… el tiempo pasó, la relación se desgastó, nos dijimos algunas verdades y se acabó. Porque así terminan todas las cosas, nadie estará contigo para siempre porque todos se cansarán en algún momento de ti, esa es la verdad.

Un día normal, en la frialdad y soledad de mi enorme casa, tomé una decisión, empecé a escribir una especie de blog de manera completamente anónima, que nadie supiera que el autor de esas palabras era el gran usami akihiko, y empecé a escribir mi historia.

Lo primero que conté fue mi infancia, y ya estaban todos esos hipócritas diciendo que entendían perfectamente cómo me sentía. Luego les hablé de mi orientación sexual, y de cómo no podía dejar que nadie fuera de mi círculo se enterara, para seguir con el noviazgo que tuve con hiroki y nuestra desastrosa ruptura, y de cómo no nos hemos hablado durante más de un año, desde entonces dejé de creer en el amor.

Aún con todas esas cosas, la mayoría de la gente decía que les había sucedido cosas parecidas ¡como si eso fuera posible! Sin amor familiar, y uno romántico a medias, además de quedarme sin amigo después de eso. Los únicos cercanos son aikawa e isaka, pero son relaciones estrictamente laborales.

Pasó un tiempo donde yo seguía divirtiéndome con la hipocresía del mundo, hasta que por fin, después de una semana con el blog abierto, recibí un mensaje diferente a todos los otros. La verdad ya había recibido algo parecido, pero este tenía algo diferente.

“pues, yo tampoco soy feliz en este minuto. Conocí el amor y lo perdí, me esforzaré para recuperarme”

No estaban las clásicas palabras de “espero que pueda ser feliz” cuando ni me conocen, o  “ya sé cómo se siente”, ni mucho menos el “hay quienes lo pasan peor”. Nada de eso, no buscaba mi atención, ni compasión de otros, solo determinación a recuperar lo que era suyo.

Decidí hacer algo que creía imposible desde hacía un año… me metí al perfil del chico y empecé a revisar su historia. Era bastante precavido a diferencia de otros jóvenes que hay en las redes. No tenía su nombre completo, ni su edad, ni la escuela a la que iba. Solo unas pocas fotos, una de cuando era pequeño y una un poco más actual, además de la de perfil.

Akihiko, no lo conoces, ni siquiera sabes si esa es su foto, ni siquiera sabes si ese es su nombre, solo te dejó un comentario que ni siquiera se puede catalogar como amistoso. Podría hablarle ¿¡pero qué se supone que gano con eso!?”

Decido calmarme, demasiado tiempo frente a la computadora definitivamente me hace mal. Cierro la computadora para más nunca entrar a ese blog, fue una mala idea desde el principio… ¡solo era una foto y un comentario! No puedo estar así solo por eso.

Dejo pasar un día, dos y hasta tres concentrándome única y exclusivamente en mi trabajo, Aikawa, mi editora, está bastante agradecida de esto, pero la verdad lo único que quiero es dejar de repasar esas simples palabras por mi cabeza.

Me llevo mi computadora a un café bastante cercano. Cambiar de ambiente me ayudará a tranquilizarme. Me instalo a esperar que alguien me atienda, solo estamos yo, mi computadora y la música de ambiente, además de ciertas indicaciones de quien parece ser el jefe del lugar.

- misaki, atiende la mesa 10 – ese nombre, de seguro vendrá alguna linda camarera o chico joven, y efectivamente, aunque tiene su cara cubierta por su castaño flequillo.

- voy – le dice de vuelta, mira hacia mi mesa y logro reconocerlo, con sus brillantes ojos esmeraldas – bu… buenos días, ¿qu… que va a… a ordenar? – creo que mi mirada le incomoda, supongo que es normal, después de todo no he apartado mi mirada de él desde hace varios minutos. Aunque no se ve como una persona que haya perdido algo importante en su vida como lo mencionaba en el comentario, ¿otro hipócrita más? No tiene la cara de serlo, aunque se supone que ya aprendí que ninguno tiene la cara de serlo.

- yo solo quiero un café – le respondí de manera rápida.

- muy bien – me respondió escribiendo rápido en la pequeña nota, quiere irse.

- ¿cortado o normal?

- cortado.

- ¿con crema o leche?

- leche – así se fue, y yo lo seguí con la mirada, de veras no puedo ser tan acosador, pero esos ojos que podrían iluminar la más temibles de las obscuridad… cálmate, cálmate akihiko, un tus 28 años de vida ya descubriste que el amor no existe. No me doy cuenta de cuánto tiempo paso pensando en él cuando me deja el café al frente mío, me quedo mirando esas manos blancas y frágiles hasta lograr incomodarlo.

- disculpe ¿hay algo mal con su pedido? – me pregunta mirando hacía el suelo, de veras lo pongo nervioso.

- no está todo bien – supongo que no puedo evitar esto - ¿te puedo preguntar si…

- misaki – la voz de su jefe calla la mía – ijuiin te está llamando – solo con esas palabras, los hermosos ojos de ese chico se apagaron cual linterna sin baterías, su semblante cambió a uno cansado y su mueca era de ¿dolor?

- voy – le dijo a él – discúlpame – me dijo a mí, misaki ¿por qué querías llorar?

Notas finales:

díganme que les parece, acepto todo tipo de coentario, después de todo estos siempre me motivan a seguir escribiendo y a mejorar :D


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