Luego de que Wolfram y Yuuri probaran el nuevo artefacto mágico que se encontraba en lo más profundo del templo de Shinou se descubrieron sus peores miedos y para sorpresa de todos el de Yuuri el cual nunca mostraba nada por Wolfram era verlo con otro hombre, pero claro esta lo que Yuuri no se esperaba es que ese futuro que se suponía que era falso podía volverse real en cualquier momento.
Mientras que el Rubio siempre mostraba sus celos donde quisiera que fueran el pelinegro no hacía nada para controlar que el primero sufriera, siempre estaba con Conrad y aunque Wolfram no lo admitiera tenía miedo de que Yuuri se enamora de su hermano mayor y este es el único con el cual nuestro Rubio no podría pelear pues sabría perfectamente que no ganaría ese duelo.
El destino de ellos dos cambiaria como cambiamos una moneda en un segundo o en un abrir y cerrar de ojos.
- Su majestad tiene que estudiar; - se escuchaba la voz de Günter por todo el castillo
- Gunter ahora mismo tengo que arreglar un par de cosas en otro momento será; - la verdad es que Yuuri no tenía nada que hacer solamente quería pasar el rato con su hija Greta.
- Lo siento su majestad, pero esta vez no lo dejare ir tan fácilmente; - Günter cogió a Yuuri de la oreja y lo arrastro hasta el cuarto donde empezaron las clases.
Mientras tanto en el templo de Shinou
- No vuelvas a causar de nuevo ninguna travesura; - decía Murata a Shinou
- Lo que se esperaba de mi gran estratega que se molestara; - decía con una sonrisa en sus labios
Murata sabía perfectamente que ya no tenía por qué estar al lado de Shinou pero no podía dejarlo solo pues intuía que este último se sentía fuera de lugar por eso mismo hacia todas las travesuras que se le ocurrían para que supieran que seguía allí que no se había ido que estaría para apoyar a todo el mundo pues él fue el soberano de aquella zona el mayor soberano de los tiempos hasta que Yuuri llego y le arrebato el título.
Por ese mismo motivo Murata pensaba que si lo dejaba solo y se centraba en ser la mano derecha de Yuuri, Shinou se sentiría preocupado y en mal estado. Él sabía perfectamente que no pertenecía a esa época que debería de estar muerto muy lejos de allá, pero en verdad Shinou tenía algo pendiente en ese mundo algo que no logro tener en el pasado y quería recuperarlo como fuera posible.
Por otro lado, Conrad se encontraba en la academia de militares le habían otorgado el título de maestro oficial de la academia tal como lo fue Günter en su momento, al principio lo dudo un poco, pero fue Yuuri quien lo alentó para que aceptara el cargo ya que era una oportunidad única de poder enseñarle sus habilidades a los nuevos soldados que protegerían a Yuuri en un futuro.
- Donde se habrá metido este debilucho; - mascullaba Wolfram cabreado
- Yuuri está estudiando con Günter, estaba jugando con Greta, pero se lo llevo; - decía Greta comiendo un pastel que le había hecho Effel.
- Por esta se va a salvar ese debilucho; - decía Wolfram mientras le quitaba uno de los pasteles a su hija.
Desde aquella noche Wolfram no pudo olvidar el beso que le había dado a Yuuri aunque le molestaba un poco, porque sabía perfectamente que aunque eran su labios el que verdaderamente beso a Yuuri fue Shinou.
Él quería un beso de verdad en el cual Yuuri también estuviera consiente de eso y que no fuera porque prácticamente lo obligo a serlo era triste reconocerlo, pero él sabía perfectamente que su prometido no lo amaba y que nunca lo haría puesto que venía de un mundo totalmente diferente al suyo y aunque el rubio lo amaba hasta cometer una locura por él también pensaba que en algún momento lo tenía que dejar ir para que fuera feliz pues lo único que Wolfram deseaba era que Yuuri fuera feliz.
Las cosas en Shinmakoku estaban muy apacibles por el momento no había ninguna tragedia simplemente algunas bromas de nuestro querido rey Shinou pero como bien hemos dicho anteriormente este solo quería llamar la atención y nada más.
Había un problema no era una tragedia, pero si era algo grave y más que nada para Wolfram y es que el día en el que se celebraba el gran desfile del reino estaba por llegar, en este desfile numerosas mujeres venían a competir y la más hermosa se ganaría un día a solas con su majestad algo que Wolfram no podía soporta, pero era una larga tradición en Shinmakoku desde los tiempos de Shinou y fue este último el que la propuso en su momento ¿Por qué realizo esta tradición? Pues fácil respuesta por pura diversión y así molestar al gran sabio.
Bueno pues volviendo al tema el desfile se acercaba y el gran temor de Wolfram como bien supimos era ver a Yuuri rodeado de mujeres, pero esta vez era peor una mujer iba a estar con él por un día entero y por la cabeza del rubio ya estaban pasando miles de cosas a cuál peor no podía dejar que eso sucediera por más que quisiera respetar las tradiciones no podía ver a Yuuri con una mujer ¿Qué tal y si se enamoran? Pensaba el rubio.
*Wolfram*
No puedo dejar que una pelantrusca este con mi prometido ni por cinco minutos debo de planear un plan perfecto para que nadie gane ¿Y si me visto de mujer?, no eso seria demasiado cantoso todo el mundo sabría quién era pues el parecido con mi madre era demasiado grande, pero podría pagarle a alguien para que se presentara y pudiera ganar por mí y luego cuando esta resultara ganadora la suplantaría y así podría tener una cita con mi prometido "ES UN PLAN PERPECTO" se decía a sí mismo.
Debía de escoger a la más bella de todo el reino y claro está que lo haría.